La fiesta según Gyenes

Retrato de Juan Belmonte realizado por Juan Gyenes y recogido en el libro Tauromachie (París, 1957). Apareció publicado con la siguiente inscripción: "Brindo: A los toros de Madrid, esta dedicatoria y mis comentarios que siguen en este libro de fotografías, para bien de mi "Fiesta brava" que es Fiesta nacional y muy internacional. Juan Belmonte".

El fotógrafo Juan Gyenes está siendo especialmente recordado. Nació hace cien años en Kaposvar (Hungría); murió en Madrid en 1995; y se convirtió en uno de los españoles universales asumiendo, según su testimonio, la correspondencia de vivir “un nuevo siglo de oro que permite retratar una España con sus españoles dentro”. Dos homenajes, -en la Biblioteca Nacional de Madrid y en la Fundación Picasso en Málaga-, muestran la espléndida colección de imágenes de las más relevantes personalidades de la vida social y artística que produjo desde su estudio en la Gran Vía madrileña. Pero Gyenes dejó un tesoro para fiesta. Su libro Tauromachie, publicado en 1957, cuya idea para su elaboración partió de Pablo Picasso, es el legado de una de las visiones más notables de la tauromaquia. Fue la única que plasmara con esta temática, a pesar de no ser aficionado y de perseguir intensamente la búsqueda documentada e ilustrada de todas las “manifestaciones artísticas de lo español”. Éste es también un cumplido al maestro y su obra genial.

 

Tauromaquie. Biographie d’une course, se editó en París por Art et Industrie en septiembre de 1957. El crítico teatral y diplomático Enrique Llovet realizó la elaboración de los comentarios a las fotos de Gyenes, aportando además frases de los toreros relevantes de todas las épocas (Guerrita, Espartero, Juan Belmonte, Paquiro, …); de literatos conocidos por su enamoramiento de la fiesta como García Lorca, Rafael Alberti, Gómez de la Serna, Hemingway, Blasco Ibáñez, Juan Ramón Jiménez, Miguel de Unamuno…; aficionados sobresalientes como Gregorio Marañón; personajes deslumbrados por el ritual como Jean Cocteau y Joseph Peyré; ensayistas taurófilos como Claude Popelin; incluso se recogen testimonios anti taurinos como los de Eugenio Noel. Esta publicación francesa dirigida por Max Fourny fue la primera y la única. No se ha traducido al español, circunstancia que le hace ser codiciada por aficionados y coleccionistas. 

 

Autorretrato de Juan Gyenes hacia 1960.

El artista húngaro cuenta en Gyenes. Memorias de un fotógrafo en España (1991) cómo surgió la idea que dio lugar a Tauromachie. En el verano de 1954 visitó a Picasso en La Galloise, la villa que tenía el artista en Vallauris, cerca de Cannes, aprovechando la celebración del festival de cine, con la intención de entregarle al pintor un ejemplar de su libro Ballet Español. La excusa del fotógrafo para acercarse a Picasso le abrió la puerta de una intimidad raramente traspasada. La charla entre ambos se extendió durante horas. Al pintor le gustaron las fotografías de Gyenes, le animó a realizar un libro sobre toros y que volviera a visitarlo cuando lo tuviera listo.

Retrato de Picasso por Juan Gyenes. El pintor estudia con detenimiento el libro Ballet Español que el fotógrafo le regaló en 1954.

Efectivamente, en el segundo encuentro, cuatro años después, Picasso ojea con curiosidad el nuevo libro y regala entusiasmado al fotógrafo una cerámica suya, además de un libro de imágenes de David Douglas. Estos objetos son parte del legado de Gyenes que la Fundación Picasso adquirió en 1995 y que ahora se exhiben en el Museo  Casa natal de Málaga. La muestra Gyenes. Picasso. ¡Fuego eterno! repasa los tres encuentros entre Picasso y Juan Gyenes a través de 45 imágenes seleccionadas -de las 300 que componen la colección-, regalos de ambos y objetos personales como el violín del artista húngaro que representaba su otra gran pasión. Dentro del recorrido por la amistad que unió a estos dos hombres se dedica en la exposición una parte importante a las fotografías que realizara Gyenes como invitado a la fiesta de cumpleaños en Niza, en 1961, en la que el pintor malagueño celebraba su octogésimo aniversario. Entonces, el homenaje consistió en varios espectáculos. El primero, el 28 de octubre, en el Palais des Expositions, la ciudad francesa regala a Picasso una actuación con numerosos artistas españoles y extranjeros; al día siguiente, en Vallauris, Picasso ofrece un almuerzo y la celebración de una corrida de toros en una plaza portátil en la que lidian Domingo Ortega y Luis Miguel Dominguín. Después, como despedida en Notre Dame de Vie, la casa del pintor en Mougins, se abrió para el grupo de amigos. En todas las reuniones Gyenes es el testigo gráfico.

 

El diestro Parrita entrando a matar. La imagen está incluida en Tauromachié y quizá sea la más conocida de las realizadas por Gyenes para esta edición monográfica. El fotógrafo decía de ella "que se podía ver al revés".

