TV Blog de Harguindey

TV Blog de Harguindey

La televisión es la reina de la casa. Lo que se pretende en este espacio es comentar la actualidad televisiva más inmediata, los programas del día, desde cualquiera de los que se definen como “telebasura” a las retransmisiones deportivas, los espacios informativos, documentales, las películas o las series. Son los comentarios y recomendaciones de un telespectador común.

Sobre el autor

Ángel Sánchez Harguindey

Ángel Sánchez Harguindey perteneció a la plantilla de El País desde su fundación en 1976. Fue jefe de la sección de Cultura, responsable del suplemento cultural Babelia, redactor jefe de El País Semanal, redactor jefe de la sección de Opinión y Adjunto a la Dirección.
Ha publicado el libro "Memorias de sobremesa. Conversaciones con Rafael Azcona y Manuel Vicent" (Editorial Aguilar)

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Arrimar el hombro

Por: | 30 de noviembre de 2011

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Joan Herrera
, secretario general de ICV y diputado que fue en el Congreso de 2004 a 2010, analiza en un artículo que publica hoy El País qué o quienes han contribuido a debilitar nuestra democracia y han lastrado nuestro crecimiento económico y nuestra competitividad. Es un artículo, suponemos, discutible pero repleto de datos y de una coherencia notable. Es decir, nada que ver con los programas televisivos matinales en los que los tertulianos hablan de lo divino y lo humano con una cultura, al parecer, enciclopédica por mas que cuando se les escucha con atención todo lo que se argumenta o comenta nos remite a los lugares comunes, los tópicos o los resúmenes de la prensa escrita. Pasan con galanura de comentar los globos-sonda del consejero de Salud de la Generalitat de Cataluña, a los entresijos empresariales de Iñaki Urdangarin, el juicio por la muerte de Marta del Castillo o las conclusiones de la comisión de expertos sobre qué hacer con el Valle de los Caídos, cuando no analizan las decisiones del Banco Central Europeo. Anonadante.
Hace días ya se pudo conocer una de las propuestas de la patronal de la construcción: que paguen todos los que utilizan las autovías, no las autopistas de peaje sino las autovías gratuitas. El mensaje es claro: en tiempo de penuria general todos tienen que arrimar el hombro. Naturalmente, en tiempos de bonanza económica, sólo unos pocos se llevan los beneficios. Bien. 
Boi Ruiz, consejero de Salud del Gobierno catalán, sugiere que se instaure una sanidad de dos velocidades: privada para los ricos y pública para los pobres. Muy bien. Falta añadir para comprender mejor la propuesta que se hizo en un debate sobre el futuro de la sanidad organizado por la patronal de clínicas privadas de Cataluña y que el señor Ruiz, antes que consejero fue presidente de la patronal de los hospitales concertados que prestan sus servicios a la sanidad pública. Impecable. ¿Qué diría si las empresas funerarias organizaran un coloquio sobre la muerte?, ¿que fosas comunes para unos, por aquello de ahorrar suelo de cementerio, y parcelas frente al mar para otros?
Todo lo que proponen los políticos en el poder, local, autonómico o central, conlleva la aidea de que la crisis es de todos y que, por tanto, a todos nos corresponde pagarla. Nadie habla del fraude fiscal, nadie propone perseguir a quienes sistemáticamente estafan a la Hacienda pública, es decir, a todos. Valga un simple dato: si en España se consiguiera un porcentaje de fraude fiscal similar al de la media europea, es decir, rebajar del 23% del Producto Interior Bruto al 13% de la media de Europa, el Estado ingresaría unos 100.000 millones de euros, mucho más de lo que pueden suponer todos los recortes presupuestarios que se están haciendo o se harán.
Quizá la patronal de la construcción podría sugerir otro tipo de medidas que la de que todos paguemos por circular por autovías que, sin duda, construyeron ellos mismos en tiempos mejores rentabilizando sobradamente sus inversiones. Claro que el ya citado Joan Herrera también señala en su artículo el escandoloso trasvase de David Taguas de la dirección de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, a la presidencia de Seopan, la patronal de las grandes constructoras.

