Trigo Limpio

Sobre el blog

Hablaremos de la política agraria, de los políticos que la ejecutan, de los agricultores y ganaderos que la sufren o disfrutan, de la agricultura y la ganadería, de la agroindustria, el consumo y del mundo rural

Sobre el autor

Vidal Maté

Vidal Maté. Soy periodista y pequeño agricultor. Nací y viví pegado al campo y al mundo rural. Aprendí de agroindustria y la distribución para seguir el calvario (ahora se llama cadena alimentaria) que siguen los productos agrarios hasta el consumidor. Dicen que soy un histórico - he visto pasar a todos los ministros - y un tipo crítico. Nunca me he casado con nadie. Defiendo un futuro para el mundo rural. Soy trigo limpio.

 

Hace unas fechas, las Cooperativas Agroalimentarias y las tres organizaciones agrarias reconocidas a nivel estatal, UPA,Asaja y COAG suscribían una declaración por la que estas tres siglas apoyaban el desarrollo de una política que implusara la integración cooperativa como el instrumento para concentrar la comercialización de los productos agrarios.Conociendo que las relaciones entre las cooperativas y las organizaciones agrarias no han sido siempre las mejores y que,en algunos casos han existido problemas por el reparto del espacio y de competencias en sus actividades en el campo, el hecho de que se suscribiera esa declaración dando su apoyo a las entidades asiociativas, constituye un elemento positivo para el conjunto de los intereses del sector agrario.

Con esta declaración queda claro que todas las partes están de acuerdo en que las cooperativas se deben dedicar a comprar medios de producción y a comercializar sus productos.Lo que no queda clero, y para ello hay prevista una reunión la próxima semana, es cómo se quieren distribuir el resto de las competencias y el espacio para cada una de las siglas que funcionan en el entorno de la actividad agraria

Con el mismo objetivo global de servir a los intereses de agricultores y ganaderos,basicamente las cooperativas o sociedades agrarias de transformación tendrían prioritariamente tareas de comercialización en ambas direcciones, además de ofrecer a sus socios una serie de servicios, hoy sin límites.Las organizaciones agrarias de carácter general nacieron fundamentalmente con fines reivindicativos, además de ofrecer servicios a su afiliados, al igual que las organizaciones de carácter sectorial.Las organizaciones de productores han nacido tambien para ordenar, concentrar y comercializar la oferta y las interprofesionales como un punto de encuentro entre producción e industriales en defensa de intereses comunes.

De acuerdo con esos planteamientos,todas las siglas nacen con el mismo objetivo general de ofrecer servicios al sector agrario desde perspectivas diferentes.Pero,los procesos de cambio en la política agraria han hecho que, algunos objetivos, como las tareas reivindicativas, hayan perdido fuerza mientras ganan,o deberían ganar peso, los trabajos de colaboración con las administraciones para el desarrollo de la política agraria y, sobre todo, cuando el sector agrario necesita y reclama servicios de todo tipo, asesoramiento, divulgación, organización, formación,además de apoyos en la gestion de la PAC o para la contratación de los seguros.

Con todo lo que es preciso hacer por delante y que no se hizo en el pasado, el sector agrario necesita una clarificación de competencias entre las diferentes siglas desde los acuerdos, y no una batalla.Hay que definir espacios, sobre todo de servicios,en algunso casos, hasta para mantener una razón de ser. Sin embargo, ello no debería ocultar lo actuado en el pasado.Es sintomático que en todos estos años haya caído la afiliación o el interés por las organizaciones agrarias, salvo en aquellos territorios donde las misma ofrecen servicios, al margen de acudir a las mesas de las Admnistraciones o emitir comunicados de prensa,que tambien es una tarea positiva.Hoy y, sobre todo mañana, según se puede desprender de las reformas de la PAC, es la hora de los mercados y de los servicios en el sector a agrario. Y, hay tanto por hacer, que no sobra nadie.

