El Madrid-Barça del domingo fue el pistoletazo de salida de una nueva temporada futbolera. A la misma hora que ardía el Bernabeu, Canal + emitía el remake norteamericano de Déjame entrar, una insólita y excelente película de vampiros, pero quizás la noticia televisiva de la noche del viernes es que en Telecinco no se presentaba ninguna secuela de la secuela de Supervivientes, ni siquiera una precuela. Por su parte, las juventudes mundiales irrumpían ya por las calles, plazas y explanadas de España con sus alegres cantos y bailes muy al estilo de los ya desparecidos Viva la gente.
Del Madrid-Barça poco se puede decir que no lo dijeran claramente las imágenes. Jugó más y mejor el Madrid pero el Barça fue mucho más resolutivo. Personalmente creo que en Barcelona se debería quitar la farola de la fuente de Canaletas y colocar en su lugar una estatua hiperrealista de Messi. Al fin y al cabo es a él a quien el club le debe su grandeza.
La nueva y norteamericana versión del filme sueco Déjame entrar, es tan perturbadora como la original, lo que ya es mucho decir de una industria cinematográfica como la de Hollywood tan pragmática y, por lo general, tan falta de ideas, pero, a la vez, tan poderosa y prepotente. La amistad entre dos extraños niños, enmarcada en una atmósfera tenebrosa, convierte la adaptación de la novela homónima de John Ajvide Lindqvist en una de las historias de vampiros más interesantes de las muchas que se han hecho, series de televisión incluidas. La industria del cine, y la de la televisión, suelen aprovechar al máximo cualquier éxito de taquilla o de audiencia. Exprimen hasta la saturación las posibles secuelas de una buena obra, de ahí que aún resalte más cuando en el maremagnum de las secuelas surje un filme insólito. Ese es el caso de Déjame entrar.
Respecto a las alegres y cantarinas juventudes del mundo mundial que nos invaden en este caluroso agosto para alegría de los creyentes, de los carteristas y de los ligones de explanada, cabe explicar alguna de las razones por las que los progres españoles (de cierta edad, habría que añadir) son tan anticatólicos, o tan partidarios del laicismo, razones que el columnista de El País, John Carling, parece no entender. El señor Carling no se educó en un país y en un régimen surgido de lo que la jerarquía católica calificó de cruzada nacional. No soportó colegios de curas y monjas con rezos y misas obligatorios, con ejercicios espirituales interminables también obligatorios, con semanas santas en las que la radio solo emitía música clásica y la única televisión ponía La túnica sagrada o Balarrasa indistintamente, y, sobre todo, no le inculcaron desde que tenía uso de razón que cualquier placer terrenal era pecado, desde el onanismo a las películas que la misma jerarquía católica calificaba con un "4" (gravemente peligrosa), pasando naturalmente por cualquier contacto sexual. Se educó a varias generaciones "para el bien morir", no "para el bien vivir". Después se iban conociendo prácticas eclesiásticas poco acordes con lo que predicaban, desde la pederastia al registro de propiedades muncipales. En fin, todo eso explica el laicismo de lo que se viene en llamar progres españoles, un resintimiento que afortunadamente para ellos no sienten las jóvenes generaciones, todas aquellas que nacieron en torno al fin del franquismo y que no tuvieron que soportar tanta intolerancia e hipocresía.
Hay 8 Comentarios
quien es John Carling?? no será Carlin.... carling es la sidra (es el nombre de una bebida) que este bloguero se habrá tomado para tener el valor de escribirlo dos veces y en negrita... y este tio es un redactor Jefe?? jajajaja
Publicado por: ulises | 18/08/2011 10:01:15
Bueno, bueno, cómo está la cosa...!!!
En primer lugar, y en defensa del bloguero, decir que no se ha metido con "las cositas del Señor," sino con las alegres y cantarinas juventudes, nacidas en tiempos luminosos y no como el, en tierra y tiempos de penumbras,y con una determinada Iglesia.
Tampoco le ha dicho nadie feo, que sería un poco injusto. En cuanto a lo de viejo, dice él: "de cierta edad, cabría añadir",y a lo de resentido, dice él: "un resentiminento que, afortunadamente...".Todo lo ha dicho él.
Bueno, pues le deseo que tras la vvisita multitudinaria del Papa, vuelva a su casi anonimato, como ke desea igualmente su amigo Carreño. Es lo que ansía todo buen comunicador. Rodearse sólo de los suyos y que nadie le chiste.
Por cierto, lo último es un chiste, je, je... Alegría, alegría....
Publicado por: ojú! | 16/08/2011 13:34:13
Estimado Ángel, supongo que se habrá dado cuenta de como se han revitalizado los comentarios de su blog en cuanto se tocan las cositas del Señor. De uno o dos comentarios diarios a 21 de ayer, eso si, todos muy educados, como son ellos, que si viejo, que si resentido, que si feo. Yo lo que no entiendo es por qué leen un diario que no les interesa, para loas ABC o la Razón. Cuando vuelva José Mª Izquierdo podrá decirle con orgullo: Yo ya tengo mis propios trolls
Publicado por: Miguel Carreño | 16/08/2011 9:46:23
lo que te decia, Angel.. que estás mayor, que esto ya no es pa ti.. tu a lo tuyo.. no procures explicarlo, que la pifias... allí estaremos, gora JMJ !!!!!!!!!
Publicado por: pichas | 15/08/2011 17:04:26
Relatos de la sociedad
http://schaeffers30.blogspot.com/
Publicado por: Sandra | 15/08/2011 14:56:52
Relatos de la sociedad
http://schaeffers30.blogspot.com/
Publicado por: Sandra | 15/08/2011 14:56:52
Ocultarse en el anonimato para lanzar comentarios vacios de contenido con elunico fin de insultar al autor demuestra la carencia de argumentos, solo eso.
Los denominados "progres", - por los que ahora se autodenominan liberales, centristas o cualquier cosa excepto reconocerse como lo que son, derecha conservadora -, vivimos bajo el sistema educativo impuesto por la dictaudra de franco que tan bien ha descrito el autor y en la que la Iglesia jugó un papel relevante, no es de extrañar que los colegios religiosos de la epoca hayan sido incubadora de ateos y agnosticos antes que de verdaderos creyentes.
Si tuviésemos memoria histórica, (ese concepto que tanto molesta al PP), podríamos aceptar que la actuación de la iglesia en este país ha resultado ser bastante mezquina y de dudoso sentido patriótico. Se le puede llegar a perdonar pero que no nos anden tocando mas las narices, es lo menos que se le podría pedir.
Conclusión: Nos ha faltado un siglo XVIII, una verdadera Ilustración, me adhiero a esta idea que no es mía. Seríamos otro país si hubiéramos estado en ese lado de Europa y no aquí festejando haber echado al gabacho mientras Fernando VII y los curas se cargaban la poca modernidad que había y nos devolvían a la España mas cutre.
Publicado por: Arturo | 15/08/2011 13:45:47
Ojú, que barbaridad! Con razón tiene esa cara en la foto el sr. Sánchez! Qué vida más desperdiciada. Primero, reprimido y después, resentido. No se cómo Elpais deja que escriba. Primero, que acuda a terapia.
Yo le ayudo con mis oraciones. Y Pax Domini!!
Publicado por: ojú! | 15/08/2011 12:59:59