Añoranza de un justiciero

Por: | 29 de noviembre de 2011

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La 1 ha vuelto a arrasar con la serie Aguila Roja (más de seis millones de espectadores) que, además, mantiene una cuota de mercado similar capítulo tras capítulo. Es decir, tiene ya un público leal y fiel. Una de las lecciones que se pueden deducir de tamaña fidelidad es la de la añoranza de un justiciero, alguien capaz de deshacer los entuertos y los problemas que cada día nos sobresaltan. Un caballero-ninja que imparta justicia, escrita o no escrita, que subsane los errores de los que mandan y que ponga en vereda a los que se desmandan.
Todo parece indicar que uno de los que se han pasado varios pueblos es Iñaki Urdangarin, duque de Palma y yerno del Rey. No se puede afirmar rotundamente porque, por extraño que parezca, todavía no está imputado en unas investigaciones judiciales en las que sí lo está su socio Diego Torres. Sabemos por los informativos y la prensa, que el señor duque se hizo con un palacete en Pedralbes, cinco pisos en Palma de Mallorca, una casa en Tarrassa y varias plazas de garaje, y todo en su corto periodo (dos años) de presidente del Instituto Nóos. Algún tertuliano televisivo comentó que Iñaki Urdangarin se había pasado media vida dando pelotazos, y eso sí parece comprobado. Naturalmente, los protagonistas, al menos de momento, dan la callada por respuesta. No estaría de más que, por ejemplo, don Fernando Roig, presidente del Villarreal Club de Fútbol, explicara a la ciudadanía en general, y a los socios del club en particular, por qué pagó 690.000 euros (115 millones de pesetas) por un informe de diez folios elaborado por el mencionado Instituto Nóos, y si es cierto que dichos folios fueron copiados de internet. ¿Qué sabiduría no encerrarían unos folios que se pagaron a 69.000 euros cada uno de ellos? Estamos hablando de un valor en el mercado similar a un manuscrito de Leonardo da Vinci, si bien es verdad que éste último no era duque.
Pero dejemos la aristocracia y descendamos al territorio de los plebeyos, sin ir más lejos al de Ricard Pagès, presidente de Caixa Penedès, que se asignó en tiempos de crisis una pensión de jubilación en torno a los 11 millones de euros pese a que su gestión al frente de la entidad tuvo que acudir a las ayudas oficiales para sobrevivir. También se podría citar a Teddy Bautista, expresidente de la SGAE, al que Ramón López Villas, exmagistrado del Supremo y presidente de la comisión que investigó las decisiones y cuentas de la sociedad a raíz del escándalo de desvío de fondos que desveló la llamada Operación Saga, definió en su informe final como "megalómano", impulsor de "proyectos faraónicos y mastodónticos", "lider carismático indiscutido e indiscutible", un responsable de una SGAE que tiene 145 millones de euros de derechos de autor sin adjudicar, y por lo tanto no pagados, con el añadido de que si nadie los reclama, prescriben y la entidad se queda con ellos. Como no podía ser menos, el "megalómano" Bautista encargó el Instituto Nóos informes por valor de 750.000 euros. Dios los cría y ellos se juntan, o así parece.

