Las ventajas del mando a distancia es que te permite montarte tu propia película. Si ustedes alternaron ayer los programas estrella de La 1 (MásterChef) y Telecinco (Kiko Rivera) habrían podido comprobar las contradicciones del capitalismo en su fase de ingeniería financiera sin necesidad de escuchar a ningún líder de la izquierda: los aspirantes a grandes cocineros (un realizador de anuncios publicitarios, una carnicera en paro, un estudiante y un camarero) se enfrentaban a duras pruebas bajo la severa mirada de un jurado exigente y profesional. En la cadena privada, un individuo simpático y amante de la fiesta pretendía iniciar una carrera de cantante sin saber cantar, sin apenas ensayar y con un curriculum tan banal como sus propias reflexiones que, sin embargo, ganaba en un par de horas lo que el resto del proletariado necesitaba dos o tres meses. Unos eran unos desconocidos, el otro tiene un millón de seguidores tuiteros. Unos recibían reprimendas por un trabajo, al parecer, mejorable. El otro vivía entre halagos y selfies. Todo parece indicar que el sistema premia las simulaciones frente al rigor. Bardos como Jenaro García lo ratifican.
Telecinco atacó de nuevo: Un día en la vida de Kiko Rivera, fue un especial que se anunciaba así: "Documental que aborda los aspectos más destacados de la vida profesional y personal de Kiko Rivera. Por primera vez, un equipo de televisión ha acompañado al cantante y DJ durante varias semanas y ha recogido sus actuaciones en conciertos, sesiones como DJ y ensayos, entre otros momentos". Quizá debieran haber añadido que "ningún miembro del equipo que acompañó al protagonista durante varias semanas murió en el intento". La cadena volvió a demostrar dos cosas: que su programa exige menos esfuerzos de comprensión que los anuncios que incluye y que es capaz de estirar el chicle hasta extremos inconcebibles. Durante la emisión, Jordi González moderó un debate absolutamente gratuito (no había nada que debatir porque no había propuesta alguna que analizar) integrado por varios colaboradores e invitados. Muy apropiada las quejas, a gritos, de Kiko Hernández cuando vociferó lo de que "y éste individuo al que la cadena pagó por el documental acaba de mandar un tweet en el que nos llama hijos de puta a quienes comentamos el mismo. ¡Es una vergüenza!". Cría cuervos...
Propuestas alternativas para próximos especiales: Un día en la vida de Carlos Dívar. El expresidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, que dimitió el 21 de junio de 2012, aún mantiene un servicio de 11 guardias civiles y cuatro policías nacionales que trabajan por turnos como escoltas, según fuentes conocedoras del caso. Además, también tiene a su disposición un coche oficial con lunas tintadas en el que se desplaza una vez al mes a un hotel de Torremolinos, acompañado por dos de esos agentes. El coste aproximado de todo el despliegue de seguridad es de 385.000 euros al año según las mismas fuentes, informó la cadena SER. Primero quiso hacer de Marbella la nueva Atenas, ahora, al parecer, apuesta por Torremolinos. En todo caso, es un placer pagar cerca de 400.000 euros para que el señor Dívar se sienta seguro. En eso coincide con María Dolores de Cospedal que también cuenta con 11 miembros de la fuerza de seguridad a su servicio exclusivo. Lo que no tiene pase es que Esperanza Aguirre cuente sólo con dos quedando casi desprotegida frente a los pronazis y filoetarras. Ahora ya sólo falta que el Gobierno informe de los graves riesgos que corren los expresidentes del Tribunal Supremo en el día a día.
También se podría hacer Un día en la vida de Díaz Ferrán aunque, todo hay que decirlo, el ritmo sería menos trepidante y el ambiente menos glamouroso. A cambio, podríamos comprobar en la práctica lo de "trabajar más y ganar menos" para salir de la crisis por mas que el propio Díaz Ferrán hace tiempo que solucionó su propia supervivencia pues tiene techo y comida garantizadas.
"El activista del 15-M Carlos Cano (ver foto) ha ingresado en prisión después de haber sido condenado a tres años y un día de cárcel por su actuación en la huelga general del 29 de marzo de 2012, en la que hizo de piquete informativo. El estudiante de Medicina, de 25 años, se ha entregado, una vez que el juzgado que lo había condenado apremiase la ejecución de sentencia. Tras despedirse de sus familiares y amigos y ordenar sus asuntos personales, ayer entró en la cárcel". Dicho de otra manera: dos años largos después de los hechos, ingresa en prisión. Su madre lo explicaba claramente en Las mañanas de Cuatro. Vale.
Caso Blesa: "El proceso judicial abierto por el juez de Madrid Elpidio José Silva contra el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha sufrido numerosos cambios desde la primera denuncia del colectivo Manos Limpias en diciembre de 2009. Los demandantes acusaban a Blesa y al expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, por presunta estafa por la concesión de un crédito de 26,6 millones de euros por parte de Caja Madrid (actual Bankia) al Grupo Marsans". Hace casi cinco años. El mismo tiempo lleva el abierto el caso Gürtel, con una curiosa coincidencia: los dos jueces que iniciaron los respectivos expedientes judiciales, Silva y Garzón, ya han sido juzgados o están en pleno juicio. Que se sepa no se le ha caído la cara de vergüenza a ningún excelentísimo magistrado.