A finales de 2008 David Walliams, célebre cómico inglés conocido –entre otras cosas– por la serie Little Britain, publicó su primer libro para niños: The Boy in the Dress. Un año más tarde recibía la noticia de que estaba preseleccionado para el premio Roald Dahl. Su ídolo. Y quien casi le hace abandonar antes de empezar: cuando se preparaba para empezar a escribir releyó algunos libros –Peter Pan, Alicia en el país de las maravillas– y, su favorito, Charlie y la fábrica de chocolate. “Fue instantáneo: hizo que me plantease dejarlo. Era perfecto”.
En una columna que escribió para el diario The Independent, Walliams reconocía que hasta había robado un par de cosas de Dahl: una idea para su segundo libro, Mr. Stink, y a Quentin Blake, que ilustró la mayor parte de la bibliografía de Dahl.
En seis años, Walliams ha firmado un total de siete libros. El último, Demon Dentist, saldrá a la venta en inglés la próxima semana y ante la llegada de esta nueva entrega, varios medios han coincidido en el diagnóstico: David Walliams es el nuevo Roald Dahl.
Por un lado están las cifras: las ventas de sus títulos han superado los 17 millones de euros y en los últimos 12 meses ha vendido más de un millón de copias superando a autores como Jeff Kinney (Diario de Greg). Por otro, la frescura de sus libros, que mantienen un buen equilibrio entre humor y ternura. Montena ya ha editado La increíble historia de… Los bocadillos de rata y El increíble caso de… La abuela gánster y pronto estarán disponibles La increíble historia de… El chico del millón –en octubre– y El señor Tufo –en marzo de 2014–.
Walliams ha insistido en varias ocasiones en que él carece de la confianza de Dahl para crear otros mundos, aunque sí tienen en común una cierta atracción hacia la crueldad –“Dahl es el maestro de la crueldad. Mira lo que les pasa a los niños malcriados en la fábrica de Willy Wonka”– e intenta no obsesionarse con los finales felices. Dahl tampoco lo hacía.
Le parezca oportuna o no la comparación con Dahl, lo que Walliams sí ha dejado claro es que le no le importaría repetir su hazaña:
"Los niños son los lectores más complicados. Si algo les parece aburrido, lo dicen. Si no les gusta el libro, lo dejan. En el colegio te obligan a leer a Shakespeare, a Milton o a Dickens. Veinte años después de su muerte, lo maravilloso de un escritor como Dahl es que su obra se considera un entretenimiento popular, que lo coloca fuera de la categoría "gran literatura". Las futuras generaciones de niños seguirán leyendo sus libros simplemente porque quieren, no porque tengan que hacerlo, por el simple placer de deleitarse en la imaginación de Dahl. ¿Qué más puede pedir un escritor".
La increíble historia de… Los bocadillos de rata y El increíble caso de… La abuela gánster están editados por Montena.
Hay 2 Comentarios
Te has pasado comparándolo con Dahl. En la televisión inglesa sale en programas casi "basura".
Publicado por: jose luis | 19/09/2013 10:48:44
Uff, Roald Dahl son palabras mayores. A ver si, como este, Walliams escribe también relatos para adultos, y así lo disfrutamos todos. Y si no, pues a leer literatura infantil, que, cuando es de calidad, puede decirse que no tiene edad.
Publicado por: Damned | 17/09/2013 13:10:06