El zoo audiovisual

Por: | 25 de noviembre de 2011

Casa-acorralados-600

Tiene que haber un cierto punto de masoquismo para acabar cogiéndole gusto a programas como Acorralados. La gala. No es normal que desde una perspectiva racionalista, civilizada, y con pretensiones de tratar de entender el mundo, se deje uno arrastrar varias horas por la contemplación de un programa que, como elogiosamente diría Rupert Murdoch, siempre está por debajo del nivel intelectual de sus anuncios. Naturalmente, siempre hay coartadas para todo. En el caso del gusto por Acorralados les sugiero que relean los artículos que semanalmente publicaba sobre Gran Hermano en Interviú Gustavo Bueno, catedrático de Fundamentos de Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos de la Universidad de Oviedo. Sus inquietudes ante tan preocupante inclinación televisiva quedarán moderadamente resueltas por la inteligencia del analista.
La gala del jueves de Acorralados ratificó algunas sospechas sobre el programa, su productora y una entelequia descontrolada a la que llaman "la audiencia". Todas las votaciones, incluso todas las repescas de los participantes expulsados, encajan a la perfección con los planes de la productora. Resulta sorprendente que "la audiencia" tenga tal sintonía con lo que los responsables del programa intuyen es beneficioso para el concurso. ¿Que María Angeles Delgado, la insoportable madre de la impresentable Aída Nízar, debe ser expulsada por pesada y mala? Se la expulsa. ¿Qué el programa pierde la posibilidad de que surjan grandes broncas y maniobras manipuladoras? Se la repesca aunque debe volver a la casona disfrazada de la bruja de Blancanieves, faltaría más. ¿Qué hay que expulsar o a Liberto López de la Franca, un friki con pretensiones intelectuales, o a Alvaro Escassi, el único que entiende de animales de granja? "La audiencia" ha decidido que debe abandonar el programa... Alvaro Escassi. ¿Cómo anular el que Liberto y María Angeles, enemigos irreconciliables, puedan llegar un día a tirarse de los pelos? Por favor...
¿Por qué hay dos millones y medio de ciudadanos que siguen el programa? Citando de nuevo al filósofo Gustavo Bueno, analista del primer Gran Hermano, éste explicó en su día que el programa "era una situación original de convivencia. La gente decía que era un experimento. No. Era algo para ver, igual que cuando se va al zoo". Y algo de eso hay. Al fin y al cabo el espectador asiste a una convivencia extrema de unos personajes que pasan hambre, incomodidades, que se pelean por lo más insignificante (una cucharada de aceite, media morcilla, etcétera), que viven momentos de amistad inmediatamente antes que grandes rechazos, en fin, que todo es intenso desde lo más absolutamente prosaico de la existencia humana, y, siempre, azuzados por la productora y el presentador. En realidad es un zoo de cristal cutre, elemental, sin el talento de Tennesse Wiliams y con todas las cámaras del mundo escrutando a estos Wingfield del siglo XXI.

Es lo que hay

Por: | 24 de noviembre de 2011

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Una media de 234 minutos diarios, cuatro horas y diez minutos, es lo que se pasa frente al televisor el ciudadano español (Panorama Audiovisual 2011, informe de Egeda). Para bien o para mal, es lo que hay. A partir de ahí, cualquier especulación ideológica, económica, sociológica o de hábitos de consumo vale. Desde que es el opio actual de la sociedad a que no están los tiempos para gastar dinero en otros espectáculos, o en la lectura.
En su informe anual, la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda) facilita algunos detalles sobre las preferencias televisivas de los internautas. Así comprobamos que en lo que a largometrajes se refiere los dos primeros puestos lo ocupan las películas estadounidenses La búsqueda y Piratas del Caribe: en el fin del mundo. Los dos filmes españoles de mayor aceptación fueron Tapas y Volver. Son datos a tener en cuenta, sobre todo porque cuando se facilitan las cifras oficiales sobre el número de espectadores del cine en España sólo se refieren a la taquilla de las salas o a las venta de DVD. Es evidente que el número de espectadores es mucho mayor y que las nuevas plataformas, sobre todo televisión e internet, tendrán que ser valoradas en toda su dimensión.
Por lo que respecta a las series, las descargas sitúan a Perdidos en el primer lugar del ranking (29,8%), seguida de House (15,1%) y The Big Bang Theory (7,7%), un revelador podio que, en realidad, demuestra sobre todo la capacidad de influencia de los grupos de fans de determinadas series, el equivalente en el cine del llamado "boca a boca". Es la explicación más verosímil para que una serie como Perdidos que pasó sin especial relevancia por la 2, TVE-1 y Cuatro se convirtiera en las descargas de la Red en la favorita. Lo mismo se podría afirmar sobre House o Big Bang, series catapultadas por los internautas por el entusiasmo de unos miles de seguidores. Son series de culto y todo parece indicar que son precisamente las minorías entusiastas las que más utilizan la Red. Las tres series pañolas más apreciadas por los internautas son Aída (10,8%), El internado (9,6%) y Aguila Roja (8,5%). Cabe señalar, quizás, que series tan enraizadas en la población televisiva como Amar en los tiempos revueltos, con una audiencia constante cercana a los tres millones de espectadpres, no ocupan un lugar relevante en las descargas. Su explicación más lógica es la de su horario: las series de sobremesa tienen un público mayoritario de la tercera edad, poco amigo de las nuevas tecnologías.

