TV Blog de Harguindey

TV Blog de Harguindey

La televisión es la reina de la casa. Lo que se pretende en este espacio es comentar la actualidad televisiva más inmediata, los programas del día, desde cualquiera de los que se definen como “telebasura” a las retransmisiones deportivas, los espacios informativos, documentales, las películas o las series. Son los comentarios y recomendaciones de un telespectador común.

Sobre el autor

Ángel Sánchez Harguindey

Ángel Sánchez Harguindey perteneció a la plantilla de El País desde su fundación en 1976. Fue jefe de la sección de Cultura, responsable del suplemento cultural Babelia, redactor jefe de El País Semanal, redactor jefe de la sección de Opinión y Adjunto a la Dirección.
Ha publicado el libro "Memorias de sobremesa. Conversaciones con Rafael Azcona y Manuel Vicent" (Editorial Aguilar)

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Damocles y su espada

Por: | 16 de julio de 2013

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Dicho popular: "Se coge antes a un mentiroso que a un cojo". Un añadido: "Se coge antes a un ególatra que a un mentiroso". Traca final: "Se coge a un ególatra, a un mentiroso y a un cojo y, después, se los suelta: aquí no ha pasado nada". Ese parece ser el destino infame de los siervos. Ejemplo de egolatría: "Hace 20 días escribía yo: "Bárcenas en la cárcel significa que el pendrive con los recibís pende sobre las principales cabezas del PP como la espada de Damocles" (Luis María Ansón, hoy, en El Mundo). Como diría Trillo: ¡Manda huevos! En primer lugar por creer que algún lector, cualquiera, se va a acordar de lo que dijo alguien en un diario de hace 20 días. En segundo lugar, y ante la posibilidad de que no se acordara, se lo repite y resulta que lo repetido es una memez, una obviedad: que la espada de Damocles pende sobre las cabezas del PP. ¡Tómate algo, Luis Mari!
Publicar aquí la relación de mentirosos convertiría este humildo blog en la Encilopedia Británica, por lo menos. Desde el ya citado Bárcenas, a Rajoy, Cospedal, Arenas, Cascos, el ya citado Trillo, Mayor Oreja, González Pons ("vamos a crear tres millones y medio de empleos"), Montoro (a elegir cualquier frase de cualquier comparecencia), el lucero del alba, mas todos los imputados y declarantes en los ERE, a los que ahora hay que sumar los saqueadores melómanos Millet y Montull, mas medio departamento de Sanidad Pública de la Generalitat de Catalunya, de la Comunidad de Madrid, de Valencia, ¿qué decir?: toda la nomenklatura, y así hasta el infinito. Como podría haber dicho Ansón: "no hay tanta espada de Damocles para que pendan de tantas cabezas". Un sin vivir.
Aceptado que aquí no se descuelga de la poltrona absolutamente nadie, cabe el recurso de señalar las torpezas a modo de terapia colectiva. El 5 de julio, los chicos de Somoano lanzaban al aire la siguiente noticia: "Desde luego, España no tiene que pedir ninguna disculpa, el espacio aéreo no estuvo nunca cerrado", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, en declaraciones a TVE. Bien. Hoy, 16 de julio, once días después, se publica que: "El Gobierno de España se disculpó oficialmente ayer ante Bolivia por el incidente aéreo sufrido a principios de julio por el presidente Evo Morales". Puede haber mas coherencia, sin duda, pero mas galanura, no. Marca España.
En el hipotético ranking de estupideces cabe incluir una luminosa declaración de María Dolores de Cospedal a propósito del turbio asunto de los 200.000 euros que recibió el partido castellano-manchego que presidía, donación que todo parece indicar correspondía a una comisión por una adjudicación de una contrata municipal de Toledo, con alcalde también del PP. María Dolores contraataca las acusaciones del extesorero con un argumento inmejorable: "Por si fuera poco -dice la lideresa- creo que todo el mundo entenderá que nadie es tan tonto como para firmar que ha recibido una comisión ilegal. Bárcenas engañó a Cañas (el firmante del recibí) diciéndole "firma esto", y el chaval lo firmó". Espectacular. Personalmente creo que sí hay tontos que firmarían cobros ilegales, es más, al parecer el omnipresente Bárcenas tiene unos cuantos, pero las dudas surgen si no es más tonto aún el que ante la sugerencia de "firma esto", va y lo firma. Ay, chaval, chaval, cuánto tienes que aprender...
Y ya para terminar, una felicitación y una recomendación: felicidades a los 125 banqueros españoles que no sólo han conseguido con su esfuerzo uno de los sistemas financieros más necesitados de ayudas públicas sino que, además, como justa recompensa, su sueldo medio en 2011 fue de 2,4 millones de euros, la media más alta de Europa. El año en que consigan un sistema financiero boyante, no va a haber dinero para pagarlos.
La recomendación: vean, si pueden y quieren, la primera película que realizó Julio Medem, Vacas (La 2, 22.00 horas), filme que Ansón definiría como "la espada de Damocles que pende sobre la convivencia de la ciudadanía española, en general, y la población rural en particular". Tonterías al margen, fue un debut espléndido.

