Leche, del campo a la mesa,el misterio de los precios(1)

Por: | 10 de mayo de 2012

La leche y en general, el total de derivados lácteos,son productos especialmente sensibles en la demanda del consumidor, tanto por el gasto que supone en los hogares en el conjunto de la alimentación, más del 13%, como por su papel en las dietas,desde la población infantil a las personas mayores. Por este motivo, algunas situaciones relacionadas con el producto en su recorrido desde el campo a la mesa, siembran dudas entre los consumidores; unas, aguantan fácilmente una explicación; otras, parecen, pero no son, un misterio.

PRODUCCION.-España es un país deficitario en leche con una producción de solo 6,2 millones de toneladas frente a una demanda total entre leche y productos lácteos de casi nueve millones. Ea diferencia se importa desde otros países de la UE en forma de leche y, sobre todo, de quesos que entran a bajos precios procedentes de los excedentes de otros países. España no cubre su cuota porque sus explotaciones son menos competitivas que las de otros países y  los bajos precios pagados a los ganaderos, por lo que no interesa producir más. En su día Bruselas fijó a España una cuota de producción baja para que éste mercado fuera la salida para los excedentes de los demás países. Hoy el mercado español es el destino, no el vertedero, de una gran parte de los excedentes de leche desde Francia a Portugal o de los quesos baratos alemanes.

PRECIOS. La leche, como el aceite de oliva ha tenido la desgracia de ser uno de los productos sobre los que se ha fijado la gran distribución como alimento reclamo y gancho para la cesta de la compra. Ello supone que hay siempre un precio  o varios de oferta y, además, que la marca barata de la propia distribución, sumada a leche de primer precio, acapare el 70% del mercado.

En este contexto, es posible encontrar leches enteras a menos de 0,60 euros con marca de la distribución o del primer precio, mientras las primeras marcas de fabricante se sitúan en 0,90 euros. Con un precio medio en origen de 0,33 euros, los estudios de la propia Administración en 2008 sobre la cadena alimentaria, situaban los costes mínimos de un litro de leche puesto en los lineales de la distribución, incluido un IVA del 4%, en un mínimo de 0,75 euros litro para una leche entera, de 0,69 euros para un tipo de leche  semidesnatada y de 0,79 euros para una leche enriquecida.

Frente a esos datos oficiales, un estudio de las industrias sobre los precios medios de la leche al consumo señalan que el precio medio hoy para las primeras marcas de fabricante es de 0,849 euros litro, de 0,67 euros para las segundas marcas y de 0,569 para las marcas de la distribución, resultando una media  ponderada, por el gran peso de las marcas blancas, de 0,65 euros  litro. Los datos Nielsen reflejan aún más ese deterioro de los precios al haber pasado las primeras marcas de un precio medio de 0,97 euros en 2008 a 0,83 en 2011, las marcas de la distribución de 0,71 a 0,54 y las leches a primeros precios de 0,67 a 049 euros litro.

De acuerdo con este escenario, es obvio que las industrias pasan apreturas, pero, a las mismas les queda, al menos una salida: repercutir esa presión a la baja en los precios pagados a los ganaderos, algo que no puede hacer el sector productor al ser el último eslabón de la cadena

 Ante todo esto, la pregunta sería cómo se puede vender una gran parte de la leche a estos precios frente a esos costes. ¿Lo que se ofrece no es leche?

Este fenómeno de los precios tan bajos y tan dispares tendría varias explicaciones.

 Primera, que la leche con marca de la distribución no tiene ningún coste añadido como promoción, publicidad, peajes de acceso a  los lineales y que, además, la gran distribución aplica su capacidad para no cargar en esta leche los márgenes comerciales que mete a las marcas de fabricante, e incluso  que lleve a cabo una venta a pérdidas a cuenta de costes de promoción, algo que siempre han negado y que la propia Administración quiere clarificar en la futura ley de la Cadena Alimentaria. En muchos casos, el precio etiquetado a una leche en los lineales,  no tiene nada que ver con el que tuvo a la salida de la industria y sólo responde a la estrategia de esa gran distribución en cada momento. Un dato elaborado por los industriales. En 2000, los márgenes aplicados por la gran distribución eran  una media del 15% en las primeras y segundas marcas de fabricante, del 20% a su propia marca y del 8% para las leches de primer precio o más baratas. Este cuadro ha cambiado radicalmente en 2011.Esa misma gran distribución aplica un margen medio del 25% a las primeras y segundas marcas de los fabricantes, solo el 5% a las marcas propias y el 8% a las marcas de primer precio.

