David Henry Friston fue el primer ilustrador que dio vida gráfica a Sherlock Holmes, el personaje recién creado por Arthur Conan Doyle. El segundo fue el propio padre de Doyle, Charles Altamount Doyle. A estos le han seguido un sinfín de ilustradores –Sidney Paget, Frank Wiles, Howard K. Elcock…– y también de cineastas –Guy Ritchie, por ejemplo– que han recreado y mantenido vivo al famoso detective, que atraviesa una de sus cotas más altas de popularidad gracias a la serie de la BBC One Sherlock, una celebrada adaptación contemporánea de las obras del escritor escocés.
Diego Moreno, editor de Nórdica Libros, propuso hace dos años a Javier Olivares y Fernando Vicente que ilustrasen El perro de los Baskerville y Estudio en escarlata respectivamente. El primero se publicó en 2011, y ahora acaba de editarse esa primera novela en la que Doyle nos presenta al excéntrico Sherlock Holmes y a su fiel Dr. Watson. “Al dibujar un personaje clásico el reto es no transformarlo demasiado”, explica Vicente. “Cuando piensas en Alicia en el País de las Maravillas te vienen a la mente esos primeros grabados que, con variaciones, son los que utilizó Disney para su película. Considero que si cambias demasiado al personaje corres el riesgo de pervertirlo”.
En los dibujos de Vicente reconocemos al Sherlock con gorra y pipa de siempre –“una aportación de los ilustradores porque esos elementos no aparecen en los libros”–, delgado, de barbilla prominente y nariz aguileña. “Mi intención con este proyecto ha sido sumergirme en el personaje existente y aportar una visión personal”, señala.
En Estudio en escarlata se suceden un total de 22 dibujos -"¡está profusamente ilustrado! Normalmente resuelvo un libro así en 12"- que narran, entre otras cosas, el encuentro y consolidación de la famosa pareja detectivesca y su traslado al 221b de Baker Street. La misma dirección, ahora un museo, que visitó la pareja Olivares & Vicente antes de lanzarse a la tarea de redibujar a Sherlock Holmes.
Estudio en escarlata de Arthur Conan Doyle, con ilustraciones de Fernando Vicente, está editado por Nórdica Libros. Todas las imágenes son cortesía de la editorial.
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Watson. “Al dibujar un personaje clásico el reto es no transformarlo demasiado”, explica Vicente. “Cuando piensas en Alicia en el País de las Maravillas te vienen a la mente esos primeros grabados que, con variaciones, son los que utilizó Disney para su película. Considero que si cambias demasiado al personaje corres el riesgo de pervertirlo”.
Publicado por: mài đá | 08/12/2013 17:09:39
La primera ilustración del artículo es la que, para mí, refleja mejor la personalidad de Holmes. En las otras aparece demasiado enérgico, inocente, interesado en la vida, demasiado idealista. Mi lectura particular del personaje lo encuadra en esa decadencia victoriana que tan bien supo reflejar O. Wilde o en el malestar vital de Baudelaire. Holmes, para mí, es un ocioso, alguien que se refugia en la pura especulación lógica para soportar la existencia, que sólo encuentra en la resolución de los misterios la red salvadora que le impide caer en la disolución moral y material más absoluta. Es un desengañado radical que guarda las formas. Por eso, entre misterio y misterio, siempre le espera el opio.
Publicado por: Klisman. | 07/12/2013 11:56:24
Virginia te sigo porque además de gustarme tus artículos, me pareces muy guapa y tengo en común contigo que también compro libros por lo que veo en la portada ;-) http://xurl.es/9ik46
Publicado por: Pep | 06/12/2013 15:17:40