l

El poder engañoso de las cooperativas agrarias

Por: | 27 de mayo de 2012

Las cooperativas agroalimentarias acaban de celebrar su asamblea anual donde, al margen de la elección de nuevos responsables,(ha sido reelegido como presidente el aragonés Fernando Marcén), el debate central lo constituye el papel futuro de este tipo de entidades en el marco de una nueva Política Agrícola Común donde los mercados serán los principales protagonistas.Las ayudas comunitarias suponen hoy una media de casi el 30% de las rentas netas de una explotación. Sin embargo, se trata de un porcentaje que puede inducir a error, si se tiene en cuenta que hay miles de explotaciones en sectores como frutas y hortalizas, avicultura, porcino, leche o vino donde esa participación es muy inferior o inexistente. Si se mantiene la actual propuesta de presupuesto comunitario en la futura PAC, no habría una gran rebaja en el importe de las ayudas.Pero, en todo caso, la realidad es que el grueso de las rentas agrarias,ese mínimo del 70%, viene y vendrá más en el futuro de los mercados y de la capacidad del sector agrario para organizarse y jugar con una mayor posición de fuerza ante los operadores, los intermediarios o industriales nacionales o multinacionales.Es por ahí por donde quiere ir Bruselas, apoyando la capacidad negociadora de las organizaciones de productores y que también pueden llevar a cabo las cooperativas.

Según los datos oficiales, España dipone de casi 4.000 cooperativas con una facturación media anual de entre 17.000 y 19.000 millones de euros,1,1 millones de socios y empleo directo de más de 100.000 personas.Estas cifras convierten a las cooperativas en un elemento clave en el sector agrario en cuanto la actividad de sus socios supone más del 35% de la Producción Final Agraria, así como de un instrumento de cohesión del territorio rural.Bajo la mano de las cooperativas se halla el 70% de la producción de vino, mostos o aceite, el 45% en los cítricos, leche de vaca,de ovejay frutos secos,del 35% en frutas no cítricos,ovino y cereales o el 30% en los piensos.Con ese volumen de producción, se podía entender que, en cada uno de esos mercados, aunque cada dia tiene más peso la coyuntura internacional, las cooperativas tendrían un gran peso a la hora de la regulación de los mercados.Sin embargo, el actual grado de dispersión de la cooperativas,la falta de volumen de la mayor parte de las mismas, hace que las mismas no tengan en esos mercados el protagonismo que les correspondería. Fernando Marcén cree que las cooperativas tienen hoy un peso mayor al que aparentan.Yo creo que no,sino todo lo contrario.Es posible que esa reflexión sea cierta en cuestiones como su papel en el mantenimiento del territorio,para dar servicios en tantos cientos de pequeñas localidades, para aglutinar producciones bajo un mismo techo.Pero no creo que su peso en la producción se corresponda en hablamos de peso en la comercialización frente a operadores, intermediarios o industriales que sacan mayor valor añadido a sus productos.

Esta situación de dispersión y minifundismo ha sido la principal razón que ha impulsado al actual equipo de Atocha para contemplar, entre sus objetivos prioritarios, la elaboración de una nueva ley de cooperativas donde se contemplen medidas de apoyo para la constitución de grandes entidades supra autonómicas,cooperativas prioritarias con procesos de integración.En este escenario, una parte de este proceso podría ser la desaparición física de cientos de pequeñas cooperativas de muy escasa dimensión,en ocasiones en un mismo pueblo y hasta haciéndose la competencia, para formar otras de mayor tamaño.Se trata de un proceso delicado, sobre todo por lo que podría suponer de reducción de trabajadores, servicios cercanos y, por otra parte, por el posible de rechazo de gerentes que prefieren ser cabeza de ratón que cola de león, aunque no se puede poner en duda que haya cooperativas pequeñas muy eficientes.Sin embargo, el proceso más importante que necesita el sector cooperativo es el desarrollo de una política de integración comercial, sectorial, con unas entidades "motores", capaces de aglutinar y organizar toda la oferta en una amplia zona de producción.

Esta estrategia de futuro, cuenta hoy con el apoyo decidido del Ministerio de Agricultura con la posibilidad de que las ayudas que puedan existir para este tipo de entidades lo sean en función de su volumen,la creación de empleo, innovación o su capacidad exportadora.Pero, para el desarrollo de este proceso de organización de la oferta agraria, es fundamental que también crean en esos procesos los gobiernos autonómicos y que no surjan recelos y hasta bloqueos por cuestiones de regionales para el crecimiento de cooperativas supra autonómicas.

