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Sobre el blog

¿Una imagen vale más que mil palabras? Según investigadores de Harvard, no. Vale muchas más. Algunas hasta 500.000 millones. La cifra no importa: está claro que las imágenes son más poderosas que nunca, y este blog pretende ser un inventario visual de libros de fotografía, arte o diseño, ilustraciones, visualizaciones de datos, infografías…

Sobre la autora

Virginia Collera

es periodista y traductora. Colabora intermitentemente con El País desde 2006 y es compradora confesa de libros por la cubierta y/o las fotografías interiores.

Un noviazgo editorial

Por: | 26 de marzo de 2013

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Ilustración de El amor es un perro verde de Tute.


Jorge González y el diseñador Fran Martín lo habían hablado. "La situación del cómic en España es caótica. Todo está en un bucle desastroso y, al final, el trabajo creativo se queda con muy poco", relata Martín. González, veterano ilustrador, estaba convencido de que "si lograba conectar con los 1.000, 2.000 o 3.000 tipos que compraban sus libros podría hacer cosas maravillosas". Una conversación similar debieron de tener Horacio Altuna y Hernán Casciari antes de ponerse a trabajar en Cuadernos secretos, un libro de bocetos inéditos del ilustrador argentino publicado en 2011. Fue un experimento: Orsai, la editorial de Casciari, lo editaría a un precio de 14 euros y Altuna se quedaría con el 50%. Vendieron 2.000 ejemplares en dos meses.

Así que, como cuenta Casciari en el blog de Orsai, hace unos meses estaban los cuatro en su casa admirando el libro Chère Patagonie, el último que González había editado en Francia, y trataban de encontrar una respuesta a la siguiente pregunta: "¿Por qué los lectores franceses tienen a su disposición montones de libros en tapa dura, ilustrados, con el lujo brillando del lomo a la contraportada? ¿Por qué nosotros no?". La encontraron: "Porque ellos adoran los libros". Pero les dejó insatisfechos: "Nosotros también tenemos ese mismo amor, decíamos en esa charla, y sin embargo nadie apuesta con fuerza por la belleza, o por las temáticas arriesgadas. Da la impresión de que las editoriales francesas estuvieran en el primer noviazgo con los libros que editan —les dije—, mientras que las nuestras mantienen un matrimonio sin amor con sus catálogos".

Entonces González propuso: "Seamos novios". Y así comenzó el Proyecto Embudo, una colección de libros ilustrados que se estrenó la semana pasada con El amor es un perro verde de Tute, Libreta de viaje de Alberto Montt y El gran surubí de Pedro Mairal y Jorge González.

 

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Ilustración de El amor es un perro verde de Tute.

 

"La idea es publicar tres libros de tres tipos brutales cada dos meses", explica Martín, quien añade que el lema del Proyecto Embudo es "dar oxígeno al ilustrador, ayudarle a hacer realidad el libro que tiene en la cabeza" y sus reglas son las siguientes:

1. Podrán participar en él los autores elegidos por los cuatro fundadores (aunque aceptan recomendaciones).

2. Cada libro de la colección será un objeto trascendente, mimado y cuidado.

3. Las obras se pondrán en preventa durante un mes y medio o hasta agotar el stock. Solo se venderán desde la web y se enviarán por correo o a través la red de distribuidores de Orsai.

4. Los autores se llevarán el cincuenta por ciento del precio de venta del libro (gastos de logística aparte) y conservarán los derechos de la obra.

5. El libro será lo que el autor quiera que sea. La editorial se limitará a dar consejo y logística.

¿La reacción de los autores? "Al contárselo todos querían un noviazgo de los serios", bromea Martín.

 

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Ilustración de El amor es un perro verde de Tute.

 

Martín es el responsable de las versiones para iPad y iPhone de la revista Orsai y de las aplicaciones de Nórdica Libros y ahora ultima las ediciones digitales de este "primer triunvirato", que pronto estarán disponibles en la web y que en adelante saldrán a la venta a un precio de 4 o 5 euros un mes antes de la edición en papel. "Estamos convencidos de que un canal no anula al otro. Orsai es un buen ejemplo, la edición digital no ha canibalizado a la de papel, simplemente ha abierto mercado y llegado a sitios donde no llegaríamos de otro modo".

¿Y para cuándo el segundo triunvirato del embudo? Para abril, con libros firmados por Javier Zabala, Eduardo Salles y Gusti.

