Las noticias, imágenes y anécdotas que ayudan a entender la vida, la sociedad y la cultura de Estados Unidos. Los detalles que nos atraen de este país. Las costumbres que menos entendemos. El contraste entre Estados Unidos y Europa. Un blog que traduce el estilo de vida americano. Elaborado por Yolanda Monge desde Estados Unidos.
Desde 1868, Estados Unidos homenajea el último lunes de mayo a todos los hombres y mujeres fallecidos durante su servicio militar. Esta fiesta nacional, que marca también el comienzo del verano, congrega a centenares de norteamericanos en Washington. Acuden a los diferentes monumentos dedicados a las víctimas de cada uno de los conflictos en los que estuvo implicado el país, participan en el desfile "Rolling Thunder" -al que ayer se unió Sarah Palin- o visitan las tumbas de sus antepasados.
Se estima que más de 800.000 estadounidenses han fallecido desde la Guerra de la Revolución, entre el Reino de Inglaterra y las 13 colonias americanas que buscaban la independencia, en 1775. Casi un siglo después, al terminar la Guerra Civil, Estados Unidos buscaba una manera de honrar a todos los militares de uno y otro bando fallecidos en el conflicto. En esta pieza el historiador David Blight explica el orígen de esta fiesta nacional y cómo los norteamericanos, ahora que también es un día de piscinas, barbacoas y tiempo para pasar en centros comerciales, empiezan a olvidar el orígen de la celebración.
Os dejamos con algunas imágenes tomadas hoy en Washington, DC.
"No es casualidad que siempre quisiera ser maestra y terminara en el aula más grande del mundo. Ésta, amigos, será nuestra última clase desde el escenario". Así comenzaba hoy el último "Show de Oprah Winfrey", grabado en su estudio de Chicago esta misma semana. En el escenario que ha ocupado los últimos 25 años, sólo había una silla. Y en el último de sus 4.561 programas, ni invitados ni sorpresas ni entrevistas en exclusiva. Sólo Oprah.
Hay pocas expresiones para describir lo que ha logrado Oprah Winfrey a lo largo de su carrera. El sueño americano se le queda pequeño. Nacida en Misisipi en una familia sin recursos, pocos apostarían a que iba a convertirse en una de las personas más ricas de Estados Unidos, acumulando una fortuna de casi 3.000 millones de dólares.
La influencia de Oprah es la de cada una de las personas a las que ha cambiado la vida. Muchos de ellos consiguieron una entrada para estar entre el público de 20.000 seguidores y amigos que participaron en el programa emitido el martes y grabado con anterioridad en el United Center de Chicago. Oprah ha inspirado la creación de ONGs, impulsado una generación de maratonianos, empujado a cientos de mujeres a seguir su dieta y logrado, entre muchas otras cosas, inculcar tal amor por la lectura entre los estadounidenses que la industria editorial tiembla con su retirada.
Oprah se marcha de la parrilla norteamericana -su canal OWN ya está en marcha- con un "hasta que volvamos a vernos". Pero desde la fiesta que le prepararon sus productores hasta el tratamiento de los medios de comunicación estos días, que han seguido las filtraciones sobre la grabación de los últimos programas de forma obsesiva, hablan del fin de una era.
Madona, Tom Cruise, Beyoncé, Tom Hanks, Maya Angelou, Maria Shriver... Los productores del Show de Oprah prepararon el penúltimo de sus programas como la más grandes de las fiestas para una figura que ha decidido marcharse antes de que le retirara la audiencia. Aretha Franklin cantó "Amazing Grace". Antes sonó "Oh Happy Day". Stevie Wonder interpretó "Isn't She Lovely". Y cada uno de los invitados recordó la peculiaridad de un personaje que, como ella misma decía hoy en su despedida, "nunca recibió demasiado amor", pero lo ha inspirado en cada uno de sus seguidores.
"Todavía me sorprende estar alrededor de una mujer que cambia la vida de la gente todos los días y que también se lleva su propia comida al trabajo", dijo Stedman Graham, uno de sus compañeros durante todos estos años. "No me puedo creer que una niña de color de los bosques de Misisipí haya hecho todo lo que tu has conseguido... te quiero porque has marcado mi vida".
