Primer Aviso

Sobre el blog

El mundo de los toros visto por los periodistas de EL PAÍS. Rigor, exigencia y sensibilidad para analizar un arte que vive uno de los momentos más complejos de su historia.

Sobre los autores

Antonio Lorca es crítico taurino en El País. Amante del toro en el campo, en la plaza y en el plato. Hijo del Capitán Trueno, venera a los héroes de carne y hueso ya vistan de oro o plata, vayan a pie o a caballo. Por favor, no le digáis a mi madre que soy periodista; ella, orgullosa de mí, cree que soy banderillero...

Rosa Jiménez Cano. Periodista de EL PAíS especializada en Tecnología, aficionada a los toros desde su niñez. Como cualquier abonado de Las Ventas reparte su corazón entre Chenel, Esplá y los hierros más duros. Se derrite cuando a Morante le da por torear.

Quino Petit es periodista de EL PAÍS. Desde 2006 escribe reportajes en El País Semanal. Durante la adolescencia sufrió un shock leyendo la biografía de Chaves Nogales sobre Juan Belmonte y persiguió a Curro Romero y a Rafael de Paula hasta que ambos se cortaron la coleta. Desde entonces no persigue a nadie. Tampoco ha vuelto a ver torear tan despacio.

Paz Domingo, periodista de El País y admiradora de la portentosa belleza que atesora el toro de lidia, cuando se da con toda la integridad física y temperamental, con la fuerza descomunal que representa su genio, acometividad, defensa, y resistencia al sometimiento.

Toma el dinero y corre

Por: | 16 de marzo de 2013

Tomaeldinero

Aún colea la frustrada reaparición de José Tomás en Aguascalientes, su estratosférica exigencia económica y la tajante y dolida negativa de los empresarios mexicanos. Normal que así sea si se habla, primero, de 600.000 euros, y, después, de una cantidad total de un millón, impuestos incluidos.

No sé a quién puede extrañar que no haya habido acuerdo. Es más, si no fuera por la tosca seriedad del torero de Galapagar, se podría aventurar que se trata de una broma. Pero, no; por lo visto, era cierto para sorpresa y sonrojo de unos cuantos.

Tomás ha demostrado que ha sido un torero de leyenda; un héroe y un artista reconocido y aclamado por el taurinismo de todo el mundo. Pero, hoy, no.

La vida pasa para todos; hasta para los elegidos, hasta para los más grandes. También para José Tomás.

Hoy, este grandioso torero no es más que un recuerdo de lo que fue. Las heridas dejan huellas, algunas indelebles; el reloj marca algo más que las horas, y la ausencia de ambición se nota en la cara, y no la borra ni la mejor estudiada estrategia de márketing.

El problema no es la cantidad. Cada cual está en su derecho de pedir lo que quiera por su trabajo. Y no digamos los artistas de la talla de José Tomás. Se trata de la oportunidad. Y Tomás no está en condiciones de pedir cifras astronómicas. Porque lleva años subido al escenario de la máxima atención mediática, y lejos, muy lejos, de las plazas de primera categoría, del toro del primera y de los compañeros que se juegan cada tarde el tipo en las ferias de mayor responsabilidad.

Cuando alguien de su categoría tira la toalla por las razones que sean, se cierra las puertas de Sevilla, Madrid, Bilbao, entre otras, y decide reducir su temporada a Badajoz, Huelva y Nîmes, como hizo el año pasado, él mismo rebaja su categoría y se convierte en un torero de segunda. Es una burla impropia de aficionado serio comparar la temporada de José Tomás en 2012 con la realizada por cualquiera de los toreros que copan los primeros puestos del escalafón.

En conclusión, quien se retira al rincón pierde el combate y se da por vencido, aunque pueda pretender vivir de las rentas, de los buenos recuerdos y el fanatismo de unos pocos.

Si José Tomás quiere exigir esa cantidad indecente de dinero que se anuncie en Madrid, que vuelva a demostrar que es una leyenda y los billetes le lloverán del cielo. Lo demás suena a humor americano, a película de Woody Allen; lo demás no deja de ser una broma de mal gusto, impropia de un torero con el gesto tan adusto como él.

La heterodoxia llevada al extremo, 'El Gleason'

Por: | 12 de marzo de 2013

Capaz de torear con un bodyboard...

