Uno de los temas más polémicos del fin de semana fue la participación, remunerada, de Rosalía García, madre del delincuente conocido por su alias, el Cuco, menor de edad y condenado a tres años por encubrimiento de asesinato de la joven Marta del Castillo de la que todavía, y pese a que han pasado casi tres años de su desaparición, los implicados en el caso no han querido decir donde abandonaron el cadáver. La polémica desatada en todas las tertulias y redes sociales tuvo como origen dos hechos: 1) que la citada Rosalía García fuera invitada a ser entrevistada en uno de los programas-estrella de Telecinco, La Noria, con un horario privilegiado. Y 2) que su intervención fuera retribuida (las cifras barajadas oscilan entre los 7.000 y 10.000 euros). Hay que añadir que el Cuco fue condenado también a pagar cerca de 415.000 euros a las administraciones que intervinieron en las costosas e infructuosas tareas de búsqueda del cuerpo de la víctima.
Si el hecho de pagar a una persona cuya relevancia es la de ser la madre de un condenado por encubrimiento de asesinato ya es de por sí discutible, lo lamentable es la aceptación de la cadena de las condiciones impuestas por los abogados de la citada Rosalía García: que no se le viera la cara durante la entrevista y que no se dijera que había cobrado por acudir al plató, condiciones que tanto la productora del programa, La Fábrica de la Tele, como la cadena aceptaron. Si trascendió el que había cobrado se debió a un comentario de la tertuliana Pilar Rahola, ignorante del acuerdo alcanzado con la entrevistada.
Es el "todo por la audiencia". La cadena acepta condiciones inaceptables, oculta información a los espectadores, y ello al margen de si la madre de un encubridor de asesinato puede, o no, convertirse en estrella. Telecinco lo tiene claro: 1.935.000 ciudadanos vieron el programa, su segundo mejor dato de la temporada. Poco importa que en algunos portales en los que se realizaba una encuesta sobre el asunto (Vertele.com, por ejemplo), más del 80% de los votantes consideraran impresentable el que se le pagara a la madre de el Cuco. El presentador de La Noria alegaba que entrevistar a Rosalía García era un derecho de la libertad de expresión. Quizá ocultar datos a la audiencia no lo sea.
En fin, el programa del sábado noche remató la faena con otro invitado peculiar: Mario Conde, conocido ex banquero condenado en diversos juicios a 20 años de cárcel y a devolver 7.200 millones de las antiguas pesetas a Banesto, quien nos ilustró a todos con motivo de su último libro publicado con el ambiguo título De aquí se sale, en donde explica cómo salir de la crisis, que no de la cárcel.