Los guardianes del trapío

Por: | 24 de agosto de 2012

LOS PERSONAJES DE LA FIESTA
EL VETERINARIO: CIPRIANO HEBRERO

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Ésta es la vigésima séptima temporada en la plaza de toros de Madrid para Cipriano Hebreo. Por tanto, este veterinario tiene un largo recorrido en las exigencias reglamentarias y ganaderas del primer coso taurino, incluso también en cambios muy significativos, “desde el paso de varios empresarios hasta la variación en el tipo de toro”. “Un poco pobre” califica Hebrero el pasado ciclo de San Isidro, cuando los resultados ganaderos en el ruedo no han convencido ni a aficionados, ni a críticos, ni a los toreros, de los cuales únicamente tres han conseguido cortar orejas. Sin embargo, “el nivel de exigencia en la esta plaza sigue siendo el mismo” en opinión de Hebrero, con la misma pretensión imperturbable en la custodia del trapío, “la prueba está en que se han echado para atrás varias corridas completas”, y argumenta que los toros no han embestido debido a que los ganaderos apuestan sin riesgos con toros cinqueños, “pero que, a su vez, tienen menos movilidad”. 

Su vida ha estado siempre vinculada al campo, a los animales y a Ajalvir (Madrid), desde que en su casa la economía dependía de la agricultura y la pequeña explotación de ganado. Sus primeras incursiones como profesional le acercaron a los toros bravos, un incidente que ha ido fomentando con afición y dedicación. Ahora, además de sus labores como miembro del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid, es propietario de una ganadería de reses bravas comprada en 2001 y que lleva su nombre. Con sus dos hijos ha ampliado el horizonte taurino con la creación de la empresa Eventauro, que abarca facetas comerciales “hasta el más mínimo detalle en la planificación y celebración del festejo”, que gestiona plazas en como Zamora, Toledo, Torrejón de Ardoz, Móstoles,  Sangüesa y Fitero, y que además apoderan al rejoneador Joao Moura y a Esaú Fernández.

¿Los reconocimientos de los toros que realizan los veterinarios van acorde con la exigencia de la plaza donde se lidian? Las que marca el reglamento dependiendo de la categoría, como también se requiere un trapío acorde con la misma condición del coso. El reconocimiento sanitario es el mismo en todos los sitios.

Reciben muchas críticas respecto al volumen de los toros, es decir, que la presión de Madrid está desvirtuando la tipología de los encastes. En una plaza de primera categoría se exige el peso mínimo de 460 kilos por animal para  una corrida de toros. Hay encastes que no llegan a esos kilos, o tienen que estar muy cebados para que puedan llegar a ese número. Tal es el caso de los provenientes de Santa Coloma o Contreras que no alcanzan este número a no ser que estén muy rematados o muy gordos. Nosotros (los equipos veterinarios de Madrid) defendemos el trapío y que los toros no que vengan gordos.

Los aficionados más exigentes piden a los veterinarios de Madrid que mantengan alto el listón en el rigor de los reconocimientos. Los aficionados exigen el toro con mucho trapío y nosotros intentamos dárselo. Lo que pasa es que tenemos un reglamento y se deben cumplir unos mínimos para el desarrollo de la lidia. Uno puede creer que los animales que se presentan no van a embestir y, sin embargo, esto no es un argumento para desecharlos. Los toros aprobados saldrán al ruedo. La corrida puede ser buena o mala, pero esto es una cosa en la que ya no podemos influir.

Respecto al estado de la fiesta, ¿hay fraude? Puede darse, pero no es el caso que nos ocupa en Madrid. En algunos sitios utilizan la picaresca de mantener a los animales sin comer las horas previas al festejo para restarles fuerza, pero en esta plaza sucede al contario. Aquí los toros no pierden peso, están bien alimentados, incluso con el mismo pienso que siempre han consumido. En la plaza de Madrid hay muy pocos casos de fraude precisamente porque el animal que presente la más mínima sospecha no pasará el reconocimiento. Eso está claro. Por lo tanto, no se arriesga en este sentido. Puede suceder que el toro tenga un comportamiento anormal y es entonces cuando se envían a analizar a instancias del presidente del festejo. Nosotros tomamos muestras para control sanitario -como en cualquier matadero- porque la carne va al consumo humano.

¿Realizan algún otro tipo de muestreo o comprobaciones al margen de las estrictamente obligatorias? Hace tiempo que venimos haciendo estudios y estadísticas por nuestra cuenta, o a petición del Colegio de Veterinarios, y que nos ayudan en nuestro oficio. Por ejemplo, efectuamos hace tiempo muestreos de las ganaderías que lidiaban en Madrid para seguir la evolución de las mismas. En este año se está elaborando un estudio sobre la dureza de las astas y las diferencias que presentan entre las que están enfundadas de las que no. 

A los aficionados les interesa mucho el tema y a algunos periodistas también. Así que, ¿para cuándo cree que pueden hacer público las conclusiones? Como bien sabe, a falta de estos estudios y por tratarse de una práctica habitual, hay urgencia al respecto. No hay nada concluyente de momento. La  Universidad de León está realizando un amplio trabajo en esta materia del enfundado, mientras que en la plaza de Madrid lo que se está evaluando, como le digo, es la dureza de los pitones. Con las primeras fundas la parte superior de los pitones estaba tapada, sin oxigenar, lo que provocaba una consistencia muy blanda y que se abrían en los derrotes de los animales. Actualmente, y de manera muy rápida de implantación, se ha mejorado mucho al dejar abierto el artilugio por el extremo. Nos estamos concentrando en la dureza de estos pitones.

