Bueno, no todo está perdido. La selección española ganó 4-0 a Irlanda y hoy, a partir de las 18.25 horas, el canal de pago TNT ofrece de un tirón los 12 últimos episodios de la quinta temporada de Big Bang Theory, una de las mejores comedias de situación que se emiten en la actualidad. Nada tiene que ver una cosa con la otra pero ambas ayudan a soportar mejor este inaguantable clima de desastre que nos invade por, entre otras circunstancias, la torpeza de buena parte de los responsables del sistema financiero español, las dudas y contradicciones del Gobierno, la constancia depredadora de los mercados internacionales y la dogmática actitud de Angela Merkel, irredenta defensora de los intereses alemanes.
Fernando Torres, Silva y Cesc Fábregas culminaron un estupendo partido de la selección que pastorea el marqués Del Bosque. Espectacular. Naturalmente la audiencia les fue fiel: 13.284.000 espectadores, un 70,2% del total (siete de cada diez televidentes vieron el partido). Ello repercutió en el resto de las cadenas que perdieron más de la mitad de los espectadores de programas ya consolidados como El Hormiguero (Antena 3) o El Intermedio (La sexta).
Los vínculos entre el fútbol y la política parecen evidentes. Mejor aún, la utilización del fútbol por los políticos suele mostrar las torpezas de estos últimos mas que las virtudes de los primeros. Que Rajoy se fuera a ver el España-Italia con la convicción de haber triunfado justo cuando comenzaba una de las mayores tormentas económicas, nos habla de su falta de sensibilidad social. Que Mario Monti, primer ministro italiano que accedió al poder sin pasar por las urnas, sugiriera la suspensión de la liga italiana durante dos o tres años hasta que se aclarara defintivamente el presunto, y extendido, caso de las apuestas ilegales, nos muestra que hasta el muy respetable profesor universitario de Economía y exasesor de Goldman Sachs puede decir una solemne tontería sin que se le caigan los anillos. Si cada vez que se descubriera un escándalo hubiera que suspender toda la actividad del gremio o sector afectado no habría partidos políticos, bancos, jerarquías eclesiásticas ni cualquier otro tinglado social.
Big Bang Theory, por su parte, nos permite reconciliarnos con el género humano. Los diálogos y situaciones de Sheldon Cooper, Leonard Hofstadter, Howard Wolowitz, Rajesh Koothrappali y Penny desmuestran como el talento es capaz de hacernos reir con físicos teóricos, experimentales, ingenieros aeroespaciales, astrofísicos y una camarera aspirante actriz sin renunciar a sus temas profesionales y a su total incapacidad para las relaciones sociales. Cinco estupendos inadaptados que ponen en solfa una gran parte de las convenciones sociales establecidas, con la inestimable ayuda de unos espléndios personajes secundarios. Hoy concluye la quinta temporada pero la productora, Warner Bros, y la cadena CBS han llegado ya a un acuerdo para realizar, cuando menos, dos temporadas más.