Cuando llegamos a este punto del año, son comunes los balances. Hay balances para todo: qué ha pasado en el entorno económico, qué ha sucedido en el mapa geopolítico mundial, cuáles han sido los logros deportivos… En el ámbito educativo es más difícil encontrar estos balances, pues a pesar del ingente esfuerzo actual por cuantificarlo todo, no resulta fácil poder anualizar aspectos que requieren de un proceso más largo para poderlos evaluar.
Sin embargo, que sea difícil no significa que sea imposible. Quizás porque se percibe estrechamente ligada con la tecnología, en el campo de la educación en línea podemos encontrar diversos analistas que realizan este balance anual. Hay dos que a mí me merecen especial confianza y que quiero compartir con todos los que siguen este blog. Se trata de los balances que hacen Tony Bates y Audrey Waters.
Fuente: http://planuba.orientaronline.com.ar
Creo que las palabras clave de este año deben estar en la mente de casi todos: MOOC, tabletas, analíticas de aprendizaje, big data, aprendizaje híbrido, gamificación… Si escojo estos autores en lugar de otros es porque ellos aún se resisten a hacer un análisis exclusivamente tecnológico, que es lo que encontramos en la mayoría de consultoras que dicen dedicarse a la educación. Porque recordemos: estamos hablando de educación. De educación en línea.
Con independencia de la tecnología o de los dispositivos que utilicemos, me interesan mucho más aquellas aportaciones que profundizan en cómo desarrollar modelos de aprendizaje más sólidos y más efectivos, que tengan primordialmente en cuenta que estamos educando y formando personas que no se mueven necesariamente siempre por los mismos patrones.
Se habla de innovación, pero la innovación que se propone suele ser muy limitada. Prevalece el uso del último artilugio tecnológico, del último dispositivo, de la última aplicación, porque eso permitirá incrementar el acceso de muchas más personas a lo que supuestamente algunos entienden que es educación, y que a menudo se queda solamente en más información. Se justifica la búsqueda de soluciones que minimicen la participación de los docentes en el proceso de enseñanza y aprendizaje, en aras de la reducción de los costes de la educación.
Pero a menudo se olvida que acceso y coste son solamente dos de los vértices del triángulo que John Daniel ya estableció en 1999 cuando se refería a los parámetros esenciales de la innovación en educación abierta y a distancia. El tercer vértice es la calidad.
Fuente: www.batesandsangra.ca
Encontrar políticas, estrategias y acciones que nos permitan conservar el equilibrio entre los vértices de ese triángulo es fundamental. Incrementar el acceso para rebajar costes, afectará directa y negativamente a la calidad. Reducir costes para supuestamente permitir acceder a más personas, también impactará sobre la calidad. Querer incrementar la calidad sin tener en cuenta el coste que ello va a suponer puede convertirse en una misión imposible, o en el establecimiento de una oferta de élite para unos pocos.
Por eso es tan importante considerar también un equilibrio entre otros tres elementos fundamentales de los modelos de educación en línea: la tecnología, la organización y la pedagogía, lo que yo llamo el modelo TOP. Pensar la innovación solo desde el punto de vista de la tecnología nos llevará, tarde o temprano a un callejón sin salida, donde se producirá la tecnología por la tecnología –y cabe recordar que nunca una tecnología se ha inventado con una finalidad educativa-. A su vez, al pensar solo en la pedagogía corremos el riesgo de no apostar por modelos distintos, de no tener en cuenta el potencial con que determinadas tecnologías –aunque no todas ni siempre- pueden contribuir a mejorar los procesos de aprendizaje de las personas.
Por eso es necesario integrar, cada vez más, tecnología y pedagogía, para obtener resultados mucho mejores a partir de su sinergia. Y pensarlas conjuntamente con la organización, que permitirá hacerlas funcionar y, sobre todo, hacer que el modelo creado sea sostenible. Para ello es necesario liderazgo y una buena visión estratégica en educación en línea.
Veremos que nos depara el 2014 en cuanto a innovaciones que relacionen de forma equilibrada y sostenible pedagogía, tecnología y organización. Cabrá ser muy creativos y no dejarse llevar solamente por determinados impulsos mediáticos. A veces creemos que somos nosotros los que innovamos, cuando en realidad solo estamos siguiendo los pasos de algunos que han queridos que nosotros lo creamos. Quien lea esto con escepticismo, que compare las grandes tendencias de este último año, que parece que sean acuerdos a los que llegamos entre todos, con un documento que ya circulaba por el Departamento de Educación del Gobierno de los Estados Unidos el año 2011. ¿Les suena? Pues eso.
Que el 2014 sea muy propicio y que todos los buenos deseos se hagan realidad.
Hay 1 Comentarios
O sea,, la tecnología presenta tres vértices... la calidad, el acceso y el coste. Estoy de acuerdo con el enfoque triangular y se alcanza con una buena enseñanza y una buena práctica. Ahora bien, sería interesante la respuesta... ¿para quién y para qué? Todo depende de los grandes intereses, políticos y económicos, que la sustentan.
Publicado por: RAMÓN | 05/01/2014 14:08:28