Las cloacas

Por: | 23 de noviembre de 2011

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El diccionario de la Real Academia Española define la cloaca como "conducto por donde van las aguas sucias o las inmundicias de las poblaciones", una definición sintética perfectamente aplicable a la serie sueca Millenium que hoy comienza a emitir Cuatro (22.30). Seis capítulos de 90 minutos cada uno -ya se proyectaron en las salas de cine tres largometrajes, incluso la serie la emitió hace tiempo Canal +-, adaptación de la trilogía de Stieg Larsson, probablemente la serie de novelas más vendidas en la historia de la literatura.
Las desventuras de la experta informática Lisbeth Salander y la ayuda que recibe del periodista Mikael Blomkvist para tratar de superarlas, no sólo describen una inteligente y solvente trama policíaca, es también una lección impagable de lo que es el periodismo riguroso y una excelente radiografía de un tiempo y un país, la Suecia actual, una mitificada nación que, como todas, encubre todo tipo de miserias humanas, individuales y colectivas. Seis capítulos de una extraordinaria serie que, en la medida de lo posible, no deberían perderse.
Naturalmente las inmundicias de las poblaciones no se circunscriben sólo a Suecia. Aquí, en España, sin ir más lejos, son muy frecuentes. La última de ellas es el caso del Banco de Valencia y del que fuera su presidente, José Luis Oliva, destacado político del PP de la Comunidad Valenciana y, en la actualidad, presidente de Bancaja, cargo al que al parecer se aferra como una lapa. El caso del Banco de Valencia se explica en un par de líneas: en el último verano declaró unos beneficios de 17 millones de euros. Pocos meses después, el Banco de España tuvo que intervenirlo e inyectar 1.000 millones de euros en capital y 2.000 millones en liquidez. Si se lee la letra pequeña de las informaciones se comprueba el grado de vbinculación del banco con la Generalitat que presidía el ex muy honorable Francisco Camps. Añádenle a esto la intervención de la CAM, tambíen estrechamente ligada a la Generalitat, a la que se le ha inyectado unos 5.800 milones de euros, y ya tenemos cerca de 9.000 millones de euros de unos utópicos ahorros que hubieran solventado con creces muchos de los recortes económicos y sociales que ahora se aprestan a realizar nuestros nunca bien ponderados políticos nacionales y autonómicos. Es más, si a esos 9.000 millones les sumamos lo que se lleva dilapidado en Terra Mítica, la Ciudad de la Luz, el aeropuerto de Castellón o la Ciudad de las Artes y las Ciencias, llegaríamos fácilmente a los 10.000 millones de euros, todo, eso sí, centrado en una Comunidad Valenciana tantas veces puesta de ejemplo por los líderes del PP y, todo hay que decirlo, ratificados sus políticos conservadores en las urnas una y otra vez por una ciudadanía que parece preferir a los políticos imputados que a los por imputar.


La vulgaridad

Por: | 22 de noviembre de 2011

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Después de la tempestad del domingo, ¿viene la calma? Todo parece indicar que no, al menos en lo que a los mercados económicos internacionales se refiere. Es decir, que hay refranes y tópicos que no valen, que sólo se representan a sí mismos y que rebosan vulgaridad. Ejemplo de ello fue la intervención de Eduardo Punset esta misma mañana en el programa Espejo Público (Antena 3), entrevistado por la presentadora Susanna Griso, o la declaración de la Conferencia Episcopal Española analizando la crisis y los resultados electorales: pura vulgaridad.
El divulgador científico Eduardo Punset es un caso curioso: lleva 15 años en TVE con su programa Redes con el que ha recorrido todas las escalas de la audiencia, desde los más bajos escalones de la popularidad y los horarios más intempestivos hasta alcanzar cotas notables de aprecio popular. Su consagración objetiva es el anuncio que hace del Pan Bimbo 100% natural. Si el poderosos grupo mexicano de alimentación considera que tu imagen vende, entonces, compañero, has triunfado en el mercado. Naturalmente Punset había triunfado antes con sus libros, el último de los cuales, Viaje al optimismo, justificaba su presencia en el programa de Susanna Griso. No se pueden decir más obviedades en menos tiempo. ¿Cuál es el mensaje que orienta el Viaje al optimismo? Su respuesta es precisa: "El pasado fue siempre peor, y no hay duda de que el futuro será mejor". Claro que ya en 2005, en su afamado libro El viaje a la felicidad, nos dejaba otro aforismo genial: "Si no tienes jefes tienes muchas más posibilidades de ser feliz que si te mandan". Como diría el gran estratega jurídico y militar Federico Trillo: "Manda huevos".
Lo de los jefes y la felicidad debe de ser una enseñanza vivida en carne propia. En su curriculum político encontramos el siguiente itinerario o viaje: Partido Comunista, Centristes de Catalunya-UCD, independiente en las listas de CiU, CDS y, por último, cabeza de lista a eurodiputado en 1994 de Foro, un nuevo partido con el que consiguió el 0,99% de los votos y no consiguió el escaño. En wikiquote se recoge una selección de sus frases: "la política es la peor invención humana" es una de ellas.
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Y de un científico como Punset a un místico como Monseñor Rouco Varela, cardenal, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española quien, para empezar, ofreció a Mariano Rajoy su "humilde colaboración y apoyo espiritual", en un claro gesto de independencia político-terrenal. Los obispos lo tienen claro: la crisis que nos agobia tiene su origen en el relativismo y el olvido de Dios y de su santa ley. Y a partir de ahí, la debacle: corrupción política, codicia, el menosprecio de la vida humana con las políticas abortistas y la desprotección y disolución institucional del matrimonio. ¿Pero no había dicho hace unos meses el propio Rouco Varela, durantes las maravillosas, y caras, Jornadas Mundiales de la Juventud que esperaba que de ellas surgieran 500.000 matrimonios?, ¿qué ha pasado?, ¿fueron las JMJ un enorme fiasco?, ¿del medio millón hemos pasado a la desprotección y disolución institucional del matrimonio? Entre el éxito popular de uno y las esperanzas frustradas del otro, esto no es vivir.

