Casi es un remake de Bienvenido Mr. Marshall: Rajoy en la Moncloa a las 9 de la mañana asiste a la firma de un acuerdo interministerial que permitirá la extensión del acceso a la banda ancha ultrarrápida (100 megas por segundo) de los centros docentes. A las 10.45 horas se ha plantado en Agoncillo (La Rioja) para inaugurar la conexión de la Autovía del Camino de la A-12 y la LO-20, que une Navarra y La Rioja. Dicho de otra manera: "ha retirado el recubrimiento que revestía el mojón de un tramo de autopista(ver foto)". Durante la misma, el jefe del Ejecutivo ha aprovechado la oportunidad para vender el crecimiento económico y la creación de empleo. "Ahí está la clave del progreso". Y a las 13 horas estaba visitando las obras de la tercera fase del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander. donde ha recorrido los pasillos de unas instalaciones que se acabarán el próximo 15 de mayo, apenas nueve días antes de las elecciones y que no entrarán en funcionamiento hasta finales de septiembre, cuando será inaugurado nuevamente. Aquí, Rajoy también ha repetido que España ha emprendido la recuperación. Espectacular. Los "americanos" pasaban de largo por Villar del Río en 1953. Rajoy, 62 años después, casi hace lo mismo por la Moncloa, por un mojón en La Rioja y unos pasillos hospitalarios en Cantabria. Coge la inauguración y corre porque a partir de hoy está prohibido inaugurar nada hasta la celebración de las elecciones.
Como siempre, los antipatriotas buscan el lado oscuro de la historia. Por ejemplo, que en el acto de La Moncloa, con el ministro Wert presente, no tuvo el menor pudor en afirmar que "apostar por la educación es lo mejor que podemos hacer por la España de hoy y de mañana", una estupenda frase salvo por el el detalle de que desde hace cuatro años se han despedido a 25.000 profesores a causa de los recortes.
En Cantabria tuvo a bien recordar durante su intervención la importancia de preservar el sistema público de pensiones, la sanidad y la educación con los "máximos estándares" de calidad. ¿Y qué dicen los traidores?, pues que el hospital lleva más de 14 años sumergido en una obras interminables por causa de los imprevistos, los sobrecostes y las paralizaciones. "Que el nuevo complejo hospitalario debía haber entrado en servicio en 2007" y que abrirá sus puertas poco antes de las elecciones generales tras la firma de un convenio público-privado del gobierno de Cantabria. Porque el mantenimiento de la sanidad pública se entiende como una cierta privatización: "La sociedad adjudicataria del contrato fue la unión temporal de empresas integrada por Ferrovial y Siec, bajo la denominación Smart Hospital Cantabria, que gestionará durante 20 años una docena de servicios no asistenciales. Además, el convenio incluía la conclusión del edificio, la dotación del mobiliario y el nuevo equipamiento por un precio que ronda los 900 millones de euros".
Menos mal que quedan patriotas como Luis Bárcenas (media vida en el PP y el capital en Suiza, ¿se puede ser más español?)) que nos recuerdan a todos el amor que debemos profesar por lo establecido, por las normas que permiten distinguirnos del caos y la anarquía, es decir, las responsabilidades estatutarias de los dirigentes de un partido señero como es el Popular: "El extesorero ha atribuido a los secretarios generales del partido la gestión de la caja b, como máximos responsables estatutariamente del control de las finanzas populares. En el recurso que ha presentado contra el auto del juez Ruz de cierre de la investigación, Bárcenas constata la existencia de la doble contabilidad en el PP entre 1990 y 2008. En ese periodo de 18 eños el cargo de secretario general fue ocupado de forma sucesiva por Francisco Álvarez-Cascos, Javier Arenas, Mariano Rajoy, Ángel Acebes y María Dolores de Cospedal. El último año en el que el delito no ha prescrito es el 2008, en el que Cospedal ya estaba al frente de la secretaría general y Rajoy ya era presidente del partido". ¿Qué sería de todos nosotros si no existieran patriotas que nos recordaran los estatutos de lo establecido? Gracias, don Luis.