Entrada al jardín de El Capricho donde se aprecia el el recinto circular original de su plaza de toros.
Los madrileños tienen un tesoro en las entrañas del distrito de Barajas desde hace algo más de dos siglos. El Capricho es un jardín histórico creado por la IX duquesa de Osuna, un espacio de recreo que constituía el buen gusto de una mujer poderosa con decidida voluntad de mecenazgo en todos los ámbitos culturales. También en los taurómacos. Y para ello construyó a la entrada de su bellísimo paraíso una placita para la lidia a pie con acceso directo a la cañada por la cual eran conducidos los toros desde las fincas junto al río Jarama hacia la calle Alcalá y a las plazas de Madrid que siempre han estado ubicadas en sus proximidades.
Recordar la historia de la fiesta de los toros y la relación con sus gentes es la iniciativa que ha puesto en marcha la asociación cultural Barajas Distrito BIC con el apoyo de la Junta Municipal del distrito madrileño. Será un recorrido intenso y se desarrollará en dos fases. En la primera jornada -que tendrá lugar este próximo domingo 23 de febrero- se rescatarán la leyenda de aquellos fieros toros criados en la vera del Jarama, el testimonio de la placita de toros del romántico jardín histórico de la Alameda de Osuna y el protagonismo de la finca La Muñoza que hizo las funciones de descansadero para los toros que serían lidiados en Madrid desde 1751 hasta 1970. María Isabel Pérez Hernández, Rafael Cabrera Bonet y Julia Rivera pondrán recuerdo a la vieja tradición por los toros y a las gentes que se aficionaron en este rincón de intenso brío taurino durante los siglos XVIII y XIX.
Julia Rivera en El Capricho (Alameda de Osuna, Madrid).