La marcha de Oprah abre un importante hueco en la televisión -ya hay listas para adivinar quién le sucederá- en todos sus telespectadores y, mucho más allá, en la cultura norteamericana. La presentadora ha hecho historia con muchos de sus programas. En 1988 apareció en el plató de televisión con un bloque de más de 30 kilos de grasa, lo mismo que había perdido después de meses de dieta. Le siguieron miles de mujeres. En 1996 confesó durante una entrevista a un activista vegetariano que nunca más comería una hamburguesa. Recibió una denuncia de la Asociación de Productores de Carne, pero venció. Puso de moda regalos para toda la audiencia. Desde viajes hasta coches. Si recomendaba un libro el autor tenía el éxito asegurado en las listas de ventas. Logró entrevistas que dieron la vuelta al mundo, como esta de Tom Cruise, otra al matrimonio Obama o a un grupo de adultos que confesaron haber sufrido abusos durante la infancia. Y en las próximas semanas muchos medios se habrían visto obligados a citar a Oprah de haber sentado en su plató a Maria Shriver, en una entrevista que solo ella podria haber conseguido. La esposa de Arnold Swarzenegger, apenas unos días después de que éste revelara haber tenido un hijo con otra mujer, sí subió al escenario en Chicago para agradecer a Oprah su amistad y "la verdad".
Y con cada uno de ellos quedaba en la memoria de los norteamericanos el rostro de una mujer afroamericana con un poder e influencia que, a partir de hoy, será difícil de igualar.
"En un país que todavía impone incontables trabas a mujeres afroamericanas, y especialmente a aquellas que nacen en la pobreza, la improbabilidad del megaéxito de Winfrey merece ser recordada, porque es exactamente lo que vamos a perder en cuanto desaparezca de los medios a diario", dice hoy el diario Los Ángeles Times.
"Cuando perdemos la importante presencia de una afroamericana en un paisaje que, independientemente del progreso que hayamos alcanzado, es todavía demasiado blanco (véase el Congreso, el Tribunal Supremo, los Oscars, los medios de comunicación, despachos de abogados, departamentos científicos, etc.) y demasiado masculinos (véase el Congreso, el Tribunal Supremo, los Oscars, los medios de comunicación, despachos de abogados, departamentos científicos, etc.) no es que tengamos otros veinte, no tenemos ni siquiera una persona, para reemplazarla", lamenta The New York Times.
El diario norteamericano ha sido uno de los pocos en conseguir una entrevista con la presentadora estos días. En una conversación con Brian Stelter contó que nunca imaginó durar 25 años en la televisión. "Nunca pensé que podría hacerlo durante tanto tiempo", comenta Oprah. Pero sí se muestra satisfecha porque tanto ella como su equipo han logrado lo que se propusieron: "dejar que el espectador sepa que, pase lo que pase, no está solo".
Con su programa, su revista, su club de lectura... su imperio multimillonario ha convencido a sus seguidores de un ideal, que lo mejor que tendrán en sus vidas son ellos mismos. Hoy se marcha su gurú de la felicidad, del bienestar y el amor propio. Una guía espiritual que escuchó en su despedida el testimonio de niños y mayores a los que ha inspirado a seguir adelante, a ayudar a los demás, a ser mejores personas. Y las publicaciones norteamericanos pierden, de alguna manera, a una presentadora que seguía llevando a su plató a personalidades perseguidas por todos. Y consiguiendo declaraciones que tantas veces llenaron la parrilla para toda la semana.
Imagínese que el sábado 21 de mayo está usted en una manifestación y de repente la gente comienza a evaporarse ante sus ojos dejando atrás sólo la ropa. Si eso ocurre no se asuste: el fin del mundo aún no ha llegado, sóloes el Día del Juicio Final. Unos, los elegidos, subirán al cielo (en términos bíblicos el arrebatamiento o rapto, aunque en inglés, The Rapture, creo suena más fuerte). Otros, los pecadores, se quedarán perplejos viendo como los creyentes se esfuman y sufrirán un tormento de cinco meses en forma de terremotos, tsunamis, incendios y todo tipo de catástrofes hasta que Dios lance sobre ellos su furia definitiva y destruya la tierra el 21 de octubre de este año.
Lo anuncian a bombo y platillo miles de apocalípticos en Estados Unidos y en otras partes del planeta, aunque aquí, como no hay medida –en este país gustan las cosas a lo grande- hacen más ruido. Hay carteles en el metro de Nueva York, en las carreteras que van hacia New Jersey y hasta anuncios en los periódicos. Y por la ciudad circulan furgonetas y seres entrañables anunciando el fin del mundo con una sonrisa e invitando al pecador a convertirse al cristianismo para que el cataclismo mundial, que también anuncian para el sábado, nos pille confesados. Parece que unos 200 millones de personas de todo el mundo tendrán la suerte de evaporarse y subir al cielo. El resto, panda infame de pecadores, lo tenemos muy negro.