En los últimos años, entre las cooperativas que han tenido un mayor desarrollo en base a estrategias de integración, destacan los casos de Hojiblanca en el aceite, con presencia ya en varias provincias andaluzas y AN en Navarra. A Hojoblanca no le han surgido problemas a la hora de su expansión al hacerlo en una sola comunidad autónoma.Por el contrario, AN, con presencia ya en Aragón, La Rioja,Cantabria, País Vasco y Castilla y León, tiene dificultades para seguir creciendo en el sector de cereales en esta última comunidad autónoma.Cooperativas cerealistas castellano leonesas son ya hoy los protagonistas del sector en la cooperativa navarra bajo cuya estrategia comercializan sus producciones, manteniendo sedes y fiscalidad en Castilla y León.Sin embargo, sorprende que desde altos cargos de la Junta se haya advertido a alguna cooperativa de la comunidad autónoma el riesgo de perder ayudas si se integran comercialmente en AN, donde estiman tienen más posibilidades para mejorar sus ingresos.

La integración comercial es la asignatura pendiente más importante del sector agrario, tanto para comprar como para vender. Hay docenas de miles de productores al margen de todo proceso asociativo, muy especialmente en el norte y ambas mesetas,donde dominan los cerealistas.Lo que no tiene sentido, con la mirada puesta ya en la pròxima campaña, es que los agricultores se quejen de las cotizaciones,mientras entregan sus cosechas sin precio a los operadores, a quienes compran, también sin precio, los abonos o las semillas....

Leche,del campo a la mesa, de calidades y tipos(2)

Por: | 16 de mayo de 2012

Con un escenario actual de precios bajos, en una gran parte de los casos inferiores a los precios de coste marcados por la propia Administración,0,75 euros para un litro de leche entera y de 0,69 para una desnatada, la primera pregunta que se puede hacer uno es si esas leches tienen la calidad mínima exigida por la reglamentación correspondiente o si en un envase puede entrar de todo para vender baratoen tiempos de crisis y caída de la demanda

CALIDAD. No es tiempo de poner por nadie la mano en el fuego tal como está la batalle de los precios en los lineales y las vueltas de tuercas que da la distribución al sector y que, a su vez, las trasladan al ganadero. Pero, se puede decir que la leche que se consume hoy tiene calidad y seguridad alimentaria y, según los datos oficiales, que cumplen en líneas generales con las exigencias de la actual reglamentación en su composición. Se trata de un producto que,además de la propia industria, que podría ser la menos crítica, tiene el control permanente desde los laboratorios de la Federación de Industrias Lácteas, de las diferentes Administraciones y, a la postre, de los propios grupos de distribución que son los primeros interesados en evitar ese tipo de fraudes-riesgos con la imposición de elevadas sanciones si hay un producto que no cumple lo acordado. Meter leche en polvo o suero no es  un negocio. Agua sí..De todas formas, si al mover un vaso de leche, señalaba la vieja organización sectorial de ganaderos  Prolec, no deja una lágrima blanca o quedan grumos en las paredes, puede que la leche haya sido mal homogeneizada o que se haya utilizado leche en polvo para su transformación. Hablando siempre de leche entera

Otra cosa es el sabor de la leche y su presentación visual. Una misma leche en origen puede tener una presentación y condiciones organolépticas diferentes al consumo en función de cómo se haya hecho su tratamiento térmico, donde ya sí juega un papel importante la tecnología o el cuidado de cada firma, al margen de que no todas las leches en origen tiene igual calidad en función de su manejo, alimentación, etc.. Una leche entera tiene que oler y saber a leche, más cerca de lo dulce que de lo salado y, en ningún caso, debe estar ácida ni amarga, debe tener cuerpo, cierta densidad, que recorra la boca de forma suave, pero con cierta consistencia. Cuanto más líquida, menos calidad, señala Prolec. Aunque su color sea  blanco, en ocasiones puede tener un color más amarillento producto de su contenido en grasa o de cómo se haya hecho el proceso térmico.

En su reciente estudio sobre las leches que se consumen, en base a unas muestras de cada industria, la OCU elaboró recientemente una especie de ranking de  marcas, de buenos y malos, en función de sus análisis, actuación que hoy se halla en los tribunales ante el recurso de las industrias. Llegaba a la conclusión de que la leche hoy era de peor calidad que hace una década.