De cine

Por: | 15 de julio de 2013

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¡¡El puto amooo!! (Wyoming dixit) Luis Bárcenas, sin comerlo ni beberlo, está haciendo por la Monarquía mas que el Abc. Llevamos unas semanas en las que no se habla ni de las torpezas de La Zarzuela, ni de Urdangarin, y ello se debe, justo es reconocerlo, al extesorero al que, si se fuera consecuente, se le debería conceder el título de Conde de los SMS, o Marqués de Soto del Real. Tampoco estaría mal que la muy deteriorada industria cinematográfica española le rindiera su correspondiente homenaje a quien, a su vez, está promocionando el cine negro carpetovetónico.
Los elementos están ahí, al alcance de la mano. Unos empresarios de la construcción que se han forrado a costa del erario público, la ciudadanía y una legislación aznariana inmejorable para sus intereses. (Sinopsis de Las manos sobre la ciudad, de Francesco Rossi: "Nottola, concejal del ayuntamiento de Nápoles, además de ser miembro de todas las comisiones relacionadas con la construcción es un magnate del negocio inmobiliario. Respaldado por los concejales del centro y la derecha, se dedica a la especulación". Nada nuevo bajo el sol, sobre todo el de Marbella). Unos políticos proclives a meter la mano en la caja ajena (La escopeta nacional, de Berlanga). Un hipotético complejo Eurovegas de y para el juego (Casino, de Scorsese) y una "Si hablas, tu mujer irá a prisión; si callas, caerá Gallardón y se anulará el proceso", frase que, al parecer pronunció Javier Iglesias, abogado de Álvaro Lapuerta, a modo de propuesta a Luis Bárcenas y que tendría un encaje perfecto en el guión de Nicholas Pileggi y Martin Scorsese, Uno de los nuestros. ¿Se puede pedir mas?
La historia, de momento, tiene algunos fallos -pocos, la verdad-. Para empezar no hay ningún cadáver. Es verdad que aparece el nombre de Gallardón pero se trata de un posible cadáver político, y no es lo mismo. Habrá que esperar un par de semanas para comprobar que había de cierto en la presunta propuesta del abogado Iglesias. Las dos caídas del extesorero Lapuerta no pueden ser contabilizadas como intento de asesinato. Tampoco hay una mujer en plan mantis religiosa. Es cierto que aparece una Rosalía Iglesias, mujer de Bárcenas, pero su aspecto impone poco respeto: en invierno, porque casi no se la ve entre tantas pieles, bufandas y gafas. Y en verano, porque no se suelta del brazo de su hijo, y eso es un insulto para mujeres tan maravillosas como Gloria Grahame. Nos queda Carmen Rodríguez Flores, amiga y protegida de Álvaro Lapuerta, con sus naves industriales, sus pisos en Biarritz y su absoluta inoperancia en en su escaño, pero su aspecto está más cerca de una trasnochada comedia de Alfonso Paso que de, por ejemplo, una novela de Mario Puzo.
Y si la falta de cadáveres y mujeres fatales nos impide producir un thriller, siempre nos quedará Rufufú, con perdón de Monicelli. Ahí están los Rajoy, Arenas, Trillo, Mayor Oreja y Álvarez Cascos para desvalijar lo que se les presente. Lo harán chapuceramente, con la prepotencia de quienes se creen intocables, pero si el relato de sus hazañas se le encomienda a la Cospedal, las carcajadas están aseguradas.

P.D.- En el caso de que su sensibilidad esté saturada de tanta historia de corrupciones y mentiras y quiera cambiar de chip, vean si les apetece La joven de la perla (La Sexta 3, 22.10 horas), un film de Peter Webber en homenaje al extraordinario cuadro de Vermeer, con una estupenda Scarlett Johansson y una fotografía memorable de Eduardo Serra.

Los SMS

Por: | 14 de julio de 2013

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Puede haber más torpeza pero dudo que exista mayor indignidad. Mariano ha cubierto el cupo. Ejemplo de torpeza reciente: "El Gobierno considera que la divulgación de varios mensajes de texto telefónicose entre Mariano Rajoy y Luis Bárcenas responde a una estrategia del extesorero del PP para para desviar la atención de sus problemas con la Justicia". Es decir, que no son falsos. Ejemplo de indignidad: "Luis, nada es fácil, pero hacemos lo que podemos. Ánimo", un SMS del presidente Rajoy a su extesorero cuando ya se conocía parte de su fortuna en Suiza. ¿Hacemos lo que podemos?, ¿qué haces, Mariano?, ¿en qué jardín te has metido desde hace tanto tiempo y del que cada vez te resultará más difícil salir? Pero Mariano no sólo es un registrador de la propiedad en excedencia, ni un exministro, ni un presidente del PP que apoyó descaradamente a un presunto delincuente hasta hace unos meses. Mariano es el presidente de un Gobierno que cuando ganó las elecciones con mayoría absoluta dijo eso tan recurrido de que seré un presidente de todos y para todos los españoles. Qué manía tienen en generalizar nuestros amados jefes, como cuando el Jefe del Estado contó aquel chiste de que "la Justicia es igual para todos".
Ni siquiera con la benemérita ayuda de los chicos de Somoano levantas cabeza, querido. Eres un presunto corrupto que cree que la clave es resistir ("Rosa, gracias. Eres un encanto. Yo estaré ahí siempre. Al final la vida es resistir y que alguien te ayude, tampoco hacen falta muchos. Un beso y otra vez gracias", le escribe a la mujer de Bárcenas) aunque no ha medido la capacidad de resistencia de la ciudadanía. Tanta milonga retardataria acabó como el rosario de la aurora. Último parte de guerra de un presunto delincuente a un presunto corrupto: "Mariano, vergonzoso el comportamiento esta tarde de los dos abogados del Partido. No han permitido que las personas que he enviado verifiquen el contenido de las cajas que había en el despacho que tú me autorizaste. Tu sabrás a que estáis jugando, pero yo quedo liberado de todo compromiso contigo y con el partido". Al parecer, tampoco la resistencia es igual para todos.
Pero si el último mensaje de Bárcenas no tiene desperdicio, no se pierdan la rotunda afirmación de Luis de Guindos en su entrevista de El País: "No hay la más mínima connivencia de este Gobierno con la banca". Una frase extraordinaria que cobra aún más valor cuando unas líneas después, y en la misma entrevista, afirma tranquilamente  que "se intentará recuperar el máximo dinero. No sé si hay posibilidad de lograr los 15.000 millones que hemos metido en Catalunya Banc". No hay palabras. No saben si podrán recuperar 15.000 millones de euros. Lo que sí saben, por ejemplo, es que la reforma laboral, los recortes salariales, en educación, en sanidad, en dependencia, la amnistía fiscal y tantas otras cosas han sido una bendición. Tampoco sabemos si esas declaraciones son producto de la idiocia o del cinismo. En fin, un domingo inolvidable a la espera del inolvidable lunes, el día en que el gran palanganero Francisco Marhuenda nos explicará, en todas y cada una de las tertulias televisivas a las que acude, cómo todo lo dicho por Bárcenas, por Rosalía, por El Mundo, por la izquierda moderada, por la izquierda radical y por el sursum corda es una mentira. Es muy probable que en cualquier momento su cara de repelente niño Vicente cambie poco a poco de color y tamaño, y cuando el pimiento de piquillo que dirige La Razón esté a punto de estallar, gritará a pleno pulmón: "Mientes, Mariano, y tu lo sabes". Fundido en negro: FIN.

