Blogs de Gente Ir a gente

El Twitter de Kanye West encierra el Apocalipsis

Por: | 29 de febrero de 2012

Kanye y riccardo tisciKanye West ha anunciado que volverá a la pasarela de París que se burló de él hace cuatro meses. Así que, o estamos todos pendientes de su Twitter, o igual nos perdemos el Apocalipsis

Lo de París supuso un cambio radical en la percepción pública de este rapero. Siempre será risible verlo acuñar perlas a ritmo japonés acerca de su talento sobrehumano. Por ejemplo: "lo malo de ser la voz de Dios es que nunca me veré a mi mismo actuar en directo", "soy consciente de que para la historia seré la voz más fuerte de esta generación" o "es fantástico que haya podido sacrificar mi vida personal para regalar mi arte a la gente". Pero cuando hacía estos gestos, o aguaba la fiesta de Taylor Swift en el famoso incidente de los premios MTV de 2009, lo hacía ante un público que al menos podía respetarlo por su interesante música.

Foto: Kanye West junto a Riccardo Tisci, diseñador de Givenchy, durante la semana de la semana da la moda de París de marzo 2011 (Gtresonline)

Entonces empezó una espinosa cruzada para convencernos de que también podía ser un diseñador de moda serio. No le ha ido precisamente bien. Ni cuando -antes de 2010- se dedicaba a los estampados indecibles y los chándals de color fosforito rapero, ni cuando sufrió un efímero arrebato de humildad que precedió la muerte de su madre en una operación de cirugía estética y anunció que iba a dedicarse a cosas más elegantes (quería hacer ropa que "compita conmigo", no que "me complemente", dijo).

Todo esto se exacerbó en aquella Fashion Week de París de finales de 2011 en la que West se estrenó presentando una estrambótica colección de variaciones sobre el tema desmadre peletero, con inventos como vestidos transparentes o escotes por delante y por detrás. Un popurrí de ideas y conceptos sin ton ni son. Hacía tiempo que no se oía en el mundo de la moda una carcajada tan sonora y chungona. Y West, que había estando acudiendo a los desfiles durante años, no podía ni alegar desconocimiento del medio.

Entonces llegó la Hecatombe.

El Apocalipsis ocurrió, como debe ser, sin aviso ni explicación. Y, como deberá ser a partir de ahora, fue tuiteado. El pasado cinco de febrero West debía andar motivado por un entusiasmo o bien orgánico o bien sintético. El caso es que a eso a las dos y media la madrugada inició en su Twitter lo que solo se puede describir como el sermón más largo, fascinante y vanguardista de la historia de la red social.

Se supone que quería presentar su nueva firma de diseño, llamada DONDA. Pero lo que le salió fue una delirante concatenación de 70 non sequiturs (llamarlos tuits sería desmerecerlos) de tres horas, hipnóticamente puntuada por esa altilocuencia que caracteriza a las grandes personalidades y a los grandes necios por igual.

Necesitamos que los científicos y los mejores diseñadores del mundo afecten directamente a los gobiernos

Resulta doloroso trocear un rapto tan estremecedor, enfebrecido y fogoso: buena parte de su grandeza reside en el ritmo y en cómo evoluciona el discurso de un tuit a otro, estilo Tom Cruise en Jerry Macguire. Pongámosle que empieza anunciando la creación de DONDA, se fascina de la variedad demográfica de sus fans; confiesa que diseña ropa para mujer en función de cómo vestía su madre (!); lamenta el éxito de Dr Dre diseñando cascos y lo poco que Nike le deja diseñar (un par de deportivas cada dos años); mueve a todo el mundo a ser el siguiente Steve Jobs o Steve McQueen y cambiar el mundo a través del diseño y, en alguna parte del todo, critica los sistemas escolares y judiciales planetarios.

Estaba hablando de convertirme en el director creativo de la película de Los Supersónicos [ni se va a hacer ahora ni se estaba haciendo entonces] y alguien gritó... deberías hacer una gira de los Supersónicos!

Fue uno de los momentos más surrealistas y legendarios en la historia reciente de Twitter. Cuando consigamos que los poderes fácticos acepten que esta red social alberga las mejores muestras de literatura contemporánea, vamos a tener que darle algún premio a West por su ejemplo de megalomanía egocentrista tiznado de poesía de andar por casa.

Muchos de sus espectadores lo interpretaron como que West estaba tratando que recuperar su mercúrica imagen después del descalabro parisiense. Como una declaración de principios para mostrar que seguía siendo el mismo aunque le hubiera fallado el trabajo que, en principio, justifica su arrogancia. Él, tan insaquible al desaliento como solo puede estarlo un hombre especialmente humilde o especialmente arrogante.

5.18 am en Londres...Mis sueños me mantienen despertado [sic]

Ahora, Kanye -Yeezi para los amigos- ha confirmado que volverá al ruedo parisiense. Es posible que lo haga con más éxito que el año pasado. Hace poco estrenó, en la Fashion Week de Londres, unos zapatos que había diseñado para la colección de otoño 2012 del australiano Dion Lee. No eran nada descabellados (un poco Lanvin, tal vez, pero no descabellados: West ha estudiado con Giusseppe Zanotti).

Es posible, si bien dudoso que West haya cambiado, como prometió tras la muerte de su madre. También prometió que llamaría a su firma DW como ella, y luego dejó la idea en un mero elemento de diseño en una fase inicial de la web de DONDA.

En el fondo, el contenido de las críticas da igual. Con este precedente, dará que hablar. Y con gente como West, con que se hable de él con vehemencia es suficiente para provocar otro nuevo apocalipsis

Hay 3 Comentarios

"El Apocalipsis ocurrió, como debe ser, sin aviso ni explicación. Y, como deberá ser a partir de ahora, fue tuiteado" XD

@RordigoGomez: no hace falta correccion porque hay un [sic] y la falta original es de Dios himself (woke en lugar de awake).

correccion: "estoy en Londres..mis suenos me mantienen DESPIERTO"

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

Tuitología

Sobre el blog

Un blog sobre las ansiedades, ínfulas, confesiones y caprichos diarios que comparten las personalidades públicas en redes sociales. Lo más llamativo del mundo visto por los famosos, lo más delirante de los famosos vistos por el mundo y todo sobre ese insólito punto en el que ambos fenómenos se entrecruzan.

Sobre el autor

Tom C. Avendaño

es periodista. Se hace un lío con el país al que pertenece, si España o Estados Unidos, y suele resolverlo declarándose ciudadano de las redes sociales. Lo de los intereses lo tiene más claro: investigar cuánto dice la cultura popular sobre el mundo en que vivimos.

Eskup

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal