"Nuestro objetivo: Asistir económicamente a jóvenes americanos que quieren ir a la universidad y no tienen oportunidades en organizaciones similares basadas en género y raza. En un país que proclama la igualdad para todos, proporcionamos ayuda económica a aquellos que han encontrado difícil el proceso de solicitud de becas porque no encajan en ciertas categorías ni en un grupo étnico".
Es la carta de presentación de The Former Majority Association for Equality, fundada en Texas el año pasado. La "Former Majority", antigua mayoría, son hombres jóvenes y blancos en edad de ir a la universidad y a los que la recesión económica ha castigado especialmente.
"El detonante para crear estas becas fue la crisis económica", explica Michael Brandon, miembro de la organización. "Los precios de la universidad siguen creciendo y el dolar pierde valor, así que tenía sentido".
Dos estudiantes de la Universidad de Denver.
Foto: Univ. of Denver en Flickr
Las condiciones para recibir una beca de la asociación Former Majority son: falta de recursos económicos para cubrir la matrícula universitaria, un expediente académico de 3.0 (sobre 4 puntos) y ser al menos un 25% blancos -que uno de sus padres o abuelos sea blanco.
Brandon, un veterano del ejército de Estados Unidos, nos cuenta que uno de sus compañeros de filas y fundador de la organización tuvo la idea justo antes de ser destinado a Afganistán. "Vimos que no había ningún tipo de ayuda para hombres jóvenes que quieran ir a la universidad y si perteneces a la clase media, tus padres ganan lo justo y no cumples los requisitos de alguna beca, estás condenado a pedir préstamos", comenta.
La educación universitaria en Estados Unidos es famosa por sus elevados costes. El coste medio de una matrícula en una universidad privada ronda los 35.000 dólares al año. Hay que añadir los gastos por material, el alquiler de una habitación en la universidad o un apartamento, y la alimentación.
Según Brandon, hombres de todos el país tienen obstáculos para acceder a la universidad porque están atrapados en la clase media. Su problema sería doble. La crisis económica ha afectado de forma especial a este grupo, aunque no tanto como a la comunidad afroamericana o hispana, con índices de pobreza y desempleo mucho mayores. Por otro lado, las minorías cuentan con becas específicamente creadas para asegurar que todos los ciudadanos tienen las mismas posibilidades de acceder a la educación superior.
Es lo que se conoce en Estados Unidos como Affirmative Action. El presidente Jonh F. Kennedy fue el primero en firmar una Orden Presidencial en 1961 que reconocía el compromiso de "no discriminar en contra de ningún trabajador ni solicitante de empleo por su raza, creencia, color u origen". Cuatro años después el presidente Johnson firmó su propia orden, para sumar al gobierno en la promoción de dicha igualdad. A partir de 1967 tampoco se puede discriminar por razón de sexo.
La Affirmative Action llegó a la universidad en forma de becas específicas para grupos étnicos. Las instituciones tienen el objetivo de garantizar la diversidad en sus aulas y el acceso a la educación superior para todos los estudiantes. Para ello, los centros consideran la raza, el sexo y el origen de los alumnos cuando éstos solicitan una plaza. Además, se permite la existencia de becas específicas para cada uno de los grupos. La medida, que parte de la sociedad considera discriminatoria, fue avalada por una decisión del Tribunal Supremo en 2003. Sin embargo, algunos estados como California modificaron su constitución para que los centros educativos no puedan discriminar positivamente a favor de ningún estudiante.
Brandon y sus compañeros encontraron hace tiempo que no había una beca para ellos. Veinteañeros, blancos y de clase media. No quiere sacrificar su futuro a base de préstamos que tardará años en devolver. Y para él, cualquier ayuda sirve. Su asociación nació con la idea de dar préstamos de 500 dólares a cinco estudiantes.
"Hemos tenido un arranque sorprendente. Ampliaremos el número de donaciones", celebra Brandon. Desde hace un mes y medio que publicaron su página web, han recibido 16.000 dólares. Y también publicidad gratuita a través de decenas de entrevistas -incluídas la CNN y NBC-, donde el presidente Colby Bohannan, ha tenido que responder a preguntas incómodas.
El proyecto ha recibido diversas críticas por discriminar a favor del grupo de población que encuentra menos dificultades en Estados Unidos. Según varias encuestas, los jóvenes blancos reciben más oportunidades de empleo, y de mayor rango, que las mujeres y los afroamericanos. Cuando solicitan un trabajo, los candidatos con nombre blanco tienen además más posibilidades de acceder a una entrevista, frente a los que tienen un nombre negro.
"Han dicho tantas cosas sobre nosotros que ya ni siquiera me hace gracia", responde Brandon. "Tenemos un consejo de administración diverso. No nos tomamos en serio las críticas".
El joven ha explicado estos días que rechazarán cualquier donación que venga de grupos racistas o que defiendan la supremacía blanca. Pero han decidido responder de una forma más tajante. "Cualquier donación de estos grupos no será rechazada, nosotros la reenviaremos a cualquier organización que apoye a otras minorías".