Un comentarista de televisión puede optar entre los telediarios, las tertulias, las series, los reality, los deportes, los talk-show, en fin, todo un mundo de posibilidades pero con frecuencia lo que define más y mejor un tiempo y un país no está en las televisiones. Y ante esto, como diría Lenin: ¿Qué hacer? Pues lo que se considere más oportuno, naturalmente. Y ayer, al margen del partido de España contra Georgia (34% de audiencia con un pico de 8.159.000 espectadores y una chilena de Negredo antológica), la foto y la crónica del día estaba en Alhendín, un pueblo granadino de 8.000 habitantes gobernado por el PP.
Así comenzaba la información en El País: "14 cargos públicos para inaugurar una rotonda. Ocurrió la semana pasada en el municipio de Alhendín (Granada), según publica este martes el diario Ideal. En el acto participaron representantes de la Diputación de Granada (PP) y del Ayuntamiento de Alhendín, entre ellos el presidente de la institución provincial, Sebastián Pérez, la vicepresidenta primera, Luisa García Chamorro, el alcalde de Alhendín, Francisco Rodríguez, y otros miembros de las dos corporaciones, gobernadas por el Partido Popular". Bien.
Cuando vemos a Pepe Isbert en el balcón muncipal de Guadalix de la Sierra o Villar del Río (ventajas de la ficción), junto a un orondo Manolo Morán, representante de folclóricas, declarando con su voz cazallera que "como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación, y esa explicación que os debo, os la voy a pagar..." la buena gente se ríe. Pues bien, cuando 60 años mas tarde (Bienvenido, Mister Marshall es de 1953), contemplamos la foto de la inauguración de la rotonda de Alhendín, ya no sabemos si reir o llorar, porque una cosa es la España profunda, otra el sainete y otra el ansia de salir en la foto.
¡14 autoridades provinciales y locales en la inauguración de una rotonda, es mucha autoridad! y si, además, se montan una teórica sobre las bondades de la rotonda y las maldades de la socialista Junta de Andalucía, pues como señaló en su discurso Francisco Rodríguez, alcalde de la localidad, aunque también puede ya ser llamdo el Pepe Isbert del siglo XXI, "mientras la Junta de Andalucía nos asfixia con los impagos del taller de empleo y el servicio de ayuda a domicilio, la Diputación es la única Administración que sigue apostando por los municipios y por Alhendín y, como muestra un botón, ésta rotonda que sin duda alguna va a mejorar la calidad de vida de todos los alhendinenses", el esperpento está servido. Al final, siempre gana Valle Inclán. Al parecer estamos condenados a vivir entre dicotomías: Baroja o Valle, Barça o Madrid, PP o PSOE, Ordóñez o Dominguín, Montoro o un ser inteligente, rotondas o servicio de ayuda a domicilio, un sin vivir.
Y si los alhendinenses no paran de descorchar cava, abrazarse por las calles y tirar confetis y serpentinas al paso de la comitiva de autoridades por esa mejora en la calidad de sus vidas, el resto de España asiste gozosa a las buenas nuevas de nuestro amados gobernantes: Ana Mato afirma que nadie va a quedar desatendido en los centros sanitarios por mas que los expertos consideran que la entrada en vigor del decreto de atención a los inmigrantes afecta ya a 910.000 pacientes que no pagan impuestos y, especialmente, a más de 150.000 inmigrantes sin permiso de residencia. Alegría, alegría, que son dos días.
¿Y qué decir de ese baile de cifras en la cabeza de Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, que mas que un baile parece el sambódromo de Río en plenos carnavales? Cuando le exigieron que pidiera perdón a los desempleados por haber dicho que medio milón de perceptores defraudan a Hacienda, pese a que los datos oficiales sitúan la cifra en 5.833, nuestra aguerrida vicepresidenta contraatacó con contundencia: "Hay que tener osadía parlamentaria después de estar incursos en un fraude de 1.000 millones de euros y con 120 imputados muchos de ellos socialistas", en alusión al caso de los ERE. El fraude conocido ahora por la juez Mercedes Alaya se sitúa en 150 millones, que es un disparate pero, también, la octava parte de lo dicho.
¿O cómo no sacar los matasuegras y demas parafernalia festiva al escuchar a González Pons y al exministro Juan Costa declarar en el juicio al benefactor Carlos Fabra, Míster Aeropuertos 2012, que ellos no saben nada de nada, que no hicieron nada malo y que Fabra era muy importante y, por tanto, no necesitaba de su intermediación para pillar cacho con los fitosanitarios que, por cierto, no tienen nada que ver con Fito y los Fitipaldis. Más cava, por favor, que esto es Sodoma, Gomorra y Eurovegas al mismo tiempo, un enorme tótum revolutum.
P.D.- No está confirmado que los ayuntamientos de Beade (Ourense) y Quijorna (Madrid) hayan pedido ser anexionados a Noruega, país que acaba de conformar un Gobierno en el que la derecha populista tiene siete carteras ministeriales. Tiempos de vacas flacas, auge de los nacionalismos, brotes de xenofobia, resurgir de los populismos de extrema derecha...en el fondo la rotonda es el símbolo del presente, un círculo en el que todo vuelve a empezar.