Lourdes Guàrdia es profesora de la Universitat Oberta de Catalunya y Directora del Máster Universitario en Educación y TIC (e-learning). Ha llevado a cabo diversos proyectos de investigación e innovación en el ámbito del diseño de aprendizajes y su evaluación. Es doctora por la Universidad del País Vasco.
Fuente: http://www.abcdesevilla.es
Es indiscutible que en las dos últimas décadas las diferentes reformas educativas y la introducción generalizada de las TIC están siendo la excusa para replantear el sistema educativo, o al menos para cuestionarlo. A pesar de ello, en tales reformas y transformaciones, todavía pocos foros cuestionan suficientemente cómo debe llevarse a cabo la evaluación de los aprendizajes para que ésta responda a los nuevos escenarios. Si, además, estos se desarrollan en un entorno digital, el reto todavía es mayor.
Algunos estudios realizados por JISC (Joint Information Systems Committee), en Gran Bretaña, así lo demuestran, ya que destacan que hay todavía una brecha entre la innovación en métodos de evaluación que llevan a cabo algunos círculos limitados, o “early adopters”, y su transferencia a gran escala. Dichos estudios subrayan que las TIC amplían las potencialidades de la evaluación, sobretodo en lo que al seguimiento y acompañamiento del estudiante se refiere.
No obstante, en el ámbito de la educación en línea, por ejemplo, cuando diseñamos una actividad educativa, a menudo nos focalizamos más en el formato de los recursos de aprendizaje para hacerlos interactivos, atractivos y accesibles a cualquier público, y pocas veces tenemos en cuenta cómo vamos a evaluar el proceso y los resultados de aprendizaje de los estudiantes cuando realicen dicha actividad.
Es más… ¿Cuánto tiempo dedicamos los educadores a proponer diferentes estrategias de evaluación centradas en estimular y a guiar el desarrollo de determinadas competencias más que a otorgar una calificación final? Si las herramientas y técnicas de monitorización cada vez son más simples y accesibles para cualquier usuario, ¿porqué no las introducimos? Está claro que contemplar el uso de éstas implica dedicación, ya sea de los formadores y docentes, ya sea de los propios estudiantes, ¿pero es éste el principal inconveniente o es una cuestión de resistencia al cambio de modelo evaluativo?
Con ello queremos destacar que la evaluación es un elemento clave del proceso educativo que a menudo no es tenida en cuenta cuando se diseña una secuencia de formación sino a posteriori, y acaba remitiéndose de forma generalizada al uso de técnicas que no permiten valorar el cómo se aprende, sino el qué, y sólo en parte. A veces ni siquiera evaluamos aquello que creemos evaluar.
Fuente: http://simonkneebone.com/2013/02/01/evaluation-tool/
Hablamos encarecidamente de la formación por competencias, pero seguimos evaluándolas mayoritariamente mediante exámenes que miden nuestra habilidad memorística o la habilidad para resolver problemas descontextualizados. ¿Qué técnicas de evaluación serían las más adecuadas para un enfoque de aprendizaje basado en competencias? ¿Pueden las TIC transformar las prácticas evaluativas? La evaluación debería darnos información útil para apoyar al estudiante a lo largo del todo el proceso formativo y ayudarle a lograr las competencias planteadas en relación al perfil profesional anunciado en el currículo.
En este sentido, a pesar de que no es una metodología nueva, ha resurgido una práctica evaluativa a la que la tecnología le da un plus que antes no tenía, nos referimos a los portafolios electrónicos o ePortfolios.
Un ePortfolio es una estrategia o una herramienta que muestra una selección de evidencias en relación a las competencias que una persona o una organización ha ido desarrollando a lo largo de un período. En función del objetivo del ePortfolio y de la audiencia a quien se dirige, la selección de evidencias y su presentación contemplarán elementos de reflexión y el uso de diferentes soportes y medios que faciliten su comprensión, visualización y evaluación.
Si dicha estrategia consiste en la recopilación de evidencias de aprendizaje por parte del estudiante con el objetivo de que diferentes actores sociales puedan valorar el proceso y resultado obtenidos, quizás sería interesante intensificar su uso como metodología de evaluación.
