Mapa de la isla Robinsón Crusoe en Chile.
Podría parecerlo, pero este Atlas de islas remotas no es un libro de geografía. Es un proyecto poético. Su autora, Judith Schalansky, partió de la siguiente premisa: "Una vez que resulta posible viajar alrededor de todo el globo terráqueo, solo nos queda un reto: permanecer en casa y descubrirlo desde allí".
Ella viajó por los anaqueles de la biblioteca para reunir información sobre islas ignoradas -en su imaginación lugares paradisíacos y utópicos, aunque no tardaría en llegar el desengaño: muchas de ellas atesoran historias terribles-, esas que suelen aparecer dentro de un rectángulo en una esquina de los mapas.
Como al marinero californiano George Hugh Banning, la fascinación por los lugares remotos llevó a Schalansky a reconstruir las historias de cincuenta islas para reivindicar su interés, su lugar en el mundo, y también para reivindicar a los atlas como "un género literario de belleza máxima". En opinión de la autora: "Los mapas pueden o bien despertar ansias por viajar y conocer países nuevos, o bien apaciguar este deseo, especialmente cuando la satisfactoria experiencia estética de recorrer un mapa con ojos y dedos logra reemplazar el viaje real. Pero consultar un atlas supone mucho más que cualquier viaje: todo el que abre sus páginas ni se contenta solo con observar lugares exóticos y aislados, sino que desea traer el mundo entero ante sí, de una vez y sin limitaciones. El anhelo por viajar prevalecerá sobre los atlas y siempre será mayor que la satisfacción alcanzada al cumplir el objetivo deseado. Desearía que cualquier atlas fuera más valorado, hoy y siempre, que la guía de viajes más completa".
Robinsón Crusoe. Islas de Juan Fernández (Chile)
El diario de Robinsón está en Berlín, en una estantería olvidada de la Biblioteca Nacional del Legado Cultural Prusiano, según declara David Cadwell, del Museo Nacional de Edimburgo. // Se escuchan susurros en la sección de revistas de la Biblioteca, y por la tarde, cuando las hileras de mesas se van iluminando, pueden verse páginas bailando a través del gran ventanal de la fachada principal. En la sección de manuscritos están haciendo inventario. El 4 de febrero de 2009, una portavoz aclara lo siguiente: En los pasados días hemos consultado todos los catálogos y no ha habido suerte. El diario de Selkirk no está aquí. Lo podemos asegurar con completa certeza. // La vida de los escritores puede ser más fácil que la de los buscadores de libros perdidos.
Brava. Islas bajo el Viento (Cabo Verde)
Esta isla es un corazón que late intranquilo, el viento la protege de la amenazadora montaña de fuego que se levanta en la isla de al lado. Aquí, en el borde exterior del archipiélago, las nubes cuelgan a muy poca distancia de la tierra y por ello llueve con más frecuencia que en las restantes islas, acosadas siempre por el viento del desierto. [...] // Dos tercios de los isleños ya no viven en esta tierra huérfana.
Floreana. Islas Galápagos (Ecuador)
Dramatis Personae: Dore Strauch, una profesora de instituto que sueña con una vida más emocionante que su matrimonio con el director del centro que le dobla la edad, y el doctor Friedrich Ritter, un dentista berlinés de frente arrugada y las pupilas brillantes que desea cartografiar el cerebro humano y que siente que la civilización no tiene nada nuevo que ofrecerle. En 1929 ambos abandonan a sus respectivos cónyuges para escapar a Floreana, un lugar sin estado, donde solo gobierna la ley de la necesidad. // El escenario de la trama: una isla solitaria que nunca llegó a ser colonizada. Aquí, en el cráter verdoso de un volcán extinto, Friedrich y Dore establecieron su hogar: la granja Frido, una cabaña de chapa y acero inoxidable, y empezaron a cultivar esta tierra prometida, sin pensar en el pasado ni en el futuro.
Socorro. Archipiélago de Revillagigedo (México)
Cuando se adentran en la Bahía Braithwaite, aparece ante ellos esta isla, que les recuerda a una casa tomada. El agua parece muerta y estancada, la arena de la playa brilla fría y hay un par de colinas de rocas volcánicas, cubiertas de zarzales. Por la tarde, uno de los marineros realiza una breve incursión por la isla y regresa abatido y desamparado, como si hubiera visto algo desesperanzador. // Al día siguiente, George Hugh Banning, timonel segundo del Velero II, se levanta con el alba para explorar y vaga en solitario por esta tierra baldía. En una planicie descubre unas ovejas, que se espantan por la repentina aparición del intruso y huyen despavoridas colina abajo, desapareciendo en la espesura. Son las descendientes salvajes de un pequeño rebaño, abandonado en la isla por unos balleneros. Para los americanos resulta un misterio el lugar donde abrevan las ovejas, ya que, según sus informes, no hay manantiales ni lagos en toda la isla. [...]
Takuu. Papúa Nueva Guinea.
Los misioneros y los investigadores tienen completamente prohibido poner un solo pie sobre esta isla: los habitantes de Takuu quieren permanecer leales a los suyos y sus creencias. Necesitan la cercanía de los espíritus, quienes hace tiempo levantaron este atolón con los huesos del océano y de los antepasados y que desde entonces protegen la isla, este frágil anillo de arena, que se alza apenas un metro por encima de la superficie del mar.
Atlas de islas remotas de Judith Schalansky está co-editado por Nórdica Libros y Capitán Swing. Las imágenes son cortesía de las editoriales.
Hay 1 Comentarios
¡Qué bonito! Que ilusión saber de otra gente enamorada de las islas. Aquí os dejo otro tipo de islas... Son islas paraíso realizadas a base de medicinas.
http://projecticaro.blogspot.com.es/
Publicado por: Jorge de Soto | 16/11/2013 22:24:59