"La Unión Europea acabará aceptando finalmente a Cataluña como un nuevo Estado miembro porque los argumentos políticos y económicos a favor pesarán más en la decisión final que el veto de España, según el Consejo Asesor de Transición Nacional" (en la foto de C. Ribas en El País, Francesc Homs y Carles Vives Pi-Sunyer, presidente del Consejo Asesor). La historia se repite con una constancia desalentadora. Usted está al frente de un Gobierno que quiere tomar decisiones complicadas. Nombra a un consejo asesor -algún siervo los ha llamado incluso "consejo de sabios"- a su medida con la convicción de que concluirán lo que usted desea. Pasó con los "sabios" de la reforma de la Seguridad Social (bajaron el poder adquisitivo de las pensiones), pasó también con los asesores de la reforma fiscal (concluyeron que se subiera el IVA, lo que acabará ocurriendo) y ahora Artur Mas nombra otro consejo de asesores, la diletante Pilar Rahola incluída, que le entonan unos estupendos cantos de sirena basados, además, en hipótesis futuribles "acabará aceptando...", ¿por qué?. Poco importa que Bruselas y sus más altos responsables, Durao Barroso entre otros, señalaran que quien se independiza se pone a la cola de los nuevos aspirantes al ingreso. Los sabios de la Transición Nacional son sus profetas y TV3, su portavoz.
Mañana es el día típico en el que las cadenas generalistas pongan lo que pongan, no lo verá apenas nadie. TVE se llevará la palma con la final de la Copa del Rey recién llegado para la ocasión de vender proyectos a los Emiratos y Kuwait aunque, esta vez, sin comisiones para Corinna zu Sayn-Wittgenstein de la que sabemos poco salvo que anda deambulando por esa otra empresa de defraudadores fiscales con hipotético pedigrí que se llama Mónaco. Con el viaje se evitó tener que pasar el 14 de abril en Madrid. De entrada, ya dijo que "Nuestro país ha sufrido una crisis que ha provocado una dolorosa pérdida de puestos de trabajo. Pero hoy hemos salido de la recesión, el capital extranjero está regresando con fuerza a España y la economía española ha vuelto a crecer y a crear empleo", en el primer encuentro empresarial España-Emiratos Árabes Unidos", celebrado el lunes en Abu Dhabi. Ni que decir tiene que al Rey le escriben los discursos el Gobierno. En todo caso conviene recordar que a la Casa Real le han recortado el presupuesto para 2014 en un 2%, es decir, que apenas tuvieron túnel del que divisar ninguna luz.
Pero a lo que íbamos, a lo realmente importante: el Madrid-Barça, o Barça-Madrid para evitar suspicacias. De entrada hay que decir que es una final previsible: que lleguen los dos equipos con mayor presupuesto tiene una gracia relativa. Imaginar una final de la Copa entre el Alcorcón y el Ontenient, por ejemplo, sería la gran revancha de los sin camisa, pero así es la vida: el que paga, manda. Y ya sabemos dos cosas sobre ese encuentro que arrasará en la audiencia televisiva: que Cristiano Ronaldo no jugará y que Puyol ha dicho que "dudar de Leo Messi me parece brutal" por mas que los clásicos hace tiempo que nos animan a que dudemos de todo.
Lo cierto es que el partido es más que un partido. En realidad es una proyección de la realidad nacional, una pugna entre Madrid y Barcelona en tiempos de crisis económica, política, social y cultural en la que los respectivos equipos esenciales cobran cantidades disparatadas, cien o mil veces mas que los puta base. Es como si los directivos del Banco de Santander se enfrentaran a los de La Caixa, con un añadido: si se levantan las alfombras de las plantas nobles, sale mucha porquería. Triquiñuelas legales con sociedades intermedias en paraísos fiscales, contratos multimillonarios semiclandestinos con cracks brasileños, recalificaciones urbanísticas donde antes había un pabellón deportivo en la prolongación de la Castellana, en fin, la vida misma.
"The Economist –una revista que lleva desde 1843 cubriendo esas crisis—describe las inversiones bancarias como apuestas que no se pueden perder y resume así el patrón de rescate público que se ha establecido tras tres siglos de catástrofes financieras: “Se busca un culpable. Se demoniza a una parte del sistema financiero: un tipo de banco nuevo o de producto nuevo al que se atribuye toda la caída. Se prohíbe o se regula hasta su inoperancia. A cambio, otras partes del sistema financiero reciben más apoyo y fondos públicos”. Tras cada uno de esos ciclos, la deuda pública se dispara". Lo explica, y bien, vozpopuli.com, que añade: "La pregunta actual de por qué se ha rescatado antes a los bancos que a las personas lleva sobre la mesa desde 1792. En esa fecha se produjo la primera crisis bancaria moderna y, sobre todo, el primer patrón de cómo se han solucionado desde entonces: a lo largo de tres siglos, el dinero público siempre ha acudido al rescate de los problemas privados de los bancos". No hay nada nuevo bajo el sol, o casi, porque Europa, en general, y España en particular, se han salido de la norma. Cuando The Economist afirma que en las crisis se culpabiliza a una parte del sector financiero, no ha tenido en cuenta que Mario Draghi y Luis de Guindos fueron altos ejecutivos de Goldman Sachs y Lehman Brothers, respectivamente, dos de las principales culpables de la crisis económica mundial. En lo que sí aciertan es que la banca nunca pierde y que desde el siglo XVIII, la crisis bancarias se resuelven con dinero público. Para eso estamos.
Hay 2 Comentarios
¿Ontenient?
Publicado por: Fvbh | 15/04/2014 15:21:34
Elecciones libres y populares.
Y que cada cual decida según se sienta y prefiera su futuro sin ningún tipo de atavismos.
Con luz y taquígrafos.
Publicado por: Cardona | 15/04/2014 9:56:03