 

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Ilustración de Libreta de viaje de Alberto Montt.

 

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Ilustración de Libreta de viaje de Alberto Montt.

 

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Ilustración de El gran surubí de Pedro Mairal y Jorge González.

 

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Ilustración de El gran surubí de Pedro Mairal y Jorge González.

 

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Ilustración de El gran surubí de Pedro Mairal y Jorge González.

 

Toda la información sobre Proyecto Embudo puede encontrarse aquí. Para estar al día de todas las novedades conviene seguir la cuenta de Twitter de @orsaipad.

Yo, José Hierro, poeta ilustrado

Por: | 22 de marzo de 2013

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Una tarde cualquiera *

Yo, José Hierro, un hombre como hay muchos, tendido esta tarde en mi cama, volví a soñar. (Los niños, en la calle, corrían).

Mi madre me dio el hilo y la aguja, diciéndome: "Enhébramela, hijo;
 veo poco".

Tenía fiebre. Pensé: —Si un grito me ensordeciera, un rayo me cegara... (Los niños cantaban). Lentamente me fue invadiendo un frío sentimiento, una súbita desgana de estar vivo.

Yo, José Hierro, un hombre que se da por vencido sin luchar. (A la espalda llevaba un cesto, henchido de los más prodigiosos secretos.Y cumplido, el futuro, aguardándome como a la hoz el trigo.) Mudo, esta tarde, oyendo caer la lluvia, he visto desvanecerse todo, quedar todo vacío. Una desgana súbita devivir. ("Toma, hijo, enhébrame la aguja", dice mi madre). [...]

 

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Junto al mar

Si muero, que me pongan desnudo, desnudo junto al mar. Serán las aguas grises mi escudo y no habrá que luchar.

Si muero que me dejen a solas. El mar es mi jardín. No puede, quien amaba las olas, desear otro fin.

Oiré la melodía del viento, la misteriosa voz. Será por fin vencido el momento que siega como hoz.

Que siega pesadumbres.Y cuando la noche empiece a arder, soñando, sollozando, cantando, yo volveré a nacer.


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Cae el sol

Perdóname. No volverá a ocurrir. Ahora quisiera meditar, recogerme, olvidar: ser hoja de olvido y soledad. Hubiera sido necesario el viento que esparce las escamas del otoño con rumor y color. Hubiera sido necesario el viento.

Hablo con humildad, con la desilusión, la gratitud de quien vivió de la limosna de la vida. Con la tristeza de quien busca una pobre verdad en que apoyarse y descansar. La limosna fue hermosa —seres, sueños, sucesos, amor—, don gratuito, porque nada merecí.

¡Y la verdad! ¡Y la verdad! Buscada a golpes, en los seres, hiriéndolos e hiriéndome; hurgada en las palabras; cavada en lo profundo de los hechos —mínimos, gigantescos, qué más da: después de todo, nadie sabe qué es lo pequeño y qué lo enorme; grande puede llamarse a una cereza ("hoy se caen solas las cerezas", me dijeron un día, y yo sé por qué fue), pequeño puede ser un monte, el universo y el amor. [...]

 

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En son de despedida 

No vine sólo por decirte (aunque también) que no volveré nunca, y que nunca podré olvidarte.

Emprendo la tarea (imposible, si es que algo hay imposible) de racionalizar, interpretar, reconstruir y desandar aquellas fábulas y hechizos 
que gracias a ti fueron realidad.

Recupero los pasos iniciados a la orilla del río y que desembocaban en "Kiss Bar" (aunque no estoy seguro dónde estaba el principio y dónde el fin).

Estoy cansado, muy cansado. Don Antonio Machado dijo hace más de medio siglo "Soy viejo porque tengo más de sesenta años,
que es mucha edad para un español". (Sin comentarios.)

He vivido días radiantes gracias a ti. Entre mis dedos se escurrían cristalinas las horas, agua pura. Benditas sean. Fue un tercer grado carcelario: regresas a la cárcel por la noche,
 por el día —espejismo— te sientes libre, libre, libre. Nadie pudo, ni puede, ni podrá por los siglos de los siglos arrebatarme tanta felicidad.

Yo no he venido —te lo dije— para decirte adiós. Sé que no me echarás de menos, y eso que yo soñaba ser todo para ti como tú lo eres todo para mí, ¡ay vanidad de vanidades y todo vanidad!

