Storyboard

Sobre el blog

¿Una imagen vale más que mil palabras? Según investigadores de Harvard, no. Vale muchas más. Algunas hasta 500.000 millones. La cifra no importa: está claro que las imágenes son más poderosas que nunca, y este blog pretende ser un inventario visual de libros de fotografía, arte o diseño, ilustraciones, visualizaciones de datos, infografías…

Sobre la autora

Virginia Collera

es periodista y traductora. Colabora intermitentemente con El País desde 2006 y es compradora confesa de libros por la cubierta y/o las fotografías interiores.

Todo es desmontable

Por: | 31 de mayo de 2013

Bicicleta, años 80
Bicicleta, años 80

 

Estamos instalados en la cultura de lo desechable y sí, quizás convenga tirar menos y arreglar más, pero la pretensión del fotógrafo canadiense Todd McLellan no es que reflexionemos sobre el tema. A él, desde luego, le molesta y así lo escribe en el texto que acompaña el libro Things come apart (Thames & Hudson): “Los objetos nuevos se convierten en objetos viejos más rápido que nunca. El despilfarro de tener que sustituir todo en tu vida tras solo unos años de uso es exasperante”.

Pero con su trabajo no pretender abrir un debate. Todo es mucho más sencillo: desde pequeño, si un juguete le intrigaba, lo abría en canal. Y la obsesión infantil fue a peor: cuando tuvo edad para conducir desmontó su coche, un Hyundai Pony de 1985.

En definitiva, no puede evitarlo.

 

Acordeón, años sesenta
Acordeón, años sesenta

 

Para Things come apart ha desmontado cincuenta objetos, clásicos y modernos: un reloj digital (2010), una linterna (2002), una Blackberry (2007), un iPad 2 (2011), un tocadiscos (década de 1980), un acordeón (años sesenta), etc. “Quería meterme dentro de estos objetos, antaño codiciados, hoy rechazados, y enseñar al mundo su calidad y belleza”, explica.

McLellan es metódico: “Primero, coloco el componente principal, normalmente la carcasa exterior. Después, las distintas partes de una forma atractiva, como en un puzzle. Le doy vueltas y vueltas a la disposición hasta que cada pieza encuentra su lugar”. Invierte entre uno y tres días en la creación de sus bodegones, cuyos componentes se presentan minuciosamente colocados o en caída libre.

Y, por supuesto, esta historia de desmontaje no termina aquí.

"Things come apart ha sido un ejercicio de descubrimiento y no sé dónde terminará o qué exploraré en el futuro".

 

Tocadiscos, años ochenta
Tocadiscos, años ochenta

 

iPad 2, 2011
iPad 2, 2011

 

Teclado, 1999
Teclado, 1999

 

Máquina de coser, años setenta
Máquina de coser, años setenta

 

Things come apart. Todd McLellan. Thames & Hudson. Todas las imágenes son cortesía de la editorial.

 

Así es la vida en la selva londinense

Por: | 28 de mayo de 2013

Train

 

Basta pasar cuatro hojas para que Sirish Rao y Gita Wolf relaten cómo Londres se convirtió en una selva: “Hoy en día nadie se va de viaje con la idea de emprender una gran aventura hacia lo desconocido. Visitar otros lugares se ha convertido en algo cotidiano y el ingrediente de peligro que podía hacer dudar de la vuelta del viajero ya no da sabor a nuestros periplos. La inmensidad de lo desconocido se ha reducido enormemente y, con ella, nuestra capacidad de asombro”.

Pero la del pintor Bhajju Shyam seguía intacta cuando en 2002 le invitaron a que viajara a Londres para pintar los murales de un lujoso restaurante. Shyam pertenece a la comunidad tribal gond, una de las más pobres y marginadas de la India, así que él nunca debería haber estado allí. Para él, un viaje era algo con lo que ni siquiera se habría atrevido a fantasear.

Pasó dos meses en la capital británica: pintando y observando un mundo que le era totalmente ajeno. Aproximadamente un año después, Rao y Wolf se encontraron con él y le pidieron que pintase su aventura londinense. "Lo que nos llamó la atención no fue sólo la originalidad de su visión, sino también la facilidad con la que hacía observaciones muy profundas. Quedamos convencidos de que detrás de todo aquello había un magnífico relato visual de su viaje".

Así empieza El libro de la Selva de Londres.