Se trata del Apocalipsis según Harold Camping, un radio predicador de 89 años que se ha entregado a las matemáticas, ha hecho sus cálculos y ni corto ni perezoso ha anunciado que el 21 de mayo (parece que hay divergencias con la hora) es el principio del fin. Según sus predicciones el sábado se cumplen 7000 años desde el diluvio universal y eso, en términos bíblicos (y según algunos), significa que Cristo regresa a la Tierra y empieza el Juicio Final. Claro que en el ‘país de las oportunidades’, donde soñar con dinero nunca fue pecado y sí religión, hasta del fin del mundo se puede hacer negocio y Harold Camping lleva años recaudando fondos a través de su radio para que se corra la voz sobre la segunda llegada de Cristo. Quizás sea una de las razones por las que hoy es multimillonario. En uno de sus programas un oyente escéptico le preguntó si le devolverían el dinero si el mundo no se acababa el día anunciado pero Camping se escaqueó: “Va a ocurrir, millones de personas van a morir. Va a ser espantoso”.
La pregunta no era inocente: este hombre ya anunció el fin del mundo en 1994… y aquí seguimos. Tras aquel fiasco dijo que no había “terminado bien su producto” pero que por fin Dios le había dado pruebas hace tres años de que esta vez no se equivocaba. Camping es un "sirviente de Dios" que hasta 1988 pertenecía a la Iglesia Cristiana Reformista y desde entonces va por libre pero tiene millones de seguidores a través de su emisora, Family Radio. Allí dicen que entre las señales indiscutibles de que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina hay una clarísima: el matrimonio homosexual y el día del orgullo gay, premonitorios de que el mundo va por mal camino. Esta idea la comparten la gran mayoría de los 'born again christians', una rama del protestantismo a la que se adhieren al menos un 43% de estadounidenses, según una encuesta de 2003. (Aquí un reportaje sobre una experiencia sobrenatural que viví con ellos hace unos años).
Claro que lo que más sorprende es que aprovechando la coyuntura apocalíptica, el Centro de Control de las Enfermedades (CDC), el organismo federal que en Estados Unidos está encargado de velar por la salud pública y es clave para situaciones de emergencia, ha lanzado una campaña via blog titulada Preparedness 101: Zombie Apocalypsis. "Manual de preparación para el apocalipsis zombie. Firmado por Ali S. Khan, asistente del Cirujano Jefe de Estados Unidos, el post (el más leido en la historia del CDC) hace un recorrido por la historia de los zombies y después ofrece toda una serie de consejos prácticos ante una posible... ¡epidemia zombie! Sí, están de broma, pero el post está publicado junto a todos sus otros post 'serios' y sus responsables subrayan que así la gente se ha leido qué hacer y cómo enfrentarse a una emergencia nacional. Han puesto un zombie incluso en su publicidad sobre emergencias:
Zombies, meteóritos, dioses enfurecidos... Camping no es el primero ni será el último en anunciar el fin del mundo. En 1843, un tal William Miller, pastor baptista de Massachussets, dijo que ese año llegaría el fin del mundo y convenció a 50.000 personas para que lo esperaran a diario. Cuando se cumplió el año y no pasó nada lloraron con desconsuelo. Parece que quedarse a vivir en la Tierra no les acababa de convencer. Los ejemplos en Estados Unidos, donde las sectas siempre han prendido bien –no hay que olvidar que aquí llegaron expulsados de Europa todos los grupos religiosos minoritarios que por razones políticas o económicas no gustaban en el viejo continente- son múltiples y los creyentes son legión. Y a escala mundial ya se sabe, hay toda una corriente que anuncia que el fin del mundo lo predijeron los mayas y será el 21 de diciembre de 2012.
En el caso de mañana están los que se lo han creído y lo han dejado todo para tratar de salvar un puñado de almas antes de que sea demasiado tarde y luego están los que lo han visto claro y se están forrando, vendiendo entre otras cosas camisetas con variaciones sobre The Rapture. Veremos qué pasa el sábado. Los no creyentes confiamos en que la que anuncia el After Rapture Party se convierta en un hit a partir del domingo.