Delinque que algo queda

Por: | 12 de julio de 2013

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Prevaricar: "Delinquir un funcionario público por faltar a sabiendas o por ignorancia inexcusable a las obligaciones y deberes de su cargo". Algo de Wikipedia sobre Gómez de Liaño: "En 1997 asumió una denuncia contra el Grupo PRISA: Gómez de Liaño procesó a Jesús de Polanco, Juan Luis Cebrián y a todo el Consejo de Administración de Sogecable, por un presunto delito de apropiación indebida. Dictó un total de siete resoluciones que fueron revocadas en instancias superiores. En 1998 Jesús de Polanco lo denunció por prevaricación en la instrucción del caso y fue condenado por dicho delito y apartado de la carrera judicial. Recurrió en diversas instancias (incluyendo Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional) que rechazaron los recursos. En el año 2000 recibió un indulto del Gobierno (presidido por José María Aznar) para volver a la carrera judicial, con la condición de no incorporarse a la Audiencia Nacional durante 25 años". Un lujo.
Pues bien, éste es el nuevo abogado defensor de Luis Bárcenas. Su reconocido agradecimiento a Aznar y su no menos reconocida amistad con Pedro J. Ramírez, pueden convertir los siguientes pasos procesales en un homenaje a las escaleras de M. C. Ercher. Ya de entrada tuvo el detalle de iniciar sus declaraciones públicas con un "España, que está sub iúdice...". Un tertuliano del cansino Te vas a enterar (repiten cinco veces la misma noticia entre bloque y bloque de interminables anuncios) recordó lúcidamente a la audiencia que España no estaba sub iúdice, que el que sí lo estaba era Bárcenas, su defendido. Conviene no perder la perspectiva para evitar que un delincuente prevaricador no caiga en la tentación de moralizar sobre los problemas de la ciudadanía.
En cambio con Mario Conde y Telecinco, lo que no conviene es creerse nada de lo que se cuenta. El segundo, y afortunadamente último capítulo de su autobiografía, fue, una vez mas, una apología del financiero ladrón. El mundo contra Mario Conde que lo único que quería era salvar el honor de Banesto y los dineros de sus accionistas, eso sí, con un muy peculiar concepto de la salvación: a la gloria por la quiebra técnica. El posterior coloquio con un grupo de periodistas expertos en dos mundos: la economía y el corazón, tuvo escaso interés aunque se comentó alguna perla para los que no estábamos en los entresijos de la epopeya condal. Por ejemplo, que nuestro muy amado Juan Carlos I tenía un pufo de 150 millones de pesetas en una de sus dos cuentas del intervenido Banesto, pufo que fue resuelto con la colaboración de la familia Fierro. Lo que no quedó claro entre los especialistas de los dos mundos es si el regio agujero del Banesto era consecuencia de su íntima amistad con Marta Gayá, agraciada dama mallorquina de la que los del corazón hablaron largo y tendido. En fin, una cosa sí se aclaró en el debate: la absoluta incapacidad de Ana Rosa Quintana para controlar una reunión en la que alguien tenga la intención de aportar algo de información rigurosa e interesante. En cuanto huele algo de seriedad, corta de raíz. "Antes muerta que solidez" es su lema y el de la cadena. Afortunadamente para la audiencia (1.395.000 espectadores, un dato muy bajo para ser un programa en el horario estelar), el exbanquero eludió asistir al programa con lo que nos evitamos una de sus homilías laicas.
El segundo capítulo apologético del delincuente engominado tuvo la gran habilidad de contar el calvario de su protagonista por entre las fuerzas del mal sin aludir en ningún momento al estado en que quedó la entidad financiera, que la dejó "como unos zorros", en coloquial descripción de Ernesto Ekáizer. También se informó que de la multa de los 23 millones de euros a los que fueron condenados Conde & friends, sólo habían pagado 7 y, suponemos, que esos siete eran en moneda de curso legal. Lo que es indiscutible es que tenemos una de las justicias más salerosas con los poderosos y más inflexible con los menesterosos. Como decía el clásico: "Que se note que hay clases".