 

Flight01

El milagro del vuelo

El animal más pesado que he visto en la vida es el elefante, así que, al ponerme a pintar el avión, fue el que me vino a la cabeza. El despegue de un avión es un milagro comparable con el vuelo de un elefante. He puesto los árboles en el cielo boca abajo y las nubes debajo porque volar volvió mi mundo del revés.

 

Pattern

Inglaterra es un sari de color esmeralda

He decidido mostrar mi primera visión de Inglaterra desde el aire como una tela. Para la parte central he utilizado el mismo dibujo que para representar la tierra según el estilo gond, pero lo he coloreado como un sari. Luego, para que se viera que Inglaterra es una isla, he dibujado alrededor criaturas del mar (peces y tortugas), que es como se simboliza el agua en la tradición gond.

 

Underground 01

El rey de las profundidades

Según las creencias de los gonds hay otro mundo debajo de éste. En Londres también descubrí un mundo así, aunque distinto. En las historias de los gonds decimos que una lombriz gobierna el mundo subterráneo. Por eso, al pensar en el metro como el mundo subterráneo de Londres, me pareció que los trenes eran la lombriz que lo gobernaba. [...]

 

Bus

El 30, un fiel amigo

Esta pintura no requiere muchas explicaciones. He transformado un autobús de la línea 30 en un perro porque eso fue para mí: un amigo fiel y leal. Además, los autobuses londinenses te acogen con mucha cordialidad, lo que encaja con el buen carácter del perro fiel.

 

Lovers

Las parejas

Una pareja se abraza en plena calle. Los he transformado en criaturas extrañas y de vivos colores por la ropa que llevan y la libertad que tienen para convertirse en lo que les apetezca. Ella es un pez y él, un pájaro. Para que contraste con lo que conozco, al fondo he puesto una pareja india que se abraza a escondidas detrás de un árbol, bajo la atenta mirada de dos tórtolos.

 

Women 02

La diosa de Londres

La impresión que tuve de las mujeres de Londres fue que hacían muchas cosas a la vez y de buena gana. Por eso he convertido a la inglesa de la pintura en una diosa india de cuatro brazos. Para nosotros, todos esos brazos quieren decir que la diosa está en todas partes al mismo tiempo, que es capaz de hacer muchas tareas. Normalmente, las cosas que sostiene son símbolos de sus poderes, por lo que la mujer de mi pintura coge la carta de un restaurante con una mano, ofrece una taza de té con otra, aguanta un cigarrillo con la tercera y contesta al teléfono con la cuarta. El cigarrillo es lo único que no tiene que ver con el trabajo, pero me gusta que las inglesas fumen, beban y se lo pasen bien, así que lo he incluido.

 

El libro de la Selva de Londres de Bhajju Shyam está editado por Sexto Piso. Traducción de Carlos Mayor. Todas las imágenes son cortesía de la editorial.

La voz permanente de Pablo Neruda

Por: | 24 de mayo de 2013

Poema 12

 

Poema 12

Para mi corazón basta tu pecho,

para tu libertad bastan mis alas.

Desde mi boca llegará hasta el cielo

lo que estaba dormido sobre tu alma.

Es en ti la ilusión de cada día.

Llegas como el rocío a las corolas.

Socavas el horizonte con tu ausencia.

Eternamente en fuga como la ola.

He dicho que cantabas en el viento

como los pinos y como los mástiles.

Como ellos eres alta y taciturna.

Y entristeces de pronto, como un viaje.

Acogedora como un viejo camino.

Te pueblan ecos y voces nostálgicas.

Yo desperté y a veces emigran y huyen

pájaros que dormían en tu alma.

 

022_102830

 

Soneto XLIV

Sabrás que no te amo y que te amo

puesto que de dos modos es la vida,

la palabra es un ala del silencio,

el fuego tiene una mitad de frío.

Yo te amo para comenzar a amarte,

para recomenzar el infinito

y para no dejar de amarte nunca:

por eso no te amo todavía.

Te amo y no te amo como si tuviera

en mis manos las llaves de la dicha

y un incierto destino desdichado.

Mi amor tiene dos vidas para amarte.

Por eso te amo cuando no te amo

y por eso te amo cuanto te amo.

070_102830

 

Oda al tiempo

Dentro de ti tu edad

creciendo,

dentro de mí mi edad

andando.

El tiempo es decidido,

no suena su campana,

se acrecienta, camina,

pero dentro de nosotros,

aparece

como un agua profunda

en la mirada

y junto a las castañas

quemadas de tus ojos

una brizna, la huella

de un minúsculo río,

una estrellita seca

ascendiendo en tu boca.

[...]