Dicha práctica incluso va más allá del contexto educativo, ya que la evaluación de las competencias que cualquier ciudadano desarrolla a lo largo y ancho de su vida se da también en el ámbito social y profesional. Si cada individuo construyera su propio ePortfolio desde edades tempranas, recogiendo evidencias de los aprendizajes adquiridos a los largo de su vida, podría usarlo con diferentes finalidades; quizás el famoso currículum vitae pasaría a un segundo plano y para un empleador sería más interesante visitar el ePortfolio de un candidato que se presenta a un puesto de trabajo, porqué le mostraría pruebas del talento y competencias que posee el individuo que está valorando; su comunidad social o profesional lo usaría para tenerle en cuenta por su know how, talento y habilidades, o bien se usaría como termómetro particular para detectar les necesidades de formación y así desarrollar un Plan de Desarrollo Personal.
Fuente: http://www.stephenfry.com
En esta línea, en los últimos cinco años hay una fuerte tendencia en Europa hacia la promoción del uso de los ePortfolios como un elemento que puede contribuir al desarrollo de una identidad digital para cada ciudadano en un sentido amplio. Algunos proyectos internacionales como Europortfolio Network promueven la creación de redes y comunidades de prácticas de usuarios e investigadores que usan el ePortfolio con diferentes objetivos.
Incluso los participantes en los MOOC pueden usar los ePortfolios como sistema de recogida de evidencias de las experiencias de aprendizaje vividas y aportarlo para su valoración y posterior acreditación. Downes también hace hincapié en la idea de que aquellos que sean capaces de mantener un ePortfolio les será útil para acreditar sus aptitudes y para presentarse de forma breve ante cualquier actor social.
Dejo este ejemplo del ePortfolio como estrategia de evaluación desde una perspectiva multidimensional para la reflexión. ¡El debate sólo acaba de empezar!
Hay 2 Comentarios
Me alegro que te haya resultado interesante este post. Estoy de acuerdo contigo que desde algunos sectores se pretende deslumbrar con el uso de tecnologías de última generación, a las que por defecto se les supone que por ser nuevas llevan implícita la innovación educativa. Yo tambén me inclino por trabajar los avances en educación desde la investigación, desde el contraste y la reflexión sobre qué estrategias son las más adecuadas en cada situación. La tecnologia es un instrumento, un apoyo de valor, pero lo que importa es saber primero qué necesidades educativas tenemos que cubrir y qué metodologías y recursos ayudarán mejor a cubrirlas.
En cuanto al ePortfolio organizacional, quizás puedas consultar esta referencia, pero no sé si es lo que buscas: http://www.jiscinfonet.ac.uk/infokits/e-portfolios/perspectives/institutional/
El ePortfolio debe diseñarse con la idea que el tiempo invertido sirva para una major calidad del aprendizaje y no se perciba como un mero consumo de tiempo, Por ejemplo, las mismas evidencias de aprendizaje recogidas pueden tener más de una utilidad; des de ser muestras para un seguimiento y evaluación del aprendizaje, hasta una demostración de las competencias de un individuo para que las evalúe un empleador, a una forma de presentarse en público. Pero para ello se requiere un buen diseño y mucha práctica, y quizás nos falte todavía un tiempo de entrenamiento y de ponerlo en práctica para conocer mejor su funcionamiento. Las herramientas tambén son cruciales para apoyar la gestión de los mismos y esperamos que en un futuro próximo puedan ofrecernos más prestaciones que las actuales para llevar a cabo una mejor implementación de los ePortfolios.
Gracias a tí por seguirnos.
Lourdes
Publicado por: Lourdes Guàrdia | 10/03/2014 23:37:26
Hola:
Muy interesante la entrada en el blog. Desde mi punto de vista en el ámbito de las TIC y la educación parecen existir al menos dos mundos paralelos que se hablan poco. Por un lado desde el ámbito universitario e institucional que promueven prácticas sólidamente ancladas en la investigación educativa y por otro, la industria del eLearning promueve productos atractivos y muy costosos con la promesa de un aprendizaje fácil y sin esfuerzo. En mi práctica diaria me decanto por la primera opción aunque no es fácil. Mi argunmento es que lo importante es diseñar las estrategias instructivas que mejor apoyen el aprendizaje.
En cuanto al ePortfolio, me gustaría saber si hay algún ejemplo de implementación en el ámbito organizacional. Considero que es una buena herramienta aunque se percibe como una estrategia que consume mucho tiempo.
Un saludo y gracias de nuevo. Les seguiré con interés.
M
Publicado por: Elnuma | 05/03/2014 12:27:25