Glisonsurf

 

 

 

 

 

 

 

 Capaz de escribir un poema y acompañarlos de música... 

Torobravo: cierto es que tu me has herido
y cierto es también que yo te he matado
pero ambos sabemos que al huerto de nuestra pasión
hay que regarlo con sudor, sangre y dolor
y es tan solo el precio justo
para poder ser y hacer
simple y llanamente lo que queremos
Yo Torero y tu Toro bravo.
(El Glison. Del libro De la mar, del toro y de la vida)

Conversación improvisada entre casi desconocidos. Un español que vivió 14 años en México, un chilango y quien suscribe. Surgen los toros como tema de conversación... Primero José Tomás y su ausencia en Aguascalientes. Después llegó el turno de los conocidos en común. Finalmente, la prueba de fuego: "Pero seguro que no sabes quién es El Gleason...". "Claro, Jorge de Jesús". 

Gleasonmiedo

 

 

 

 

 

 

 

 Y comenzó la cascada de leyendas, situaciones cómicas y aventuras. El mundo del toro abarca todo. Es capaz de promover la interpretación de un arte con la máxima pureza y al mismo tiempo dejar espacio a grandes heterodoxos. Justo es reconocer que, en parte, alguno de estos exponentes, histrionismo al margen, han revolucionado la fiesta. El calado de El Cordobés fue similar en los despachos y en la calle, pero su zurda marcó una forma de rematar el natural. Belmonte cambió para siempre la técnica del toreo. Manolete, en parte, la colocación y el compromiso con los terrenos del toro. 

El coletudo mexicano, descendiente de irlandeses, no ha dejado una faena memorable o un pase para añadir en el Cossío, pero sí la huella de un artista sin complejos, cercano, impulsivo. Nacido en 1960 hasta bien entrado el siglo XXI se mantuvo en activo. Desde 1983 andaba (y toreaba) ayudado por un aparato mecánico en una de sus piernas. En ocasiones tomó la muleta (de franela) ayudado por otra muleta (ortopédica).

Se agradecía una nota de color entre tanto matador uniformado, cortado por el mismo patrón.Tan diferente que su historia se contó en People en 1986.

No se le recordará por ninguna de sus faenas. Sí por los titulares cuando se debatía entre la vida y la muerte. También en las empresas que asumieran el riesgo de contratar sus servicios como motivador.También por su cabalgata de 3.500 kilómetros por México para recaudar fondos para una fundaciónEl Gleason o El Glison, depende, un personaje al margen de la norma.

Claves para seguir la temporada 2013

Por: | 08 de marzo de 2013

Rota la unión entre los toreros punteros frente a los empresarios y con una alarmante bajada de abonados en las grandes plazas: Madrid, Sevilla y Bilbao. La temporada 2013 plantea algunas incógnitas:

Figuras: El Juli, Manzanares, Morante de la Puebla y Alejandro Talavante tienen ante sí un reto de gran calado. Renovar la ilusión de unos aficionados faltos de faenas de emoción. Son líderes y lo demuestran. Los dos primeros comienzan a parecer mecánicos. Morante, inestable pero genial. Talavante, con sensación de poder dar más de sí. Son el motor del sistema y no pueden fallar, sobre todo si se tiene en cuenta la cantidad de cemento que luce en los tendidos y la devolución de llaves de varios empresarios.

Aspirantes:  David Mora e Iván Fandiño llaman a las puertas de las ferias. El público los ve con buenos ojos. No tanto las figuras. una pena que no les dejen compartir terna. ¿Son tan temibles?

Nuevas caras: Lama de Góngora llama la atención entre los novilleros. Jiménez Fortes, ya liberado de la Casa Chopera, tiene que dar un paso al frente y ocupar el puesto al que aspira.

El milagro de la casta: Alcurrucén, Victorino, El Pilar y Fuente Ymbro son delas pocas ganaderías que contentan a torería y afición.

José Tomás: El de Galapagar ha estado a punto de torear en Aguascalientes tres años después de casi dejarse la vida. La falta de acuerdo económico ha roto la negociación. Consigue hacer de cada paseíllo un acontecimiento. En pleno mes de marzo sigue sin anunciarse en festejo alguno. Las únicas noticias que trascienden del mito tienen que ver más con su organización que con su planteamiento netamente taurino. El matador más enigmático y puro ha prescindido de su apoderado Salvador Boix. Es dueño de su carrera.

El País

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