Feliz cumpleaños a todos menos a Mark Zuckerberg

Un millón de dólares no mola. ¿Sabes lo que mola? Madurar. REUTERS /Cordon Press

El 14 de mayo de 1984 nacieron unas 10.135 personas en Estados Unidos. Por otro lado, nació Mark Zuckerberg. Al creador de Facebook podríamos llamarlo el bebé 10.136 pero mezclarlo con los demás sería un error taxonómico: hemos invertido demasiado tiempo en convertirlo en un personaje mitológico como para dar marcha atrás ahora. Aquel rorro hijo de dentista y con orejas de soplillo cumple hoy 30 años con el peso de ser más icono que hombre. Icono de los genios de Silicon Valley: esos visionarios que, más por instinto que por experiencia, convencen al mundo de que necesita algo que no sabía ni que existía. Icono de la creciente industria tecnológica, capaz de soltar 13.800 millones de euros por una aplicación de mensajería. Icono de la cultura de la juventud que valora cada vez más a los cada vez más jóvenes y se deja fascinar por su creciente narcisismo. Icono del poder de Internet para cambiar el mundo. O lo que es peor: icono del llamado mundo 2.0 que empezó a desarrollarse con Facebook y que aún no ha encontrado límites a la capacidad de un humano para retratarse a sí mismo solo para que lo vean los demás. Hay muy pocas cosas del siglo XXI que no encarne Mark Zuckerberg. Es probablemente la persona culturalmente más importante de nuestros tiempos.

Este textito no va sobre él. Esto va de las otras 10.135.

Cospedal y un folio en blanco conquistan Twitter

A la política española nunca le ha caracterizado su sentido del humor. Es más, lo complicado es encontrarle un rasgo que la caracterice en lo formal, como la teatralidad a los líderes estadounidenses y la grandilocuencia a los franceses. Nuestros políticos son gente seria, preferiblemente indistinguible de la institución que buscan representar, y, puestos a pedir, más dada a derrotar por aburrimiento que a ganar destacando. La política de aquí, entendida como un ente, suele tener la inteligencia emocional de un libro de derecho.

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— Mª Dolores Cospedal (@mdcospedal) Mayo 8, 2014

Y tan acostumbrados estamos los votantes a esto que cualquier expresión de individualismo, cualquier ocasión en la que la persona cobre protagonismo por encima del cargo, lejos de parecer algo lógico e incluso a celebrar, se encaja como una disonancia, como si al político en cuestión lo hubiéramos pillado declarando la guerra con la bragueta abierta. Le pasó a Federico Trillo con aquel Mandahuevos todavía insuperado en nuestra cultura administrativa y, salvando las distancias, le ha ocurrido a María Dolores de Cospedal.

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— Pretentious Asshole (@eleptric) Mayo 8, 2014

Twitter corre con #AguirreALaFuga

La épica con la que Esperanza Aguirre se ha plantado en la actualidad presenta el problema de siempre:  viene empaquetada en tantas narrativas diferentes que uno nunca sabe a cuál atenerse. Está la conocida versión del parte de la policía, que ya promete: los agentes en cuestión vieron un Toyota blanco aparcado en pleno carril bus de la plena Gran Vía, 44, a las plenas cuatro de la tarde de un jueves, que resultó ser el vehículo de la ex presidenta de la Comunidad de Madrid. El documento cuenta, homérico, lo que pasó cuando se intentó multar a la señora: “Poniéndose la conductora muy nerviosa y bastante alterada, momento en el cual se sube al vehículo y, sin darle la documentación, arranca el mismo y golpea la moto” del otro agente, “que se encontraba delante del vehículo, tirándola al suelo”.

Esta es (la parodia de) mi película de Facebook

Facebook hizo el martes lo que muy pocas modas han osado a hacer: cumplir diez años. La cosa ha sido tal que aún no ha parado de cumplirlos. La madre de todas las redes sociales ha decidido celebrarse a sí misma con una estrategia tan brillante y tan pegajosa que calculan que durará un mes y va veremos qué pasa luego.Se llama Mi Película de Facebook y, por si hiciera falta explicarlo, consiste en unos vídeos que se generan automáticamente desde hace unos días con tan solo pulsar un botón. El usuario que lo haga verá como en cuestión de segundos se genera un vídeo que repasa sus estados más aplaudidos y sus fotos más relevante, en un montaje con música sentimental y exageradamente nostálgica, como si uno se acabara de morir y echara de menos su propia vida.

El misterio del rico que regala dinero y lo cuenta por Instagram

Los buenos misterios y las redes sociales siempre parecen incompatibles porque en el mundo 2.0 las únicas cosas que no tienen explicación evidente son o bien bulos o, peor aún, acciones de marketing. Al menos lo parecían, hasta que, el pasado septiembre, apareció en Instagram una cuenta llamada @TipsForJesus (traducible como @PropinasPorJesucristo) y creó lo que ha resultado ser uno de los pocos misterios realmente verdaderos en la historia de las redes sociales. La cuenta se dedicaba a publicar los recibos de las comidas y cenas de un tipo (o de varios; uno de los recibos asciende a 2.979 dólares solo en copas), los cuales parecían verídicos y en los que se veía que el comensal dejaba una propina desproporcionada al camarero en cuestión: mil dólares en una, 3.000 en otra, 10.000...). Si se suman los 16 recibos que había colgados hasta esta semana en @TipsForJesus, el total son algo más de 50.000 dólares.