Trigo Limpio

Sobre el blog

Hablaremos de la política agraria, de los políticos que la ejecutan, de los agricultores y ganaderos que la sufren o disfrutan, de la agricultura y la ganadería, de la agroindustria, el consumo y del mundo rural

Sobre el autor

Vidal Maté

Vidal Maté. Soy periodista y pequeño agricultor. Nací y viví pegado al campo y al mundo rural. Aprendí de agroindustria y la distribución para seguir el calvario (ahora se llama cadena alimentaria) que siguen los productos agrarios hasta el consumidor. Dicen que soy un histórico - he visto pasar a todos los ministros - y un tipo crítico. Nunca me he casado con nadie. Defiendo un futuro para el mundo rural. Soy trigo limpio.

Ladrillo en crisis, retorno al adobe

Por: | 23 de julio de 2012

 Con la crisis por todas partes que Rajoy no ha podido levantar desde su llegada al gobierno(“hundan, hundan más el país,decían los populares a los socialistas, que nosotros lo levantaremos, mientras se les tiraban al cuello desde la oposición, y a los que ahora piden ayuda), cientos de miles de familias renunciarán estos meses de verano al apartamento en la playa y abrirán la puerta de una casa en uno de esos miles de pueblos semi abandonados de los que un día salió el padre, el abuelo o ellos mismos en busca de otra vida y a los que ahora vuelven con hijos, nietos, amigos o demás familia. Se trata del reflejo de un problema, pero también es una bendición, ver de nuevo puertas abiertas donde ya había crecido la hierba y el moho. Un retorno donde muchos van a recordar en estas fechas las tierras donde se hacia la siega a hoz y hoy entran las cosechadoras; los abrevaderos del ganado hoy vacíos; corrales en el campo donde dormían pastores y rebaños, cuadras y tenadas llenas hoy abandonadas; fuentes y regatos cubiertos por la maleza donde antaño bebían los animales y personas; las eras, donde en verano en estas fechas caída ahora un sol de justicia, que lo de los 40 grados no es de hoy, con las abuelas de negro sobre un trillo moliendo vuelta a vuelta las espigas y las mujeres yendo al campo cubiertas hasta los ojos para no quedarse morenas, que era algo que no daba puntos ante los forasteros.

 Muchos de los más jóvenes van a descubrir que la leche no viene del brik, que las faenas en el campo no tienen horas de entrada y salida, que los ganados comen todos los días y varias veces, que la leche se ordeña mañana y tarde, que el agua tiene unas horas de riego, que, en eso del campo, en verano no hay domingos ni fiestas de guardar, menos “la virgen” de agosto y las fiestas patronales. El resto del año estaba prohibido trabajar los festivos y ya lo advertía el cura, que era el encargado de que se cumplieran las normas y si no venía la guardia civil.... Van a redescubrir lo que es ahora un pueblo de verdad, un sector agrario que no es el campo de cartón que, en la mayor parte de los casos, se diseña en las casas rurales.

Pero, volver a esa casa semiabandonada de ese pueblo supone darse también de bruces con otra realidad. Si miramos a la salud, aunque han mejorado las redes de asistencia en el medio rural, el nuevo vecino se encontrará que la visita del médico solamente es unas horas y un día a la semana y que las farmacias de guardia no están en cada barrio, sino una en cada grupo varios pueblos. No sirven para casi nada las tarjetas porque los cajeros no abundan, y, ya antes de que llegara la crisis a las cajas, las oficinas sólo se hallaban en pueblos intermedios donde, una sola persona se multiplica para abrir varias y sólo unas horas al día. Al margen de las producciones propias de huertas o animales, para el suministro alimentario, hay una dependencia diaria de las furgonetas ambulantes con productos más caros que, en muchos casos son reventa de los adquiridos en centros baratos de la gran distribución por lo que el habitante de ese medio rural paga un IPC más caro que quien viva en un centro urbano. Los más cumplidores con la religión, no oirán la misa diaria. No quedan curas. En mi pueblo, don Emérito, uno de esos nuevos curas que imparte clases por la mañana en un centro escolar y  que los domingos y festivos es un todo terreno “ que dice” misa en media docena de pueblos,en ocasiones, cuando se imponen otras circunstancias como entierros(los más), bodas y bautizos (los menos), anuncia que la misa semanal será el sábado por causas de fuerza mayor, y que lo que importa, es la voluntad de cada uno y no el día para cumplir con los mandamientos...

