El pasado sábado TVE volvió a programar "La noche más oscura", la extraordinaria película de Kathryn Bigelow sobre el comportamiento y las investigaciones de la CIA para localizar y acabar con Osama bin Laden, el líder de Al-Quaeda, en Abbottabad, Pakistán, lo que consiguieron diez años después de los teribles atentados en Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001.
Todas las televisiones y plataformas incluyeron en su programación documentales, tertulias, análisis, material de archivo, declaraciones de los políticos y de algún superviviente con motivo del 20 aniversario de los atentados, unos hechos que motivaron la intervención miltar estadounidense en Afganistán y Pakistán.
Los profesores Neta C. Crawford y Catherine Lutzel, del Instituto Watson de la Universidad de Brown, han elaborado el documento ‘Cost of War’ para registrar todos los gastos de la guerra. El coste total estimado por Estados Unidos desde 2001 fue de más de dos billones, concretamente 2.313.000 millones de dólares en operaciones tanto en Afganistán como en Pakistán, unos 300 millones de dólares diarios. La Universidad también estima que en este tiempo han fallecido entre 171.000 y 174.000 personas, incluyendo oficiales y civiles. Según "The Guardian", el gasto militar de Reino Unido durante esta guerra fue de 37.000 millones de libras esterlinas y Alemania por su parte calcula un gasto de 12.500 millones de euros. Datos todos ellos poco difundidos entre tanto material de archivo y opiniones de expertos.
Kathryn Bigelow y su guionista Mark Boal no opinan: muestran la reconstrucción de unas investigaciones basadas en las torturas en las cárceles secretas de la CIA e inflingidas bajo un único lema: el fin justifica los medios. El pasado 15 de agosto los talibanes retomaron el poder en Afganistán 20 años después. El infierno, todos los infiernos, siguen aquí.