 Al margen de la decisión última de la Justicia, donde las industrias denuncian los métodos utilizados para hacer las tomas, los análisis y las conclusiones, parece obvio que una cosa es determinar si  una leche cumple con la exigencias analíticas técnicas y otra, clasificar aspectos relacionados con el sabor, el gusto, etc., algo personal de cada consumidor que no se puede medir. Valoraciones de este tipo, por su impacto en todo un sector, se entiende desde los industriales y las organizaciones agrarias que merecerían, cuando menos, más prudencia o menos dependencias. Entienden que se puede y debe defender al consumidor, pero sin crear alarmas injustificadas y sobre todo, sin clasificaciones o recomendaciones que dan la impresión, dicen, de estar pensadas más a favor de unos y perjudicando a otras marcas, al hacerlo sin razones técnicas aparentes de peso, como que una empresa tuviera más calidad en la leche que elabora para una marca de fabricante que en su marca propia...Hay cuestiones que, si somos serios, concluyen industrias y ganaderos,no admiten rankig, salvo que haya balas en la recámara, la búsqueda de publicidad o impacto social frente a otras organizaciones de consumidores u otros motivos en la trastienda.El sector rechaza la forma de trabajar de la OCU en este sector,donde no es la primera vez que se monta la polémica,pero también al analizar otras producciones alimentarias,y, lamenta la escasa respuesta que dio en su día la propia administración en defensa de un producto, cuando posee los datos suficientes para ello. 

TIPOS  DE LECHE. En función del tratamiento  de calor a que haya sido sometida la materia prima, la leche se puede clasificar en cuatro tipos: Leche pasteurizada o fresca sometida a temperaturas suaves  destruyendo la mayor parte de las bacterias, pero manteniendo sus características nutritivas y sensoriales. Se debe conservar siempre en nevera y tiene una duración de hasta cuatro días; leche UHT sometida  26 segundos en dos procesos  a unas  temperaturas  entre 128 y 150 grados y que puede aguantar  tres meses a temperatura ambiente y, entre 4 y 6 días una vez abierto en frigorífico. El calentamiento modifica  gran parte de sus características organolépticas, entre ellas el sabor, pero quedan casi intactas las nutritivas; Leche uperisada que se calienta a 148 grados 2,4 segundos para que sea estéril y que  mantiene sus proteínas y vitaminas. Aguanta igual que a leche UHT; leche esterilizada sometida a temperaturas de entre 115 Y 120 grados durante 15 a 30 minutos, destruye todo tipo de microorganismos y provoca la pérdida de vitaminas. Puede aguantar hasta seis meses a temperatura ambiente

 En países comunitarios del entorno dominan  las ventas de leches frescas o pasteurizadas. En España, es mayoritaria la leche UHT. El gran introductor del brik de larga duración fue el grupo Pascual a finales de los años sesenta de la mano de la multinacional Tetra. Debido a su larga duración, es muy cómoda la importación de este tipo de producto. Si el modelo de oferta en España fuera el de leche fresca, el mercado español se habría blindado contra las leches importadas que hoy llegan desde el norte y por el sur de la UE

 

Leche, del campo a la mesa,el misterio de los precios(1)

Por: | 10 de mayo de 2012

La leche y en general, el total de derivados lácteos,son productos especialmente sensibles en la demanda del consumidor, tanto por el gasto que supone en los hogares en el conjunto de la alimentación, más del 13%, como por su papel en las dietas,desde la población infantil a las personas mayores. Por este motivo, algunas situaciones relacionadas con el producto en su recorrido desde el campo a la mesa, siembran dudas entre los consumidores; unas, aguantan fácilmente una explicación; otras, parecen, pero no son, un misterio.

PRODUCCION.-España es un país deficitario en leche con una producción de solo 6,2 millones de toneladas frente a una demanda total entre leche y productos lácteos de casi nueve millones. Ea diferencia se importa desde otros países de la UE en forma de leche y, sobre todo, de quesos que entran a bajos precios procedentes de los excedentes de otros países. España no cubre su cuota porque sus explotaciones son menos competitivas que las de otros países y  los bajos precios pagados a los ganaderos, por lo que no interesa producir más. En su día Bruselas fijó a España una cuota de producción baja para que éste mercado fuera la salida para los excedentes de los demás países. Hoy el mercado español es el destino, no el vertedero, de una gran parte de los excedentes de leche desde Francia a Portugal o de los quesos baratos alemanes.

PRECIOS. La leche, como el aceite de oliva ha tenido la desgracia de ser uno de los productos sobre los que se ha fijado la gran distribución como alimento reclamo y gancho para la cesta de la compra. Ello supone que hay siempre un precio  o varios de oferta y, además, que la marca barata de la propia distribución, sumada a leche de primer precio, acapare el 70% del mercado.