No te importuno más (ni siquiera sé si me escuchas). Bebo el último whisky en el "Kiss Bar", la última margarita en "Santa Fe", rodeo luego la ciudad y su muralla de agua en la que ya no queda nada que fue mío. Desisto de adentrarme en su recinto, no tengo fuerzas para celebrar la melancólica liturgia de la separación. Sólo deseo ya dormir, dormir, tal vez soñar...


Hierro ilustrado, antología gráfica y poética de José Hierro, está editado por Nórdica Libros. Todas las imágenes son cortesía de la editorial.  

* Feliz Día de la Poesía Ilustrada.

Una caja llena de historias

Por: | 19 de marzo de 2013

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Chris Ware | Portfolio Fuente: galeriemartel.com

 

"Con la creciente incorporeidad electrónica de la existencia, a veces es reconfortante —tal vez incluso necesario— tener algo a lo que aferrarse. Por eso dentro de esta colorida caja de recuerdos el comprador encontrará una serie de materiales de lectura listos para satisfacer cualquier gusto artístico o poético, desde el sarcasmo más corrosivo de la juventud hasta la enfermiza sinceridad de la madurez; entretanto descubriremos a un protagonista que se pregunta si alguna vez podrá abandonar las habitaciones alquiladas de los primeros años de la solitaria edad adulta para mudarse a las espaciosas e hipotecadas habitaciones del amor y el matrimonio. Tanto si te sientes solo contigo mismo o con alguien más, seguro que este libro simpatizará con el demoledor sentimiento de la vida malgastada, de las oportunidades perdidas y de los sueños creativos frustrados que afligen a la clase media y alta de la audiencia literaria (y que pueden regresar a ellas aunque sea de una forma deteriorada durante el sueño MOR".

El artista gráfico Chris Ware escribió estas palabras en el reverso de Building stories, su nueva novela gráfica, que en realidad no es una publicación al uso sino una caja "llena de libros, cuadernillos, revistas, periódicos y panfletos" que aún no se ha publicado en España. Tampoco en Francia, donde Ware acaba de inaugurar una exposición en la Galerie Martel de París en la que pueden verse originales y ediciones limitadas de sus principales trabajos: The Acme Novelty Library, Jimmy Corrigan, el chico más listo del mundo y Building stories.

 

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'Building History', 2013. Fuente: adambaumgoldgallery.com

 

Con su humildad característica, Ware advirtió a los periodistas convocados por la galería: "No estoy seguro de que sea muy interesante ver mis trabajos en una pared". Ah, y otra cosa más: en algunos casos no hay ninguna progresión lógica, explicó, así que tengan cuidado porque lo normal será no entender nada.

Para él, que considera que lo suyo no es arte, las exposiciones —su obra se ha expuesto en museos como el Whitney Museum o el Smithsonian Cooper Hewitt— son un mero "experimento científico".

 

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Chris Ware en la Galerie Martel de París. © Isabelle Lemercier


 

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Oak Park Magazine - Affection/Ex-Boyfriend I, 2011. Fuente: adambaumgoldgallery.com

 

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Chris Ware | Portfolio Fuente: galeriemartel.com

 

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Portada falsa de 'The New Yorker' incluida en 'Building stories'.

 

La exposición de Chris Ware en la Galerie Martel de París puede visitarse hasta el próximo 27 de abril.

Vida y obra de un intocable

Por: | 16 de marzo de 2013

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"Cuando se empieza a leer este libro y se sigue su historia, uno entra en su cuerpo, sus venas, sus órganos y sus miembros". Para John Berger, que firma el prólogo de Bhimayana. Experiencias de un intocable, la experiencia de leerlo fue "corporal". Su historia "trasciende las generaciones, llena de dolor y empatía". Srividya Natarajan y S. Anand escriben, y el matrimonio de artistas Subhash y Durgabai Vyam dibuja, la vida de Bhimrao Ramji Ambedkar (1891-1956), un personaje fundamental en la historia de la India que luchó por los derechos de los descastados y llegó a convertirse en el arquitecto de la Constitución del país, pero que hoy es prácticamente desconocido por todos aquellos ajenos al movimiento paria.

Como los autores dejan claro en las primeras páginas del libro, India ha cambiado, pero no lo suficiente. La escena que sigue de dos indios que se encuentran en la parada del autobús es actual. Como también lo son los fragmentos de noticias publicadas en 2006, 2008 o 2010 que salpican el texto y que demuestran que, si bien se ha avanzado mucho, las castas siguen existiendo.

