por JUAN JOSÉ TAMAYO
En su autobiografía Mi vida (Recuerdos 1927-1977) (Ediciones Encuentro Madrid, 2005), Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) reconoce que el nombramiento de como arzobispo de Munich y Frisinga, le impidió llevar a cabo el trabajo teológico que estaba desarrollando. “Gusté –afirma- la alegría de poder decir algo mío nuevo y, al mismo tiempo, plenamente inscrito en la fe de la Iglesia, pero evidentemente no estaba llamado a terminar esta obra. En efecto, apenas estaba empezándola, fui llamado a otra misión”. Esto sucedía en 1977. Cuatro años después Juan Pablo II le citaba en Roma para encomendarle la presidencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, donde permaneció casi un cuarto de siglo velando por la ortodoxia y vigilando el trabajo teológico de no pocos colegas. En 2005 asumió el pontificado con un memorable discurso sobre la dictadura del relativismo, que constituye el guión ideológico de su pontificado.
Durante los últimos cinco años ha escrito una trilogía sobre Jesucristo: Jesús de Nazaret. 1. Desde el Bautismo a la Transfiguración (2007), Jesús de Nazaret. 2. Desde la Entrada en Jerusalén hasta la Resurrección (2011) y La infancia de Jesús (2012, los tres firmados con el doble nombre de “Joseph Ratzinger-BENEDICTO XVI”, cuyos contenidos y orientación confirman su desconfianza hacia los métodos histórico-críticos, aplicados a los textos del Nuevo Testamento, y su falta de consideración, cuando no el rechazo explícito, hacia las más recientes y significativas investigaciones en torno a los evangelios, que cuentan con un elevado grado de consenso. Esto se aprecia de manera especial en su reciente obra La infancia de Jesús al menos en tres temas de fondo: la historicidad o no de las fuentes, la concepción virginal y el nacimiento en Belén.
Las fuentes evangélicas que narran el nacimiento de Jesús, ¿son mito o historia? Benedicto XVI afirma: “Los dos capítulos del relato de la infancia de Mateo no son una meditación expresada en forma de historia, sino al contrario: Mateo nos relata la historia verdadera (subrayado mío), que ha sido meditada e interpretada teológicamente”. Creo que el papa, al hacer esta aseveración, no tiene suficientemente en cuenta la peculiaridad del género literario de los evangelios de la infancia, que no está lejos de los relatos sobre el nacimiento, infancia y primera juventud de buena parte de las figuras históricas relevantes del mundo mediterráneo antiguo o de muchos de los héroes y figuras importantes del Antiguo Testamento. Comparto la cautela que John P. Meier pide ante este tipo y que “más recomendable en el caso de los relatos de la infancia de los Evangelios canónicos”.
Tras definir a María como “la humilde virgen de Nazaret”, afirma Benedicto XVI: “María es un nuevo comienzo. Su hijo no proviene de ningún hombre, sino que es una nueva creación, fue concebido por obra del Espíritu Santo… Sólo Dios es su ‘Padre’ en sentido propio”. Más adelante, se pregunta: “¿Es cierto lo que decimos en el Credo: ‘Creo en Jesucristo…, que fue concebido por una y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen’”, para afirmar que “la respuesta es un ‘sí’ sin reservas” y que la concepción y el nacimiento de Jesús de la Virgen María son elementos fundamentales de la fe cristiana.
Tales afirmaciones no son compartidas por un importante sector de exegetas del Nuevo Testamento para quienes el interés primario de Mateo y Lucas en este tema es teológico y no se corresponde con nuestros planteamientos modernos sobre la historicidad. Además, fuera de los relatos de la infancia de Mateo y Lucas no hay referencias explícitas –ni implícitas, según Fitzmyer- a la concepción virginal en el resto del Nuevo Testamento. ¿De qué depende, entonces, la aceptación o el rechazo de la concepción virginal? De las ideas filosóficas y teológicas de que se parta, así como del peso que se conceda a la enseñanza de la Iglesia.
