Imagen
de los azulejos que adornan la Puerta Grande de la Plaza de Toros de las
Ventas. La fotografía es de Samuel Sánchez y pertenece a un reportaje sobre la
temática de la cerámica en Madrid.
Breve
introducción
No
hay edición taurina de San Isidro donde en su recorrido no haya saltado la
polémica por la concesión triunfos a los diestros participantes que los hayan
merecido, o no. Una tensa discusión que se desarrolla en dos frentes: la
peculiaridad de la primera plaza del mundo en influencia, exigencia y
repercusión como es el caso de Las Ventas y la uniformidad que impone el
reglamento taurino en el artículo 82 en el cual se define sin atender a
especificidades “la salida a hombros por la puerta principal de la plaza cuando
el espada haya obtenido el trofeo de dos orejas, como mínimo, durante la lidia
de sus toros”.
Los aficionados madrileños han expresado en múltiples ocasiones el descontento por esta circunstancia que conduce a una devaluación de lo que puede ser el más prestigioso de los trofeos. La presión por parte del público más populista, quizá menos entendido en la valoración de los méritos, es quien influye en la concesión de las orejas por su peso como mayoría y por la ayuda reglamentaria que contempla su “exteriorización tradicional” como factor que el presidente debe contemplar en la consentimiento del primer premio. Pero, ¿qué debería hacerse para que los triunfos se otorguen de manera más justa?; ¿dónde habría que poner el listón de la exigencia?; ¿debe considerarse la plaza de Madrid dentro de una categoría especial en el triunfalismo? La presidenta de la Asociación El Toro de Madrid, Yolanda Fernández, argumenta cómo podría corregirse el desmérito de los trofeos en la plaza de Madrid con estos tres frentes”:
- 1. “Nuestra asociación reivindica un cambio en el reglamento del citado artículo, lo que llevaría a redactar un desarrollo legislativo especial para la plaza de Madrid, otorgándole una “categoría especial”.
- 2. “Para abrir la Puerta Grande se deberían cortar siempre una oreja más de los toros toreados, siempre dos orejas en un mismo toro y otra más en el otro toro; necesitando más trofeos cuando se toreen más de dos toros por el mismo espada”.
- 3. “También es muy necesaria la coordinación de criterios por parte de los presidentes y así no se producirían injusticias e irregularidades”
“Sabemos que esta medida es muy impopular entre los taurinos pero sería la manera de defender el rigor y la seriedad de nuestra plaza”, es la respuesta de la presidenta de la Asociación El Toro ante la desgana que tendría el estamento taurino en que se pudiera modificar el goteo de los pequeños triunfos para sumar el más grande. Todo el mundo sabe que la exigencia en Madrid es superior al resto de plazas, aunque los aficionados denuncian con más frecuencia que el listón está bajando considerablemente y, por tanto, reivindican una solución acorde con su significado.
Para entender la importancia que merece este asunto en la autenticidad del espectáculo se pueden poner varios ejemplos ocurridos en la reciente edición de San Isidro 2013. Alberto Aguilar realizó su primera intervención en la feria madrileña el 26 de mayo y estoqueó tres toros al ser cogido en el toro de su confirmación de alternativa José R. García, Chechu. Aguilar cortó una oreja en su primer toro, silencio en su segundo y vuelta en el tercero tras una fuerte petición de oreja que de haberla concedido el presidente del festejo, Julio Martínez, le hubiera abierto las puertas del triunfo madrileño.
El factor ambiental es decisivo, pero también es oportuno el momento en que se produce el dilema de abordar la generosidad triunfalista. No es lo mismo que se corte el apéndice en la primera intervención -que deja la puerta entreabierta-, como tampoco está en igualdad de condiciones si el número de toros a estoquear es superior a dos. Entre los diestros que cortaron una oreja en su primer toro de la tarde, y que luego no redondearon en su segunda faena, a pesar del empuje de favoritismo por parte del público, están: Miguel Ángel Perera en el festejo del día 15 de mayo; Silveti en la corrida del 19 de mayo; José Mari Manzanares en la del 24; Arturo Saldívar en la del 28 de mayo; y Joselito Adame en el segundo festejo de la Feria del Arte y la Cultura. En el segundo ejemplo estaría Uceda Leal el pasado 7 de junio, en la cual el diestro madrileño cortó una oreja al segundo animal de los tres que le correspondieron, al ser cogido el matador Sergio Flores por el primer animal en saltar al ruedo y con el que debía confirmar alternativa en Madrid.
Miguel
Ángel Perera saluda a la afición mientras sale a hombros por la Puerta Grande de
Las Ventas al término de la cuarta corrida de toros de la Feria del Aniversario
el 6 de junio de 2005. Fotografía de Claudio Álvarez.
Anotaciones reglamentarias (4)
La
concesión de trofeos merecedores de la Puerta Grande de Madrid.
Por
Yolanda Fernández Fernández-Cuesta
Lo
que dice el reglamento taurino
Artículo
33.
7. Los espectadores, mediante su exteriorización tradicional, podrán instar la
concesión de trofeos a que se hubieran hecho acreedores los espadas al
finalizar su actuación.
