TV Blog de Harguindey

TV Blog de Harguindey

La televisión es la reina de la casa. Lo que se pretende en este espacio es comentar la actualidad televisiva más inmediata, los programas del día, desde cualquiera de los que se definen como “telebasura” a las retransmisiones deportivas, los espacios informativos, documentales, las películas o las series. Son los comentarios y recomendaciones de un telespectador común.

Sobre el autor

Ángel Sánchez Harguindey

Ángel Sánchez Harguindey perteneció a la plantilla de El País desde su fundación en 1976. Fue jefe de la sección de Cultura, responsable del suplemento cultural Babelia, redactor jefe de El País Semanal, redactor jefe de la sección de Opinión y Adjunto a la Dirección.
Ha publicado el libro "Memorias de sobremesa. Conversaciones con Rafael Azcona y Manuel Vicent" (Editorial Aguilar)

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Dinero

Por: | 05 de enero de 2017

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Lo señalaba Ferlosio en una entrevista reciente en El Periódico: "El capitalismo es un sistema que lleva la autodestrucción inscrita en su interior". Y algo de eso hay cuando se contempla una serie como la extraordinaria Billions, de la que ahora exhibe su primera temporada Movistar Series. Extraordinaria por su reparto, con Damian Lewis y Paul Giamatti a la cabeza. Extraordinaria por sus guionistas Brian Koppelman y David Levien, y extraordinaria por su creador y promotor, el periodista económico del New York Times, Andrew Ross Sorkin, que al igual que el periodista de sucesos del Baltimore Sun, David Simon, creador de la también extraordinaria The Wire, confirman que si al talento se le une el conocimiento de lo narrado el resultado tiene muchas posibilidades de alcanzar la excelencia.
La base argumental es sencilla: la lucha del bien contra el mal, es decir, la de un fiscal contra un tiburón de Wall Street que inició su vertiginoso despegue en una serie de jugadas en la Bolsa el 11-M, mientras ardían las Torres Gemelas. Pero la vida, y las series de televisión, no son tan sencillas: el bien se enfanga en el mal para conseguir sus fines y el mal, en ocasiones, hace el bien. Hablamos de un capitalismo de especuladores que surgió en la década de los 80 en Estados Unidos, cuando los organismos reguladores del sistema financiero dejaron de regular, alcanzando su máximo histórico en 2008. Documentales como Inside Job o largometrajes como Margin Call dejaron constancia del desastre. Naturalmente, las finanzas descontroladas se extendieron por todo el mundo. En España esa incontinencia especulativa se llamó Bankia y Cajas de Ahorro, entidades que contaron con la indiferencia o apatía de los organismos administrativos que debían velar por el orden económico.
Billions también demuestra esa paulatina y constante evolución del mercado audiovisual en el que las producciones cinematográficas tienden cada vez con más frecuencia a la búsqueda del público infantil y adolescente, mientras que las series de televisión se centran mayorutariamente en los adultos. Un dato:tres de las cuatro películas más vistas en España en 2016 estaban destinadas al público infantil: Mascotas, Buscando a Dory y El libro de la selva.

¡Todos a Sotogrande!