El silencio de la plastilina

Por: | 11 de julio de 2013

Th

"A veces, tenemos una cierta tendencia a contar las cosas que no son las mejores, y de vez en cuando tenemos que hablar de las cosas que son importantes. Y esta -ha añadido- es importante y es buena", declaró Mariano Rajoy en la Opel de Zaragoza. Un inciso: la valoración de qué cosas son importantes y cuales no, ¿quién lo decide?, ¿el mismo personaje que día tras día inunda las primeras planas de los diarios con presuntas corruptelas?, ¿el mismo presidente de Gobierno que frente al clamor de la prensa, la radio y las televisiones internacionales por los escándalos de su extesorero y sus vinculaciones con usted mismo, opta por el silencio, la huída hacia adelante y la mirada perdida?, ¿el mismo responsable de la degradación democrática, la burda manipulación de las cifras macroeconómicas y la torpeza para solventar lo elemental?, ¿o acaso aquel que ante la enorme tragedia medioambiental y económica del Prestige tuvo el detalle de describir la fuga del petróleo como "unos hilillos de plastilina"? No tiene usted pase, señor Rajoy por muchas cajas de puros con sorpresa que recibiera de Álvaro Lapuerta.
Sin duda ha conseguido pasar a la historia contemporánea como el peor presidente de España, superando -lo que parecía increíble- a ese rencoroso técnico de Hacienda, mariachi de las Azores y organizador de una boda egregia que, siempre pensando en lo mejor para la ciudadanía, debería de haberla previsto en Soto del Real para ahorrar algo en transporte. La Bolsa baja, la prima de riesgo sube, la banca sigue sin dar créditos, el paro no disminuye sensiblemente y usted se calla, o lo que es peor, dice un par de vulgares obviedades que, al parecer, paga a precio de oro a su gurú Pedro Arriola (el sociólogo facturó al PP más de 7 millones de euros en diez años. Un lujo).
Otra cosa que no es, efectivamente, de las mejores: visto para sentencia el largo y laborioso juicio por el hundimiento y posterior desastre ecológico del petrolero Prestige, probablemente uno de los mejores ejemplos de la incompetencia de un Gobierno para resolver un problema concreto. Un trío inolvidable al frente de la crisis: Aznar, que tuvo que acudir al lugar del suceso con unas medidas de seguridad que identificaban Galicia como territorio hostil. Un ministro directamente responsable de las consecuencias del naufragio, Álvarez Cascos, que prefirió seguir cazando, suponemos que a costa del erario público, al fin y al cabo sus ilegales sobresueldos no estaban para estas nimiedades, y un ministro-portavoz que tuvo la estupenda idea de hablar de "hilillos de plastilina" mientras se fumaba un puro habano, no de los de Álvaro Lapuerta. En resumen: abróchense los cinturones porque lo más probable es que tras las decisiones de estos ases, usted, yo y y el lucero del alba (si es ciudadano español, naturalmente), tendrán que añadir unos 4.000 millones de euros para tapar indemnizaciones. Parece mucho pero no lo es: al fin y al cabo eleconomista.es señala que el Estado perderá con Catalunya Banc y Novagalicia más de 25.000 millones de euros. ¡Alegría, alegría y que no decaiga la fiesta! Al mismo tiempo un descerebrado subdelegado del Gobierno en Pontevedra que atiende al nombre de Antonio Coello se dedica a mandar multas a los preferentistas que manifestaban en la calle se legítimo descontento por la estafa que les habían endilgado los mismos bancos y cajas que reciben ingentes ayudas públicas. ¿Dónde quiere el señor Coello que los preferentistas muestren su pesar?, ¿en alguna isla desierta, en un campo de concentración habilitado para ello? En fin, las cosas que no son las mejores, que diría Mariano con esa sintaxis tan suya y que alcanzó su particular olimpo con aquello de que "nadie podrá probar que no es inocente".
Por último, una recomendación si ustedes no quieren perder ese punto de estupefacción cotidiana que tan generosamente alimentan nuestros inolvidables dirigentes, como los de esa Comunidad de Madrid que han visto judicialmente paralizada su incial plan de privatizaciones hospitalarias por una tontería burocrática: cuatro días antes de acabar el plazo de las ofertas decidieron rebajar en un 90% las fianzas económicas a las empresas que aspiraban a los centros sanitarios, porque sí, porque así son de rumbosos los Ignacio González o los Fernández Lasquetty con los dineros públicos, pues bien si no quieren bajar el nivel de adrenalina vean el segundo y último capítulo de la autobiografía de Mario Conde (Telecinco, 22.00 horas), no sólo autorizada sino escrita y consagrada por el propio delincuente. Podrán comprobar una vez mas esa máxima omnipresente que ladrones, políticos, financieros, obispos y empresarios han convertido en la norma esencial de sus vidas: "La culpa siempre es de los otros".