Un día anfetamínico

Por: | 21 de noviembre de 2011

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El domingo fue un día anfetamínico. Todo era intenso. Desde el recuento de votos hasta el partido del Atletico de Madrid contra el Levante, sin olvidarnos de Ana Pastor y su acelerada labor de moderadora (?) de la tertulia política de la 1. No se sabe si por la hipotética espada de Damocles que pesaba sobre su cabeza o por su propia manera de ser y estar, lo cierto es que apenas dejaba hablar a quienes habían sido convocados, precisamente, para hablar.
Pero no todo fueron malas noticias, malas para quienes no votaban al PP, naturalmente. El azar puso sobre la pantalla una divertida premonición con la serie Fringe y Telecinco, al parecer, ha decidido reconsiderar su tradicional programación de friki-escándalos. De momento, esta semana no se emitirán Enemigos íntimos ni Resistiré, ¿vale? La huída de anunciantes de La Noria justifica la medida de rebajar el nivel de agresividad gratuita de los mencionados programas, o suspenderlos directamente. Sobre todo si, como han cuantificado los expertos, cada programa de La Noria sin anuncios le cuesta a la cadena 300.000 euros.
De los resultados electorales poco se puede añadir a lo ya sabido. Señalar, quizás, que en el programa El gato al agua (Intereconomía) ya no cabían en sí de gozo, no se sabe si por el triunfo del PP, la catástrofe del PSOE o porque el programa tuvo una de sus máximas audiencias, 545.000 espectadores, ligeramente superior, incluso, al especial de Al rojo vivo (La Sexta), con sus 523.000 televidentes. Señalar, también, ya en el territorio de los egos desatados, la intervención de Pedro J. Ramírez en el programa-río de la 1. Fue en una ronda de opiniones solicitadas a varios directores de diarios, a los que se les pedía que adelantaran el titular del lunes. Pedro J., habituado al parecer a las largas distancias (su último libro publicado, El primer naufragio, tiene 1.300 páginas) se largó un discurso electoral largo y aburrido, próximo al que podría ser el tea-party español. Muy en la línea de Aznar. En fin, que ganó por goleada el PP y que, como señalan los que saben, tendremos de ministro de Exteriores al recordado Arias Cañete, recordado sobre todo por el sector de hostelería cuando dijo aquello tan sentido de que "Ya no quedan aquellos camareros maravillosos que teníamos, que le pedíamos un cortado, un nosequé, mi tostada con crema, la mía con manteca colorada, cerdo, y a mí uno de boquerones en vinagre y venían y te lo traían rápidamente y con una enorme eficacia".
Antes de los primeros sondeos y recuentos, el Calderón vivió, también, una tarde intensa. Sólo había que contemplar a Gregorio Manzano celebrar el primer gol de su equipo (Pizzi, minuto 69 de juego) como si hubieran ganado la Champions, por más que enfrente estaba el Levante y no el Manchester United.
Pero el mejor acierto de la jornada lo tuvo, supongo que inconscientemente, Canal + Acción con la emisión del sexto capítulo de la cuarta temporada de la espléndida serie Fringe. And Those We Left Behind era su título, y su complicada trama era la lucha a contrareloj del equipo habitual para conseguir localizar y desactivar a quien estaba creando bucles temporales, unas burbujas que hacían retroceder el tiempo cuatro años, el plazo de una legislatura parlamentaria.