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"Tienen cepillos para los búfalos y tijeras para las cabras, pero jamás tocarían un pelo de un mahar. Antes preferirían cortarle el cuello". Bhimayana. Experiencias de un intocable repasa la infancia de Ambedkar; su juventud, periodo en el que decide estudiar -se formó en la London School of Economics- y posteriormente volver a India para tratar de cambiar las cosas; y su madurez, cuando se topa con enemigos como Gandhi, "a quien le preocupaba más liberar la India del poder británico que la transformación de la sociedad hindú".

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Bhimayana. Experiencias de un intocable viene avalado no solo por John Berger, también por la escritora Arundathi Roy y el novelista gráfico Joe Sacco, cuyas obras repasaron los Vyam antes de ponerse a trabajar. Pero como cuenta Anand, fundador de la editorial Navayan, enseguida el matrimonio le dejó clara una cosa: "No queremos forzar nuestros personajes en viñetas. Los ahogaría. Preferimos crear en espacios abiertos. Nuestro trabajo es khulla (abierto) cuando hay espacio suficiente para respirar".

Tras darle muchas vueltas, editor e ilustradores encontraron la inspiración en el movimiento artístico Pardhan Gond, un clan que pertenece a una de las mayores comunidades tribales de la India y cuyas creaciones se han expuesto en el Centro Pompidou de París o el Mithila Museum de Japón. A Anand la idea de prescindir de las viñetas le había parecido tan oportuna como complicada, pero tuvo que reconocer que mereció la pena: finalmente los ilustradores estructuraron la narración en dignas -dibujos que los Gond plasman en las paredes o suelos de sus casas- para no olvidar la historia del indio intocable Ambedkar.

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Bhimayana. Experiencias de un intocable de Srividya Natarajan, S. Anand (texto) y Subhash Vyam y Durgabai Vyam (arte) está editado por Sexto Piso. Traducción de Paula Cifuentes. Todas las imágenes son cortesía de la editorial.  

La culpa fue del corazón

Por: | 12 de marzo de 2013

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La enfermedad había exacerbado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos. El más agudo de todos era el oído. Oía todas las cosas en el Cielo y en la Tierra. Oía muchas cosas en el Infierno. ¿Cómo, pues, puedo estar loco?


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Es imposible precisar cómo esa idea entró en mi mente por primera vez, pero, una vez concebida, me acosaba día y noche. Quería al viejo. Nunca me había insultado ni tratado mal. Ni codiciaba su dinero. 


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¡Sí, eso era! Tenía un ojo de buitre, un ojo azul pálido cubierto de una membrana. Cada vez que lo posaba sobre mí, se me helaba la sangre; y así, poco a poco, muy gradualmente resolví matar al viejo y librarme de aquel ojo para siempre.


Ahora, la cuestión es que ustedes me toman por loco. Los locos no saben nada. Pero deberían haberme visto. Deberían haber visto con cuánta astucia actué, con cuánta prudencia, con cuánta previsión y disimulo me puse manos a la obra.

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Cada noche, a eso de las doce, giraba el picaporte de su puerta y la abría […] Y entonces, con la cabeza dentro de la habitación, abría la linterna cautelosamente —¡ay, cuánto!—, (pues las bisagras crujían), la abría de forma que un único y fino rayo de luz cayera sobre su ojo de buitre.

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Y esto hice durante siete largas noches, pero siempre encontraba el ojo cerrado, así que era imposible cumplir mi tarea, pues no era el viejo quien me exasperaba, sino su mal de ojo.

La octava noche abrí la puerta con más cautela de la habitual. [...] Ya había metido la cabeza, y estaba a punto de abrir la linterna cuando mi pulgar resbaló sobre el cierre metálico y el viejo se incorporó de pronto en la cama.

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Tras esperar pacientemente largo rato, durante el cual no le oí recostarse, decidí abrir una pequeñísima ranura en la linterna. La abrí, pues, hasta que, finalmente, un débil rayo de luz, como el hilo de una araña, salió disparado de la ranura y cayó sobre el ojo de buitre. [...]

¿Y no les he dicho que lo que toman por locura no es sino una exacerbación de los sentidos? Entonces llegó a mis oídos un ruido rápido y apagado, como el que hace un reloj cuando está envuelto en algodón. Aquel sonido también me era familiar. Era el latir del corazón del viejo. Eso incrementó mi furia, igual que el ruido de un tambor enardece al soldado.

