"Sombras nada más/ acariciando mis manos/ Sombras nada más/ en el temblor de mi voz...", ésto podría ser el resumen de la precampaña de investidura, de la campaña de investidura e, incluso y anticipado, del debate de investidura que comienza esta tarde: sombras nada más. Con un añadido aún más clarificador: que se trata de un tango devenido en bolero ranchero, es decir, en algo complicado y variable según quien lo interprete.
150 medidas de las que, según Rivera, 100 habían sido compartidas por los socialistas. 150 medidas que, al parecer, no satisfacen a quienes se las han leído, al menos las aplicables a la economía: "“Las dotaciones presupuestarias anteriores se adoptarán respetando la senda de objetivos de estabilidad presupuestaria comprometidos por el Reino de España. Además, puesto que en esta legislatura es necesario abordar la revisión del sistema de financiación autonómica, las partidas que correspondan a competencias de las comunidades autónomas serán integradas en el nuevo modelo de financiación”, se dice en el pacto del PP y Ciudadanos. Los expertos, o algunos de ellos, señalan que estaría bien conocer con detalle los compromisos con Bruselas para saber que han firmado. De la nueva financiación de las comunidades autónomas, alegan que exigiría una nueva ley de la que no se habló en ningún momento. Sombras.
.Pero no todo es incertidumbre: por ejemplo se sabe que haga lo que haga Pedro Sánchez le van a caer palos por todas partes. Dicho de otra manera: los grandes partidos seguirán proyectando sus frustraciones, o sus torpezas, en la figura de un secretario general de los socialistas que, todo hay que decirlo, es incapaz de remontar esa imagen victimista. Ya lo dice el tango: "Pude ser feliz/ y estoy en vida muriendo,/ y entre lágrimas viviendo/ los pasajes más horrendos/ de este drama sin final...".
¿Y la ciudadanía? Pues depende. Para los políticos la ciudadanía, España, está preocupada ante la posibilidad de unas terceras elecciones por mas que hay un par o tres generaciones (los de la tercera edad, aquellos que tienen, ¿o tenían?, derecho a viajes a Benidorm o al Monasterio de Piedra por dos duros) que estuvieron tantas décadas sin votar que lo de las urnas les parece una fiesta. Por su parte, para los índices de audiencia de las televisiones generalistas, el personal, España, es un vergel: el programa que triunfó en el verano fue Las Campos, con 2.361.000 y 2.243.000 espectadores en los dos capítulos de esa mezcla de documental antropológico y revista del corazón.
Una recomendación final: ¡Ante todo, mucha calma!