Los juegos siguen como siguen (regular tirando a mal para España), la Generalitat catalana ha decidido dejar pagar este mes de julio a hospitales, centros sociales, residencias, centros de menores y todos los servicios públicos concertados, que son, por otra parte, los mayoritarios en Cataluña, el caso Malaya queda visto para sentencia no sin antes tener que soportar las alegaciones últimas de buena parte de la presunta trama corrupta y en la reunión de los "barones" del PP con Rajoy se demostró, una vez más, que a río revuelto, ganancia de pescadores.
Los Juegos Olímpicos siguen sin grandes cifras de audiencia en España (La 1 se movió entre los 994.000 espectadores de la sobremesa como mejor resultado del día de ayer, y los 147.000 espectadores en el horario nocturno), si bien es cierto que las retransmisiones deportivas han colocado a Teledeporte con la mayor audiencia de las TDT temáticas. Es curioso comprobar el que surjan críticas a la incorporación olímpica de deportes y deportistas hiperprofesionalizados (fútbol, baloncesto, tenis...), curioso porque sin ellos bajarían las audiencias, los derechos de las televisiones y el espectáculo en general. Al fin y al cabo los Juegos los organizan los respectivos comités olímpicos pero quien impone los horarios, quien manda, en definitiva, es la NBC estadounidense. Nada nuevo.
Como curioso es que ante la falta de liquidez, la Generalitat catalana deje de pagar un mes a hospitales y centros concertados. Alguien, o algunos, priorizan los pagos y optan por no pagar a un determinado sector en lugar de no pagar a otros. Es una forma indirecta de radiografiar la ideología de quienes gobiernan. Podían, por ejemplo, haber decidido no pagar el mes de julio a los diputados y a todos los altos cargos de la Generalitat, incluidos los asesores.
La alegaciones finales de los enjuicidaos por el Caso Malaya son dignas de los geniales Azcona y Berlanga. Escuchar a Juan Antonio Roca quejarse de que le piden más años de cárcel que al condenado por el asesinato de la niña Mari Luz, escuchar a Julián Muñoz hablar de él mismo en tercera persona asegurando que no se ha llevado ni una sola peseta o asistir al melodramático speech de Rafael Gómez "Sandokan", narrando entre sollozos que su mujer le llegó a preguntar que por qué no se había ahorcado (pregunta realmente inquietante por parte de una sufrida esposa, sobre todo por la ambigüedad del planteamiento y de sus intenciones finales) no deja de ser un sentido homenaje al burlesque nacional. En realidad las justificaciones de estos presuntos delincuentes y las expuestas por una parte de la clase dirigente en la comisión de Economía del Congreso por el caso Bankia coinciden en lo esencial: nosotros no hicimos nada malo.
El avispado Núñez Feijóo aprovechó la reunión de los "barones" del PP con Rajoy para exponer de nuevo su propuesta de reducir un 20% los diputados autonómicos gallegos. Parece una medida en favor del rigor presupuestario pero supone, también, a la vista del análisis electoral de Galicia, un recorte que favorecería al propio PP. En todo caso, el clarividente líder gallego es el mismo que afirmó rotundamente hace un año que: "No tengo dudas de que si gana Rajoy se acabará la crisis". Salud.