Otro ejemplo del distanciamiento de las investigaciones es el nacimiento de Jesús en Belén. Dice Benedicto XVI: “Si nos atenemos a las fuentes y no nos dejamos llevar por conjeturas personales, queda claro (subrayado mío) que Jesús nació en Belén y creció en Nazaret”. De nuevo estamos ante una afirmación que los estudios histórico-críticos ponen en duda o desmienten. La idea predominante en los Evangelios y en Hechos de los Apóstoles es que Jesús era de Nazaret, y solo de Nazaret. Los especialistas se inclinan a interpretar el nacimiento de Jesús en Belén no como un acontecimiento histórico, sino como una afirmación teológica, cuya pretensión es mostrar la mesianidad de Jesús y su origen davídico.
El libro de Benedicto XVI es una meditación espiritual con una conclusión dogmática sobre la concepción virginal, que, bien seguro, alimentará la piedad popular, pero dudo que suponga avance alguno en la investigación sobre los orígenes de Jesús de Nazaret y el movimiento que puso en marcha y que desembocó en el cristianismo.
La infancia de Jesús. Joseph Ratzinger-Benedicto XVI. Traducción de J. Fernando del Río. Planeta. Barcelona, 2012, 138 páginas. 17 euros.
Imagen: Madonna del parto, de Piero della Francesca. Museo delle Bilance di Monterchi.
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JUAN JOSÉ TAMAYO es director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid. Su última obra es Invitación a la utopía. Ensayo histórico para tiempos de crisis (Trotta, 2012).
Hay 12 Comentarios
Sí, sospecho que a tenor del tipo de programas de astrología y misterio que proliferan, hoy, por extraño que parezca, el mito de un niño nacido de una virgen pasaría mejor que hace unos años. En esto se ha retrocedido confundiendo apertura de mente ante nuevas ideas, con apertura a la estafa, filatélica, religiosa o de creencias. En cuanto a la Iglesia, no demos a la fiera por muerta en tanto posea tantísimo dinero, porque te pueden salir con el descubrimiento del último misterio de Fátima o cualquier otro asunto y ya digo que hoy, es muy crédula la gente.
Publicado por: carlos | 28/12/2012 21:20:53
Y si en estos tiempos, una chica está embarazada, y sigue siendo virgen, y dice que no tuvo relaciones sexuales, ¿ le creeran ? ¿ y de quien será el hijo ?
Publicado por: anthony betancourt | 28/12/2012 4:21:38
Quiero también expresar mi simpatía al autor de este artículo. Las personas que tienen el valor de pensar por sí mismos y arrostrar las consecuencias son dignas de admiración. En nuestra época, la espiritualidad Católica Apostólica Romana se ha convertido en una mera costumbre social, conservadora, fosilizada, sin pulso...
La única renovación Teológica verdaderamente viva dentro del Catolicismo, es una opinión personal, está la Teología de la Liberación. ¿Por qué pienso así?, pues por un motivo puramente psicológico: Contribuye por un lado a una 'renovación' de la Imagen Arquetípica que representa JesuCristo, según Jung, el 'Sí Mismo', el punto central de la Psique. Por otro lado, la Teología de la Liberación lleva la 'Identificación con Cristo' de una manera mucho más viva. Acerca a los creyentes a ese centro del alma y teológicamente viene a explicar y promover la progresiva encarnación divina que va teniendo lugar en el hombre por la acción del Espíritu Santo. Psicológicamente es mucho más positiva para el 'proceso de individuación' que el estancamiento y 'absorción en la Madre' que representa la fidelidad a la Doctrina Oficial de la Iglesia. Por ese caracter de 'avanzada' es por el que probablemente la Teología de la Liberación ha acertado como pocos en la interpretación del Apocalipsis de Juan, ¿Qué representa la Bestia del Apocalipsis? (Comparese la de Jung: Respuesta a Job).
¡Qué bién que haya aún herejes como el pofesor Tamayo!