Por: | 03 de enero de 2017

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Se acabaron las fiestas para los adultos. Quedan los Reyes Magos, es verdad, pero es una cuestión básicamente infantil salvo para los diarios y cadenas de televisión de extrema derecha que deben estar afilando las garras para despotricar contra las cabalgatas organizadas por Ayuntamientos de izquierda, algunos de los cuales volverán a meter la pata con algún gesto de materialismo dialéctico elemental.
Claro que lo de que se acabaron las fiestas para los adultos depende de como se mire. Con la serie de juicios por corrupción que están previstos para 2017 está claro que la fiesta continúa. Pero España es un país generoso y solidario que, por lo tanto, no permitirá que el castigo sea excesivo ni, por supuesto, cruel. La crueldad queda para el trato con los animales y los delitos de violencia doméstica. Toros, perros, caballos y mujeres son culpables y, por lo tanto, pueden y deben ser alanceados, torturados o asesinados. Cosa distinta son los patriotas que roban, desfalcan o evaden con guante blanco desde las ingenierías financieras, las comisiones o las recalificaciones.
Y son precisamente esos patriotas a los que debemos un trato humanitario y preferencial. Han sido muchos años dejándose la piel por el bien de la ciudadanía para que ahora, por un quítame allá unos miles de millones de euros, se cebe en ellos el rencor y la ira de la plebe. Si como ha calculado Europa Press al menos son 3.000 las personas están siendo investigadas o procesadas en las distintas causas por corrupción abiertas en tribunales de toda España, una buena parte de las cuales serán condenadas a lo largo de 2017, ha llegado el momento de proponer que se construya un complejo penitenciario acorde con la categoría de sus posibles residentes. Ya está bien de ver jugando al mus, por ejemplo, a un señor como don Luis Bárcenas con unos descamisados. Y no quiero ni imaginarme a dos caballeros como Rato y Blesa jugando al dominó con dos chorizos que robaron unas latas de atún para cenaran sus hijos. ¡Hasta ahí podíamos llegar!
Piènselo bien, señor Rafael Catalá Polo, ministro de Justicia. Calcule con generosidad de miras dónde va a alojar a los Millet, Granados, Matas, la cúpula de la CAM, los del caso ERE de Andalucía, los del caso Nóos, Pretoria, Taula, las black, Emarsa o Valmor, por citar tan solo a unos cuantos. Con todo respeto, creo que sus desvelos por el bien común se merecen algo más que un Alacalá-Meco. Humildemente le proponemos que piense en la posibilidad de construir un centro residencial-penitenciario en Sotogrande, en el Campo de Gibraltar (ver foto). El clima y el entorno social son los adecuados para quienes habrán de superar la enorme frustración de no haber sido entendida en toda su dimensión su entrega absoluta por una España mejor.

El triunfo del amor

Por: | 02 de enero de 2017

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22.00 horas. Paz Padilla y Joaquín Prat bajan unas escaleras como de Celia Gamez mientras los esforzados bailarines se contorsionan por el escenario. Empieza La noche de Paz en Telecinco. Ella y él, a gritos pese a los avances tecnológicos, nos animan a divertirnos porque esto va a ser el acabose. Vale. 22.06 horas. Corte publicitario: ocho minutos.
En Cuatro, mientras tanto, celestinean intensamente. Carlos Sobera nos incita a disfrutar del amor. La selección de los comensales demuestra lo mucho que ha cambiado España: mucho tatuaje, algún pelo azul, otro rosa y piercing, mucho piercing. Hábilmente intercambian planos actuales con la videoteca. Da igual, el amor es intemporal.
Los guionistas de Telecinco cumplen a rajatabla el que el programa no sea más inteligente que los anuncios. Sorprende que cada invitado que actúa promociona su último disco menos una cantante rumana, Alexandra Stan, que le debió de coger a contrapié la gala, a ella y a la discográfica. Y para que nadie dude de las los ventajas de playback piden a los intérpretes algo a capella. Gana el playback. 22.30 horas. Corte publicitario: ocho minutos. En algo mas de media hora llevan 16 minutos de publicidad sin contar la autopromoción de invitados y canal.
En la otra cadena hermana siguen tratando de ennoviar a todo aquel que pida una ensalada. El casting de comensales es amplio y variado, desde parejas raciales autóctonas a punkis desfasados. Para paliar las posibles reminiscencias de la España profunda en el carácter de alguno de los pretendientes, el programa se llama First dates en lugar de Primeras citas. ¡Es el cosmopolitismo, estúpido!
23.55 horas. Balcón de Puerta del Sol. Sobera y Lara Alvarez nos hablan del amor, mucho amor, y de la cerveza Estrella de Galicia que promociona el momento. Se asoman a la barandilla y piden a los de a pie que griten con ellos ¡Viva el amor! Los de a pie gritan de todo, lo que haga falta. Para eso están, para gritar y para dar la tabarra con los punteros laser. Carrillón, cuartos y 12 campanadas. Todos somos felices y Carlos Sobera nos presenta a su esposa. El amor ha vuelto a triunfar.

El País

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