Artículo
82.
1.
Los premios o trofeos para los espadas consistirán en el saludo desde el
tercio, la vuelta al ruedo, la concesión de una o dos orejas del toro que haya
lidiado y la salida a hombros por la puerta principal de la plaza. Únicamente,
de un modo excepcional, a juicio de la Presidencia, podrá ésta conceder el
corte del rabo de la res.
2.
Los premios o trofeos serán concedidos de la siguiente forma: los saludos y la
vuelta al ruedo los realizará el espada atendiendo, por sí mismo, a los deseos
del público que así lo manifieste con sus aplausos. La concesión de una oreja
se realizará por el Presidente a petición mayoritaria del público; la segunda
oreja de una misma res será de la exclusiva competencia del Presidente, que
tendrá en cuenta la petición del público, las condiciones de la res, la buena
dirección de la lidia en todos sus tercios, la faena realizada tanto con el
capote como con la muleta y, fundamentalmente, la estocada.
La
salida a hombros por la puerta principal de la plaza sólo se permitirá cuando
el espada haya obtenido el trofeo de dos orejas, como mínimo, durante la lidia
de sus toros.
Imagen de archivo fechada el 2 de mayo de 1995 y corresponde al homenaje dado a los toreros que han salido por la Puerta Grande en la Plaza de Las Ventas de Madrid. Algunos de estos diestros saludan al descubrirse el mosaico con sus nombres. Fotografía de Ricardo Gutiérrez.
Concesión de orejas y Puerta Grande en Madrid
Por Yolanda Fernández Fernández-Cuesta
Este es un punto especialmente sensible y que consideramos debe ser revisado en la plaza de Las Ventas. Desde hace ya varias temporadas y según el art. 82 punto 2 del Reglamento, se conceden orejas muy discutidas, incluso muchas de ellas sin petición mayoritaria (uno de cada dos espectadores debe flamear el pañuelo) y con más voces y gritos que pañuelos; ello ha llevado que alguna de la salidas de por la Puerta Grande haya carecido de la importancia y peso que debe tener ese logro para la carrera de un torero con el consiguiente deterioro del triunfo y por supuesto la pérdida de prestigio de nuestra plaza. Salir en Madrid por esa puerta de Alcalá es relativamente fácil a base de sumar oreja más oreja de manera chapucera y facilona, no digamos fuera de feria de San Isidro, cuando los tendidos están llenos de turistas y amiguetes del torero actuante y muy pocos aficionados de verdad. Por desgracia en la misma feria un público poco entendido llena los tendidos ante la fuga de verdaderos aficionados y ello provoca que se esté bajando el listón de la exigencia de manera pavorosa.
Nuestra asociación reivindica un cambio en el reglamento del citado artículo, lo que llevaría a redactar un desarrollo legislativo especial para la plaza de Madrid, otorgándole una “categoría especial” en función de su importancia y preservando su valor y exigencia en la Tauromaquia que abarcaría aspectos como el que nos ocupa, entre otros: trapío de toros, exigir la suerte de varas no simulada, seriedad en la concesión de trofeos etc. Para abrir la Puerta Grande se deberían cortar siempre una oreja más de los toros toreados, siempre dos orejas en un mismo toro y otra más en el otro toro; necesitando más trofeos cuando se toreen más de dos toros por el mismo espada.
Sabemos que esta medida es muy impopular entre los taurinos pero sería la manera de defender el rigor y la seriedad de nuestra plaza. Por supuesto también es muy necesaria la coordinación de criterios por parte de los presidentes y aunar esos mismos criterios a la hora de otorgar las orejas, así no se producirían injusticias e irregularidades como vivimos demasiado a menudo, por ejemplo en la pasada feria con el caso de Alberto Aguilar; ni excesos de triunfos con las figuras ni demasiada exigencia con los modestos. Aplicar de verdad el reglamento que dice. “Los premios o trofeos serán concedidos de la siguiente forma: los saludos y la vuelta al ruedo los realizará el espada atendiendo, por sí mismo, a los deseos del público que así lo manifieste con sus aplausos. La concesión de una oreja se realizará por el Presidente a petición mayoritaria del público; la segunda oreja de una misma res será de la exclusiva competencia del Presidente, que tendrá en cuenta la petición del público, las condiciones de la res, la buena dirección de la lidia en todos sus tercios, la faena realizada tanto con el capote como con la muleta y, fundamentalmente, la estocada”. Por desgracia vemos orejas concedidas con bajonazos infames.
Yolanda Fernández es presidenta de la asociación El Toro de Madrid.
Una tarde de las que llaman históricas (en orejas). José Tomás sale a hombros
en la tercera corrida de la Feria del Aniversario en la plaza de Las Ventas de
Madrid en junio de 2008. Tomás salió por la Puerta Grande tras cortar dos
orejas a cada uno de sus toros. Fotografía de Marisa Flórez.
Hay 1 Comentarios
Genial articulo !
Publicado por: Jugos para bajar de peso | 07/08/2013 5:04:43