Pablo C. Muñoz Carril es profesor en la Universidad de Santiago de Compostela, y un entusiasta del uso de las tecnologías para mejorar la calidad de la educación. Ha experimentado la educación en línea tanto en la vertiente del docente y el investigador, como en la del estudiante.
Fuente: http://vaprofesional.com
Desde hace unos años son diversas las universidades españolas que han apostado por invertir parte de sus recursos tecnológicos en aulas Polimedia. En su mayoría, la configuración de este tipo de aulas permiten al profesorado compartir y grabar sus clases magistrales en un estudio profesional, con la particularidad de que los docentes pueden centrarse exclusivamente en el contenido de sus lecciones más que en velar por cuestiones de índole técnica (ya que por lo general la gestión y soporte de dichas aulas suele estar bajo el amparo de los correspondientes servicios de recursos audiovisuales).
Este tipo de tecnología resulta especialmente interesante no sólo para modalidades de aprendizaje basadas exclusivamente en la virtualidad –donde el alumnado tiene a su disposición, las 24 horas del día, los vídeos explicativos del docente-, sino también para ámbitos basados en el blended learning.
Fuente: http://www.interclase.com
En este último caso, el profesorado podría apostar por el desarrollo de metodologías innovadoras basadas en lo que se conoce como “flipped classroom” (clase invertida), de modo que el tiempo de clase se podría dedicar a resolver problemas, dudas y, en definitiva, a fomentar una participación más activa entre los estudiantes (gracias al previo análisis y visualización del material audiovisual creado y facilitado por el docente).
Si bien este tipo de metodología puede resultar interesante en determinados momentos, hay algunas cuestiones básicas a considerar que actuarían como barreras potenciales; en primer lugar, el tamaño del grupo-clase puede ser un condicionante importante, sobre todo si contamos con grupos amplios con setenta u ochenta alumnos (como suele ser habitual en determinados grados universitarios). En segundo lugar, no todos los centros educativos cuentan con sistemas similares a los Polimedia, por lo que el profesorado que quiera grabar sus propias lecciones o vídeos didácticos deberá ingeniárselas de forma autónoma para producirlos y editarlos de modo “más casero”. En este sentido, hoy en día existen diversas soluciones tecnológicas (de pago y gratuitas) para realizar nuestros propios screencast o videotutoriales y compartirlos con el alumnado.
Veamos algunas de ellas:
Camtasia Studio. Es una herramienta bastante intuitiva y estable, se puede utilizar tanto con Windows como con Mac. No sólo permite la grabación del área concreta que queramos sino que integra un potente editor para mejorar el vídeo que se ha grabado incorporando fondos animados, gráficos, anotaciones, edición de sonido, etc. Igualmente, da la posibilidad de producir vídeos con zonas activas (hipervinculadas a otros recursos), exportarlos a diversos formatos o elaborar tablas de contenidos.
CamStudio. Es una alternativa gratuita ante programas de pago como Camtasia Studio y que permite grabar audio y vídeo exportando nuestras creaciones en formato AVI o SWF.
ActivePresenter Free Edition. A pesar de que existe una versión estándar y otra profesional, la versión gratuita no tiene límite de duración en la grabación y tampoco inserta ningún tipo de marca de agua cuando se finaliza la misma. Igualmente, permite la exportación a formatos comunes como MP4, WMV, WEbM y AVI y realizar diversas acciones de edición como añadir efectos de zoom, sincronización de audio, vídeo y overlays (superposiciones), añadir comentarios, etc. Otro aspecto interesante es la posibilidad de empaquetado en formato SCORM para integrarlo posteriormente a una plataforma de e-learning.
Xsplit. Es un software realmente potente e interesante. Entre sus principales características destaca el hecho de que no sólo permite la grabación de contenidos (en diferentes resoluciones) que visualicemos a través de nuestra pantalla, sino que también es una herramienta a través de la cual es posible emitir en directo. Igualmente, Xsplit destaca por ser un pequeño “estudio de grabación” en el que integrar y combinar de forma rápida y sencilla diversas cámaras.
Adobe Presenter. Uno de los principales usos de este programa es la grabación de una presentación de powerpoint, de forma que automáticamente se sincroniza vídeo y audio. También permite incorporar elementos como cuestionarios de autoevaluación, juegos de preguntas, etc. Asimismo, es posible integrar los vídeos en un LMS y realizar un seguimiento de los estudiantes (quién ha visualizado la lección, qué resultados han obtenidos los alumnos en las pruebas incluidas en el vídeo, etc.).
Wink. Es un programa gratuito (compatible con Windows y Linux), especialmente orientado hacia la creación de videotutoriales para el aprendizaje, por ejemplo, de diverso software. Dispone de numerosas características y está traducido a diversos idiomas, entre ellos el español.
Otras alternativas de rápido uso y que no requieren la necesidad de instalar ningún programa son: Screenr y Screencast-O-Matic.com. Para su uso se recomienda tener actualizado el plug-in de Java.
Como se ha podido constatar en líneas precedentes, existen diversas soluciones para aquellos profesores que se embarquen en la aventura de digitalizar de forma audiovisual sus clases magistrales, sus apuntes o sus explicaciones para la realización de diversas prácticas con los estudiantes. Tan sólo hace falta una adecuada predisposición, ánimos y energía para desarrollar materiales didácticos de esta índole.