09 ago 2011

Arqueología playera: La venganza de las cangrejeras

Por: Patricia Gosálvez

  Ahora, a este color lo llaman "nude"
En el ranking de debates veraniegos de altura (melón o sandía, cerveza o sangría etcétera) hay uno harto polémico: Cangrejeras, ¿sí o no?

Algunos recuerdan sus cangrejeras azules con purpurina incrustada como lo más de sus veranos, otros (me incluyo) como ese horror sudoroso que te obligaba a ponerte tu madre "por si los erizos... ¡o las jeringuillas!".

Eran los ochenta.

Tito y Piraña las llevaban blancas.

Tito y Piraña, de Verano azul, con cangrejeras blancas.

Se te cocían los píes, se te escapaban los detitos y dejaban una marca ridícula de mugre y bronceado a trozos. Pero, lo que no se le puede negar a la humilde cangrejera (jelly sandal en EE.UU, T-bar en Australia, méduse en Francia o skippy en Argentina) es que es un icono del diseño del siglo XX.

Sus orígenes nos están claros, aunque la historia más repetida es que el primero en fabricarlas, fijándose en el modelo tradicional de las sandalias de los pescadores, fue el francés Jean Dauphant en 1946, cuando el cuero escaseaba tras la Segunda Guerra Mundial. Su empresa de plásticos (que se centró en hacer zapatos a partir de los sesenta) estaba en Les Sarraix, Auvergne, por lo que sus sandalias se quedaron con el nombre Sarraiziene.La compañía quebró en 2003, pero los moldes originales fueron adquiridos por una empresa británica que todavía comercializa el modelo original.

Sarraiziene, son vintage.
En los cincuenta y sesenta, la era del "plastic is fantastic", otras marcas de calzado alrededor del mundo empezaron también a experimentar con el novedoso PVC y el modelo cangrejera triunfó por ejemplo en Australia con las Talisman T-Bar, como atestigua el consenso en esta clase del 61.

Clase australiana de 1961

El boom ochentero de la cangrejera hay que buscarlo en Brasil en 1971. Fue entonces cuando Alexandre y Pedro Grendene Bartelle fundaron en Farroulpilha una fábrica que hacía corchos de plástico para vino (barato, se entiende). Con el tiempo Grendene se ha convertido en una empresa de calzado líder, sobre todo gracias a la creación de la marca Melissa en 1979. Solo en 1980 vendieron 5 millones de pares de sandalias de plástico.

Lo que yo decía del bronceado a trozoz...


En 1981 un banquero estadounidense llamado Preston Haag viajó a Sudamérica en busca de un negocio para invertir. En una fiesta en casa de un embajador alucinó con los coloridos zapatos que llevaban las mujeres más jóvenes. Hizo un pedido a Grendene y las presentó en la Feria de Knoxville. Y así, la cangrejera conquistó América y volvió a ser sexy.

¿En serio?

En los noventa, otra vez. Y en los dosmil, de nuevo. Hasta hoy, la sandalia no deja de reaparecer de cuando en cuando (para ver una galería histórica de modelos: El maravilloso mundo de la cangrejera).

El modelo actual de la Aranha Melissa de 1979, que a primera vista es una cangrejera de toda la vida, es un "must" de las revistas de moda desde hace tres o cuatro años. Tarda en fabricarse por inyección en molde 26 segundos, lo que no quita no bajen de 30 euros.

Melissa

Los estilistas adoran la marca y diseñadores como Vivianne Westwood o Jean Paul Gaultier, diseñan modelos para ellos en plástico fantástico.

 

 Para nostálgicos con menos recursos, en los grupos de Facebook de fans de las cangrejeras, recomiendan ir al Carrefour (o similar) más cercano, donde el modelo básico sale por desde 4 euros.

para el niño y la niña

Una última reflexión: Cuando las revistas de moda dan la razón a tu madre aconsejándote que te pongas algo que creías superado, ¿significa que estás mayor?

