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El gato de gesto mohíno que llegó a Hollywood

Por: | 03 de junio de 2013

 

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Tardar Sauce: gato mestizo con un defecto genético y, ahora, estrella de Hollywood

Internet, que se sepa, es republicano porque quien manda en él son las masas y luego ya si eso deja que los grandes linajes dirigentes se apunten a las modas a posteriori para sacar tajada de algo que empezó siendo gratis. Pero si dentro de ese orden natural de las cosas hubiera que identificar una familia real, un grupo que despierte un interés infatigable y universal en la masa que con tanto orgullo se declara impredecible, tendrían que ser los gatos. Gatos torpes en vídeo o gatos calculadores sobre los que se superpone un texto que les da voz. Da igual. Nada en la Tierra tiene el efecto fascinador de un minino sobre un internauta. Y ningún minino tiene el poderío sobre Internet que tiene actualmente Grumpy Cat, una gatita de gesto mohíno que apareció en Reddit en septiembre, recibió más de un millón de visionados el año pasado, se convirtió en la broma cibernética del año pasado y ahora, se anunciaba la semana pasada, protagonizará una película de argumento desconocido y más recóndita justificación.

Grumpy Cat, cuyo éxito reside en un defecto genético que le tuerce el hocico en un gesto de supino disgusto perpetuo y ejemplifica mejor que ningún otro el hilarante estereotipo de felino pérfido que odia el mundo, tendrá así una película "al estilo Garfield", según el anuncio hecho el jueves pasado -porque todo el mundo sabe que las películas que se hicieron sobre Garfield entre 2004 y 2006 son algo a lo que aspirar. Su agente, un tipo de Los Ángeles especializado en representar a gatos que son famosos gracias a Internet y que se llama Ben Lashes, ha vendido los derechos de su popularísima imagen a Todd Garner, productor de filmes casi uniformemente destrozados por público y crítica como Jack y su gemela, El aprendiz de brujo o XXX, que asegura que la gata puede dar para cimentar "una gran película familiar".

Pero la verdadera beneficiaria del proyecto es Tabatha Bundensen, dueña de la gata cuyo nombre real es Tardar Sauce y parcial responsable de que se haya convertido en una de las bromas más mastodónticas de la historia de Internet. El resto de la responsabilidad se reparte entre su hermano Bryan, que fue quien subió la primera foto de la gata a Reddit el 23 de septiembre de 2012, y la mente colectiva de los internautas, que imaginaron cientos de miles de variaciones de la broma de que un gato con el gesto torcido de quien presencia cómo un archienemigo gana el Nobel tiene, por supuesto, la personalidad más huraña que se le puede imaginar a un gato. Bromas del estilo: "Hay dos tipos de personas en el mundo y no me gustan", o "Pensaba que no podía estar más decepcionado. Estaba equivocado".

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El furor de los meses venideros hacía presagiar lo peor. Ganó el Webby a meme del año poco antes de que la web Mashable decretara lo mismo. Fue declarado el gato más influyente de 2012 por MSNBC (¿alguien más quiere conocer al tipo que elige esa categoría?). Fue la estrella del todopoderoso festival cultural-tecnológico South by Southwest. Ha aparecido en más de una docena de programas de televisión y se le ha hecho un buen puñado de sesiones de fotos para revistas, Time entre ellas. Se venden productos con su cara por todo Estados Unidos. Apareció en un documental. Fue entrevistada por Forbes el mes pasado. El canal de YouTube de Tardar Sauce tiene más de 120.000 seguidores y más de 20 millones de visionados. Su ascenso de fenómeno de masas a gata de los morros de oro para grandes empresas ajenas a Internet tuvo más de imparable que de paulatino.

Lo cual casi nunca es buena señal. La cadena CBS ya se estrelló en 2011 cuando adaptó los contenidos de la todavía cuenta de Twitter más rentable de la historia, @shitmydadsays, a una telecomedia de risas enlatadas, abrazos al final de cada capítulo y un título ($h*! My Dad Says, versión más correcta del original traducible como "Mierdas que dice mi padre") que revelaba todas las dificultades de transplantar lo que tiene gracia en un contexto cibernético a la lógica productiva de las corporaciones.

Es más, si algo tienen en común las mejores cosas que ha dado Internet -gatos, pollos hitóricos en Twitter, Google Reader o Facebook cuando molaba- es que todas eran gratis y, de ser por los millones de usuarios que disfrutaron de ellas, sus responsables hubieran muerto de hambre si hubieran pretendido vivir del asunto. Sacar dinero es problemático no tanto porque en la mayoría de los casos supone imponer a Internet lenguajes ajenos a él, sino porque el atractivo más infalible de la red es el descubrimiento cómplice de un invento que gusta la gente porque sí, sin beneficio de nadie.

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Pero Grumpy Cat sigue siendo uno de los fenómenos más fascinantes y acelerados que ha dado la cada vez mejor engrasada maquinaria de Internet. Y es el primero que se convertirá en película. Le quitará al público el control que tenía hasta ahora de cuándo, cómo y por qué ver a Grumpy Cat y es posible que eso sea letal para el proyecto. Pero al menos será la primera prueba de lo que siempre se ha sospechado: que Hollywood es adonde va la energía cibernética a morir.

Hay 3 Comentarios

No se parecen... Yo al gato no me lo follaba :D.

Han notado el parecido del gato con el autor de este blog???

¡¡Pero que gato tan preciosoooooooooooooo!!!
Mira si te gustan los animalitos te gustarán :

http://www.ladimi.blogspot.com.es/search/label/Pendientes

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Tuitología

Sobre el blog

Un blog sobre las ansiedades, ínfulas, confesiones y caprichos diarios que comparten las personalidades públicas en redes sociales. Lo más llamativo del mundo visto por los famosos, lo más delirante de los famosos vistos por el mundo y todo sobre ese insólito punto en el que ambos fenómenos se entrecruzan.

Sobre el autor

Tom C. Avendaño

es periodista. Se hace un lío con el país al que pertenece, si España o Estados Unidos, y suele resolverlo declarándose ciudadano de las redes sociales. Lo de los intereses lo tiene más claro: investigar cuánto dice la cultura popular sobre el mundo en que vivimos.

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