Toma el dinero y corre

Por: | 16 de marzo de 2013

Tomaeldinero

Aún colea la frustrada reaparición de José Tomás en Aguascalientes, su estratosférica exigencia económica y la tajante y dolida negativa de los empresarios mexicanos. Normal que así sea si se habla, primero, de 600.000 euros, y, después, de una cantidad total de un millón, impuestos incluidos.

No sé a quién puede extrañar que no haya habido acuerdo. Es más, si no fuera por la tosca seriedad del torero de Galapagar, se podría aventurar que se trata de una broma. Pero, no; por lo visto, era cierto para sorpresa y sonrojo de unos cuantos.

Tomás ha demostrado que ha sido un torero de leyenda; un héroe y un artista reconocido y aclamado por el taurinismo de todo el mundo. Pero, hoy, no.

La vida pasa para todos; hasta para los elegidos, hasta para los más grandes. También para José Tomás.

Hoy, este grandioso torero no es más que un recuerdo de lo que fue. Las heridas dejan huellas, algunas indelebles; el reloj marca algo más que las horas, y la ausencia de ambición se nota en la cara, y no la borra ni la mejor estudiada estrategia de márketing.

El problema no es la cantidad. Cada cual está en su derecho de pedir lo que quiera por su trabajo. Y no digamos los artistas de la talla de José Tomás. Se trata de la oportunidad. Y Tomás no está en condiciones de pedir cifras astronómicas. Porque lleva años subido al escenario de la máxima atención mediática, y lejos, muy lejos, de las plazas de primera categoría, del toro del primera y de los compañeros que se juegan cada tarde el tipo en las ferias de mayor responsabilidad.

Cuando alguien de su categoría tira la toalla por las razones que sean, se cierra las puertas de Sevilla, Madrid, Bilbao, entre otras, y decide reducir su temporada a Badajoz, Huelva y Nîmes, como hizo el año pasado, él mismo rebaja su categoría y se convierte en un torero de segunda. Es una burla impropia de aficionado serio comparar la temporada de José Tomás en 2012 con la realizada por cualquiera de los toreros que copan los primeros puestos del escalafón.

En conclusión, quien se retira al rincón pierde el combate y se da por vencido, aunque pueda pretender vivir de las rentas, de los buenos recuerdos y el fanatismo de unos pocos.

Si José Tomás quiere exigir esa cantidad indecente de dinero que se anuncie en Madrid, que vuelva a demostrar que es una leyenda y los billetes le lloverán del cielo. Lo demás suena a humor americano, a película de Woody Allen; lo demás no deja de ser una broma de mal gusto, impropia de un torero con el gesto tan adusto como él.

Hay 10 Comentarios

¿Hacia donde corro?

Lamentable esta tradición , espero que acabe pronto , porque no le veo nada positivo

newshub.es tiene 1.319.098 noticias en 42 categorias , tu que buscas ?

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Jose Tomás se ha ganado en la plaza el derecho a exigir como el que más, pero siempre se ha dicho que cuando se estira mucho de la cuerda esta se rompe.
Es evidente que sus pretensiones son desmedidas y más en los tiempos que corren. Si lo que quiere es quedarse en casa y no hacer ningún paseillo más, siempre se puede cortar la coleta...

¡Un saludo!

ja,ja,ja, esto es como comparar a Dios con un sacerdote.
Qué tendrá que ver un torero con un paseador.
Ja,ja,ja, Alain Affleilou es tu solución.¿o no?

Cada cual pida el dinero que quiera, si se lo dan...
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Perdona , pero por el titulo creí que hablarias de las colas que hay en los bancos , debido a los recortes de las cuentas corrientes en Chipre que cobran a los ahorradores un montón y como el refran dice eso del vecino que se afeita y tal, pues eso.

http://www.antoniolarrosa.com

A mi juicio, de perfecto ignorante, solo le vi torear dos veces, pero dejó esculpido en la retina alguno de los sobrenaturales que nunca se olvidan, JT ya expresó en la plaza todo lo llevaba dentro. Las cicatrices por todo el cuerpo son las vacunas del recuerdo. Las crónicas de Joaquín Vidal quedaron escritas en bronce:
“En las tandas siguientes, sin embargo, José Tomás se cruzó con el toro, cargó la suerte, ligó los pases y, tal como lo hacía, iba provocando una conmoción que acabó en delirio. La fiesta emergía de sus cenizas y, al manifestarse en plenitud, se obraba de nuevo en ella la magia de salirse del tiempo y de entrar en otra galaxia. Renacían sensaciones que parecían perdidas: cuando las suertes se ejecutan con hondura y se interpretan con sentimiento, el arte de torear adquiere caracteres de grandeza. Tres tandas ligadas y abrochadas a los pases de pecho desgranó José Tomás, como quien borda. Cambió la espada y volvió a ceñir naturales, ahora desde la verticalidad, la quietud, la majeza y el temple. Y cobró un estoconazo a ley volcándose sobre el morrillo”.

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Primer Aviso

Sobre el blog

El mundo de los toros visto por los periodistas de EL PAÍS. Rigor, exigencia y sensibilidad para analizar un arte que vive uno de los momentos más complejos de su historia.

Sobre los autores

Antonio Lorca es crítico taurino en El País. Amante del toro en el campo, en la plaza y en el plato. Hijo del Capitán Trueno, venera a los héroes de carne y hueso ya vistan de oro o plata, vayan a pie o a caballo. Por favor, no le digáis a mi madre que soy periodista; ella, orgullosa de mí, cree que soy banderillero...

Rosa Jiménez Cano. Periodista de EL PAíS especializada en Tecnología, aficionada a los toros desde su niñez. Como cualquier abonado de Las Ventas reparte su corazón entre Chenel, Esplá y los hierros más duros. Se derrite cuando a Morante le da por torear.

Quino Petit es periodista de EL PAÍS. Desde 2006 escribe reportajes en El País Semanal. Durante la adolescencia sufrió un shock leyendo la biografía de Chaves Nogales sobre Juan Belmonte y persiguió a Curro Romero y a Rafael de Paula hasta que ambos se cortaron la coleta. Desde entonces no persigue a nadie. Tampoco ha vuelto a ver torear tan despacio.

Paz Domingo, periodista de El País y admiradora de la portentosa belleza que atesora el toro de lidia, cuando se da con toda la integridad física y temperamental, con la fuerza descomunal que representa su genio, acometividad, defensa, y resistencia al sometimiento.

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