La Casa Blanca convoca cada año un concurso en los institutos de todo el país: El Desafío por el Discurso de Graduación. Cada colegio presenta un proyecto que debe demostrar por qué merecen contar con el presidente en dicha ceremonia, por qué debe ser el presidente quien pronuncie un discurso que quedará grabado en la memoria de centenares de adolescentes. Obama eligió personalmente este año un centro escoalr en Memphis que se ha reinventado en los últimos tres años: la dirección consiguió cambiar las preocupantes cifras de abandono escolar por un 85 por ciento de estudiantes graduados.
"Gracias por inspirarme a mí", les dijo el presidente para cerrar el discurso. Momentos antes apareció por sorpresa en una de las aulas donde los alumnos esperaban distraídos. Más de uno rompió a llorar. Obama charló con ellos, les mencionó después en algunas partes del discurso y repitió un patrón escuchado cada año en institutos y universidades de todo el país en esta época del año. Los centros compiten por recibir a personalidades de la cultura, la política, empresarios, famosos... que desfilan delante de los recién graduados, comparten algún secreto de su vida universitaria y, si son buenos, hasta pronuncian algunas de las palabras más inspiradoras de su carrera. No fue el caso de Obama ayer, pero aquí recogemos algunos discursos famosos:
Barack Obama, Presidente de Estados Unidos - Instituto Booker T. Washington, Memphis
"Sí, sois del sur de Memphis. Sí, siempre habéis ido por detrás. Nadie os ha regalado nada. Pero eso también significa que cualquier cosa que hayáis conseguido en vuestra vida, lo habéis conseguido vosotros. Cualquier recompensa que llegue, la apreciaréis mucho más porque llegará gracias a vuestro sudor y vuestras lágrimas, producto de vuestro esfuerzo y vuestro talento. Habéis mostrado más firmeza y determinación en vuestra infancia que la que nunca mostrarán muchos adultos"
Hoy cierra un lugar sagrado en la capital de los neones. El Sahara, el famoso casino que unió a los miembros del Rat Pack, echa hoy el cierre. Así se despide el último de los grandes casinos de la época dorada Las Vegas, después de 59 años en operación continua. Allí se rodó la película original de la saga de Ocean’s 11, en los años 60. Tan importante fue, que le dio a una calle, Sahara Avenue, su nombre. Durante seis décadas marcó los límites, al norte, del bulevar de la ciudad, lugar donde se hallan los casinos más famosos del mundo. Hoy, después de años de penurias y problemas económicos, sus neones han dejado de brillar, dejando algo más oscuro el desierto de Nevada.
(Un cartel promocional de la actuación de Marlene Dietrich en el hotel Sahara, vía Last Goddess)
Olvídense de los super casinos de hoy en día, las mastodónticas torres que imitan a París o Venecia. El Sahara abrió cuando Las Vegas era el patio de recreo para los actores que se aburrían en Hollywood. En la misma década abrieron el Riviera, el Hacienda, el Tropicana y el Stardust. Como dice Pete Earley en su libro Super Casino: “El FBI determinaría posteriormente que la mafia los controlaba casi todos”. Allí acudían Frank Sinatra y amigos suyos como Sammy Davis Jr. y Dean Martin a actuar los fines de semana, a emborracharse y jugar a la ruleta o el 21. Todo tipo de estrellas, desde Marlene Dietrich hasta los Beatles, cantaron o se alojaron allí.
El Sahara había dejado ya muy, muy atrás los años de lujo y glamour. A mediados de los años 90 el empresario William Bennett compró el hotel y lo convirtió en lo que en Las Vegas se llama ‘grind joint’, un motel barato, con pocos lujos y facilidades para gastar dinero en el juego. Contrasta con la moda instaurada desde hace dos décadas por el magnate Steve Wynn, de grandes hoteles y casinos lujosos y con temáticas decorativas como el sureste asiático o el lago de Como. Contra semejantes competidores, poco ha podido hacer el Sahara.
Apenas han pasado 24 horas desde su aparición en la Casa Blanca. El vídeo de la actuación del rapero y poeta Common tiene más de 60.000 visitas y 325 comentarios que resumen rápidamente la polémica por haber sido invitado por Michelle y Barack Obama, por un lado, y por la reacción de aquellos que opinan que no debería haber pisado la residencia presidencial.
Lonnie Rashid Lynn, Common, mostró su apoyo a Obama desde que fuera candidato en 2008 y está considerado como uno de los mejores poetas de Chicago. Pero su rap "Una Carta a la Ley" incluía amenazas a policías y lo que fue interpretado como alegoría a favor de matar a Bush.
