Blogs de Gente Ir a gente

Twitter contra los premios de la Academia

Por: | 27 de febrero de 2012

1330312604_259196_1330323253_album_normalFoto: Chris Carlson (AP)

Sobre el papel, los Oscar son el cebo perfecto para Twitter. Lo tienen todo: interés internacional, potencial para generar debate y especulación ad nauseam y grandes famosos y/o grandes tuiteros. La Academia lo sabe y mima a la red social como si fuera un niño prodigio que se acabara de mudar con la familia. Si hay algo que se pueden hacer por aquí (ofrecer una cobertura alternativa de la gala, dar noticias exclusivas), lo harán. No hay mejor ejemplo de cómo una institución puede absorber una novedad tan anárquica. 

 Así que no deja de sorprender lo poco que han funcionado estas galas en Twitter. El año pasado se quedaron en solo 1.663.458.778 tuits, muy por debajo de los Grammy y de la Super Bowl. Unos 12.000 por minuto, mucho menos de los 17.000 de la Super Bowl correspondiente. El motivo, se comentaba de manera oficiosa pero unánime, era que la gala no llegaba a despertar una actitud tuitera única. Su presencia era demasiado oficial y dejaba a los usuarios sin nada que añadir. Los famosos, que son los grandes incitadores al discurso tuitero, escribían desde el miedo tan hollywoodiense a insultar a una Academia cuyos miembros les dan de comer. La institución se había apropiado tanto del asunto que le habían quitado la gracia, vamos.

Así estaban las cosas cuando llegamos a esta gala. La que se prometía diferente. Gil Gates, el hombre que más ceremonias había producido en la historia, murió el 31 de octubre del año pasado. Bruce Vilanch, el humorista que se encargaba de los guiones desde 1989, había sido despedido. La veterana Danette Herman, la productora que fichaba a las estrellas, fue ascendida por primera vez 30 años. En fin, que todo iba a oler a nuevo. Era la oportunidad perfecta para aprobar la asignatura nada optativa de Twitter.

¿Lo han conseguido?

Sería injusto decir que no. Por un lado hemos tenido sonoros fracasos como el que una alfombra roja poblada de personajes estilo hermanos Coen (una monja, un dictador, un cineasta gafapasta francés, Nick Nolte, un artista con gafas de sol redondas y azules, Zack Galifianakis y esa mujer llamada Jessica Chastain que parece haber sido fabricada en una probeta con células de Nicole Kidman y Julia Roberts a partes iguales) quedara reducida a una sucesión de lisonjas de una estrella a otra. Y eso es duro. No puede ser que Alberto de Mónaco se plante ante las cámaras de los Oscar (porque le había invitado un jefazo de Disney) sin avisar, a lo Jimmy Jump, y tengamos que tragarnos tuits así:

Pero por otro lado, tuvimos grandes éxitos que venían de fuera de los Oscar y, por una vez, surgían de las entrañas de Twitter. Sigamos con Penélope: esta mujer recibió unos 700 tuits por minuto, según cuenta la Academia. Pero luego llegaron Angelina Jolie, su pierna derecha y sus fatigosos esfuerzos por enseñarla a través de la herendura de su Versace y recibió 3.399. Y lo que es mejor: de repente surgió de la nada una cuenta inventada por vete tú a saber quién llamada @AngiesRightLeg (traducidble como @LaPiernaDerechaDeAngie; el caso es que hasta Tom Felton -Draco Malfoy en las de Harry Potter- tuiteó sobre ella) que en pocas horas logró 5.000 seguidores a base de tuitear deslumbrantes enunciaciones como la siguiente:

De cosas como esta están hechos los grandes momentos tuiteros. De la pierna de Angelina Jolie y de trending topics (huelga decir que los Oscar han copado la lista de lo más tuiteado en todo el mundo durante casi toda la noche, con permiso de la NBA y Wikileaks) como Captain Von Trapp por el ganador Christopher Plummer, que había interpretado al ilustre patriarca en Sonrisas y lágrimas, que fue superado por el aleatorio Melhor Ator Coadjuvante. Todo lo que se separe del discurso o de la denominación oficial es un éxito de Twitter y esta vez hemos tenido de eso. Que Michel Hazanavicius sea trending mundial con el nombre perfectamente escrito es un triunfo del discurso oficial. Que un rato antes ese lugar lo ocupara #Silososcarfueranmexicanos es un triunfo de Twitter.