El argumento de la obra Tauromachie es entrañablemente sencillo, siempre y cuando se entienda que “en materia taurina, la neutralidad no existe”: Llovet lo explica así en el prefacio: “Es una breve gramática para niños y estas páginas serán una guía para el nuevo espectador”, en el momento en que las corridas en Francia “renacen por todas partes”. Pero, el tratado taurino es muy peculiar por su estética y composición. Todas las partes de las que consta la corrida de toros se van mezclando con el ritual característico de la fiesta a través de un elaborado diseño en el que se enlazan ambiente, conceptualismo y enseñanza. Casi todo el material está realizado en blanco y negro, excepto las imágenes en color que aparecen pegadas sobre cartulina, a modo de álbum, y que corresponden a las separatas protocolarias del espectáculo. La recopilación de material se hizo a los largo de tres temporadas en la plaza de toros de Madrid.

Tauromachie está prologada por Juan Belmonte. El retrato que Gyenes hizo del torero sevillano aparece con la dedicatoria en el que brinda “por la fiesta brava que es fiesta nacional y muy internacional” y fue una de las últimas fotografías realizadas a Belmonte, muy alejado de los escenarios taurinos hasta su muerte en 1962, en un año en que desaparecían también amigos del círculo intelectual e íntimo del torero, como Ramón Pérez de Ayala y Julio Camba. Juan Belmonte concluye el prefacio de esta manera: “Porque yo creo y sigo creyendo que torear es el arte de luchar en las reglas, el arte de la lucha con un animal sin necesidad de retirar las emociones que le caracterizan, sin olvidar, sobre todo, el esplendor estético del combate”. 

 

Imagen de Antonio Bienvenida en la plaza de toros de Las Ventas realizada por Gyenes y también recopilada en su libro Tauromachie. Corresponde a la corrida en beneficio del Montepío de Toreros del 3 de julio de 1955 en la que el diestro hacía el paseíllo en solitario.

Sin embargo, Juan Gyenes, a pesar de su apasionado enamoramiento de todo lo español, no fue nunca aficionado, y eso que mantuvo una gran amistad con personajes relevantes y relacionados directamente con los toros como José María de Cossío y Antonio Bienvenida, además de casi toda la intelectualidad y el mundo taurino que pasaron por su estudio para retratarse. Reconoce la seducción que le produjo la liturgia del espectáculo, aunque no se consideró un aficionado a la fiesta. Él mismo lo relata en sus memorias gráficas con la anécdota sucedida en un encuentro con Franco, cuando el fotógrafo le regaló un ejemplar de Tauromachie:
“Franco me dijo:
- Muy bonito, muy bonito. Pero dígame Gyenes, ¿a usted le gustan los toros? La pregunta era sorprendente, teniendo en cuenta que se dirigía a su propio autor.
- Excelencia –contesté-, con toda franqueza, no.
- Ahora comprendo cómo podía hacerlo. Porque si a usted le gustasen los toros hubiera estado pendiente de la faena y no de su máquina”.

La vida de Juan Gyenes estuvo marcada por “un sentido providencial”, según sus reflexiones. El fotógrafo huye de la Segunda Guerra Mundial en Europa y desde Egipto hace escala en España camino de Nueva York en 1941. La decisión de quedarse en Madrid tuvo mucho que ver con el interés que sintió por todo lo “cultural y artístico”. Dedicó gran parte de su trabajo a la elaboración de libros monográficos sobre teatro (Veinticinco años de teatro en España, Don Juan y el teatro en España…), danza (Ballet español, Antonio, el bailarín de España…) y pintura (Dalí, Picasso y Miró…). “A mí me ha correspondido ser testigo gráfico, ser un punto, un pequeño punto, pero un punto en la historia de estos últimos cuarenta años de España”, decía en Memorias de un fotógrafo en España, el libro recopilatorio de una “singular” y completa trayectoria de más de un millón de negativos. El fotógrafo de la luz fue, ante todo, un retratista de la sociedad en vertical que enseñó su visión de la autenticidad española. Para los aficionados dejó un tesoro: su Tauromachie, un libro hermoso de enseñanza y sinceridad, que ahora, también como su autor, cumple años.

Comments

[Publicado por: demetrio]

¿enamorados de esa tortura Unamuno, JR Jiménez y Blasco Ibáñez? Anda ya¡¡¡¡
http://delavidaylapalabra.blogspot.com.es/2011/01/juan-ramon-jimenez-y-la-tauromaquia.html
"Siempre me han aburrido y repugnado las corridas de toros". Unamuno.
Si Noel levantara la cabeza; primero se llevaría una grata sorpresa al ver que fue un adelantado a su época; segundo se volvería a morir de asco por las insufribles y asquerosas críticas que hacen los favorables a la tortura animal de hoy en día

[Publicado por: nickita]

abolicion ya x favor.la tortura y muerte de un ser vivo jamas sera arte ni cultura.este articulo tendria que
formar parte del nodo o de la hemeroteca.

[Publicado por: pandafilando de la fosca vista]

Extraordinaria reseña de la obra y del fotógrafo. Intentaremos visitar alguna de las dos exposiciones. Más verdad no puede haber en la afirmación: “en materia taurina, la neutralidad no existe” , con el acoso tan persistente y despiadado que están sufriendo los toros bravos por parte de tanto amante de salón de los animales después de desaparecidos. Eugenio Noel está muy de moda en El País. No se calla ni después de muerto, qué duro debe ser que ni muriendo se le vaya a uno la amargura. Ha resucitado para seguir atacando al animal más libre y más mimado de los criados. Gracias por darnos a conocer la obra del fotógrafo de la luz, pintor de sombras, como Turner.

[Publicado por: ★★BLOG ELIMINAR LA GRASA ABDOMINAL★★]

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