“Mi destino tenía que cruzarse con el de los beat por mi propensión a las drogas, la indignación y la poesía. Como ellos pertenecían a la segunda generación, carecían de la obsesión inmortal de Kerouac y Ginsberg, y tenían una clara necesidad de ser documentados. Quizás por eso me toleraban. No fuimos un matrimonio feliz: nos divorciamos en México DF”.
Corría 1958, Larry Fink tenía 18 años y acababa de abandonar la universidad e instalarse en el Greenwich Village. En MacDougal Street y alrededores conoció a los poetas, músicos y pintores a los que inmortalizó durante un viaje de 4 meses que lo llevó desde Nueva York hasta México. Hoy, 55 años después de ese road trip, el célebre fotógrafo ha recogido esos retratos inéditos en The Beats (powerHouse Books).
Fink nunca se sintió del todo cómodo entre estos artistas –tampoco entre la élite invitada a las exclusivas fiestas que pueblan sus trabajos más recientes–, simplemente, ha reconocido, fue incapaz de resistirse a su magnetismo.
Cuando el neoyorquino realizó estas fotografías en blanco y negro, Kerouac estaba escribiendo Los subterráneos, señala Gerald Stern en el prólogo del libro. Ni Fink ni el resto de artistas de su círculo lo sabían, pero, según el fotógrafo, todos ellos fueron unos “subterráneos devotos”: pasaron noches enteras en el sótano del Sullivan Street Playhouse tratando de escuchar los sonidos procedentes del Village Gate, el célebre club de jazz por el que pasaron, entre otros, Coltrane, Mingus y Art Blakey.
The Beats de Larry Fink está editado por powerHouse Books. Todas las imágenes son cortesía de la editorial.
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