En este contexto, es posible encontrar leches enteras a menos de 0,60 euros con marca de la distribución o del primer precio, mientras las primeras marcas de fabricante se sitúan en 0,90 euros. Con un precio medio en origen de 0,33 euros, los estudios de la propia Administración en 2008 sobre la cadena alimentaria, situaban los costes mínimos de un litro de leche puesto en los lineales de la distribución, incluido un IVA del 4%, en un mínimo de 0,75 euros litro para una leche entera, de 0,69 euros para un tipo de leche  semidesnatada y de 0,79 euros para una leche enriquecida.

Frente a esos datos oficiales, un estudio de las industrias sobre los precios medios de la leche al consumo señalan que el precio medio hoy para las primeras marcas de fabricante es de 0,849 euros litro, de 0,67 euros para las segundas marcas y de 0,569 para las marcas de la distribución, resultando una media  ponderada, por el gran peso de las marcas blancas, de 0,65 euros  litro. Los datos Nielsen reflejan aún más ese deterioro de los precios al haber pasado las primeras marcas de un precio medio de 0,97 euros en 2008 a 0,83 en 2011, las marcas de la distribución de 0,71 a 0,54 y las leches a primeros precios de 0,67 a 049 euros litro.

De acuerdo con este escenario, es obvio que las industrias pasan apreturas, pero, a las mismas les queda, al menos una salida: repercutir esa presión a la baja en los precios pagados a los ganaderos, algo que no puede hacer el sector productor al ser el último eslabón de la cadena

 Ante todo esto, la pregunta sería cómo se puede vender una gran parte de la leche a estos precios frente a esos costes. ¿Lo que se ofrece no es leche?

Este fenómeno de los precios tan bajos y tan dispares tendría varias explicaciones.

 Primera, que la leche con marca de la distribución no tiene ningún coste añadido como promoción, publicidad, peajes de acceso a  los lineales y que, además, la gran distribución aplica su capacidad para no cargar en esta leche los márgenes comerciales que mete a las marcas de fabricante, e incluso  que lleve a cabo una venta a pérdidas a cuenta de costes de promoción, algo que siempre han negado y que la propia Administración quiere clarificar en la futura ley de la Cadena Alimentaria. En muchos casos, el precio etiquetado a una leche en los lineales,  no tiene nada que ver con el que tuvo a la salida de la industria y sólo responde a la estrategia de esa gran distribución en cada momento. Un dato elaborado por los industriales. En 2000, los márgenes aplicados por la gran distribución eran  una media del 15% en las primeras y segundas marcas de fabricante, del 20% a su propia marca y del 8% para las leches de primer precio o más baratas. Este cuadro ha cambiado radicalmente en 2011.Esa misma gran distribución aplica un margen medio del 25% a las primeras y segundas marcas de los fabricantes, solo el 5% a las marcas propias y el 8% a las marcas de primer precio.

Segundo, que una industria, en ocasiones, debe vender lecha barata a un  precio casi de saldo porque se trata de un producto perecedero.

 Tercero, una empresa puede cargar sobre su primera marca el margen que no aplica a la segunda marca para sacar stocks.

 A diferencia de otros sectores donde hay grandes grupos multinacionales y marcas líderes que pueden imponer sus condiciones, en el sector de la leche líquida, con empresas pequeñas, la política de los mercados y los precios  la marca la gran distribución en función de sus estrategias: vender.Y si la leche es un producto reclamo al consumo, a los industriales y ganaderos les ha tocado la fea.La Administración puede hacer mucho más para aclarar y perseguir determinadas pràcticas de precios a la baja en la distribución, como han hecho en otros países cercanos, caso de Portugal.Aquí parece que a las autoridades de Competencia les van esos precios bajos para tapar el IPC en defensa de los consumidores,pero en contra de los interses de industriales  y ganaderos,que también lo son. YGANADEROSQUE TAJBNEJN 

Italia, España y el aceite de oliva

Por: | 01 de mayo de 2012

Productores italianos han denunciado últimamente a varias industrias de ese pais acusando a las mismas de vender botellas con la leyenda de aceite italiano obtenido en una región determinada, cuando en realidad se trataba de un aceite español. El hecho fue recogido como noticia en medios de comunicación italianos,norteamericanos y alguno español, cuando en realidad, lo verdaderamente noticiable es que, al cabo de décadas de llevar haciéndose este tipo de prácticas, ahora fuera como un descubrimiento y, sobre todo, que los denunciantes y los sorprendidos sean los propios productores italianos.

