
Basta pasar cuatro hojas para que Sirish Rao y Gita Wolf relaten cómo Londres se convirtió en una selva: “Hoy en día nadie se va de viaje con la idea de emprender una gran aventura hacia lo desconocido. Visitar otros lugares se ha convertido en algo cotidiano y el ingrediente de peligro que podía hacer dudar de la vuelta del viajero ya no da sabor a nuestros periplos. La inmensidad de lo desconocido se ha reducido enormemente y, con ella, nuestra capacidad de asombro”.
Pero la del pintor Bhajju Shyam seguía intacta cuando en 2002 le invitaron a que viajara a Londres para pintar los murales de un lujoso restaurante. Shyam pertenece a la comunidad tribal gond, una de las más pobres y marginadas de la India, así que él nunca debería haber estado allí. Para él, un viaje era algo con lo que ni siquiera se habría atrevido a fantasear.
Pasó dos meses en la capital británica: pintando y observando un mundo que le era totalmente ajeno. Aproximadamente un año después, Rao y Wolf se encontraron con él y le pidieron que pintase su aventura londinense. "Lo que nos llamó la atención no fue sólo la originalidad de su visión, sino también la facilidad con la que hacía observaciones muy profundas. Quedamos convencidos de que detrás de todo aquello había un magnífico relato visual de su viaje".
Así empieza El libro de la Selva de Londres.

El milagro del vuelo
El animal más pesado que he visto en la vida es el elefante, así que, al ponerme a pintar el avión, fue el que me vino a la cabeza. El despegue de un avión es un milagro comparable con el vuelo de un elefante. He puesto los árboles en el cielo boca abajo y las nubes debajo porque volar volvió mi mundo del revés.

Inglaterra es un sari de color esmeralda
He decidido mostrar mi primera visión de Inglaterra desde el aire como una tela. Para la parte central he utilizado el mismo dibujo que para representar la tierra según el estilo gond, pero lo he coloreado como un sari. Luego, para que se viera que Inglaterra es una isla, he dibujado alrededor criaturas del mar (peces y tortugas), que es como se simboliza el agua en la tradición gond.

El rey de las profundidades
Según las creencias de los gonds hay otro mundo debajo de éste. En Londres también descubrí un mundo así, aunque distinto. En las historias de los gonds decimos que una lombriz gobierna el mundo subterráneo. Por eso, al pensar en el metro como el mundo subterráneo de Londres, me pareció que los trenes eran la lombriz que lo gobernaba. [...]

El 30, un fiel amigo
Esta pintura no requiere muchas explicaciones. He transformado un autobús de la línea 30 en un perro porque eso fue para mí: un amigo fiel y leal. Además, los autobuses londinenses te acogen con mucha cordialidad, lo que encaja con el buen carácter del perro fiel.

Las parejas
Una pareja se abraza en plena calle. Los he transformado en criaturas extrañas y de vivos colores por la ropa que llevan y la libertad que tienen para convertirse en lo que les apetezca. Ella es un pez y él, un pájaro. Para que contraste con lo que conozco, al fondo he puesto una pareja india que se abraza a escondidas detrás de un árbol, bajo la atenta mirada de dos tórtolos.

La diosa de Londres
La impresión que tuve de las mujeres de Londres fue que hacían muchas cosas a la vez y de buena gana. Por eso he convertido a la inglesa de la pintura en una diosa india de cuatro brazos. Para nosotros, todos esos brazos quieren decir que la diosa está en todas partes al mismo tiempo, que es capaz de hacer muchas tareas. Normalmente, las cosas que sostiene son símbolos de sus poderes, por lo que la mujer de mi pintura coge la carta de un restaurante con una mano, ofrece una taza de té con otra, aguanta un cigarrillo con la tercera y contesta al teléfono con la cuarta. El cigarrillo es lo único que no tiene que ver con el trabajo, pero me gusta que las inglesas fumen, beban y se lo pasen bien, así que lo he incluido.
El libro de la Selva de Londres de Bhajju Shyam está editado por Sexto Piso. Traducción de Carlos Mayor. Todas las imágenes son cortesía de la editorial.