Gracietas

Por: | 10 de julio de 2013

Mano en el fuego

Si las televisiones generalistas tuvieran sentido del humor, o si los de El Intermedio no estuvieran de vacaciones, el contraplano perfecto en los informativos tras las declaraciones de varios ministros en favor de Rajoy, sería el de algunos excelentísimos señores en una unidad de quemados recibiendo los correspondientes auxilios a sus abrasadas manos. La pregunta de ¿pondría usted la mano en el fuego por el presidente del Gobierno? ya es en sí misma una tontería. Que se responda denota el coeficiente intelectual de los ministros, salvo en el caso de Arias Cañete que, a la carrera, respondió masoquistamente "yo la pondría por el aceite español", algo que, sin duda, los olivareros de Jaén celebrarían gozosamente.
Claro que hay días en los que el humor, afortunadamente, es la reina de la casa. Despúes del genial monólogo de Cospedal sobre la simulación diferida, irrumpe en el club del chiste la entrañable Esperanza Aguirre con su alegato numantino en favor de la limpieza y la lucha contra la corrupción. Esta martillo de herejes todavía no se ha percatado de dónde viene ni, por supuesto, en donde está. Viene del tamayazo, de las donaciones irregulares a sus campañas de nombres tan dignos como Díaz Ferrán o Arturo Fernández, compañeros de fatigas en la epopeya contra los corruptos, como consta en algunos atestados judiciales. Y está sentada a la diestra de su delfín, Ignacio González, otro campeón de la lucha contra la podredumbre. Los tertulianos que asumen la penosa labor de lavarle la cara cada vez que se les recuerda alguna declaración hipócrita de la líder, suelen argumentar que cesó a los que cesó en cuanto se enteró de alguna irregularidad. La primera irregularidad fue la votación parlamentaria para elegirla presidenta, lo que aceptó de buen gusto. Durante su mandato, tuvieron que ocultar en forma de concesiones más de 650 contratos con los de la trama Gürtel para que cesara a alguien, y cuando lo hizo fue a medias: los cesados dejaron de pertenecer al grupo popular parlamentario pero no así al Parlamento de la Comunidad, donde disfrutan de sus privilegios y votan con el partido.
Las risas de la jornada se desplazaron después a Barcelona: "Tan solo 48 días después de entrar en prisión el Departamento de Justicia de la Generalitat ha otorgado el tercer grado penitenciario a los expresidentes de la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) Enric Roig y Antoni Herce, que fueron condenados a cuatro años y medio de prisión cada uno por malversar 2,7 millones de euros de las arcas públicas. La gracia de la noticia es que éste triunfo de la bondad gubernamental se hizo sin necesidad de recabar firmas solidarias por toda España, como fue el caso del joven gallego al que se le encontraron dos papelinas de heroína, o la madre que había comprado leche para sus hijos con una tarjeta de crédito que no era suya, o la joven condenada por robar un móvil sin que se pudiera probarlo. No, en el caso de los dos ejecutivos pujolistas, la gracia fue autóctona y espontánea. Si alguien dudaba de la magnanimidad del Govern debe de cambiar radicalmente su incertidumbre. El señorío es el señorío y si no que se lo pregunten a Millet.
Un último apunte del salero que nos inunda: dos años largos después de que la ya citada Esperanza Aguirre negara los recortes en Educación, con la permanente ratificación de su consejera Lucía Figar. Unos meses después de que el ministro Wert proclamara su entusiasmo por los recortes, y casi tres años después de que la humorista que preside Castilla-La Mancha afirmara públicamente que "vamos a dar un ejemplo a toda España y lo vamos a hacer todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha, lo vamos a hacer entre todos", refiriéndose a los hachazos que tenía previsto asestar al frágil Estado del bienestar, surgen las desagradables e indiscutibles cifras: La escuela pública pierde 22.600 profesores. La plantilla baja un 4,5% y los alumnos suben un 3,6%. Castilla-La Mancha encabeza el descenso con 4.415 docentes menos. Su reconocida humildad le impide alardear de los 4.415 ejemplos que ha dado a toda España. Eso es una líder y lo demas, tonterías.

P.D.- No se pierdan el último capítulo de la segunda temporada de Homeland (Cuatro, 22.30 horas), una de las mejores series del año, y se despide -eso sí- dejando al espectador sin respiración y anhelando la tercera temporada. Incluso se agradece algo de tragedia en un país con tanto cómico vocacional.