Esta dicotomía se mantuvo, afortunadamente, durante toda la gala. Hemos gozado de las introspecciones de la altísima y doradísima Stacy Keibler, la novia de turno de George Clooney (a estas alturas, por cierto, estaremos de acuerdo que ese señor nació vestido de esmoquin, ¿no?) que tanto avisaba de que partía para la gala como lamentaba que su churri no se hiciera con la estatuilla como ofrecía perspectivas deliciosamente inanes sobre la misma:

Mientras el mundo iba por sus propios hashtags y comentarios, encontramos los famosos se debatían entre aportar información adicional y en primera persona sobre su experiencia trabajando con los ganadores (caso de Juliette Lewis, que nadie se pierda su Twitter de anoche) o los que tuiteaban sin parar, como el Mejor Actor Jean Dujardin, que tardó quince minutos entre ganar el Oscar y tuitearlo.

Ambas posturas -tuitera y oficial- convergieron al final de la gala cuando Meryl Streep se alzó como Mejor Actriz por primera vez en 30 años. Se dice que, entre diciembre y la semana pasada, se habían escrito 217.945 tuits sobre ella, convirtiéndola en la protagonista de esta edición en el mundo de los 140 caracteres (el siguiente había sido Clooney, con 36.277, ambos tratados con peores palabras que Viola Davis). Y, claro, no van a estar botando sobre su sofá miles de fans por todo el mundo (y 3.790 tuiteando sobre el tema) sin que cualquier famoso sienta que deba aportar algo al momento.

Por lo demás, la gala nos ofreció dos aberraciones estadísitcas dignas de mención. Una parece estar aquí para quedarse en años venideros. La otra, no está tan claro. Primero, esa cosa tan rara de que algunas personas que no estuvieran invitadas la tuitearan al minuto. Generalmente, la lógica hollywoodiense indica que si eres famoso y no te invitan a un sitio, lo mejor es hacer como que ese sitio no existe. Y la segunda es la cantidad ingente de personas que avisaron que iban a la mítica fiesta post-Oscar de Elton John (Neil Patrick Harris -Barney en Cómo conocí en vuestra madre-, Heidi Klum, Kim Kardashian, Kelly Osbourne, la modelo y ex de DiCaprio Bar Refaeli, la bailarina Dita von Tiese...).

No han sido los Grammys. No han sido ni los Goya. Ha sido otra entrada relativamente fallida de los Oscar en Twitter. Pero el músculo 2.0 le ha ganado más terreno que nunca a la Academia en un estadio que ésta se empeña en considerar propio. No es un mérito digno de Oscar. Pero al menos estamos encaminados a una nominación en el futuro.

Hay 5 Comentarios

A mi me parece que no vamos a entrar en guerras de tuits. Me imagino que a las 5 de la mañana da igual una cifra que otra....lo interesante es ver como cualquier evento se ve dominado por miles, millones de opiniones de todo tipo de gente.

¿qué es un tuit?

Anda, c, que decir que el autor de este blog no tiene "entendimiento del funcionamiento de las redes sociales" tiene cojones... Lea un poco más de una línea, por favor

Perdón por la primera frase de mi anterior comentario.. Un fallo es un fallo, no es más que una cifra..
(pero es que mil seiscientos millones...! xD)

Para llevar una sección sobre redes sociales se echa un poco en falta más entendimiento de su funcionamiento.
Decir que el año pasado hubo "1.663.458.778 tuits", es una burrada. Si vuelves a mirar el original que enlazas en inglés, verás que esa cantidad es el número de "potential impressions", es decir, número de tuits multiplicado por número de followers de los que los han tuiteado.
Tampoco hace falta entender Twitter, ni siquiera inglés, para darse cuenta de que tal cantidad es imposible, con matemáticas sencillas basta!
Si como dice el artículo hubo 12.000 tuits por minuto (eso si...), para alcanzar la anterior cifra de tuits, los Oscar tendrían que haber durado unos 100.000 minutos (!), o sea, una gala de más de dos meses de duración...

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

Tuitología

Sobre el blog

Un blog sobre las ansiedades, ínfulas, confesiones y caprichos diarios que comparten las personalidades públicas en redes sociales. Lo más llamativo del mundo visto por los famosos, lo más delirante de los famosos vistos por el mundo y todo sobre ese insólito punto en el que ambos fenómenos se entrecruzan.

Sobre el autor

Tom C. Avendaño

es periodista. Se hace un lío con el país al que pertenece, si España o Estados Unidos, y suele resolverlo declarándose ciudadano de las redes sociales. Lo de los intereses lo tiene más claro: investigar cuánto dice la cultura popular sobre el mundo en que vivimos.

Eskup

El País

EDICIONES EL PAIS, S.L. - Miguel Yuste 40 – 28037 – Madrid [España] | Aviso Legal