 

La piel extensa (antología) de Pablo Neruda. Selección de Gerardo Beltrán y Abel Murcia. Ilustraciones de Adolfo Serra. Todas las imágenes son cortesía de Edelvives.

 

Todos los edificios de Nueva York

Por: | 21 de mayo de 2013

112-120 East 11th St


El ilustrador James Gulliver Hancock se marcó un reto cuando desembarcó en Nueva York en abril de 2010: dibujar todos los edificios de la ciudad. Hay más de 900.000. Hancock ya ha superado los 500. Pero suma y, sobre todo, sigue.

El artista Jason Dolan se propuso una hazaña similar: dibujar a todas las personas de Nueva York (los retratos pueden verse en el blog Every person in New York). El músico Sufjan Stevens también se enroló en el ambicioso proyecto de dedicar un disco a cada uno de los 50 estados americanos, pero se detuvo tras dos: Michigan e Illinois. Ambos desistieron. Ambas premisas, reconocerían, eran insostenibles. Pero Hancock no concibe pasar un día sin dibujar, así que, mientras viva en Nueva York –en Brooklyn–, le parece factible seguir catalogando sus edificios en el blog All the Buildings in New York.

 

Flatiron

 

Hancock reconoce que después de haber vivido en numerosas ciudades ha desarrollado una “peculiar” relación con ellas. En París dibujó obsesivamente sus tejados; en Londres, la lluvia; en Los Ángeles, los (indispensables) coches; en Berlín, las bicicletas. De Nueva York eligió los edificios porque cuando se mudó le parecía estar viviendo en un gran set de rodaje. Dibujarlos era una forma de conocer la ciudad, de interaccionar con ella. De detenerse, prestar atención a lo que había a su alrededor y entender cómo se había formado la geografía de la ciudad.

De hecho, así empieza todo. Hancock ve un edificio que le llama la atención, se detiene frente a él, hace un boceto rápido y se encamina hacia su estudio donde lo termina recurriendo a Google Maps para pulir los detalles. El ilustrador intenta hacer un dibujo al día, pero todo depende de sus encargos -colabora y ha colaborado con The New York Times, Warner, Simon & Schuster...-.

 

45 3rd Place

Al principio All the Buildings in New York era simplemente un diario. El proyecto personal de un australiano que quería conocer mejor su nueva ciudad. Pero la popularidad del blog ha traído a Hancock un libro que acaba de editar Rizzoli y numerosos encargos. Ahora son los neoyorquinos quienes le piden que dibuje los edificios que tienen un significado especial para ellos -una pareja le pidió que plasmase todos los lugares en los que habían vivido juntos- y Hancock ya ha dejado de sentirse como un expatriado. Al contrario, se siente, cada vez más, un ilustrador local. 

235 Bowery

 

Upper West Side

 

The Mondrian 250 East 54th Street

 

Todas las imágenes son cortesía de James Gulliver Hancock. El libro All the Buildings in New York: That I've Drawn So Far está editado por Rizzoli.

 

Consejos para crear un libro de artista

Por: | 17 de mayo de 2013

EL LIBRO UN LUGAR PARA HABITAR
Un lugar para habitar de Pedro Núñez

 

En unas horas comienza la segunda edición de Masquelibros, la Feria del libro de artista de Madrid, donde podrán verse obras de Ai Weiwei, Miquel Barceló, Luis Gordillo, Clara Janés, Isidoro Valcárcel, Pilar Lara o Antón Llamazares, entre otros. Sus obras de papel solo piden atención, en cambio Región de Pedro Nuñez pide acción: el chileno, que lleva casi 30 años dedicado a la producción de livres d’artiste, propondrá a los visitantes asomarse al proceso de creación con un proyecto de colonización de espacios con equiláteros de origami. Región reutiliza materiales sobrantes de la pasada edición de Masquelibros -catálogos, folletos y tarjetones- y Nuñez, que a partir de ahora toma la palabra, ha enumerado diez consejos útiles para aquellos que deseen confeccionar sus propios libros de artista:


1. Escucha y pon atención a todos, pero no sigas consejos de nadie.
 
2. ¿Es realmente necesario el libro que piensas hacer?
 
3. Mira con lupa. Incorpora a tu dieta los libros que hacen e hicieron otros, muy en especial los de los Grandes Maestros.
 
4. No utilices materiales que degraden el medio ambiente… O sí.
 
5. Atención a los detalles para que el resultado sea impecable. Suponiendo que lo que deseas es un resultado impecable.

 

Región de Pedro Núñez
Región de Pedro Núñez


 

6. Ser leído. No te alejes demasiado del concepto “libro”. Por muy de artista que sea, un libro siempre es un libro.
 
7. Atiende a los Consejos ya existentes: si quieres hacer un libro sobre la violencia, atención a los Consejos de Guerra; si deseas tratar sobre economía y mercados, busca un Consejo de Administración; si vas a reflexionar sobre el desmantelamiento de la sociedad de bienestar, lo mejor será un Consejo de Ministros, etc, etc…
 
8. Copia copias copiosamente. Si necesitas usar imágenes o palabras o ideas de otros no te olvides de citarlos como es debido.
 
9. Pon especial cuidado en la elección de colaboradores, desde coautores hasta el impresor y el encuadernador. Un especialista siempre hará lo suyo mejor que tú.
 
10. Y nunca, nunca te agobies por causa de un libro de artista que se resiste, recuerda que lo más importante es disfrutar haciéndolo.


Masquelibros. Feria del libro de artista de Madrid puede visitarse hasta el domingo en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM).

 

Un plan B para los libros de arte

Por: | 14 de mayo de 2013

Fundadores ABFL Horizontal
José María Carrasco, Xavi Forné y Ramón Aused, fundadores de Art Books for Less. Foto: Quim Puig


Art Books for Less, un outlet especializado en libros de arte, existe desde el pasado 1 de febrero por dos razones, explica José María Carrasco, uno de sus fundadores:

1. "Porque los libros que cuestan 50 o 60 euros son los que más nos gustan, pero no llegamos. Y menos ahora, cuando la gente tiene menos dinero para destinar a cultura".

2. "Porque vi una promoción de Taschen en Privalia entre campañas de bragas y sartenes. Y me dije: 'ya está bien'. Hay que buscar un plan B para los libros de arte".

Carrasco, periodista de 37 años, se alió con Xavi Forné (31) y Ramón Aused (35), ambos diseñadores gráficos, para crear "un sitio donde comprar libros de arte, diseño, arquitectura y fotografía que ya no se venden" con descuentos de hasta el 60%. 

 

Art Books for Less

 

La primera monografía dedicada al fotógrafo Harry Peccinotti, editada en 2009 por Damiani, o Common Interest: Documents (2011) de Index Book son dos de los títulos en oferta esta semana. "Siempre es la editorial la que selecciona los libros que puede ofrecer a precio rebajado. Ellos fijan también el precio y se encargan de realizar el envío", asegura Carrasco. Por su parte, en Art Books for Less promocionan los títulos en su plataforma y su comunidad de Twitter y Facebook para tratar de darle una segunda vida digital a libros que "siguen teniendo validez. Una monografía de un artista editada en 2003 sigue despertando interés, aunque quizás ya no valga 60 euros".   

¿Los principales obstáculos?

"Hay editoriales que no quieren que los libros bajen de precio por imagen, otras que simplemente no creen en la idea y en el caso de las instituciones públicas está el problema de la burocracia".

Con todo, por Art Books for Less han pasado -y seguirán haciéndolo- libros editados por la Fundació Joan Miró, Polígrafa, Index Book, Damiani y ya ultiman acuerdos con muchas otras "de primera división" para ampliar su oferta. "Los que vivimos en Madrid o Barcelona tenemos muy fácil acercanos a cualquier librería o museo para comprar libros especializados pero, ¿y si vives en Torrelavega? Nuestros títulos Art Books for Less llegan a todos las rincones de España y los gastos de envío están incluidos en el precio para evitar sorpresas".

Los que viven en Argentina o México, relata Carrasco, les han escrito preguntándoles si tienen planes de expansión internacional, pero insiste en que no es el caso. "Esta es una actividad complementaria que nos hace felices a nosotros y a mucha gente. Sabemos que ahora y en el futuro los márgenes serán escasos. Estamos muy contentos con lo conseguido en estos meses pero simplemente somos tres tipos a los que nos gusta el arte".

Un 'devocionario' para cinéfilos

Por: | 10 de mayo de 2013

Newman
Paul Newman y Joanne Woodward vistos por Ana Bustelo.

Advierte Daniel Krauze en el prólogo de Pequeño diccionario de cinema para mitómanos amateurs: "Hay libros enciclopédicos que no son más que un juguete. Todos los hemos visto alguna vez, decorando anaqueles de aeropuertos, secciones de los más vendidos en librerías y hasta tiendas de ropa para hipsters: ejemplares de edición lujosa que solo pretenden entretener, brincando de la A a la Z con el único propósito de hacernos perder el tiempo de manera amena, sin que tengamos que leerlos durante más que unos minutos. A pesar de que este diccionario es, sin duda, algo divertido, claramente no es un juguete".

