Estaba cantado: el España-Croacia lo vieron 14.265.000 telespectadores. Hubo, incluso, "el minuto más visto de la jornada", a las 22.37 horas, en el que la audiencia llegó a 18.136.000 espectadores. Y, sin embargo, el partido fue bastante malo, aburrido. Ahora bien, ¿por qué la selección española de fútbol tiene que ser obligatoriamente muy distinta de la situación económica y política de España? ¿Por qué Don Pantuflo, nuestro seleccionador, tiene que ser mucho mejor que Rajoy? Lo que distingue a una de la otra es que los futbolistas españoles juegan, en ocasiones, muy bien. Por su parte, Del Bosque se equivoca mucho menos que el presidente del Gobierno.
Que el fútbol, hoy por hoy, es lo único que consigue trascender el constante agobio social es incuestionable. Contemplar la alegría de los griegos por las calles de Atenas al conseguir su selección pasar a cuartos de final de la Eurocopa, o la de los vallisoletanos al ascender a primera división, permite olvidarse por unas horas de la codicia de los especuladores o de las torpezas de los gobernantes. Ni que decir tiene que el próximo viernes todos los sin camisa del mundo estaremos con Grecia en su enfrentamiento con Alemania. Es la posible, y muy difícil, revancha de los menesterosos frente a la prepotencia calvinista. Naturalmente, tras los 90 minutos de partido, todo volverá a su cauce: Grecia a seguir pagando lo que no pagó en su día, Rajoy a seguir sin comprender lo que hemos hecho para merecer esto y Ángela Merkel a seguir pregonando los beneficios que conlleva la austeridad para las arcas alemanas.
Al margen del fútbol, habrá que estar al tanto del resultado final, hoy, de un reality absolutamente disparatado: Perdidos en la tribu, en el que tres familias españolas (los Berhanyer, los Merino y los Navarro) convivieron durante varias semanas con distintas tribus (los Tamberma, de Togo; los Shiwiar, indígenas americanos del Alto Amazonas, y los Surí, de Etiopía). Serán los respectivos consejos tribales los que decidan qué familia ha ganado los 150.000 euros al haberse sabido integrarse mejor en las diferentes culturas y hábitos sociales. Después, como en el fútbol, todo volverá a la cotidiana normalidad, es decir, al paro, unos, a las labores domésticas, otras, y a asimilar tanta experiencia inolvidable todos. Los Tamberma, los Shiwiar y los Suri, por su parte, seguirán con sus difícil subsistencia y con una gran cantidad de divertidos recuerdos por las torpezas de los españoles.
Una sugerencia para las cadenas generalistas tan amantes del reality como género televisivo: encierren en una elegante planta noble de cualquier Banco o Caja de Ahorros a diez o quince ejecutivos/as de altos vuelos financieros durante unos días, o unas semanas. Su reto consiste en ir arruinando sistemáticamente a sus respectivas entidades con el encadenamiento de decisiones erróneas. Si al cabo del tiempo preestablecido consiguen, por ejemplo, que la acción de su entidad (Bankia si ir más lejos) valga menos de 1 euro en la Bolsa, o si necesitan pedir con urgencia varios miles de millones de euros al FROB, habrán conseguido sus objetivos. El ganador, aquel que consiga un mayor desastre en el tiempo acordado, se llevará 7,6 millones de euros (casi 1.300 millones de las antiguas pesetas), que es la cantidad que la quebrada Bancaja pagará a Aurelio Izquierdo, actual director financiero de la entidad, por los servicios prestados.
Hay 1 Comentarios
Angel, me alegra haber encontrado tu bog y al leer este comentario me alegra el contenido y el estilo más próximo,
saludos, un compañero desde la Preparatoria
Publicado por: miguel sampedro gallo | 20/06/2012 2:50:16