"El alcalde de O Porriño, Nelson Santos (PP), no piensa dimitir tras haber sido imputado por prevaricación y malversación de caudales públicos". Pues no se diga mas. Usted puede ser alcalde de su pueblo. Puede, naturalmente, conceder obras a empresas afines para colocar a lugareños, afines e incluso a familiares. Puede dilapidar cuatro millones de euros en obras no realizadas y presumir de que baja el paro. Puede hacer lo que le de la gana porque siempre estará el manto protector de la impunidad. Lo tiene claro: " "Presentaré mi dimisión el día que Dios no me dé vida, el día que un juez me inhabilite o el día que el pueblo de O Porriño decida que ya no sigo", dicho de otra manera: Dios, Justicia y familia. Vale. En el fondo lo que el alcalde hace con cuatro millones es lo mismo que hace el Gobierno con 40.000 millones: asegurarse el futuro. En el caso de O Porriño, estimulando un clientelismo que le asegure la reelección. En el caso del Gobierno, favoreciendo al poder financiero que quién sabe que será de nosotros el día de mañana. Veamos:
"El balón de oxígeno que dio el Gobierno a la banca con un decreto ley a finales del año pasado ha desbordado las previsiones. La norma aprobada por el Consejo de Ministros del 29 de noviembre pasado convirtió en monetizables, esto es, garantizados por el Estado, parte de los créditos fiscales que permitirían a los bancos ahorrarse impuestos en el futuro. Ello ha supuesto finalmente que los bancos salven más de 40.000 millones de euros de capital, según los datos recopilados por EL PAÍS de las principales entidades financieras españolas. El Estado responde de esos créditos fiscales en caso de que los bancos no los puedan usar para compensar beneficios futuros, lo que conlleva un riesgo de pérdida que el Gobierno minimiza". Sólo tienen que ver los políticos que son consejeros de las grandes empresas -coparticipadas por los bancos la mayoría de ellas- para comprender que los favores de hoy, son pan para mañana aunque siempre quedan ingenuos en el ámbito político, lo que es de agradecer. El pasado miércoles, por ejemplo, el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, planteó si las entidades bancarias españolas, que según los datos facilitados el martes por la Asociación Española de Banca (AEB) cerraron el ejercicio anual de 2013 con 7.274 millones de euros de beneficios, "van a empezar a devolver todas las ayudas recibidas para rescatarlos y sanearlos, y que fueron financiadas por todos los ciudadanos". Lo lleva claro, hasta ahí podríamos llegar. Una pista: "El presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, ha afirmado ayer que el sistema financiero español afronta el año cero de la Unión Bancaria con los deberes hechos". Es decir, que de devolver las ayudas "Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita".
Claro que si lo que quieren contemplar es a un tiburón suelto en estado puro sólo tienen que ver y oir a Mónica Oriol (ver foto de EFE), presidenta del Círculo de Empresarios, decir cosas como que "hay rebajar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a las personas que no tienen formación" y ha justificado esta petición en que "hay que dar trato desigual a formación desigual". Criticó "que el salario mínimo te obliga a pagar un sueldo a estos jóvenes aunque no valgan nada", a los que, además, tuvo a bien clasificarlos como "parásitos". Tiene su gracia que quien desciende de una familia muy adinerada, es decir, de que quien por el azar de un espermatozoide y un óvulo llegó a este mundo con el porvenir asegurado, se declare partidaria de dividir a la población entre los que están formados y los que no valen nada. Como también es muy gracioso escucharla afirmar que España es la mejor del mundo mundial en prestaciones o reivindicar una segunda reforma laboral que aproxime el coste de despido a la media europea, que está en 18 días por año trabajado. Naturalmente que se aproxime el coste del despido pero no el salario mínimo (en Francia, sin ir mas lejos, es casi el doble que en España: 1.200 euros frente a 645). Estos fundamentalistas son los mismos que cuando quiebran las autopistas privadas exigen ser rescatadas con fondos públicos.