Es el "devocionario" particular de Miguel Cane, en el que repasa -como si de una compilación de "vidas de santos" se tratase- a mitos cinematográficos como los que siguen:

Lynch

David Lynch (1946)

Magnífico chico americano rubio y ojiazul, que ayudaba a mamá con las labores del hogar y se iba de pesca con papá; Eagle Scout con sueños muy extraños que a veces transforma en películas y otras, en dibujos. De donde él es, los pájaros cantan una bonita y siempre hay música en el aire. Es vecino de Mulholland Drive, en Los Ángeles, y ha visto El crepúsculo de los dioses (1950) más de cien veces y El mago de Oz (1939) doscientas.

Farrow

Mia Farrow (1945)

A esta criatura extraordinaria su linaje no solo la hace Hollywood Royalty (su padre, el australiano John Farrow, fue cineasta y guionista ganador de un Oscar), también la emparenta con el reino salvaje (su madre, la estrella irlandesa Maureen O'Sullivan, fue célebre compañera de Tarzán de los monos). Son pocas las figuras que pueden presumir de haber hecho historia antes de los veinticinco años: su plumaje es de esos.

Anderson

Wes Anderson (1969)

Creador de hermosas fábulas fracturadas (véase Moonrise Kingdom como ejemplo de esto) que por su estilo tan coherente y personal se ha ganado, pese a su prodigiosa juventud, el título de auteur. Nativo de Texas, de un particular y exquisito sentido de la composición de escenas (y de la moda), ha generado un notable seguimiento de culto mediante una filmografía más bien compacta, pero plena de personajes, momentos y set-pieces que lo justifican con creces.

Lansbury

Angela Lansbury (1925)

Esta leyenda del teatro cuenta con toda una galería de creaciones en las tablas, principalmente en el género musical, y en TV siempre será la gran Jessica Fletcher de Se ha escrito un crimen, que entró en los hogares de todo el mundo a resolver asesinatos durante doce temporadas ininterrumpidas. En celuloide tiene (entre muchas muy notables) dos interpretaciones mitológicas: la primera, en El mensajero del miedo (John Frankenheimer, 1962), es como Mrs. Eleanor Iselin, mujer elegante, perfecta anfitriona de Washington D.C. [...] La segunda, menos glamurosa pero adorada por muchos, es como Miss Eglantine Price, protagonista de La bruja novata (1971).

Tati

Jacques Tati (1907-1982)

Excepcional comediante que muchos consideran heredero directo de Harold Lloyd y Buster Keaton. Procedente del music-hall, alcanzó la fama con la creación de su célebre personaje Monsieur Hulot y su primera cinta: Las vacaciones del Sr. Hulot (1953), en la que con humor mordaz satirizaba los hábitos de los veraneantes en una idílica localidad costera (Saint-Marc-Sur-Mer). Pronto encontró su filón en hacer parodia del hombre sencillo atrapado en las "modernidades" de la civilización urbana -elementos como la arquitectura modernista, la tecnología y la despersonalización opuestos a la candidez de su personaje- en la aclamada Mon oncle (1958), su primera película en color que recibió premios en Francia y el extranjero, incluyendo el Oscar a la mejor película de habla no inglesa.

 

Pequeño diccionario de cinema para mitómanos amateurs de Miguel Cane, con ilustraciones de Ana Bustelo, está editado por Impedimenta.

 

Identidad múltiple

Por: | 07 de mayo de 2013

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Al estudio Chermayeff & Geismar le habían encargado que diseñase una nueva identidad visual para el MoMA de Nueva York. Y esta es la conclusión a la que llegaron en un informe con fecha de noviembre de 1963: “Al investigar las posibilidades de un símbolo, hemos tratado de explorar distintos caminos pero ninguno nos ha llevado a soluciones satisfactorias. Quizás porque no hay un único símbolo para el arte moderno o para las diversas actividades del museo. Por tanto, hemos concluido que es imposible que el museo de arte moderno tenga un logotipo cargado de significado. También creemos que al museo no le corresponde establecer un símbolo, tanto si tiene significado como si no”. Desde los años sesenta, explica la diseñadora gráfica Anna Sinofzik en el prólogo de Introducing: Culture Identities. Design for Museums, Theaters and Cultural Institutions, ha cambiado mucho y a mejor nuestra percepción del arte y la cultura, pero la dificultad de manifestar la identidad de una institución cultural mediante un logo o sistema gráfico sigue intacta. En parte, por algo que el diseñador James Goggin, ex director de diseño, publicaciones y nuevos medios del Museum of Contemporary Art de Chicago ha resumido así: no vale atar al museo o centro cultural a "una única estética", hay que trabajar para proporcionarle "un espíritu" gráfico unitario.