Ignacio González y Dashiell Hammett

Por: | 09 de julio de 2013

Th

Hay un personaje en la política española que cada vez adquiere un perfil más sugestivo para una buena novela negra: Ignacio González. Naturalmente, sería un espléndido villano, alguien perfectamente capacitado para deambular por las páginas Chandler, Hammett o James M. Cain moviéndose con pericia por ese turbio territorio en el que la corrupción, la política y la violencia generan un magma homogéneo.
Sombra casi permanente de una Esperanza Aguirre cuyo mayor e incomprensible mérito ha sido resistir en las diferentes poltronas que sus señoritos le han puesto al alcance de su aristocrático trasero, ha sabido moverse sin destacar en exceso, un pequeño Maquiavelo de andar por casa en el que la discreta conspiración fue siempre su mejor arma.
En estos días su nombre, una vez mas, surge entre la niebla de dos historias turbias: de un lado, el sorprendente comunicado de los hijos del extesorero del PP Álvaro Lapuerta, calificando de extrañas las dos caídas de su padre (como consecuencia de una de ellas estuvo 11 días en coma) y, de otro, vinculado a unos hipotéticos cambios de rumbo de otro personaje novelesco: Sheldon Aldenson, capo de una importante red de casinos entre los que figuran el proyecto de Eurovegas.
"Tú ya tienes 95 años y te vas a morir pronto, pero piensa en tus hijos y en tus nietos. Ten cuidado con lo que haces". Es el contenido de la segunda llamada que en el espacio de una hora recibió el extesorero del PP el 18 de septiembre de 2012. Previamente había recibido una llamada de una mujer no identificada en la que le advertía sobre la página 13 del diario El País, página en la que se publicaba una información periodística en la que se le nombraba en relación con el vicepresidente de Madrid, Ignacio González. El relato de estas conversaciones consta en la denuncia que Álvaro Lapuerta presentó ese mismo día en una comisaria de policía de Chamartín.
Ya en enero de 2009 el nombre de González salía en los diarios a propósito de unos dossier que tenía el entonces tesorero del PP, Álvaro Lapuerta, en el que se detallaba el patrimonio del vicepresidente madrileño: " El tesorero del Partido Popular le espetó a González que no veía justificación a su patrimonio personal y le mostró datos sobre la compra de su casa, sobre sus créditos e, incluso, sobre el coste de su mobiliario. Además, criticó algunas de las adjudicaciones de la Comunidad, al margen de otros comentarios de índole personal". En esos días, el omnipresente González aparecía en las informaciones de El País en las que se destapaba una trama de informes y seguimientos a altos cargos del partido en Madrid, "un juego sucio dentro del partido que revela el grado de enemistad y desconfianza entre unos y otros y hasta qué punto llega el enfrentamiento entre los distintos sectores y entre los aguirristas y los marianistas". La bronca, pues, viene de lejos.
No se olviden tampoco de la peculiar historia del ático de lujo que posee el presidente madrileño en una lujosa urbanización de Marbella, ático alquilado inicialmente a una compañía con residencia en el paraíso fiscal de Delaware y comprado precipitadamente, al parecer a un muy buen precio, el mismo día en que se abrían diligencias judiciales para investigar si dicho ático era, o no, una prebenda de la trama Gürtel en agradecimiento a las 657 concesiones que el Gobierno de Esperanza Aguirre camufló como contratos. La consejería de González fue la que más dinero dio a las empresas de Correa, que se embolsó 5,3 millones de euros. Después la sospechas derivaron hacia Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, amigo personal del político y cliente del abogado de Delaware titular de la compañía arrenndataria del ático, además de beneficiario de unos sustanciosos contratos con TeleMadrid.
Un personaje absolutamente apropiado para protagonizar alguna historia tipo Cosecha Roja que no puede impedir el que su nombre aparezca de nuevo vinculado a Las Vegas Sands Corporation. Tomás Gómez, el secretario general del PSOE de Madrid, denunció cripticamente, todo hay que decirlo, que el complejo de Eurovegas se iba a pique. Lo hizo con esa galanura que tienen los políticos de denunciar hechos sin nombres propios ni pruebas, convencidos de que sola palabra va a misa. La empresa del turbio Adelson (investigado judicialmente en EE.UU) desmintió la denuncia de Gómez por mas que, al menos de momento, en el descampado de Alcorcón sólo se mueven las lagartijas. Ignacio González fue requerido por el socialista para que confirmara o desmintiera su información, lo que todavía no ha ocurrido.
Por todo ello, González podría haber sido un hijo literario de los mejores escritores de novela negra, a diferencia de los Rajoy, Cospedal, Arenas, Mayor Oreja, Rato, Acebes y tantos otros que serían meros figurantes de alguna película de serie B sobre pirañas depredadoras y codiciosas. González, no. Él es un auténtico tiburón de la calle.

