Se lanzó a tumba abierta en favor de Nueva Democracia en la campaña electoral griega. Perdió. Se hartó de advertir de lo terrible que sería el que ganara el No en el referéndum griego. Perdió. Su colega Antonis Samaras, dimitió. Cuestionó el cambio climático porque se lo dijo su primo, que era catedrático de Física en Sevilla. "Hemos salido de la crisis por lo bien que lo hemos hecho" pero, por si acaso y por tercer año consecutivo, "el Gobierno del PP retira 3.750 millones de euros de la hucha de las pensiones para poder abonar la paga extraordinaria del mes de julio". Pero no para ahí la cosa.
"El pasado miércoles entró en vigor la Ley de Seguridad Ciudadana y ese mismo día y el siguiente Metroscopia hizo el estudio sobre el grado de apoyo y conocimiento de esa norma. La llamada ley mordaza alcanza unos niveles de rechazo poco conocidos en la legislación española: Un 75% de los consultados la rechaza". Extraordinario, con un añadido: "Los eventuales votantes del PP, según el estudio de Metroscopia, no se han quedado impasibles antes esta norma aunque el rechazo no alcanza los niveles del electorado del resto de los partidos. Un 44% de votantes del partido conservador está en contra de esta norma". Como decía el extinto Floriano (¿dónde estará el lince de la última campaña electoral?) "quizá nos falta algo de piel". Probablemente: más piel y menos cemento. Y es que las ocurrencias del Gobierno encadenan los éxitos y la empatía con el personal hasta límites insospechados.
Y ya que hablamos del Gobierno, sigamos con su sucedáneo, RTVE, y ahí no cabe por menos que felicitar a la cúpula de sus informativos por enviar a Susana Burgos para cubrir informativamente la campaña griega del referéndum con esa sutileza que caracteriza a las recientes incorporaciones estrellas del chiringuito que dirige Álvarez Gundin. La enviada especial de TVE, procedente de la muy tolerante Intereconomía, tuvo a bien publicar en su cuenta de twitter: "Estoy por proponerle a Tsipras que tuitee en griego en lugar de en inglés para que no nos enteremos de las tonterías que dice", con ese irreprochable sentido de la objetividad informativa tan apreciado por sus superiores.
Y es que en la sede del aparato de propaganda del PP, como en la propia Génova, todo son triunfos encadenados: primero sustituyeron a Somoano aunque no sabemos todavía las razones del cambio. Después ficharon a Buruaga, y aunque sí sabíamos las razones del fichaje no funcionó. Ahora nos enteramos que el compañero Montoro ha decidido "incrementar en 50 millones de euros la subvención directa que el Estado otorga a RTVE. Este aumento, sin embargo, no servirá para enjugar las pérdidas que la corporación ha ido acumulando en los últimos años ya que en 2016 afronta un gasto extra: los Juegos Olímpicos de Río".
Hay que añadir que la cobertura de los Juego podría suponer entre 70 y 90 millones de euros, incluyendo el pago de las imágenes, desplazamiento de periodistas, equipos técnicos y conexiones. En 2012, la emisión de la cita olímpica de Londres supuso un desembolso extraordinario de 70 millones de euros. Y nos tememos lo peor porque si a la final de Champions en Lisboa (Real Madrid-Atlético de Madrid), cuya señal no producía TVE sino que llegaba desde la UEFA, se trasladaron unos 150 profesionales de la casa entre los que se colaron más de una veintena de directivos, no te quiero ni contar los que se van a apuntar a buscar a la chica de Ipanema. Claro que a lo mejor en 2016 ya nada es lo mismo porque podría gobernar esa chusma de socialistas radicales y descamisados en manos de populistas, bolivarianos y bolcheviques disfrazados de ovejas. Así es la vida: ¡un asco!