 Volver a ese pueblo semiabandonado, es una gran ocasión para que muchos descubran que, al margen de las ayudas de la PAC, que una buena parte la cobran preceptores que viven en las grandes ciudades, hay un colectivo cada día mas reducido y, lo más grave, más envejecido, que trabaja sin jornada en una actividad para la que cada día hay menos vocaciones. Ni en tiempos de crisis en los demás sectores. Su presencia en ese medio, en tantos servicios marginal, es fundamental para mantener un territorio, el 80% del país, y unas casas vacías que ahora se vuelven a abrir, que están ahí, porque durante todo el año, hay hombres y mujeres,alcaldes y concejales sin sueldos, que con escasos medios y su dedicación personal,hacen igual de luceros que de fontaneros para mantener vivos unos servcios 

 Con o sin crisis, para mi es sagrado en vacaciones estar con los de mi pueblo para hablar de agricultura y del gobierno, de lo mal que van las cosas siempre, y donde hay siempre hay también una mayoría que están seguros de que toda la culpa de todo la tienen los socialistas. Discuten, se lamentan, pero no se unen ni para comprar ni para vender, aunque se lo diga ahora el gobierno de los populares...

 

Cañete, el IVA y el sector agrario

Por: | 18 de julio de 2012

A los ganaderos de leche no les llega la camisa al cuello por la subida de los precios de la piensos y la    caída de los precios de la leche provocada por las importaciones francesas o alemanas a precios de saldo.Los cerealistas de la mitad sur de la península ya habian segado antes de que entrasen las máquinas a cosechar el pasado mes de junio por la sequía y, en la mitad norte, parte de las buenas expectativas que se presentaban se las llevaron los frios, las escarchas y los calores. No están bien la mayor parte de las cabaña ganaderas por la subida de los cereales, los cÍtricos pasaron uno de los peores años que se recuerdan y ahora les toca el turno a las frutas de verano.En el horizonte de otoño está la entrada en vigor el acuerdo con Marruecos,el olivar sigue sin levantar cabeza en medio de los excedentes y la política de  producto reclamo a precio de saldo seguida por la gran distribución y los remolacheros tienen un futuro con interrogantes que, en zonas como Castilla y León, donde se ha concentrado la producción, la Junta lo pone más negro incumpliendo su compromiso con el sector productor y la industria para apoyar con una ayuda complementaria al cultivo.

En medio de este  panorama, el sector agrario ha sido un escenario más de las medidas del gobierno   para aplicar la subida del IVA. No se han producido sorpresas.Como se esperaba, se han encarecido los  costes de producción con unos incrementos que van del 8% al 10% en piensos, semillas, fertilizantes o los gastos veterinarios.Hasta hace unos días, el sector ganadero estaba reclamando una bajada del IVA en los piensos para que el sector hiciera frente a la sequía y a la subida de los cereales.Tambien, hasta hace unas semanas y desde los últimos años, el sector estaba reclamando bajadas en el IVA para la maquinaria, los combustibles y un tratamiento diferenciado para las tarifas eléctricas.Frente a esas demandas, el gobierno procedió a una subida del IVA para esos medios de producción del 18% al 21%, lo que supone un tipo impositivo más elevado que el pagado por agricultores y ganaderos en países comunitarios del entorno y un palo más en la rueda para tener una posición de competitividad.

Hasta  aqui, la parte negativa de una situación por la que atraviesa el sector agrario y la derivada de la subida del IVA pagado por agricultores y ganaderos para mantener su actividad.Sin embargo, en este escenario, se ha introducido un dato en positivo que ha sido recibido con satisfacción y, sobre todo, con sorpresa en el conjunto del sectro agarario:el incremento del IVA percibido por agricultores y ganaderos para compenasar el IVA pagado en la compra de los medios de producción.

Acrtualmente, ese IVA percibido compensatorio es del 10% que se aplica en la venta de un producto agricola y del 8,5% en la venta de los productos gaanderos, importe al que tienen derecho todos los  agricultores y ganaderos que funcionen fiscalmente por el sistema de módulos, más del 90'% del sector.Elevar esos tipos un punto ha sido una de las reivindicaciones históricas en los últimos años de todo el sector agrario, y la negativa había sido siempre la respuesta de los hombres de negro de Economia y Hacienda.Ante la subida del IVA pagado en los medios de producción,una de las reivindicaciones que ya tenían en cartera las organizaciones agrarias era seguir reclamando un aumento de esos tipos.La sorpresa ha sido que, sin mediar ninguna negociación, el gobierno aprobara por decreto un subida de dos puntos en ese IVA. tanto para los productos agrícolas como para los ganaderos pasando  12% y al 10,5%  respectivamente. Se estima que cada punto de subida en el IVA agrícola equivale a unos 100 millones de euros que vuelven al campo y a 50 millones el punto en el IVA ganadero.

