El apoderado sigue siendo el mismo

Por: | 29 de mayo de 2012

Br cepeda gorka jejarcegi 2001
El torero Fernando Cepeda, en una imagen de 2001 en Las Ventas, es en la actualidad apoderado de Miguel Ángel Perera.  Fotografía de Gorka Lejarcegi.

LOS PERSONAJES DE LA FIESTA
EL APODERADO. FERNANDO CEPEDA

El pasado 25 de mayo Fernando Cepeda celebraba el paso de veinticinco años desde que tomara la alternativa -y la confirmara- como matador de toros en la plaza de Madrid. Desde aquel día, el diestro sevillano, nacido en Gines, ha seducido a los aficionados en la realización del toreo “que despide un aroma de arte excelso”, como ha relatado Antonio Lorca en este mismo diario. Casi veinte temporadas duró su aventura en activo como matador, pero Cepeda no se marchó de los toros. Su actividad profesional sigue ligada al mundo taurino como apoderado del diestro Miguel Ángel Perera. Y ahora, desde esta faceta diferente, nos interesaba saber qué hay al otro lado –el de los despachos, de las presiones y de las negociaciones-, si es tan real como imaginado románticamente por los aficionados y cuáles son sus cometidos cuando ya los toreros tienen jefe de prensa y agencias de comunicación propios. Él es tajante: “Pues, se sigue ocupando de las mismas cosas de siempre”.

 

Br cepeda cristobal manuel 1999
El diestro sevillano en una imagen de 1999. Fotografía de Cristobal Manuel.

Le cuesta sentirse cómodo. Las molestias que le provoca una hernia discal le impiden sentarse de manera relajada, incluso cuando sonríe al rememorar aquellos lances con el capote que tanto enamoraban en Madrid. Hoy, 29 de mayo también es un día recordado para él. Cumple 48 años y se siente optimista con el futuro de la fiesta y partidario de la reducción de costes en los festejos. Por supuesto, hoy estará atento en el callejón a su poderdante. Es su cometido profesional.

¿En qué consiste en la actualidad la figura del apoderado? ¿Ha cambiado mucho su cometido desde que usted toreaba? Ha cambiado poco, en realidad. Ha evolucionado acorde con los tiempos. Hace unos años la figura del apoderado era única para el torero, intervenía en los negocios, en las inversiones económicas, incluso hacía cosas que ni el matador se enteraba. Es cierto que los toreros –no todos- ahora requieren de alguien que lleve el tema de las relaciones públicas debido a que antes había tres medios de comunicación y hoy en día hay trescientos.

¿Qué función tiene el apoderado? La que ha tenido toda la vida, la contratación del torero y la elección de la corrida.

¿Ahora hay más control o más profesionalidad en estas circunstancias? Antes, el control lo imponían los toreros más relevantes. Es cierto que existen ya más toreros -de los que se consideran figuras- que se preocupan directamente por muchos factores como  las corridas que matan, fechas, cartel, plazas, su imagen, su presencia en los medios…

¿Hay más control por parte de los apoderados desde que usted toreaba? No. Las figuras del toreo siempre han tenido este control y en otras épocas podían ser dos o tres protagonistas, mientras que ahora pueden ser ocho. Este es un mundo complejo en que es muy difícil desenvolverse, pero en lo fundamental siempre ha sido igual: los toreros con fuerza tienen más intervención.

Pero ahora estas figuras del toreo se agrupan en plataformas de reivindicación. ¿Qué opinión tiene de esta novedad?  Simplemente van en consonancia con los tiempos que estamos viviendo. Nunca antes se había logrado esta circunstancia, es cierto, pero hay que tener en cuenta que sus pretensiones como grupo son obtener un beneficio para la fiesta. La unión de los toreros está motivada por la preocupación del momento y empezó a gestarse desde la prohibición de las corridas de toros en Cataluña. Luego han surgido otros temas como el cambio de ministerio y los derechos de imagen. En mi opinión, algunas cosas no se han explicado de manera adecuada.  

Precisamente, la gente no ha entendido lo que esta plataforma del G10 pretendía… Ésta es una de las cosas que no se han hecho bien. No se ha sabido comunicar la finalidad de las reivindicaciones. Yo no pertenezco al G10 y no me corresponde hablar de este tema.

¿La escasa calidad del espectáculo preocupa dentro del estamento taurino? La base del espectáculo es el toro. Tú te puedes preocupar por llevar un toro bien presentado, de una ganadería en buen momento, acorde con las exigencias de la plaza en la que va a ser lidiado. Luego, cómo salga al ruedo, no lo sabe nadie. Eso ha pasado siempre. Es la misma canción de siempre. Hoy al torero se le exige mucho, y al toro igual. Pero, están saliendo toros muy buenos.