Dos mejor que uno

Por: | 08 de julio de 2013

Th

Mariano Rajoy
, a tenor de las informaciones publicadas, sacó pecho en la clausura de ese chiringuito aznariano que llaman FAES: "Aún no podemos decir que España va bien", dijo recordando la frase de Aznar, "pero España va mejor. Estamos en la cuenta atrás de la recuperación". Después, como era de preveer, señaló el verano de 2015, año de elecciones, como fecha del esplendor económico. José Esquinas, técnico de la FAO en la que trabajó durante 30 años declara, por su parte, que: "España está viviendo un retroceso brutal en términos de hambre y sobre todo en malnutrición infantil" y recuerda cómo alrededor de nosotros los índices de malnutrición señalan que uno de cada cuatro niños no recibe una alimentación adecuada, según el último informe de Unicef. En El País de hoy, lunes, se informa que "el 21,6% de la población española está en riesgo de caer en la pobreza". Pues ya saben: "España va mejor" aunque no especificó para quien.
Desde luego para los informativos oficiales de Somoano, no es que vaya bien, es que es Hollywood. Durante todo el santo domingo esos Norman Mailer televisivos tuvieron el detalle de buen gusto de no informar de la conversación del director de El Mundo con Luis el cabrón. No había que profundizar en la pestilente herida pese a que el resto de las cadenas generalistas, radios y diarios digitales se hacían eco de unas declaraciones en las que si sólo el 10% fueran verdad, serían para encarcelar a medio Gobierno, probablemente el conjunto más corrupto e hipócrita que ha gobernado éste país desde que se inició la transición democrática. De momento, el Ayuntamiento de Toledo ya declaró que tienen la certeza de que el contrato al que se refiere la información de El Mundo corresponde al servicio de limpieza de la ciudad con la empresa Sufi, suscrito el 15 de enero de 2007 por un periodo de siete años y un total de 43 millones de euros, a razón de algo más de seis millones anuales. ¡Tómate algo, Cospedal!
Hubo un día en que la repipi Soraya Sáenz de Santamaría explicó al personal que el Gobierno de Bolivia había felicitado al español por su colaboración en el repostaje del avión presidencial latinoamericano. Después vino una declaración de los damnificados por el servilismo europeo hacia EE.UU en la que tildaban a García Margallo de "prepotente e inmoral". Excelente. Por último, el propio Evo Morales relata su accidentado viaje de regreso a su país desde Moscú: "Entonces llegó el embajador español en Austria. Podía salir a España pero primero tenía que revisar el avión de la Presidencia. Dice que si queremos aterrizar en Las Palmas tiene que revisar el avión". No saben ustedes el lujo que supone para un país como España contar con embajadores como Alberto Carnero Fernández, al que a sus virtudes como diplomático hay que añadir, por el mismo coste, una especial proclividad a ser el inspector Clouseau de la Unión Europea. Desde esta humilde tribuna proponemos al señor prepotente e inmoral que le conceda la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio a tan distinguido Carnero.
En fin, superado con el esperado silencio administrativo las andanadas de Bárcenas y la no menos opaca actitud de la Conferencia Episcopal española ante el desfile del Orgullo Gay, sólo nos resta proponer una doble opción televisiva para la noche del lunes: de un lado, la final de Un príncipe para Corina (Cuatro, 22.30 horas), concurso que a buen seguro seguirán con interés en el palacio de la Zarzuela por lo que les pueda tocar. De otro, el largometraje Mari-Jo y sus dos amores, largometraje de Robert Guédiguian que la 2 exhibe a las 22.00 horas. Tienen en común algo que no gustará a los monseñores hispánicos, lo que nos satisface íntimamente: la dama se debate entre dos amores aunque le apetecería quedarse con los dos. En el amor, como con los plátanos, dos mejor que uno.

Cuatro horas con Luis

Por: | 07 de julio de 2013

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Lo mas terrible de todo esto es que, probablemente, pasará sin mayores contratiempos. La capacidad del PP para negar lo evidente es, al parecer, inagotable. La larga crónica del director de El Mundo en la que deja constancia de las cuatro horas que pasó charlando con Luis Bárcenas dejan poco lugar a las dudas. El PP se financió ilegalmente, Mariano Rajoy y la mayor parte de la cúpula del partido recibieron sobresueldos procedente de comisiones espúreas y sobre la contabilidad B que publicó en su día El País "Bárcenas negó "por lealtad a Rajoy" ser el autor de los papeles. Pero ahora reconoce que fue un falso desmentido". Recuerden por ejemplo, que en Gran Bretaña un ministro dimitió por haber mentido en una multa menor de tráfico. Aquí, el extesorero del partido en el poder confirma los sobresueldos ilegales a varios ministros, los regalos de los trajes a Mariano Rajoy y, en resumen, el trasiego de dinero en metálico a cambio de concesiones públicas y, probablemente, nadie se mueva de la poltrona. ¿Por qué? Fundamentalmente porque la cultura democrática es inexistente: los políticos son demócratas si el serlo les beneficia. Si no, se mira para otro lado y aquí no ha pasado nada.
De las confidencias del extesorero se desprende el peculiar sentido de la transparencia que tiene la cúpula de los genoveses: "el PP maniobró para intentar frenar el escándalo. Ello incluyó llamadas del eurodiputado Gerardo Galeote, mensajes llamando a la calma de Mariano Rajoy y gestiones de los exministros Michavila y Acebes. Sorprende, eso sí, que no surja el nombre del mayor de los trileros jurídicos, Federico Trillo, pero en todo caso se confirman la maniobras populares por evitar el juicio a Bárcenas. Ello explica, también, que fueran expulsados como acusación particular del mencionado caso. Que el imputado Ángel Acebes (no hay que olvidar su insistencia en adjudicar a ETA los atentados del 11-M) haya sido fichado en el bufete de Michavila entra dentro de lo normal: Dios los cría y ellos se juntan. Recordemos también que el 4 de julio de 2012, el Juzgado Central de Instrucción Número 4 de la Audiencia Nacional le imputa como consejero de dicha entidad Bankia por presunta comisión de delito de apropiación indebida, falsificación de cuentas anuales, administración fraudulenta o desleal, y de un delito de maquinación para alterar el precio de las cosas. Un lujo.
Visto lo visto a nadie le pueden sorprender los datos de la encuesta que publicó ayer, domingo, El País: que el 89% de los votantes del PP crean que el partido es responsable del caso del extesorero, o que el 63% de los mismos votantes piensen que el PP tiene responsabilidad en el asunto porque sabía lo que pasaba y lo toleró no debería pasar desapercibido pero lo mas probable es que se siga la máxima de que "quien resiste, gana". Lo importante es mirar siempre para otro lado hasta que se acerquen las elecciones, entonces, eso sí, se disminuirán los impuestos durante unas semanas, se concederán créditos a golpe de telefonazo y se mostrará la mejor de las sonrisas cuando señalen la mortecina luz al final del camino. Hasta entonces se aferrarán, no sin cierta legitimidad, todo hay que decirlo, al lamentable caso de los ERE andaluces. La misma encuesta dominical exhibe claramente la opinión de los votantes del PSOE sobre ese escándalo: el 92% de los votantes socialistas piensan que el partido en Andalucía es responsable por no haber vigilado adecuadamente a quienes se lucraron con la estafa. Y el 74% de los mismos votantes opinan que el PSOE andaluz sabía lo que pasaba y lo toleró. Que la corrupción, tras el paro, sea el problema que la ciudadanía considera es el más grave es una consecuencia lógica de dichos comportamientos partidistas. No sólo no han dado la talla en el cumplimiento de las mas elementales normas de conducta democrática sino que con su obcecación en defender lo indefendible están socavando el propio sistema.

