No se sabe muy bien si, por su eficacia, su capacidad de comunicación o su desparpajo, la realidad es que, según las encuestas, Miguel Arias Cañete es uno de los ministros más valorados de la actual administración popular y que su nombre se maneja para diferentes cargos de responsabilidad, tanto en España, como en el ámbito comunitario. Sobre el futuro político del ministro se habla para casi todo, menos para seguir en el puesto en Atocha donde llegó como segundas partes y que parece se le ha quedado corto. Pequeño como cargo político y, sobre todo, pequeño en su recorrido en cuanto, tanto su equipo más allegado, la secretaria general Isabel García Tejerina, como el propio ministro, no se cortan en señalar que, en solo poco más de año y medio de legislatura han cumplido lo más importante de su programa.
En contra de lo que sucede generalmente con las segundas partes, vaya por delante que, en la cosa agraria, el ministro no ha desarrollado, hasta la fecha, un mal trabajo, aunque, a veces, se vaya la vena popular.
La reforma de la PAC era una de las cuestiones claves de la política agraria en esta legislatura. El resultado final de las negociaciones no ha sido el que hubiera soñado el sector agrario, pero el mismo se puede considerar como bueno y positivo si se considera la actual situación económica en el marco comunitario. España mantiene los niveles de ayudas de 2012, sin tener en cuenta el efecto de la inflación, pero se garantiza unos pagos hasta 2020, ingresos seguros que deberían permitir el desarrollo de otras políticas de mercados con el sector como protagonista. Otra cosa es el empeño del ministro de que el nuevo modelo de aplicación de la PAC, pago con los derechos asignados a la superficie, en lugar de pagos por derechos históricos, suponga una casi total continuidad en la distribución de los fondos y que se sigan quedando fuera miles de agricultores y ganaderos que desarrollan la misma actividad que quienes si los perciben. Cañete ha sacado adelante una ley de la Cadena Alimentaria para tratar de buscar un equilibrio entre los intereses de todas las partes que participan en la misma, más allá de la elaborada con los socialistas y por debajo de las demandas de la producción. Se aprobó una Ley de integración cooperativa, como el enésimo intento legislativo para lograr una mayor concentración de la oferta agraria. Se redacta un proyecto de ley para la celebración de elecciones generales en el campo. Está en marcha la elaboración de un plan para la diversificación de la actividad económica en el medio rural y otro para lograr una mayor internacionalización del sector agroalimentario. El ministro sigue intentando, vía protocolos y convenios voluntarios que la gran distribución se avenga a deja de tener productos agrarios como leche o aceite siempre de oferta; se tiene en marcha una nueva norma para clarificar lo ibérico; ha logrado un reforzamiento de los planes contra los robos en el campo; trabaja en el cierre de los planes de cuencas; en la aplicación de la política comunitaria en la leche o en la mejora de las disposiciones para el aceite.
Sin embargo, falta por diseñar la ejecución de esa PAC y poner nombres y apellidos a los destinatarios de las ayudas; la ley de la ley Cadena Alimentaria no es casi nada si no se hace un buen desarrollo de la misma. Está tratando de meter, como amigos el dedo en el ojo de la gran distribución para que no siga toamndo a los productos agrarios por tres al cuarto, caso de la leche y el aceite,mientras esa misma distribución sigue machacando a otras producciones, como el pollo, como canto reclamao.Podemos pensar que Cañete tenga alguna influencia, más que otros,para que la nueva Competencia se tome en serio lo de la gran distribución y los monopolios en el campo, desde las semillas a los abonos o la energia.Igual sucede con la Ley sobre la integración cooperativa, no puede ser una más para el camposanto; están por cerrar los programas de innovación y una nueva estrategia de acercamiento de la información y el asesoramiento a pie de campo, uno de los retos Isabel G. su secretaria general; se debe concretar el plan para apoyar la exportación agroalimentaria, aunque se echa en falta que no se hayan combatido ya, no hace falta dinero, las actuales trabas ficticias que aplican en sus fronteras algunos terceros países contra productos como vino, aceite o frutas; es importante concretar ese plan de diversificación económica para el medio rural; rematar los protocolos y convenios firmados con la gran distribución en la leche, que no ha funcionado como se esperaba e intentar esa vía para otras producciones; habrá una nueva norma del ibérico, aunque por dar gusto a todos y sobre todo a los cebaderos, nos podemos quedar casi como antes si no hay un control riguroso en los etiquetados fraudulentos; no se han dado avances en regadíos por falta de fondos y es necesario un cambio en el anteproyecto de ley de representatividad agraria. Para un habitante del medio rural no es lo más democrático obligarle a recorrer en muchos casos más de 200 kilómetros para votar, lo que supondría movilizar es esos días unos 100.000 coches con su coste en energía y tiempo de trabajo.Eso no sería una elección democrática si uno conoce la realidad de cada pueblo y la mentalidad de sus habitantes en esto de las votaciones.
Por todo eso, y por muchas cosas más,Cañete debería seguir en Atocha. Los programas no se cumplen, en contra de lo que diría Isabel,( yo la reina), hasta que no se acaban. Falta por cerrar todo lo que se ha iniciado y avanzar muy especialmente en cuestiones tan importantes como el agua o la energía. Y además, el Ministerio de Agricultura nunca ha tenido un titular con un cierto peso en los gobiernos donde el departamento estuvo casi siempre utilizado como un comodín para cubrir diferentes cuotas. Con Cañete en el gobierno, con un mayor peso en su partido, el sector agrario podría lograr cosas que otros no conseguirían. Por todo eso, para una vez que el campo puede dejar oir más su voz en el gobierno y por mucho más,no te vayas todavía...Y, como decía aquel, vuela amigo,vuela alto, sé ministro de todos, no seas gaviota en la mar.
Hay 2 Comentarios
Nuestro Ministro con afán busca
darle marcha a su cartera
A veces, cual elefante,
arrasa la tienda entera
Un poco más de sentido
algo de practicidad
menos aspavientos frivolos
a nadie vendría mal.
Lo que ocurre, es que Cañete
al lado de la Expinosa y de la señora Rosa
por lo menos se menea
¡Que lo que fueron las otras!
Publicado por: trilobite | 14/10/2013 15:52:08
muy buen artículo, pero también se podría plantear como otra canción que decía ... vete! me has hecho daño, vete! ... lejos de aquí!!
Publicado por: José luis | 05/10/2013 11:31:00