Víspera de la víspera

Por: | 18 de noviembre de 2011

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¿Es el fin de una era? Quizá no sea tanto pero sí que es el relevo político, o eso parece. Hasta el candidato Pérez Rubalcaba se mostraba satisfecho con perder por menos de lo que señalan las encuestas. Hoy concluye la campaña electoral. Es el momento del resumen, de las consideraciones que han dejado las propuestas y actuaciones de los partidos mayoritarios.
Ver y escuchar a Carme Chacón en la tertulia política de Al rojo vivo (La Sexta), es apreciar lo que distancia a un partido político que ha estado ocho años en el poder de la realidad. Sus argumentos en defensa de la gestión socialista es impecable. Todo lo que se ha hecho ha sido en defensa de las clases menos favorecidas y por la superación de las enormes dificultades por las que pasa España como consecuencia de la crisis económica mundial. Bien. La realidad es que hay un número de parados cercano a los cinco millones y un gran y continuado castigo a las primas de riesgo de nuestro país, es decir, una muy costosa incertidumbre de los mercados ante las medidas adoptadas para superar la tan citada crisis.
Su argumento principal en contra del PP es, y se ha dicho hasta la saciedad, la ocultación de las medidas que van a tomar, si llegan al poder, para resolver los grandes y graves problemas nacionales. La contradicción principal es que ninguna de las medidas propuestas por Rubalcaba en su campaña parecen ni haber convencido a los votantes (ahí están las previsiones de los resultados), ni a los mercados internacionales (dos días consecutivos superando las primas de riesgo los 500 puntos).
El PP, por su parte, ha desvelado muy poco de sus planes a corto plazo. Es una táctica que, al parecer, le da resultados en el ámbito doméstico. Rajoy lleva ocho años en la oposición, estuvo ocho años en el Gobierno, y poco o nada se sabe de lo que piensa realmente, ni de lo que piensa hacer. El hermetismo considerado como una de las bellas artes. Bueno, en realidad sí se supo algo: cuando describió como "unos hilillos" la fuga de petróleo del Prestige poco antes de que se convirtiera en una de las mayores catástrofes ecológicas de España. Habrá que esperar a los resultados electorales para comprobar si los especuladores e inversores internacionales consideran que el silencio y la ocultación despejan la tormenta económica.
Puede parecer una broma, pero los mejores vídeos electorales, los que mejor reflejan la realidad son los que diaria y descaradamente se manipulan, traicionan, modifican o se inventan en el programa El Intermedio (La Sexta) presentado por el Gran Wyoming. Una delicia. Y mientras las medidas propuestas por un candidato o la discreción absoluta del otro no parecen contener las iras inexplicadas de esa abstracción que son los mercados, la calle se va llenando de protestas: todos los sectores de la enseñanza, los indignados, los médicos y trabajadores de la sanidad, de momento. Pues bien, cuando ya creíamos haber tocado fondo, cuando pensábamos que no se podía caer más bajo, en Acorralados no se les ocurre otra cosa que repescar a María Angeles Delgado, madre de Aída Nízar. Parió la abuela.


