La estupefacción dominó en el largo fin de semana. El viernes se despidió Guardiola. Karanka dejó una frase para la eternidad: "Hubo liga antes de Guardiola y habrá liga después de Guardiola". Brillante. El viernes por la noche, La Sexta columna nos dejó de piedra con dos reportajes: Sanidad sólo para sanos y El escándalo de las preferentes. Un pequeño oasis sentimental en la tarde del sábado: el espléndido homenaje que el Shalke 04 le dedicó a Raúl en su despedida. La noche del sábado nos remitió de nuevo al asombro: El Debate (Telecinco) exponía varios casos de bebés robados. Rabia y estupefacción. El domingo Mariano Rajoy nos recordaba que seguirán las reformas viernes tras viernes y Javier Sardá inauguraba un nuevo programa, Usted perdone, en este caso con Joan Manuel Serrat (1.196.000 espectadores). Nos hubiera ido mucho mejor a todos si Rajoy hubiera entrevistado a Serrat y Sardá nos anunciara las nuevas reformas, pero así es la vida: !un asco¡
El programa de García Ferreras (739.000 espectadores) fue uno de los mejores de su corta existencia. La tendencia del Partido Popular a privatizar el sistema de sanidad pública es incuestionable. Las razones para justificar dicha tendencia son mucho más discutibles. Es más, a tenor de las cifras ofrecidas por La Sexta columna, la raíz de dicho empeño habría que buscarla en el afán de determinados sectores empresariales, fundamentalmente la construcción, en encontrar nuevos negocios rentables. El coste por cama y año en la sanidad pública era notablemente inferior al de la sanidad privada, es decir, no es cierto que la primera sea más costosa para el Estado que la segunda. Añádanle el repago de los medicamentos y la extraordinria magnanimidad de la Administración con los grandes laboratorios farmacéuticos y el resultado siempre será una penalización a la ciudadanía.
El escándalo de la preferentes es ya suficientemente conocido. Valga un dato: hay cuentacorrentistas que engañados por su oficina bancaria no podrán retirar sus fondos hasta el año 9999. Un corralito para la eternidad.
El nuevo desembarco de Sardá, (Usted perdone. Antena 3), es una pera en dulce para los periodistas en general y entretenedores en particular. Recorrer con un personaje público alguno de los lugares importantes de su vida, encontrarse con algunos de sus amigos y tener cerca de una hora para charlar con el invitado es un lujo a estas alturas de la pelicula. Hay dos puntos claves: elegir bien al invitado y que el entrevistador ocupe un segundo plano en el encuentro. Serrat es la sensatez y el buen gusto. Sardá se pasa tres pueblos en protagonismo.