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Entretanto, el infernal martilleo de su corazón aumentó. Se volvió cada vez más rápido, cada vez más fuerte. […] ¡Al viejo le había llegado su hora!

En un santiamén lo arrastré al suelo y volqué la cama sobre él. Le puse la mano en el corazón y allí la mantuve varios minutos. Ningún latido. Estaba completamente muerto. Su ojo no me perturbaría más.

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Arranqué tres tablas del suelo de la habitación y las deposité entre los escantillones. A continuación las remplacé con tanta maña y habilidad que ningún ojo humano —ni siquiera el suyo— habría detectado nada raro. No había nada que limpiar, ninguna mancha ni rastro de sangre.

Justo cuando el reloj daba la hora, llamaron a la puerta de la calle. Bajé a abrir despreocupado, pues ¿qué podía temer?

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Los agentes quedaron satisfechos. Mi actuación los había convencido. Me sentía especialmente cómodo. Se sentaron y, mientras yo respondía alegremente, hablaron de cosas cotidianas. Pero, al cabo de un rato, me sentí palidecer y deseé que se marcharan. Me dolía la cabeza y noté como un zumbido en mis oídos. [...]

El sonido seguía creciendo. ¿Qué podía hacer? Era un sonido rápido y apagado, como el que hace un reloj cuando está envuelto en algodón.


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¡Más alto... cada vez más alto! Y no obstante, los agentes charlaban tranquilamente, sonriendo.

¿Era posible que no lo oyeran? ¡Dios Todopoderoso! ¡No, no! ¡Claro que lo oían! ¡Sospechaban! ¡Lo sabían!

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Dejad de fingir! ¡Confieso mi crimen!..

¡Levantad los tablones!

¡Aquí, aquí! … ¡Donde late su espantoso corazón!

El corazón delator forma parte de Cuentos de muerte y demencia de Edgar Allan Poe. Ilustraciones de Gris Grimly. Traducción de Íñigo Jáuregui. Edición de Nórdica Libros.

Consejos de ilustrador a ilustradores

Por: | 08 de marzo de 2013

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Diner de Mark Boardman. Fuente: www.mark-boardman.com

 

"La vida del ilustrador no es apta para los débiles de corazón, requiere de mucha determinación para encarar las exigencias y los rigores de una carrera profesional profundamente individual donde uno puede sentirse muy carente de ayuda". Por esa razón -entre otras- Lawrence Zeegen, ilustrador y actual decano de la Escuela de Diseño del London College of Communication, decidió escribir Principios de ilustración, que él mismo define como una "una guía completa para ilustradores, diseñadores y quienes suelen contratar ilustraciones", que la editorial Gustavo Gili presenta ahora en una segunda edición actualizada y ampliada.

"Al observar las pinturas de Pompeya, las pinturas rupestres de los aborígenes australianos o los maravillosos frescos de Italia, comprendemos un momento de la historia y las creencias de aquella población". Zeegen toma prestada esta cita del gran Milton Glaser para despejar dudas sobre la importancia de la ilustración, aunque lo cierto es que "el arte del pueblo" -así la definió Steven Heller-, nunca lo ha tenido fácil:  "Ilustración es una palabra ambigua, o lo era hasta hace poco. A pesar de no haber sido aceptada del todo ni por la industria del arte ni por la del diseño, la ilustración ha continuado su lucha. Considerada caprichosa por los artistas y arty por los diseñadores, se encontró subsistiendo en una tierra de nadie situada entre ambas disciplinas".

 

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Downton Abbey de Miles Donovan para The Atlantic. Fuente: www.milesdonovan.co.uk


Pero esa lucha no ha sido en vano. "Con el auge de los blogs, sitios web y medios de comunicación digitales, y gracias, en parte, a la popularidad creciente de nuevos medios como los videojuegos, el grafiti y la novela gráfica, la ilustración empieza por fin a gozar de cierto reconocimiento como disciplina", escribe Zeegen, quien pone como ejemplos -y analiza- el trabajo de creadores como Miles Donovan, Mr. Bingo, Annelie Carlström, Andrew Rae o Tim Vyner para ilustrar que conviene no flaquear ante la adversidad. "¿Qué aguarda al ilustrador del siglo XXI? ¿Por qué este enorme interés por desarrollar una carrera que puede costar años consolidar, solo para esfumarse en un instante? ¿Por qué tener que soportar la posibilidad de que nuestro portfolio sea rechazado o, lo que es peor, tener que perseguir a un departamento de contabilidad empeñado en ignorar nuestros requerimientos de pago meses después de que una factura haya vencido? La respuesta es sencilla: tiene que ver con el deseo de comunicar, de crear imágenes y de comprobar que estas funcionan sobre el papel. La ilusión de abrir una revista en la que se incluye nuestro trabajo, ver a la gente en el metro leyendo un libro para el que hemos creado la cubierta o pasar ante una valla publicitaria donde aparecen nuestros dibujos es un placer que merece la pena".