 

 

 

Hay 54 Comentarios

En un mundo donde las tendencias van y vienen, las cangrejeras se mantienen firmes como un clásico atemporal. Su presencia en las tiendas de calzado online es una prueba de su perdurable popularidad. Con opciones que van desde los modelos básicos hasta colaboraciones de diseñadores de renombre, las cangrejeras ofrecen una versatilidad que pocas sandalias pueden igualar. Ya sea para un día de playa o para complementar un atuendo urbano, estas sandalias son una elección segura para quienes valoran tanto la historia como la moda.

Las cangrejeras, con su diseño icónico y su material práctico, han vuelto a capturar la atención de los amantes de la moda. En la era digital, donde la compra de zapatos online se ha convertido en una práctica común, las cangrejeras se presentan como una opción atractiva para aquellos que buscan combinar comodidad con un toque retro. Las tiendas online ofrecen una amplia gama de modelos que rinden homenaje a este clásico, permitiendo a los consumidores revivir sus recuerdos de infancia con solo unos clics.

En esta web las tienen muy bien de precio y en varios colores.

Yo cuando era niño tenía unas cangrejeras azules que me gustaban mucho, aunque tampoco era de los que le daban demasiada importancia a la ropa y al calzado, yo sólo pensaba en jugar :)

De todas formas casi todo lo que llevaba acaba destrozado en poco tiempo... jaja

Estaba buscando en internet algún indicio de la etimología de este zapato, que entre los pescadores de la Isla de La Graciosa se llama "zapatillas de piscilan". No hallé nada, solo este magnífico post. Nos sacó más que una sonrisa. ¡Gracias y enhorabuena!

En esta web se dedican solo a vender cangrejeras por menos de 20 euros y con gastos de envio incluidos! Además tienen todos los colores!

http://www.cangrejeras.net

yo tengo una zapatería en la provincia de Huelva y no sabéis como se venden las cangrejeras que son lo mejor para niños hasta 3-4 años.La marca que compramos nosotras se llama IGOR y fabrican en España.

Germán Palomares, enumera por favor esas faltas de ortografía de David... porque yo no veo ninguna.

Pero si ahora las crocs vienen a ser lo mismo y más que caras!!!

las odiaba, profundamente, y me daba igual el color. Hacían daño, eran incómodas, se te salia el dedo meñique por el lado... pero mi vecina tenía unas con tacón que me parecían lo más!! :)

Por dios, las odiaba profundamente!!! Era imposible nadar o hacer nada con esas malditas fanequeras (Si, soy gallego). Deberían procesar a su inventor y a nuestras madres por tortura infantil.

Una última reflexión... XD, debe de significar eso, socorro!!!

Yo tenía unas color carne y las odiaba a muerte; la hebilla metálica se me clavaba, por las rendijas me entraban piedras y arena que también se me clavaban en la planta del pie... y aunque teóricamente sólo eran para la playa o el río en verano las llevabas todo el día puestas por lo que se te cocían los píes y al quitártelas veías los cuadraditos de roña..
Cuando mi madre veía que me las quitaba siempre me decía " Mira a ver, que seguro que te clavas un cristal"....

Me encantaban, las mias tenian purpurina y me daba pena meterlas en el agua por si se iba la purpurina... :) eso si, no me resultaban muy comodas, pero eran tan brillantes...

que quereis que os diga,no son muy diferentes de las estupidas y horribles crorcs que triunfaron hace poco,por lo menos esteticamente hablando

Es la primera vez que escucho lo de cangrejeras. Quizás por que nosotros, en la Galicia costera, de las Rías Baixas, íbamos mas a la playa que al río (aunque en el río tampoco te había cangrejos, como mucho truchas, salmones o anguilas). Mi niñez estuvo en los sesenta y muchos iban con esas fanequeiras a la playa, los descarriados, como yo, íbamos a pié desnudo. Y así acabábamos en el puesto de Ramiro de Praia América que conocía el remedio para la picadura de la faneca.

