La mímesis entre el mundo real y el mundo tal y como lo ve Twitter está tan probada, rodada y anotada que lo difícil a estas alturas es que dé sorpresas. Los 10 elementos que conforman la lista de lo más tuiteado en 2012 elaborada por la casa Hootsuite, por ejemplo, casan casi a la perfección con los titulares de lo más sonado del año. Lo cual se puede entender tanto como un signo de madurez de la corrala virtual como un problema de edad: ¿Es esto lo que ha quedado de Twitter, una plataforma que no hace tanto creaba sus propios fenómenos y luego dictaba los titulares que, apresurados, le seguían como un cachorro sin correa?
Es posible que ese espíritu tuitero se haya convertido, quizá debido a circunstancias y de forma solo temporal, en algo mucho más sutil. Que por cada cambio mundial que no haya provocado este año haya creado un hashtag, o aportado un detalle, que ha ayudado a todos a entender o valorar un acto. Quizá lo que Twitter ha aportado al mundo este año sea lo que Hootsuite no menciona: pequeñas viñetas que usan muy pocas palabras para decirlo todo de este mundo.