P.D.- Uno de los mejores momentos del fin de semana fue comprobar que el desfile del Orgullo Gay en Madrid congregó, al parecer, a un millón de personas. Todo lo que sea potenciar la úlcera de los monseñores españoles es un placer.

Del victimismo

Por: | 05 de julio de 2013

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Espléndida la idea de La Zarzuela (el palacio, no la clínica) de convocar a la prensa para explicar dos o tres cosas inexplicables e inexplicadas. Lástima que tras la reunión todo siguiera igual. Bueno, no, todo no: ahora sabemos que en tan distinguida mansión se vive la instrucción del caso Urdangarin "como un martirio". ¿Se habrán preguntado previamente cómo lo vive el pueblo llano y sencillo? Colocarse en el lugar de la víctima es un recurso dialéctico, incluso ideológico, pero en este caso, mal que les pese a los del palacio, las víctimas son los ciudadanos que en plena crisis económica y recortes brutales, han visto como un mequetrefe y su señora se lo han llevado crudo por la cara. Si a eso se le añade que hay correos electrónicos en los que se manifiesta la colaboración de la Casa Real para favorecer la tajada de las arcas públicas, parece un sarcasmo lo del martirilogio.
También fue un acierto no explicar lo de los dineros en Suiza de Don Juan de Borbón. Según las explicaciones de Zarzuela, el Monarca ya "no tiene cuentas en el extranjero" porque el dinero se gastó en "pagar deudas y obligaciones" de los condes de Barcelona y las cuentas "quedaron a cero" en 1995. Bien. A la pregunta de si se pagaron los correspondientes impuestos, un portavoz de La Zarzuela explicó: "No lo sé. La Casa del Rey tiene la convicción de que el albacea, Luis de Ussía, ya fallecido, los pagó, pero no tenemos documentos que lo prueben". Excelente. ¿Se puede pedir más transparencia? No tiene cuentas, se pagaron deudas y, probablemente, se pagaron los correspondientes impuestos. Todo sin la menor prueba documental, salvo una especie de "que me muera aquí mismo si es mentira". Lujazo.
El jueves fue el día de los mártires. Si primero fue el Rey y su familia, después vino el primer capítulo de la miniserie que sobre Mario Conde emitió Telecinco (1.689.000 espectadores, una audiencia discreta, muy por debajo de, por ejemplo, Pesadilla en la cocina con sus 2.319.000 espectadores). Ya se señaló la especial predilección que siente la cadena berlusconiana española por el financiero delincuente. La miniserie, basada en una especie de autobiografía del expresidente de Banesto, es una desastre de guión y diálogos y una apología del protagonista. Si nos creyéramos lo que se nos cuenta en esos días de gloria, Conde fue la gran víctima del mundo mundial, a saber: víctima de la oligarquía financiera que no querían advenedizos, víctima del Gobernador del Banco de España, del ministro socialista de Economía, de sus propios amigos y, por último, de la primera guerra de EE.UU contra Irak. El mundo contra Mario Conde que, naturalmente, lo único que quería era salvar Banesto, en primer lugar, y se terciara, a España en segundo lugar. La primera pregunta que suscita la serie es saber si la pagó el propio exfinanciero. Vista desde la distancia, el primer capítulo -con la entrevista previa de Ana Rosa Quintana, al parecer una experta en cuestiones económicas- era un mal publireportaje, y malo porque los diálogos eran un cúmulo de topicazos propios de quien se cree Gore Vidal y no llega a Corín Tellado, y malo porque el guión no tenía el menor sentido: personajes inexplicados, secuencias sin continuidad, en fin, lo dicho: un desastre. Se quiso buscar una cierta pluralidad de opiniones con breves flashes de periodistas económicos y políticos, tan breves que sólo cabían titulares, y del que destacamos el de Carlos Carnicero: "Pensar en Mario Conde como solución es como poner a un pederasta al frente de una guardería".
Pero como no todo van a ser víctimas, citemos al ínclito Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, para que nos levante la moral. "Los seis hospitales públicos que a partir de septiembre estarán gestionados por empresas privadas son un autentico chollo para la Administración. Además de seguir prestando los mismos servicios que hasta ahora, ampliarán el número de camas, abrirán nuevos quirófanos y programarán consultas e intervenciones por las tardes...con un 20% menos de presupuesto que hasta ahora". El milagro de los panes y los peces en versión castiza. La experiencia conocida hasta la fecha indica todo lo contrario: que la sanidad privada le cuesta un ojo de la cara a los madrileños, o a los valenciano, o allá donde esté funcionando, pero nuestro consejero de Sanidad opina lo contrario, eso sí, con las mismas pruebas documentales que el breafing de la Zarzuela.

El País

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