Por mi parte, no soy Cristiano, ni creo en un Dios personal o en ninguna Revelación Divina, la cual no me parece necesaria para construir una espiritualidad. Pienso que la verdadera espiritualidad debe tener tanto espacio para la razón como la propia ciencia y ser como esta un producto y un logro puramente humano, sin dogmas, sin autoridades, libre como el viento, como el aire que respiramos, como el aliento de vida que nos sostiene
Publicado por: Eduardo | 28/12/2012 1:06:23
Que yo sepa, datos históricos sobre Jesus hay poquísimos, y casi todos apuntan a su ejecución y ni siquiera dicen por qué fue. De la niñez no se sabe nada, lo que nos han contado es un cuento tierno, pero entre otras cosas, por entonces la vida de un niño -suponiendo que el concepto "niño" existiera- entonces valía poco. Aun yo concocí un tiempo, y desde luego no es tan lejano como el de Cristo, donde muchas madres ante la muerte de un hijo, cosa no infrecuente entonces, se decían que ya tendrían otro. No eran todos los casos, pero no había el proteccionismo que hoy. En el Norte de Africa, Cartago y demás eran conocidas por sacrificar frecuentemente a sus primogénitos a los dioses, y los padres tan contentos.
Y si era un niño superdotado y hoy estos tienen problemas, podemos suponer que la vida del niño Jesus sería de todo menos idílica. Serrando muebles no lo veo, no. En cambio, un viejo, hace 2000 años valia mucho, porque llegaban muy pocos.
Publicado por: carlos | 28/12/2012 0:59:49
La vida de Jesus, es según Carl Gustav Jung un ejemplo de suceso arquetípico. Lo personal y lo histórico de su vida quedan enterrados bajo un sinnúmero de 'proyecciones' colectivas que se han ido sucediendo a lo largo de los tiempos. Es inutil, es imposible hoy día separar lo histórico de lo mítico, dice Jung. El libro de Ratzinguer es una muestra más de ello, el dogma impide toda objetividad e imparcialidad, que por otra parte, no son necesarias para nada cuando se pretende abordar la espiritualidad desde nuestra costumbre 'religiosa occidental' que pide a sus miembros el sacrificio de la razón.
Publicado por: Eduardo | 28/12/2012 0:25:59
Mezclar religión y ciencia (si es que la historia es una ciencia) es confundir la velocidad con el tocino. No me imagino a los antiguos - que tenían una mente muy clara - discutiendo sobre cómo salió Atenea de la cabeza de Zeus.
Publicado por: augustbecker | 26/12/2012 10:03:33
Ya está el hereje, ignorante dando clases de Cristología...
Publicado por: Luis | 26/12/2012 10:03:01
Ya está el hereje, ignorante dando clases de Cristología...
Publicado por: Luis | 26/12/2012 10:02:57
la Iglesia católica ha corrompido , desde su fundación, el mensaje de Jesus....no tiene ninguna autoridad moral para hablar sobre Jesus.....seria como un alcohólico echandonos la bronca por tomarnos una copa de vino
Publicado por: carlos | 22/12/2012 6:53:21
Como señale en un comentario anterior, Cristo es un "heroe cultural"(personaje real o ficticio a quien se atribuyen varios hechos relevantes, reales o no, narrados o realizados por varios personajes, sobre todo anonimos); prueba de ello es que los datos de su existencia son escuetos, ni el historiador judio Flavio Josefo le dedica mas de una linea; asi que los evangelios escritos a posteriori, tienen que basarse en historias orales distorsionadas en el tiempo(por ejemplo las versiones que los europeos hacen de Rolando el furioso); eso no quita valor a una vida honrada y sacrificada como pudo ser la de Cristo(¿terrorista, subversivo, indignado?); lo del Papa, recuerda epocas oscuras de racismo y esclavitud para los nativos en el mundo.
Publicado por: ramiro zamora a. | 21/12/2012 21:59:53
Yo creo que este Papa no conocería a Jesús ni aunque se lo presentaran. Y encima le echaría la bronca. Feliz Navidad
Publicado por: Carlos | 21/12/2012 20:47:21
El hecho de que el autor de este artículo no sea muy bien acogido en la grey pastoral, aunque él es un eminente teólogo, no le quita cierta credibilidad en sus reflexiones religiosas; si nos despojamos de prejuicios maniqueos y de dogmatismos teologales.
Publicado por: Enrique Soria Medina | 21/12/2012 20:44:52