Envasar aceite de oliva de un pais de la UE en otro, es una práctica completamente legal. No es obligatorio señalar el punto de origen concreto de ese aceite y basta incluir en la etiqueta que se trata de un aceite comunitario.

Italia es el primer pais consumidor de aceite de oliva, con un volumen superior a las 800.000 toneladas,a las que se suman otras 350.000 toneladas para la exportación. Frente a esas cifras, oficialmente la producción de aceite de oliva se sitúa en unas 500.000 tonelada cuando, en realidad, en el sector del aceite se estima que su producicón real no llega a las 350.000 toneladas.Con  estos datos en la mano, Italia es el mayor comprador del mundo de aceite de oliva en los países del norte de Africa, en Grecia y sobre todo en España, donde adquiere cada campaña unas 400.000 toneladas,en su casi totalidad graneles para su envasado en ese pais. Eso supone que casi la mitad de las exportaciones españolas de aceite de oliva, 829.000 toneladas en la última campaña, se venden en Italia.

Este tipo de prácticas denunciadas por los olivareros italianos han sido lo habitual durante décadas en el sector del aceite en ese país y era conocido por todos, desde los cultivadores a la Comisión de la Uniòn Europea, pasando por la Administración italiana.Para el sector del aceite de oliva español, no es perjudicial que se ponga en evidencia que una gran parte del aceite que comercializan en el mundo industrias italianas es, en realidad, aceite adquirido en España.Sólo nos podría dar pena. Lo sorprendente es que lo hayan denunciado ahora los productores italianos. Habría una razón:la caída de los precios en origen consecuencia de los excedentes que hay en España (España marca los precios del aceite de oliva en todo el mundo), con el objetivo de que los industriales italianos adquieran a más precio la escasa producción interior.Pero,los cultivadores italianos que ahora denuncian a los industriales por envasar y etiquetar como italiano aceite español y el sector del aceite en su conjunto en ese país,tienen más razones para callar, o podrían haber hablado también en otros momentos.

Actualmente, en el aceite de oliva, las ayudas al sector son prácticamente desacopladas en función de unos rendimientos históricos.Con la pròxima reforma de la Política Agrícola Común, habrá una ayuda por hectárea. Pero, no siempre fue así.En la década de los noventa, las ayudas en el aceite de oliva eran ayudas al consumo, en función de las ventas.Fue mucho el aceite español que ya viajaba y cobró esa ayuda en Italia,como italiano, sin que nadie denunciara su procedencia.

Al margen de la oportunidad o no de la denuncia de los olivareros italianos contra una práctica vieja conocida y asumida por todas las partes, esta escenario pone de manifiesto la necesidad de que la  industria del aceite español siga su línea de mejora en la política de comercialización.En los últimos años se han dado pasos importantes, como lo pone de manifiesto el hecho de que se hayan vendido en el exterior 829.000 toneladas, 163.000 en envases de menos de cinco litros y 195.000 en envases superiores a los cinco litros.Pero eso supone que hay todavía un gran volumen de graneles. Italia, con una escasa producción,con aceite de otros, ha sabido crearse una imagen en los mercados exteriores, sobre todo en el norteamericano, donde tiene una posición dominante con unas 150.000 toneladas, frente a las 60.000 españolas.La vía de la exportación y la implantación en los mercados, es un proceso lento.Por eso, los anteriores gestores del grupo líder español, SOS-Carbonell, ahora Deóleo,para lograr una implantación rápida en el mercado norteamericano optaron por la via del talonario con la compra de grupos italianos fuertemente implantados como Carapelli,Bertolli y Sasso.La  estrategia no era mala para acortar ese camino.Lo que sucedió es que las compras se pagaron muy caras y, junto a una desastrosa gestión,dejaron a la empresa hecha unos zorros.

En una reciente reunión con la interprofesional española del aceite de oliva en Córdoba,el comisario de Agricultura de la UE, Dacian Ciolos, en un alarde de falta de criterio, me cuentan dijo que España debería  mirarse en el espejo de Italia en la cosa del aceite.Es de supone que se querría referir sólo a su política de exportación e imagen, no a  la transparencia del sector, sobre la que Bruselas siempre miró para otra parte...

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal