"El poder o la ambición personal no pueden dotar hoy de contenido a la Monarquía, que solo puede existir como servicio a la comunidad". es una de las varias frases con sentido común que pronunció ayer la reina Beatriz de Holanda en su discurso televisado con motivo de su abdicación en su hijo Guillermo. Todas las comparaciones son odiosas, lo sabemos, pero algunas pueden ser edificantes. La reina tiene la misma edad que el rey Juan Carlos. Su hijo, la misma que el príncipe Felipe y, sin embargo, nada tienen que ver los unos con los otros. No se trata tanto de hacer un canto a la monarquía holandesa como de comprobar el panorama de la española: un yerno impresentable, una esposa del yerno, también impresentable, una amiga especial del monarca de la que ahora nos hemos enterado que se arregló los pechos aprovechando uno de los numerosos ingresos hospitalarios del monarca en el mismo centro, una herencia en Suiza, en fin, un estilo que se parece más a una película de Berlanga que a la imagen que trata de vendernos semana tras semana el semanario ¡Hola!
Y como la vida da muchas vueltas, conviene recordar el cese de Sabino Fernández Campos como jefe de la Casa de Su Majestad el Rey en los primeros días de 1993, hecho que se debió al parecer por dos gotas que colmaron el vaso de la paciencia real: unas jornadas de promoción de la Leche Pascual, un cambalache poco apropiado para que lo presidiera el monarca, orquestado por Rafael Ansón cuando su hermano controlaba el diario Abc, y unas filtraciones al omnipresente Pedro J. Ramírez en todos los tinglados turbios, a propósito de la, por entonces, amiga especial del Rey, Marta Gayá. Pues bien, 20 años después vuelve a surgir el nombre de Tomás Pascual, propietario ya fallecido del grupo Leche Pascual, si bien en esta ocasión vinculado al simpático Javier Arenas, preboste del PP, al que la citada empresa de alimentación le vendió un duplex cerca de Marbella al parecer a mitad de precio y con los muebles incluidos (conviene resaltar la fijación que tienen los líderes de la derecha por los duplex en Marbella). "Poco después de vender este apartamento al político andaluz, su empresa fue beneficiada por decisiones políticas del Gobierno de Aznar durante la llamada guerra del yogur", informa eldiario.es. Como diría un clásico: "esto es la leche".
Pero como no todo son abdicaciones, sobresueldos o duplex en el área Gil y Gil, habrá que dejar constancia también de los discretos resultados de audiencia de Gran Hermano 14 (2.305.000 espectadores), por debajo de la despedida de la serie Gran Reserva, de La 1 (2.814.000 espectadores), del concurso acuático de Antena 3 Splash (2.455.000), incluso de El Intermedio (La Sexta, 2.343.000 espectadores), con ese busto de Luis Bárcenas presidiendo el plató y al que el Gran Wyoming siempre alude a él con el grito de "¡¡El puto amoooo...!! Los de Telecinco ya no saben qué hacer para aumentar la audiencia del concurso. Al parecer el estirar hasta el máximo ese ñoño e ingenuo trío Miriam-Igor-Miguel ya no da más de sí, en vista de lo cual han decidio cambiar de día la Gran Gala (pasa de nuevo de los lunes al jueves) y han apostado decididamente por un nuevo concursante al que llaman el pollito volador en alusión al enorme tortazo que se dió el primer día del concurso al lanzarse antes de tiempo al vacío, vuelo que le supuso la fractura de los dos hombros y pasar por el quirófano. En fin: es lo que hay.