Doceañeras

Por: | 17 de noviembre de 2011

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Fue un día distinto. Hacía tiempo que un programa de televisión no ofrecía tanta información sociológica y divertida como lo hizo El Hormiguero (Antena 3) con la presencia de Justin Bieber, el cantante canadiense de 17 años que se ha convertido hace tiempo en un fenómeno de masas. La productora del programa y la cadena recibieron 36.000 solicitudes para acudir al programa, con un aforo que no superará las 200 personas. La audiencia tuvo 3.308.000 espectadores, su récord.
Bieber jugó, cantó en directo, se fotografió con la fan elegida (Victoria, 12 años, absolutamente pletórica y al borde del ataque de nervios) y se asomó a una ventana para saludar a las cientos. incluso miles, de desinhibidas adolescentes que llevaban cinco horas delante del edificio para vislumbrar unos segundos a su ídolo. Fue una de las grandes alegrías de unas doceañeras que gritaron sin parar, corearon sus canciones y aparcaron, al menos para los que contemplábamos el programa, las angustias de las primas de riesgo, los abismos europeos y la incapacidad de los políticos para controlar los mercados. Pura alegría de vivir y cachondeo.
La Sexta, por su parte, estrenaba ayer serie norteamericana que previamente había comenzado a programar Calle 13. Person of interest, un nuevo producto del nuevo rey midas de Hollywood J.J. Abrams, impecablemente realizada, poderío de producción y acción a raudales. Jim Caviezel y Michael Emerson son la extraña pareja protagonista: uno, antiguo agente especial de la CIA; el otro, multimillonario, cerebro informático y recipendiario de una enorme cantidad de información sobre delincuentes. El rico contrata al especialista para imponer la justicia por su cuenta. Y aquí comienza a chirriar el trasfondo de la trama. Desde el 11-S, las medidas de control de la ciudadanía en nombre de la seguridad nacional se ha convertido en una obsesión. La cuestión es saber dónde acaban los derechos individuales y comienza la citada seguridad nacional. Person of interest lo tiene claro: aprovechemos el delirio gubernamental tras los atentados de las Torres Gemelas, las decenas de miles de cámaras que nos rodean, los superordenadores y decidamos a quien hay que eliminar y a quien no. Un concepto orwelliano de la justicia.
Frase del día: "Me indigna que los gobernantes de la Generalitat defiendan que nunca jugarán con la salud de las personas. Ya lo están haciendo", afirma en El País Jaume Torras, médico especialista en cirugía hepática del hospital Bellvitge de Barcelona. Trabaja en la sanida pública desde hace 24 años.

Todo pasa y todo queda

Por: | 16 de noviembre de 2011

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En la noche del martes, la 2 emitió en su programa Versión española El pìsito, el espléndido filme de Marco Ferreri con guión de Rafael Azcona. 523.000 espectadores contemplaron las tribulaciones de un agobiado José Luis López Vázquez y su sempiterna novia (Mary Carrillo) para conseguir un piso y poder casarse. Estábamos en 1959, año en el que Franco inaugura el Valle de los Caidos, se rompe una presa en Ribadelago (Zamora) y mueren 144 habitantes y se funda ETA, entre otras muchas cosas. 52 años después, se estrena Cinco metros cuadrados, película dirigida por Max Lemcke y en la que se muestran las tribulaciones de Fernando Tejero y su novia, Malena Alterio, para comprar un modesto piso en las afueras de la ciudad. Estamos en 2011, Franco ha muerto hace 36 años, últimamente no se ha roto ninguna presa y ETA anunció hace unas semanas que abandonaba definitivamente las armas. Hay cosas que, al parecer, no cambian nunca, o casi nunca.
Algo ha cambiado, al menos de momento, en la respuesta a aquellos programas que traspasan los límites de lo razonable. La Noria, por ejemplo, está sufriendo en sus carnes su particular concepto de la libertad de expresión al invitar, pagar y ocultar el rostro de la madre de un condenado por encubrimiento de asesinato. Ya no le quedan anunciantes. Telecinco y los productores del programa ya han encontrado explicación: maniobras en la oscuridad. Sugieren que detrás de la denuncia del programa y la propuesta del boicoteo publicitario se encuentran intereses comerciales de la competencia.
Les pasa lo mismo al Gobierno catalán de CiU: la huelga de los médicos -poco después de la muerte de María del Carmen Mesa, tras 65 horas de deambular de hospital en hospital por un diagnosticado aneurisma- ya tiene un culpable: los recortes que ha ordenado el Gobierno central. Los culpables son siempre los otros. Ni Telecinco ha reconocido su error al invitar a un personaje como la madre de El Cuco en pleno proceso judicial, ni el Gobierno catalán reconoce que sus recortes drásticos en materia de sanidad han irritado profundamente al gremio médico y ha rebajado notablemente la asistencia sanitaria a la ciudadanía. Esa absoluta falta de autocrítica parece ser, también, otra constante española.
Resulta sorprendente que el mundo del fútbol sea uno de los escasos ejemplos de la anhelada autocrítica. España jugó un partido amistosa en Costa Rica ( 5,3 millones de espectadores), tras un largo viaje en plena competición liguera auspiciado por la codicia de la Federación, empató a 2 y tanto el técnico como los jugadores reconocieron que habían jugado mal. No se acabó el mundo.

El País

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