Aunque en algunas zonas la recolección se ha adelantado consecuencia de las condiciones climatológicas, nos encontramos en estas fechas con las faenas de vendimia generalizadas en todo el paíscon una producción que se espera sea un 15% inferior a la campaña anterior, pasando la misma de unos 40 a 33 o 34 millones de hectolitros por la falta de lluvias.Se trata de una reducción importante, pero que carecería de interés si tuviéramos solo en cuenta la demanda interior, solo 10 millones de hectolitros, si no fuera porque las necesidades de vino para la exportación se sitúan ya en este momento en 22,3 millones de hectolitros.Pero, la noticia esta campaña en el sector del vino no ha sido solamente la reducción de la producción, sino, sobre todo, el hecho de que los precios de al uva en las zonas más productoras, que hoy dia ya no se pueden llamar excedentarias como Castilla La Mancha, hayan llegado a una media de 4,5 pesetas kilo-grado, por lo que, una uva de 12 grados, se nos va a un precio por kilo, ya hablamos en euros, de 0,33 euros, frente a los 0,12 euros que llegaron a cobrar los viticultores en campañas anteriores.
El vino ha sido en la última década uno de los sectores con mayores problemas derivados de unas producciones en aumento que pasaron de una media de 35 millones de hectolitros a más de cuarenta millones por la mejora de las estructuras productivas, mientras la demanda interior mantenía su línea de hundimiento hasta menos de 20 litros por persona y año frente a los 70 litros de hace cuatro décadas. Históricamente, frente a los problemas de excedentes, de acuerdo con las disposiciones comunitarias, la principal e insuficiente salida se centró en el destino de una media de unos siete millones de hectolitros a su quema para la obtención de alcohol para uso de boca es decir, para su utilización con destino a elaborar bebidas alcohólicas.El resultado de esa política fueron los bajos precios para el vino, especialmente en las zonas más productoras, como la castellano manchega, Extremadura o la Comunidad Valenciana, falta de rentabilidad y, como efecto directo, los arranques de superficies de cultivo, con o sin ayudas comunitarias, hasta bajar las tierras de viñedos de 1.300.000 a menos de 900.000 hectáreas.En los últimos años, desde 2008, a esos problemas se sumó la puesta en marcha de una nueva Organización Común de Mercado, OCM, por la que practicamente se eliminaban los anteriores mecanismos para la regulaciónn de los mercados.
Con todos esos factores en contra, el vino ha sido uno de los sectores donde se ha producido en los últimos años uno de los procesos de cambio más importantes y que se ha traducido finalmente en el nivel de precios alcanzado esta campaña en las zonas productoras más importantes. No se ha logrado una recuperación del mercado interior.Sin embargo, las exportaciones pasaron de los 10 millones de hectolitros del año 2000 a los 22,3 millones de hectolitros de 2011 con ventas en más de un centenar de paises que van desde los mercados italianos y franceses que se benefician de los graneles españoles a precios bajos para sus necesidades de consumo interno o para sus exportaciones, hastas los nuevos países emergentes en Africa o Asia,pasando por los clásicos como Reino Unido, Alemanioa, Suiza, países nórdicos, Estados Unidos o Rusia.
La política de las exportaciones de vino ha sido un éxito donde ha participado todo el sector,desde las bodegas privadas hasta las entidades coooperativas que antaño se limitaban a vender sus producciones a las bodegas privadas.Sin embargo, hay cosas que mejorar si se pretende que la salida en el vino sea de futuro.Es fundamental reducir las grandes ventas de graneles en paises productores como Italia o Francia y colocar esos mismos vinos envasados o incluso parte en granel, pero en países no productores, hoy imnportadores.El precio medio del vino exportado en 2000 era de 1,40 euros litro y el mismo ha pasado en 2011 a solo un euro.Se ha exportado mucho más, pero a precios bajo minimos.Es preciso mejorar la imagen de los vinos más baratos, los que operan en el segmento alto ya la tienen, para que el vino tenga un valor superior y también para no perjudicar al resto. Y para ello, debe mejora igualmente la política exportadora, según plantea un estudio elaborado por el Observatorio Español de los Mercados del Vino. Es preciso salir al exterior con una estrategia bien definida para cada tipo de vinos y de mercados. Se impone una estrategia coordinada, con un solo mensaje, donde además no se impongan las políticas por libre de cada comunidad autónoma o consejo regulador.Eso es gastar más, tener menos eficacia y hasta dar un imagen confusa sobre los vinos españoles
El vino ha puesto en evidencia que se puede ordenar un sector sin apenas mecanismos de regulación comunitarios y jugando en los mercados.Tras esta vendmia, seguro que miles de viticultores optan por seguir en la actividad.