 

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Introducing: Culture Identities, que acaba de editar Gestalten, se centra en la vez más estrecha relación entre arte y diseño porque, según Sinofzik, en estos momentos "la industria cultural es el caldo de cultivo del diseño gráfico más innovador". 

 

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El libro analiza la comunicación visual de instituciones como el MoMA, el Barbican de Londres o Documenta y reúne los trabajos de los mejores diseñadores del panorama cultural del momento. En la interesante -y breve- charla que Julia Hoffman, ex-directora creativa del MoMA's Design Studio, mantuvo con Gestalten TV (solo en inglés), la alemana explica que, si bien el campo cultural es ideal para un diseñador, este tiene que tener cuidado: "La línea entre el arte y el diseño se está difuminando, pero en un museo tenemos que mantenerlos separados, tan lejos como podamos, porque no queremos que la gente confunda nuestros diseños con el arte en exposición. En un museo el diseño está al servicio del arte y en el MoMA ha habido casos en los que fuimos demasiado lejos y desconcertamos al visitante. ¿Es esto una instalación? ¿Dónde está la cartela?, se preguntaban. En alguna ocasión hemos tenido que retirar nuestros diseños". 

 

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Introducing: Culture Identities. Design for Museums, Theaters and Cultural Institutions de Robert Klanten, Anna Sinofzik y Floyd Schulze (ed.) está editado por Gestalten. Todas las imágenes son cortesía de la editorial.

 

Un mundo de logotipos

Por: | 03 de mayo de 2013

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"La primera vez que pensé en rodar un cortometraje compuesto enteramente por logotipos fue después de que hiciera The Child para el artista francés Alex Gopher. Este vídeo, que hice en 1999 con Antoine Bardou-Jacquet, ilustraba nuestro entorno urbano con el uso exlusivo de palabras. Al representar Manhattan meramente como una masa de rótulos como 'edificio', 'puente', etcétera, la ciudad y sus habitantes se transformaron en un gran paisaje tipográfico", escribe Ludodic Houplain. The Child y posteriormente el vídeo de Brainwashed de George Harrison están en los orígenes de Logorama, el cortometraje de animación con el que Houplain se hizo con el Oscar en 2010.

 

   

A Houplain, director del estudio multidisciplinar H5, los logotipos le habían fascinado desde pequeño. Su padre era piloto de carreras y ya por los años setenta, recuerda, éstas estaban saturadas de patrocinadores y todo, todo -coches, uniformes, anuncios- estaba cubierto por un manto corporativo. El francés trabajó durante dos años en la creación de una base de datos que rebasó los 50.000 símbolos y marcas comerciales. Solo algunos tuvieron cabida en Logorama y solo 7.000 forman parte del libro Logobook, una "monumental recopilación de logotipos" que acaba de editar Taschen.  

 

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Entre los objetivos de Logorama estaba, explica Houplain, jugar a la imposición. "Puesto que estas marcas se nos imponen cada día a través de cualquier medio de comunicación, decidimos que había llegado nuestro turno de imponer al mundo la visión que teníamos de ellos". Según sociólogo Gilles Lipovetsky, que toma la palabra en Logobook tras Houplain, se calcula que estamos expuestos a unos 1.200 logotipos al día -advertencia: spoiler-. "Al final de Logorama, incluso un cataclismo natural no logra pulverizar el poder del logotipo: mientras Hollywood es engullido por un terremoto, los logotipos siguen centelleando desde los pocos trozos de tierra que quedan en pie. Cuando finalmente la Tierra es destruida, ellos continúan con su imparable expansión hacia el espacio, la última frontera. El mensaje es claro. Si ya no hay más planeta Tierra, hay miles de otros mundos que los logotipos pueden colonizar y aprender a explotar de nuevo. Puede que nuestro planeta esté bajo amenaza de extinción, pero la marca, ese símbolo tan intrínseco de nuestra época hipermoderna, saldrá triunfante del desastre". 

 

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Logobook de Ludovic Houplain (H5) está editado por Taschen. Todas las imágenes son cortesía de la editorial.

 

El País

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