La unica pega que le veia a mis inseparables cholas de plástico (por cierto en Canarias la comercializaba la marca OBEKI), es que a los que tenemos el dedo gordo del pie un poco prominente, se escapaba con mucha frecuencia, y al final siempre se rompia por ahí...Aún así aguantaban todo el verano...y al siguiente otras nuevas!!!

¿Sudamérica no es América? Hombre, hay que aprender español o geografía...

Yo cuando joven también las usé bastante, y me trae recuerdos agradables cuando pasaba largos veranos en la playa con la family, eso sí, las cangrejeras siempre en la maleta. Aquí en Gran canaria tambien se las llamaban Nailas, ignoro el porqué, y algunos les decian las fisiológicas. En mi caso cuando estrenaba unas me hacían daño en el talón pero luego con el paso de los días, estas se adaptaban al pie y no había quien me las quitara. Hoy en día las crops me parecen horribles y las havaianas bastante confortables, aún asi guardo un par de cangrejeras en mi zapatera por si son necesarias
Saludos

Es curioso que haya tantos comentaristas diciendo "se llaman" o "en Galicia se llaman", y ninguno diga "también se llaman" o "en algunos sitios de Galicia se llaman"...


Es el tipo de objeto que al no tener un nombre universal se presta a tener decenas de nombres, y raramente alguno de ellos será panhispánico o pangaláico...


En particular, al no ser la faneca brava una especie común en toda la costa gallega, la denominación fanequeira tampoco lo es. En Cedeira, rías altas, se llaman sencillamente sandalias de río, aunque tal denominación convive con la de cangrejeras, que es la mayoritariamente usada por los veraneantes.


A principio de los setenta, el modelo "de reglamento" era el de la primera foto, pero con la hebilla metálica, que dejaba el correspondiente rastro de óxido en el tobillo. Todo un clásico

Nunca entenderé a la gente que sienta cátedra cuando dice como se llama algo, como si estuviesen en posesión de la verdad. Se puede comentar como curiosidad los distintos nombres que recibe. En fin, en mi caso eran conocidas como sandalias de goma, y también las tuve que sufrir para evitar las picaduras de peces araña, que también habitan las aguas del mediterráneo.
Nunca me gustaron por la hebilla, el roce de la hebilla era odioso.

@ tuswebs. Primero, si no te gustan los blogs y los articulos de ElPais, que haces aqui?
Segundo, Calameres????? sera en el bocadillo. Es la primera vez que lo escucho, y soy un seguidor de las cangrejeras.
Como bien dicen algunos, se les llamaba tambien zapatillas de rio, pero su nombre mas popular fue cangrejeras, ya que se usaban para ir a buscar cangrejos por las piedras sin lastimarte.
Eso si, cuando se te secaba el pie dentro, te hacia unas heridas que no veas.

El artículo me da igual, muy en la línea de El País en los últimos años, o sea, superficial y pijo. Los zapatos se llaman calamares desde hace 30 años.

Qué gracia me ha hecho el artículo, mi hermana y yo las teníamos de color azul brillante y no nos gustaban nada, nada. Sin embargo, mi hija de 18 meses tiene unas de color rosa y las adora, no quiere ponerse otro tipo de calzado, menos mal que vivimos en zona costera y se confunde con turistas y foráneos que las usan.regularmete.

Yo, el recuerdo que tengo, es que a mis hermanos y a mi nos gustaba meter la punta de los pies, llevando las cangrejeras, por la ranura del ascensor, que por aquel entoces no tenía puerta interior. El ascensor las succionaba, y te las alargaba medio metro!!! Luego, pasadas las horas, volvian a su tamaño original. Locuras de crios!!!

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Patricia Gosálvez

Patricia Gosálvez es periodista y colaboradora habitual de El Viajero y El País. Le gusta viajar, claro, pero se orienta regular y no ha visto los cinco continentes (¿o son siete?). Como turista tiene debilidad por la comida, la gente, la arquitectura y los tours más excéntricos que encuentra. Su lugar favorito del mundo es el sofá.

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