Pero si en lugar de tiburones de rompe y rasga lo que quieren es contemplar fuegos artificiales, sólo tienen que ir al Congreso de los Diputados donde se están sentando las bases del nuevo regeneracionismo democrático y la lucha contra la corrupción. Es extraordinario que quienes han denigrado el sistema democrático hasta lo inimaginable sean ahora los que van a regenerarlo. Parece un chiste pero no lo es. Lo que sí es, es una nueva prueba de la burbuja en la que vive nuestra clase política, un microcosmos totalmente ajeno a la realidad cotidiana, la misma que trata de consolidar día a día Somoano desde el NO-DO del Pirulí. La información que TVE dio sobre la intervención de Torres Dulce en el Congreso de los Diputados fue de juzgado de guardia. Todo era amable, relajado y sensato, como una película de Doris Day. Ni una referencia a las duras críticas del Fiscal General sobre la falta de medios, la lentitud y la impunidad de los corruptos. A los informativos de TVE lo único que les interesa es no molestar a quien está en el poder. Los espectadores son lo de menos, o como diría Mónica Oriol, no valen nada.
Y ya para terminar, mas genio y figura, esta vez eclesiástica: "El cardenal arzobispo de Madrid recibirá una de las medallas de oro, según ha anunciado este jueves el consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Salvador Victoria. El responsable autonómico ha explicado que se le entrega por la "labor que ha desarrollado por los madrileños desde hace tantos años". A su juicio, es "un reconocimiento muy merecido, más que justificado". Entre vírgenes, santas y cardenales esto se parece cada vez más a una sacristía que a otra cosa. ¿Pero qué labor ha desarrollado por los madrileños desde hace tantos años este prelado cavernícola? Así, a bote pronto, recordamos entre sus éxitos el dineral que se gastó el Gobierno, la Comunidad y el Ayuntamiento, es decir, la ciudadanía, para celebrar unas jornadas mundiales de la juventud de las que lo que más se recuerda es a un Papa con mocasines rojos de Prada y decenas de miles de excursionistas "tot pagat". Tampoco se nos olvidan las manifestaciones que convocó él y sus colegas para protestar contra el matrimonio homosexual o la ley del aborto. Inolvidable fue su homilía en la La Almudena en el funeral de Adolfo Suárez hablando de la guerra civil y perfectamente olvidables, por inexistentes, las manifestaciones que no convocaron los prelados en favor de los deshauciados o los dependientes. Que le den una medalla pero, sobre todo, ¡que le den!
Hay 2 Comentarios
Y el acto hoy de Cáceres, todos los jubilados de la Autonomia vestiditos de azul porque venia el Candidato.
sí Gobbels levantara la cabeza estaría muy orgulloso de sus aventaja dos Alumnos españoles, incluida la Sra Oriol,
Viaje un poco mas Sra.y luego compare.
Recomiendo un buen libro para entender estos desatinos
Esther tusquets
"Habiamos ganado la guerra"
Muchas gracias como siempre por su clarividenvia
Hasta cuando Catilina, le seguirán permitiendo el estilo?
Publicado por: carmen lemme | 25/04/2014 21:48:12
Hola, amigos. Solo hay medios para pagar a los ejecutivos de los bancos, a los expresidentes del gobierno, a los funcionarios del gobierno, a los amigos del gobierno y al partido del gobierno. Los demás, ¡que se jodan! La justicia, como siempre, mendigando
¿No fue este señor cardenal Rouco el mismo que quería levantar un Vaticano madrileño junto a San Francisco el Grande, tirándose buena parte del Parque de las Vistillas? Como no lo logró, le dan una medalla de consolación. Menos mal, pobrecito.
Seguir rebajando, seguir recortando, ese es el lema. De lo contrario, se adelgazarán demasiado las cuentas en Suiza.
Publicado por: Francisco Tostón de la Calle | 25/04/2014 15:26:08