En su opinión, por cierto muy importante, ¿la técnica de enfundar pitones es una manipulación? Desde el punto de vista ganadero casi todo son ventajas: hay menos bajas; las astas están más íntegras; existen más posibilidades de llegar a ciertas plazas que se exigen un cierto trapío; y a los empresarios les conviene mucho todo esto porque se consiguen corridas con una presentación mayor y poder atraer más público. Sin embargo, los aficionados lo ven como un fraude. En mi opinión, creo que es bueno quitar los artilugios a los animales enfundados con la suficiente antelación para poder restablecer el peso de los pitones y evitar posiblemente en el cabeceo durante el primer tercio en el toreo con el capote. Afecta evidentemente al comportamiento, pero sería distinto si, al menos, las fundas se quitaran con veinte días de antelación.

Esto es una paradoja. A un toro no se le puede dar un capotazo previo a la lidia porque quedaría inmediatamente inutilizado con el argumento de que pondría en desventaja al torero, puesto que el animal está avisado en memoria y prevención. ¿Con el ajetreo de las fundas no pasa otro tanto? Hay que tener en cuenta que el manejo en el campo es muy complicado. En este caso hay que dormir varias veces al animal en el trasiego de poner y quitar las fundas. Para que sea menos traumático es necesario inmovilizarlos en el mueco o por medios farmacológicos. Estás en definitiva manipulándolo, evidentemente. Pero una cosa es esto y otra cortarle los cuernos.

Algunos ganaderos propuestos para sanción por afeitado han alegado para su inocencia el tema de las fundas…Esta técnica no está reglamentada todavía.

¿Qué cree que sucederá? Con el tiempo se harán estudios y se definirá.

¿No hay urgencia? El 90% de los ganaderos la realizan.

El Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid ha concedido el premio al mejor encierro lidiado en la Feria de San Isidro perteneciente a Fernando Cuadri, precisamente uno de los ganaderos que no enfunda. No parece que sea una premisa obligada dentro de la calidad de la fiesta la de enfundar, como tampoco parecen tener claro los responsables taurinos si se trata de una ventaja o desventaja. Toda la vida los toros han estado de manera natural y hoy queremos que todos valgan para todo. La selección natural ahora es la selección que impone la crisis y que está haciendo estragos. Esta es una selección natural y muy natural, principalmente en el bache que hay de consumo de toros. En el futuro quedarán las ganaderías que tengan que quedar y se producirá según el mercado menos número de festejos. Ahora se demanda con fuerza toros para los festejos populares.

 

Hay 6 Comentarios

Eso es lo que falta, trapío.

Pontevedra, 13 años de gobierno municipal del BNG y los toros siguen en plena forma con 4 corridas al año. Creo que recibe algo de dinero de la diputación pero no del ayuntamiento ni de la Xunta. Además, hay muchas cosas que no se sostienen sin subvenciones: óperas, orquestas, la mayoría de películas españolas, la investigación básica, los circuítos de fórmula 1, museos...

Marcos. Es mucho suponer eso de que el pesoe sea de izquierdas. En cualquier caso son los peperos los que más se estábn movilizando por la cosnservación del toreo, Esperanza Aguirred quien sice que hay que declarar a esa cosa patrimonio inmaterial de la humanidad, es el tertuliano Wert (el partidario de los coleguis del Opus que separan niñas y niños) el que dice que hay que incorporar el toreo a la marca España y es la TVE secuestrada por los peperos la que va a volver a televisar corridas (con el dinero de todos)

Soy de Alcázar de San Juan, consistorio PSOE y este año hubo toros, y años atrás también. Y así será en otros del tipo. ¿te has informado bien, Mayte? ¿Eres otra antitaurina que habla por hablar, verdad?

Ya no se demandan corridas de toros. Sólo los consistorios de derechas pagan por celebrarlas en su ciudad, pero al ayuntamiento le resulta un festejo deficitario. De depender exclusivamente su mantenimiento del mercado, este negocio hace ya tiempo que hubiera desaparecido. Y el resto de las fiestas de los pueblos de España son una vez al año y por el verano. No interesa ya ni como fenómeno turístico entre los extranjeros que vienen a nuestro país. Las corridas de toros están condenadas a desaparecer como espectáculo, y esperemos que sea más temprano que tarde.

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Primer Aviso

Sobre el blog

El mundo de los toros visto por los periodistas de EL PAÍS. Rigor, exigencia y sensibilidad para analizar un arte que vive uno de los momentos más complejos de su historia.

Sobre los autores

Antonio Lorca es crítico taurino en El País. Amante del toro en el campo, en la plaza y en el plato. Hijo del Capitán Trueno, venera a los héroes de carne y hueso ya vistan de oro o plata, vayan a pie o a caballo. Por favor, no le digáis a mi madre que soy periodista; ella, orgullosa de mí, cree que soy banderillero...

Rosa Jiménez Cano. Periodista de EL PAíS especializada en Tecnología, aficionada a los toros desde su niñez. Como cualquier abonado de Las Ventas reparte su corazón entre Chenel, Esplá y los hierros más duros. Se derrite cuando a Morante le da por torear.

Quino Petit es periodista de EL PAÍS. Desde 2006 escribe reportajes en El País Semanal. Durante la adolescencia sufrió un shock leyendo la biografía de Chaves Nogales sobre Juan Belmonte y persiguió a Curro Romero y a Rafael de Paula hasta que ambos se cortaron la coleta. Desde entonces no persigue a nadie. Tampoco ha vuelto a ver torear tan despacio.

Paz Domingo, periodista de El País y admiradora de la portentosa belleza que atesora el toro de lidia, cuando se da con toda la integridad física y temperamental, con la fuerza descomunal que representa su genio, acometividad, defensa, y resistencia al sometimiento.

El País

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