"Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar..." cantaba el poeta. Lo nuestro será el pasar, no lo dudo, pero lo de ellos es quedarse, también indudablemente. Y si para ello hay que cambiar las reglas del juego, pues se cambian. De ahí que en la operación retorno que, al parecer, comienza hoy como señalan todos los informativos, se encuentren conceptos y personas que nunca se han ido.
Hay muchas fórmulas para tratar de entender lo que está pasando. Una de ellas, y por ese especial regusto que tiene la clase política por el secretismo, es la de intentar atar cabos dispersos, analizar gestos, declaraciones que aparentemente no tienen nada que ver con lo que se dice pero que son significativos. Cuando Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, declara que la dirección nacional del PP, presidida por Rajoy, "no debe dilatar mucho el nombramiento de candidatos", en realidad está preguntando eso tan español de "¿qué hay de lo mío?". El problema es que lo suyo no es suyo, es de la ciudadanía y ahí entran en juego otros factores. Por ejemplo, el candidato a la Alcaldía, candidatura a la que nadie aspira públicamente y muchos la desean.
No todo es así, ciertamente. Por ejemplo Artur Balaguer, asesor de prensa del Ayuntamiento de Orihuela, dejó muy claro hace unos días lo que piensa en su tweet: "Qué ganas de que llegue septiembre y los putos españoles tarados con niños maleducados se vayan a su casa madrileña". Más claro, agua. ¿Es un retorno a la mala educación, a las generalizaciones demagógicas? Nunca se han ido.
Tampoco se ha ido el doble rasero, es más, debería estudiarse la posibilidad de que alcance cualificación de figura tradicional. "La Diputación Permanente del Parlamento andaluz ha rechazado con los votos del PSOE e IU las dos peticiones presentadas por el PP para la celebración de sendos plenos extraordinarios sobre los casos de los ERE y de los fondos públicos para cursos de formación". "Ustedes quieren un espectáculo", contestó el portavoz de IU a modo de justificación de la negativa. Es extraordinaria la capacidad camaleónica de nuestra clase política. Imagínense que Izquierda Plural, el PSOE, el grupo mixto y UyP piden un pleno extraordinario del Congreso para crear una comisión de investigación de la corrupción en los partidos políticos. Pues ha sido rechazado con la mayoría parlamentaria del PP. No se lo imaginen: ocurrió hace poco más de un mes. Y ahora, la guinda: "El portavoz de la Izquierda Plural (IU, ICV-EUiA, CHA), José Luis Centella, ha sostenido que "no se puede regenerar la vida política sin investigar lo que ha pasado en los últimos veinte años". Pero si lo de los ERE y los cursos de formación fue ayer...¿de qué hablamos cuando hablamos de regeneración?
En fin, hoy es el día de la operación retorno: maletas, sombrillas, probablemente atascos, trauma postvacacional...: los putos españoles tarados con niños maleducados volvemos a casa, suponiendo que tengamos casa y que no nos la hayan embargado.