Algún día alguien debería recoger todas las tonterías, bueno, todas las que pueda, naturalmente, que dicen nuestros próceres políticos. Sería una excelente prueba del nivel intelectual de los mismos. El problema es por dónde empezar porque hay de todo y para todos. Y siempre con constancia de lo dicho en los informativos. Así, por ejemplo, todos pudimos ver a nuestro registrador de la propiedad favorito y presidente del Gobierno anunciar en el Congreso que se había conseguido situar el déficit público en el 6,7%, lo que supuso inmediatamente el aplauso general de su grupo parlamentario, un aplauso similar al que se produjo cuando el ínclito Aznar anunció que España se integraba en las fuerzas del Bien para combatir al Mal en Irak. Sabemos -todos menos Rajoy, al parecer, porque no lo comentó- que si a ese déficit se le añaden las ayudas a la banca, el desfase aumentaría hasta el 10%. Dicho de otra manera: todo lo que la ciudadanía ha aportado para rescatar la desastrosa gestión de los banqueros (Cajas de Ahorro incluidas) ha supuesto el 3,3%, del déficit público, el 50% de ese tan cacareado 6,7%. Y lo aplauden.
Y la joya de la corona de ese desastre es, por supuesto, Bankia, esa entidad gobernada durante años por esos dos línces de las finanzas, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, tan amigos y protegidos por ese estadista de talla mundial que se llama José María Aznar y que, visto lo visto, lo mejor que ha hecho en su vida es tener una sobrina que se ha despelotado en Interviú y está dispuesta a llevárselo más o menos crudo en Sálvame. El resto, desde meternos en guerras ilegales a montar un sarao hortera y pretencioso en El Escorial para casar a su hija, ha sido, básicamente, un disparate. Y todo eso sin citar que fue con su Gobierno cuando se sentaron las bases de la maldita burbuja inmobiliaria.
Dicen los expertos que la crisis de Bankia va camino de batir todos los récords, y todos ellos negativos. En pérdidas, y según los resultados que han presentado hoy: 20.000 millones de euros. En ayudas de los contribuyentes: 23.500 millones. Y en la valoración de sus acciones, se calcula que el precio final será de 1 céntimo de euro. Los que compraron sus acciones cuando salió a Bolsa, han perdido el 99,7% de su inversión. (Ahora es cuando la bancada popular debertía de irrumpir nuevamente con una calurosa ovación a sus dirigentes).
Juan Antonio Chicharro, general de división y exjefe de Infantería de Marina, tuvo a bien sugerir en un acto público que "la patria es anterior y más importante que la democracia", dando a entender que si llegara el caso de poner en riesgo su integridad, el Ejército debería intervenir. Esa frase repleta de demagogia y torpeza (¿quién mide la importancia o el valor de un concepto abstracto como es el de "patria"?). Si la patria es anterior a la democracia, los imperios, la cuevas y las cavernas son muy anteriores a la patria, y eso lo sabe el más simple. En todo caso, las declaraciones del general Chicharro son un buen test para medir el grado de implicación del ministro de Defensa con el orden establecido, es decir, con la democracia. Habrá que seguir atentamente lo que haga el señor Morenés con ese general tan amante de las cuantificaciones.
Y unos datos de audiencias de los informativos en el horario estelar: Informativos Telecinco 21h: 18.8% y 3.478.000 espectadores. Antena 3 Noticias 2: 12.5% y 2.266.000 espectadores y Telediario 2: 11.6% y 2.271.000 espectadores. Un nuevo triunfo de Somoano y sus adláteres en el día que se publica la intervención en el senado del presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, en el Senado, y en la que realizó una defensa de la independencia de los informativos de la corporación y aseguró que durante su mandato no se ha producido ningún ataque a la libertad de información ni se ha echado a nadie por razones políticas, en contra de las quejas formuladas por la oposición, los consejos de informativos de RTVE y el Consejo de Europa.