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Monkey Dust de Andrew Rae. Fuente: www.andrewrae.org.uk

 

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Park View. London Olympic Games de Tim Vyner. Fuente: www.timvyner.com

 

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Tahrir Square de Olivier Kugler para The Guardian. Fuente: www.olivierkugler.com


 

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Pinocchio de Sara Fanelli. Fuente: www.sarafanelli.com

 

 

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The broken column de Annelie Carlstrom. Fuente: www.anneliecarlstrom.se


Principios de ilustración de Lawrence Zeegen está editado por Gustavo Gili. Traducción de Silvia Pujol.

 

Larga vida al libro impreso

Por: | 01 de marzo de 2013

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Fully Booked: Ink on Paper, Copyright Gestalten 2013.


"Que quede claro: internet no ha muerto. Lo digital no desaparecerá. La imprenta no matará a la web. Resulta fácil olvidar que cuando se inventaron los libros físicos las webs de noticias los ignoraron y se burlaron de ellos tachándolos de producto de nicho para geeks. Y ahora aquí estamos… y esos mismos periodistas certifican la muerte de internet mientras el entusiasmo en torno a la imprenta y el papel recorre el mundo entero. Los medios de comunicación incluso se han lanzado a fundar periódicos sin tener claro un modelo de negocio con el que sostenerlos. Vivimos en el mundo de la imprenta".

Este es el mundo al revés que Andrew Losowsky describe en el prólogo de Fully Booked: Ink on Paper (Gestalten), un volumen que celebra la vitalidad de ese libro impreso a quien muchos administran diariamente la extremaunción.

 

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Fully Booked: Ink on Paper, Copyright Gestalten 2013.

 

Pero nada más lejos de la realidad. La época dorada del libro impreso no ha hecho más que empezar. Al menos eso es lo que opinan los impulsores de Fully Booked: Ink on Paper, Robert Klanten, Matthias Hübner y el propio Losowsky. Y, cómo no, también los diseñadores, tipógrafos, ilustradores y editores que aparecen en el libro y que coinciden en que lo digital, al menos de momento, está reñido con lo editorial. Para creadores como Coralie Bickford-Smith, Irma Boom, Joost Grootens, Peter Mendelsund o Julia Hasting las pantallas homogeneizan los libros, les hurtan su singularidad. Y eso es precisamente lo que ellos persiguen en su trabajo: hacer libros únicos.

Por eso, en lugar de volcar sus narraciones visuales en pantallas, lo hacen y seguirán haciendo sobre los libros de papel de toda la vida, a los que van incorporando todas las innovaciones tecnológicas -tintas fluorescentes, impresión digital, etc.- que van surgiendo. En realidad, todas menos una. "Cuando terminemos un libro, cerraremos la cubierta y nos quedaremos en paz. No habrá ninguna tienda online atosigándonos para que compremos y leamos otro. Tampoco existirá la posibilidad de comprar mientras estamos leyendo. Ni jamás nos encontraremos anuncios relacionados con nuestra experiencia lectora. Tampoco vídeos o ventanas de chat o alertas que traten de distraernos de nuestros pensamientos".

 

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Fully Booked: Ink on Paper, Copyright Gestalten 2013.

 

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Fully Booked: Ink on Paper, Copyright Gestalten 2013.

 

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Fully Booked: Ink on Paper, Copyright Gestalten 2013.

 

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Fully Booked: Ink on Paper, Copyright Gestalten 2013.

 

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Fully Booked: Ink on Paper, Copyright Gestalten 2013.

 

Fully Booked: Ink on Paper está editado por Gestalten. Todas las imágenes son cortesía de la editorial. La exposición Fully Booked: Ink on Paper. An exhibition of Design and Concepts for New Publications puede visitarse en el Gestalten Space a partir del 14 de marzo.

El País

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