Con estos incrementos se hace justicia a una situación que se venía reclamando desde hace años,pero sorprende esta compensación de un deficit de justicia y además ahora, para un sector que no estaba acostubrado a estas medidas.La sorpresa es que la reivindicación haya tenido respuesta en este momento, cuando en periodos de bonanza, frente a las reiteradas peticiones del propio Ministerio de Agricultura, se había impuesto siempre la postura de rechazo de los otros ministerios económicos. Queremos pensar que no ha sido un error del BOE. ¿Influencia de Cañete cuando no hay elecciones a la vista?

 

La "leche negra" y la leche blanca

Por: | 10 de julio de 2012

Las industrias lácteas están cerrando en estas fechas las sentencias por las que, con una multa de  unos 30 millones de euros, se cerrará el episodio de la llamada "leche negra" o leche comercializada ilegalmente por encima de la cuota, sin pagar la tasa de 0,28 euros por litro.Esta multa correspondía a las entregas de este tipo de leche entre los años 1996 a 2005.Inicialmente se  barajaba la posibilidad de una multa de casi 300 millones de euros.Sin embargo, la Comisión Europea ha  preferido ir a por lo seguro y se va a conformar con ese ingreso de 30 millones de euros, mientras en la Administración agraria española se felicitan de un acuerdo que,si  hubiera habido juicio y sentencia, podía haber acabado en nada o con una multa muy elevada, poniendo en peligro la actividad de las propias industrias.Con este acuerdo, se ha dado una advertencia a las empresas y se ha puesto fin a una vieja historia donde han estado implicadas una veintena de empresas entre las que se hallan las más importantes del pais, Puleva-Lactalis, Pascual o Central Lechera.

En la actualiad, oficialmente y también extraoficialmente, se podría decir que no hay  "leche negra", esa  leche fuera de cuota que por este sistema se adquiría al gandero a bajo precio, éste se evitaba pagar la tasa y los industriales tenían una parte del suministro con leche barata para ganart más o responder a las exigencias de la gran distribución. Hoy,no hay "leche negra" por varias razones.La primera, porque desde Agricultura, a través del Fega, se han generalizado y endurecido los controles.Segunda, porque el volumen de cuota de producción ha pasado de 5,5 millones de toneladas de hace una década, a los 6,4  millones de esta campaña. A España, en el momento de la Adhesion a la CEE, se le asignó una  cuota baja pensada para producir poco y que la diferencia hasta los nueve millones de la demanda total de productos lácteos se cubriera con los excedentes del resto de los países comunitarios, como  está pasando en este momento.Tercera, porque en esta década se ha producido una estampida de ganaderos y cierre de explotaciones, aunque muchos de los que se han quedado aumentaron producción y rendimientos.Cuarta, por el desincentivo de los precios a la baja cobrados por los ganaderos, hoy los más bajos de la UE.La quinta razón la están imponiendo hoy algunas empresas y consiste en que,si un ganadero entrega leche por encima de su contrato, aunque no se supere la cuota nacional y en consecuencia, sin la obligación de pagar tasa, la empresa impondrá un segundo precio para esa leche.

Oficialmente, España ha superado la existencia de esa "leche negra" o por encima de cuota.Lo que hay ahora en el mercado son productos lácteos blancos, una leche blanca francesa a precios de saldo o unos quesos alemanes a menos de tres euros kilo que están invadiendo los mercados.A ello se suma una distribución que mantiene la leche como el gran producto reclamo a precios milagro, en muchos casos por debajo de los 0,50 euros litro.

En su día se investigó y se han castigado las irregularidades de la "leche negra". Hoy, nadie se ocupa de vigilar, investigar y controlar esa leche blanca, desde las actuaciones de importación, a las estrategias de venta, política de márgenes o venta a pérdidas de la gran distribución.Una leche milagro que ahora amenaza el futuro de esas explotaciones e industrias, hoy bajo la ley.  