"Resulta que Common dijo "burn a Bush" en una de sus canciones. De nuevo, ¿quién es el inmaduro aquí? No hace mucho tiempo que pedimos que dejaran de acusar a Palin por su "No te retires, recarga". Relacionar este lenguaje con el tiroteo en Tucson manifestaba lo sordos que estaban algunos ante el modo en que las metáforas impregnan toda expresión humana", comentaba hoy John McWhorter, editor de la revista The New Republic.
Según McWhorter, los republicanos acaban de demostrar lo alejados que están del tipo de cultura que quieren promover y también de la sociedad que aspiran a liderar tras las próximas elecciones. Numerosas figuras de la oposición criticaron a la Casa Blanca por la invitación de Common, protestas extendidas por FOX News y alimentadas una vez más por los comentarios de Sarah Palin. El miércoles escribió en Twitter con sarcasmo: "Qué bonito". Ayer ya hablaba con otro tono. "Resulta demasiado fácil criticarles. El juicio de la Casa Blanca a la hora de invitar a alguien que celebra la muerte de agentes durante la semana de honor de la policía, está falto de clase, de decencia y de todos los grandes valores americanos", declaró en FOX News.
Las críticas a Common se centran especialmente en una de sus canciones, en la que hablaba de un Black Panther acusado de asesinar a un policía. La polémica llegó a la rueda de prensa que se celebra a diario en la Casa Blanca y el portavoz Jay Carney tuvo que dar explicaciones. Defendió la invitación de parte de Michelle Obama y defendió al artista: "él ha hablado muy claramente en contra de la violencia y de cualquier discriminación sexista".
Otros presidentes se han encontrado en situaciones similares y, como relata Tevi Troy en The Daily Caller, cada uno lo resolvió de una manera. Desde el Festival de las Artes de Lyndon Johnson, arruinado por la guerra en Vietnam hasta las cancelaciones de George Bush, que no quiso atraer más críticas del mundo del cine ni la música en plena intervención en Irak.
La primera dama no canceló la invitación y Common apareció en la "Noche de Poesía" de la Casa Blanca. Pero en el discurso de presentación Michelle Obama no le mencionó. El poeta y rapero cerró su pieza repitiendo la línea mágica de su poema hasta tres veces "One King's Dream, He was able to Barack Us", en referencia al famoso discurso de Martin Luther King. El "I have a Dream" del pastor asesinado en 1968 sonaban de fondo en la sala mientras Common agradecía la invitación. "Estoy encantado de estar aquí".
"Pensábamos estar unidos por el líder del mundo libre, Barack Obama, eliminando el racismo y no incitando a la violencia -y el asesinato de policías- así como el asesinato de un antiguo presidente", insistió Palin, repitiendo algunos de los temas de las canciones de Common más utilizados por la derecha crítica.
No es la primera vez que el contenido de las canciones de rap y hip hop desatan la polémica. El género musical que evolucionó desde un relato más por parte de los artistas a uno mucho más gráfico, agresivo, violento y centrado en las mujeres, dinero y estatus social, recibió una de las miradas más duras por parte del director de cine Byron Hurt. El también profesor de la Universidad de Georgetown se confiesa gran admirador del rap, pero optó por retratar honestamente el mundo del hip hop, las letras de canciones en las que se discrimina a mujeres y homosexuales, la violencia. El resultado es el documental "HipHop: Beyond Beats & Rhymes", un análisis muy recomendable para aquellos que quieran descubrir lo mejor y lo peor del género. Un examen sobre la relación entre cultura del rap y la perpetuación de muchos de los estereotipos que afectan a la comunidad afroamericana, desde la violencia hasta la pobreza.
Sin embargo, tanto la invitación a Common como el debate suscitado después por las reacciones de políticos y medios de comunicación podría estar tan alejado de los ciudadanos como critica McWhorter en The New Republic: "Estamos en 2011 y, en cuestión de personas menores de 50 años, la idea de que la poesía es algo que sólo aparece como observaciones en papel impreso es tan real como la idea de que un periódico es sólo un objeto físico".
En una pequeña encuesta realizada a través de Facebook -ortodoxa sí, pero limitada a ciudadanos norteamericanos- las respuestas recibidas hasta ahora dan la razón a McWhorter. La mayoría declara que el debate no es importante, seguidos de los que piensan que la Casa Blanca hizo lo correcto al invitar a Common.