Las plazas ya no se llenan, los toros interesan cada vez menos, incluso a los aficionados… Esta es una crisis que no hemos vivido nunca, donde los toros no son una prioridad para nadie. Las plazas no se llenan porque es un espectáculo caro y aquí es donde deberíamos poner todos –toreros, empresarios, políticos…- los medios adecuados.  

¿A qué medios se refiere? Por ejemplo, reducir los presupuestos obligatorios para montar festejos taurinos -que son carísimos- y, por consiguiente, reducir el precio de las entradas. En realidad, soy optimista a medio plazo con el futuro de la fiesta, y una de las maneras de no echar al público de los tendidos es que este espectáculo sea más asequible. Los jóvenes ahora mismo no pueden permitírselo.

Los aficionados tenemos una idea muy romántica del apoderado, de una figura oscura acostumbrada a las distancias cortas de los despachos… La fuerza del apoderado se la da el torero, aunque luego están las maneras de cada uno. El tema de los despachos es duro, sencillamente porque el apoderado busca lo mejor para el torero, como carteles rematados, plazas adecuadas para el triunfo y máximo dinero.  

¿Se puede decir lo que gana un torero? Cada uno gana lo que se merece. Te puedo decir que los toreros ganan mucho menos de lo que la gente cree, y no se cuenta porque nadie va proclamando por ahí sus honorarios.  

Hay 6 Comentarios

En los zafios comentarios precedentes se ve la incultura predominante de la progresía taurina...Estamos ante la Fiesta más antigua que pueda existir y,por ende,la más culta...

que maravilla de blog, gracias senores et senoras (itas)?

No parece que sea por el precio de las entradas. El interés hacia esta cosa es decreciente y no va a haber quien pare ese proceso. A medio plazo la cosa acabará por desaparecer... Afortunadamente.

MATAR LA NOBLEZA NO ES ARTE ES UN A-SE-SI-NA-TO. tE LO REPITO???

Arte so cabrona. Mira so hija de la gran puta, que sepas qque el arte por mucho que querais no se puede escribir, ni pintar, ni esculpir con sangre y dolor. A la plaza salen 2, enterate 2 SERES VIVOS. Uno sensible y el otro no, uno inteligente y el otro no, otro hijo de puta y uno no, Adivinas cual es cual. Estudiar periodismo pa terminar limpiandole el culo a unos ignorantes.

Esta "fiesta" es una inmoralidad, una cacicada, un insulto a la inteligencia y al concepto de maestria, y lo diré aquí una y otra vez por mucho que os empeñeis en CENSURARME porque sois incapaces de reconocer que sois lo que sois unos putos sádicos. Vuestra fiesta solo saca lo peor del ser humano SU PREPOTENCIA, SU ESTUPIDEZ Y SU IGNORANCIA. Es una fiesta solo para sádicos por mucho que UNTEIS a los medios de comunicación q solo les importa el dinero como todos en España, país de corruptos, de sádicos y prepotentes que tanto daño están haciendo a este´país. Que os den por el culo a todos los taurinos cabrones. Y ahora podeis censurarme si os da la gana porque la mierda no os la podeis quitar de encima por mucho que os laveis Miserables!!!!

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Primer Aviso

Sobre el blog

El mundo de los toros visto por los periodistas de EL PAÍS. Rigor, exigencia y sensibilidad para analizar un arte que vive uno de los momentos más complejos de su historia.

Sobre los autores

Antonio Lorca es crítico taurino en El País. Amante del toro en el campo, en la plaza y en el plato. Hijo del Capitán Trueno, venera a los héroes de carne y hueso ya vistan de oro o plata, vayan a pie o a caballo. Por favor, no le digáis a mi madre que soy periodista; ella, orgullosa de mí, cree que soy banderillero...

Rosa Jiménez Cano. Periodista de EL PAíS especializada en Tecnología, aficionada a los toros desde su niñez. Como cualquier abonado de Las Ventas reparte su corazón entre Chenel, Esplá y los hierros más duros. Se derrite cuando a Morante le da por torear.

Quino Petit es periodista de EL PAÍS. Desde 2006 escribe reportajes en El País Semanal. Durante la adolescencia sufrió un shock leyendo la biografía de Chaves Nogales sobre Juan Belmonte y persiguió a Curro Romero y a Rafael de Paula hasta que ambos se cortaron la coleta. Desde entonces no persigue a nadie. Tampoco ha vuelto a ver torear tan despacio.

Paz Domingo, periodista de El País y admiradora de la portentosa belleza que atesora el toro de lidia, cuando se da con toda la integridad física y temperamental, con la fuerza descomunal que representa su genio, acometividad, defensa, y resistencia al sometimiento.

El País

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