La cabra ya no tira al monte

Por: | 04 de julio de 2012

La cabra ya no tira al monte; ni las ovejas, ni los rebaños de vacas de antaño. Ni los pastores. En la última década, la cabaña de ovino se ha reducido de unos 25 a menos de 17 millones de animales. Se ha hundido el censo de ovejas y cabras, pero ya tampoco quedan pastores para ir al campo. Como las vacas, una parte se queda en los cebaderos; las hierbas y los matorrales se apoderan de campos y caminos y la maleza cierra los montes.

Para ser agricultor, cerealista, remolachero, olivarero o viticultor, no es necesario vivir en el medio rural, ese 80% del territorio de disfrute general. Hasta es impensable no irse cuando hay hijos que educar. Es posible hacer el laboreo de las tierras viviendo en ciudades o núcleos grandes de población. Para ser ganadero, es preciso vivir en el medio, estar pegado a la explotación, pasear por los campos y, en definitiva, vigilar el territorio. Hierbas, maleza, abandono de esos territorios, son factores que están ahí desde hace ya un tiempo, que se agravan según pasan los años y de los que solamente hay un recuerdo en la sociedad, si lo hay, cuando suceden desastres como las 50.000 hectáreas quemadas en los últimos días en Albacete, Murcia y Valencia. No es solo el problema de una barbacoa, de una imprudencia de con la quema de una hierbas o de un rastrojo o la chispa de un rayo, que los ha habido toda la vida. Es el problema de un territorio cada día más abandonado donde quienes lo habitan se van y de un país donde no existe un reconocimiento a una población, a la que vigilan con lupa las ayudas de la PAC, cada vez más corta y envejecida, por su papel de guardianes de ese medio hasta que no suceden desastres como el de estos días, que no serán los últimos.¿Cuantos incendios se han evitado o no han ido a más por haber una población en ese medio?

 En mi pueblo, mientras vivieron los difuntos Marciano y Crescencio con sus mil y pico  ovejas, no daba tiempo a que saliera la hierba en los caminos y en el monte bajo y daba bendición ver el césped de la eras que nos parecía como el Bernabeu. Sí que era cierto que las ovejas se comían los picones de los sembrados, pero todo se arreglaba con un cordero. Ahora, los picones se los comen los CV de los tractores, que son como catedrales, que son pura avaricia, que no tienen medida a la hora de labrarlo todo y que no han dejado un camino ni vereda para las ovejas, que ya no sabrían ni por dónde salir a pastar en tiempo de las siembras. Ahora las hierbas se comen los caminos. Podía arder todo el campo desde la vega hasta el Monte de Quintanilla y llegar hasta Burgos, si un día a uno se le ocurriera tirar mal a la tierra una colilla de esas que los agricultores escupen y pisan mientras están al borde de la cosechadora. Y las hierbas podían tapar hasta el ayuntamiento a no ser porque en los últimos años se decidió encementar el pueblo, que parece un circuito, con los dineros de la Diputación y los ahorros que se fueron haciendo con el alquiler de la caza a los vascos, que venían con sus equipos todos de verde los domingos, sus perros de raza limpios, todos preparados con sus repetidoras, que aquello parecía la guerra, mientras los cazadores del pueblo escuchaban resignados los tiros en el atrio de la iglesia o en la bodega. Matar matar, se puede decir, que no mataban mucho, más bien las espantaban y las perdices quedaban resabiadas. De cerca eran buena gente, me parecían del PNV, algunos iban a misa del domingo antes de ir al campo a pegar tiros, pero transmitían una sensación de poder, de ponerte bajo sus botas, de quitarte por dinero el único deporte que podías considerar como propio, que nos comía las entrañas.

 Ahora sólo quedan en el pueblo media docena de chivos que tiene el alcalde y que se pasean por los alrededores y las calles del pueblo comiendo los tiestos del vecindario porque a Andrés, el alcalde, a diferencia de Marciano, que era un tipo paciente para estar todo el día en el campo guardando el rebaño con su burro y sus perros anti-lobos, lo que le gusta es la caza, con la escopeta en tiempos de ley, y con los galgos a destiempo, aunque aquí todo queda en casa y ya dijo este año en cura don Emérito en la misa del Domingo de Ramos, que para la próxima cuaresma, en lugar de darnos un ramo de laurel para hacer el guiso, que nos debía dar un liebre para ponerla en la cazuela. Porque las liebres sólo sirven para eso y no para comerse tanta hierba y tanta maleza...Las liebres no rebajan el peligro de los incendios. Las ovejas, las cabras y los ganaderos, sí.

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