Para David Johnson, profesor en la Escuela de Comunicación de American Univeristy en Washington, se trata de una polémica inventada. "No merece la pena prestarle antención. Pero sinceramente pienso que muchos columnistas blancos y de derechas, expertos y presentadores de televisión son mucho más intolerantes y ofensivos hacia las mujeres y las minorías que Common".
"Las letras de canciones de rap han ido muy lejos, con mucha más profundidad en las tres últimas décadas, e incluso en los días en que hablar de "gangsta" era lo más atractivo han quedado atrás. El rap es una fase reflexiva en la que los líderes, como Kanye West o Lil Wayne hablan más de lo interesantes que creen que son que de asesinar a policías".
El uniforme para la fiesta estaba claro. Los vaqueros elegidos al salir corriendo de casa o el pijama -al fin y al cabo era domingo y por la noche. Una camiseta cualquiera y el rotulador prestado para escribir las siglas USA sobre ella. Eso si no había a mano la de ningún equipo de hockey, béisbol o baloncesto. Y sin faltar la bandera al hombro y un móvil para retratarlo todo.
La banda sonora también. ¡U.S.A. U.S.A! acercaba una celebración por la muerte del líder de Al Qaeda a la final de un campeonato deportivo. El himno de Estados Unidos. "Born in the U.S.A.", de Bruce Springsteen. Y, dado que la audiencia era mayoritariamente joven, hay quien ha declarado "Party in the U.S.A." de Miley Cyrus como la canción de la noche.
Un joven durante la celebración frente a la Casa Blanca. Foto: Cristina F. Pereda.
Apenas una hora después de que se filtrara la información sobre la muerte de Osama Bin Laden, ya había decenas de personas celebrando frente a la Casa Blanca. Para muchos fue instintivo desplazarse hasta allí. Ya fueran turistas visitando la ciudad, estudiantes en una universidad cercana o asistentes a un partido de hockey sobre hielo con ganas de resarcirse de la derrota del equipo local.
No sorprendió que tanto espontáneo con ganas de celebrar la noticia decidiera alquilar una bicicleta en Washington para llegar cuanto antes a la Casa Blanca y que a media noche ya no quedaba ninguna en el centro de la ciudad. Pero esto es U.S.A. y en cada acontecimiento histórico hay una oportunidad de negocio.
"USA Kills Bin Laden", "DEAD", "I Killed Osama", "Wanted", "Obama Smoked Osama" o "Bye Bye Asshole". Apenas 48 horas después de su muerte, Bin Laden estrena versiones de camisetas que ya han llegado a los puestos callejeros. Y como no podía ser menos, el resto de la colección está en internet. Por un precio entre 25 y 35 dólares, ya hay vestuario para la "Era Post-Bin Laden", como se empeñan en definirla las televisiones norteamericanas. Para adultos y para mascotas.
También hay tazas, por 14 dólares; gorras, por 15 dólares; chapas y pegatinas por 5 dólares y corbatas con la fecha que pasará a la posteridad: 5.1.2011. Y llaveros, posters, postales, fundas para iPad, imanes, sombreros y pegatinas. No se han hecho esperar las fundas para iPhone con slogans com "9/11 Tragedy, 5/1 Justice", "OBL is dead", "Mission Accomplished". Tampoco faltan alternativas como "Islam is Beautiful" en verde y negro.
Y como novedad, piñatas. Por 50 dólares, con descuento especial (normalmente cuestan 69 dólares) y la opción de comprar también el pañuelo para taparse los ojos antes de dar unos cuantos palazos al saco.
Según Scott Krugman, un portavoz de la Asociación Textil Nacional, en declaraciones a The Washington Post, la reacción es comparable a la que se produjo tras los ataques del 11 de Septiembre, en 2001.
"Justo después del 11S, la gente estaba sedienta de muestras patrióticas, por eso vendimos tantas banderas. Hay una sensación similar ahora, por eso hay tanta demanda de estos objetos".
Pero dada la rapidez con la que han aparecido estos productos, o se tardan pocas horas en fabricarlos, o alguien tuvo la idea en cuanto vio a Obama anunciar en televisión la muerte del enemigo número uno de Estados Unidos.
Políticos como el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg definieron la muerte de Bin Laden tras el asalto a su vivienda en Pakistán como "una victoria importante" y recordó que Estados Unidos había prometido a sus ciudadanos capturar o matar al lider de Al Qaeda. El domingo por la noche ése era el espíritu, el de una victoria que cada una de las personas que salió a la calle vivió como propia.