Segundo, que una industria, en ocasiones, debe vender lecha barata a un  precio casi de saldo porque se trata de un producto perecedero.

 Tercero, una empresa puede cargar sobre su primera marca el margen que no aplica a la segunda marca para sacar stocks.

 A diferencia de otros sectores donde hay grandes grupos multinacionales y marcas líderes que pueden imponer sus condiciones, en el sector de la leche líquida, con empresas pequeñas, la política de los mercados y los precios  la marca la gran distribución en función de sus estrategias: vender.Y si la leche es un producto reclamo al consumo, a los industriales y ganaderos les ha tocado la fea.La Administración puede hacer mucho más para aclarar y perseguir determinadas pràcticas de precios a la baja en la distribución, como han hecho en otros países cercanos, caso de Portugal.Aquí parece que a las autoridades de Competencia les van esos precios bajos para tapar el IPC en defensa de los consumidores,pero en contra de los interses de industriales  y ganaderos,que también lo son. YGANADEROSQUE TAJBNEJN 

Hay 3 Comentarios

En estas semanas, el precio de la leche se ha venido abajo en Italia, en Holanda, en Francia... y se viene abajo en España. La cantidad de leche cruda que está entrando ahora mismo hacia España a precios de 25 céntimos de euro, va a crear un verdadero drama. ¡ Que incapacidad !

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Assim como vc sou produtor. Em outra parte do mundo,Brasil. Há mais ou menos vinte anos atráz, produzia leite e vendia a R$0,18/lt ( troca de real por dolar hoje está em torno de R$1,9/US$ ).
Naquela época, ainda jovem, reclamava que a água valia mais que o leite. Depois de uns dez anos tivemos que parar com esta atividade e mudar para sobreviver.
Compartilho o problema que vc vive na Espanha e nós no Brasil e acredito que temos que desenvolver uma visão mais realista para as economias mundiais à partir do campo. Afinal esta é a atividade primordial de todas as economias e contiinuará a ser até o dia em que se puder comer transistores e beber computadores!
Não sou partidario da hipocrisia política de ineficiência no campo, justificando que uns países tenham que parar suas produções por serem mais custosas que outros.
Cada produção esta encerrada dentro de um contexto humano,social e economico sem comparativos. Devemos olhar para as necessidades de cada país e jamais permitir que a base da agricultura de cada um seja solapada pelo indicador preço.
O produtor da Espanha deve poder produzir, pelo menos até o limite da necessidade de sua nação. Também o Suíço. Também o Italiano e etc.....
O comércio de commodities como fonte de ganho financeiro é a comércio do empobrecimento das nações. Não se pode juntar peras com melancias no mesmo cesto!
Um dia, deveremos ter um organismo internacional de proteção à economia agrícola, que junte os produtores dos mais diversos países e se coloque contra a comercialização, senão de excedentes e somente quando estes não irão levar pobreza a outros países. Porque destruir um setor agrícola, sob a desculpa de fornecer produtos mais baratos à população vindos de outro lugar do mundo,é tão viciosamente errado, quanto matar a galinha, para colher os ovos !

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Trigo Limpio

Sobre el blog

Hablaremos de la política agraria, de los políticos que la ejecutan, de los agricultores y ganaderos que la sufren o disfrutan, de la agricultura y la ganadería, de la agroindustria, el consumo y del mundo rural

Sobre el autor

Vidal Maté

Vidal Maté. Soy periodista y pequeño agricultor. Nací y viví pegado al campo y al mundo rural. Aprendí de agroindustria y la distribución para seguir el calvario (ahora se llama cadena alimentaria) que siguen los productos agrarios hasta el consumidor. Dicen que soy un histórico - he visto pasar a todos los ministros - y un tipo crítico. Nunca me he casado con nadie. Defiendo un futuro para el mundo rural. Soy trigo limpio.

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